—— ¡En serio! Su tecnología podría ser útil para nuestras misiones, y no creo que quiera hablar sobre ella contigo.

Walter tenía un buen punto.

—— Sí, pero sabes que no quiero ponerte en riesgo. —— hablaba con honestidad y preocupación. Todavía no superaba lo que había pasado en Venecia, ni el ataque al submarino, o que el científico casi muere por salvar Killian. —— ¿Qué tal si te lastima o usa su mano robótica?

—— Eso ya lo tengo resuelto. —— exclamó con notorio entusiasmo. —— Sé cómo el poder desactivar su mano robótica, así que le sería imposible el siquiera moverla.

O bien, casi imposible. Pero debía de convencer a Lance, y no debia mostrar ni un rastro de duda o algo que le diera desconfianza al mayor.

—— Sí, pero, ¿y si te golpea con su otro brazo?

—— Estará esposado con, pues, unas esposas las cuales funcionan con fuerza magnética, y a menos de que quites la configuración no podrán separarse de la mesa. —— tenía todo resuelto. Una solución planeada para cualquier situación que su compañero le dijera. —— Mira, sólo voy a hablar con él, tal vez no me ayude, pero sería buena tener aunque sea un poco de información, ¿sí?

El más alto no estaba seguro, pero Walter era un genio el cual hacia increíbles aparatos de autodefensa; no estaba tan indefenso.

Antes de acceder, se atrevió a hacer una última pregunta ——; ¿Habrá guardias custodiandolo?

Walter asintió mientras sonreía, brindándole un poco más de confianza al mayor. Justo la necesaria para aceptar.

prólogo culero, como el de todas mis historias.

adoro a Walter Beckett.

luego agrego más detalles a la descripción y eso.

guten bAi. u u