Eran cerca de las 2 de la tarde cuando Jimin despertó. Seguía cansada pero ya no quería dormir, aunque se sentía muy cómoda... Volteó a ver su mameluco y su muñeco.

Sonrió, eso lo hacía sentir tan pequeña... Se movió un poco, ¡traía pañalitos! Volvió a sonreír.

No se detuvo esta vez, dejó que su mente se fuera por completo a su espacio de cabeza... Quería sentirse bien aunque eso la hiciera muy pequeña.

Tomó sus pies con curiosidad y se recibía moviéndose de un lado a otro. Eso era... ¡Muy divertido! Rió feliz.

Nam despertó con el sonido de su risa y aquel movimiento.

— Oh, despertaste muy feliz, pequeña – dijo dandole mimos.

Mimi rió poquito porque le dolía su garganta, se escuchaba ronca.

Nam la abrazó con cariño para después hacer una mueca... Olía como si hubiera destilado el alcohol aparte del vómito...

— Mi amor... Necesitas un bañito – declaró.

La hizo más pata en medio de la cama para que no se cayera en lo que arreglaba sus cosas para bañarla.

Mientras Mimi decidió seguir jugando con toda cosa que encontraba, la almohada se le hacía muy esponjosa, encontró su peluchito y decidió babearlo un poquito, rodó un poco hasta que Nam la tomó en brazos.

— Te vas a caer, Mimi – rió ante el puchero de la pequeña — Vamos ya está lista tu ropa, iremos al bañito ahora.

Cerró la puerta y dejó que ella gateara un poco en lo que preparaba el agüita.

Una vez lista le quitó su ropita para meterla en la bañera. Mimi estaba muy feliz en el agua, le gustaba manotear y que hiciera olitas; se dejó hacer mientras Nam la bañaba y cantaba una canción.

El bañito había terminado más rápido de lo que la pequeña pensó así que hizo una expresión sorprendida cuando la sacaron del agüita y la secaron.

Nam decidió ponerle otro mameluco para que tuviera la libertad de gatear sin problemas y le puso un moñito después de secar su cabello.

La cargó para llevarla a la sala, siempre era difícil bajar las escaleras cargando a alguien e incluso Nam se sintió un poco mal por Yoon que normalmente lo subía cargando...

Cuando llegaron todos estaban esperándola saludaron pero Mimi no comprendía muy bien las cosas.

— Saluda así, mi amor – dijo Nam moviendo su manita.

Dejó que la moviera pero ella solo quería hacer bombas de babita en ese momento.

Jin se acercó limpiando su babita con pedazo de papel y sonrió.

— Me alegra que se haya permitido regresar bien – dijo dandole un besito en cada mejilla.

En cuanto Mimi vió a Tae lo señaló e hizo un par de soniditos con su voz ronca para que Nam la dejara ir con él. Parecía que hasta pequeña sabía que él sería el más afectado de todo porque simplemente lo abrazó y recostó en él.

Toda la tarde pasó de brazos en brazos, llenita de mimos y amor.

Jin no le había insistido en comer, supuso que le dolía mucho su garganta como para tragar... No quería arruinar el buen rato de Mimi.

Le cantaron muchas cancioncitas y le movieron sus manitas como bailando. Había reído lo más que pudo.

En la noche se había regresado con Nam para dormir en sus brazos.

La subió nuevamente a su habitación para que pudiera descansar bien.

En medio de la madrugada Jimin despertó, movió un poco a Nam para que también despertara.

— ¿Um? – preguntó medio adormilado Nam.

— Gracias... Y perdón...– dijo Jimin apenas en un susurro, realmente sonaba muy mal.

— No tienes nada de que agradecer, mucho menos disculparte – contestó Nam.

Ella solo sonrió.

— ¿No tienes hambre? – preguntó con cuidado.

— No... Me duele mucho... – dijo, pero en vez de su garganta señaló su estomago — Creo que si puedo quitar... Lo mal que me hace sentir mentalmente... Un atracón duele mucho físicamente.

— Está bien, amor... ¿Quieres algo para el dolor? – preguntó entonces.

Negó con la cabeza.

— Solo más abrazos...

Y así fue, la llenó de mimos y besitos hasta que se volvió a dormir.

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Agarrense que viene mas dramaaaa xD perdonen mi inestabilidad mental me hace escribir esto xD