=Tarde...=

"Una vez que obtienes riqueza y poder, el concepto de justicia se distorsiona".




Narra Luffy:

—Yo...estoy...muy...aburrido...— repetí unas quince veces a la par que tiraba una bolita de goma al aire.—Yo...estuve...muy aburrido...yo...estaba...aburrido..........muy...orita...aburrido...yo...estaba.

—Luffy, deja de repetir lo mismo, ya hasta te estás trabando.— habló Sabo rodando los ojos.

—Shishishi, lo siento.— dije con una sonrisa.—Oe, Ace.— bajé mi cabeza a la cama de abajo, dónde él se encontraba.

—¿Qué quieres ahora, Luffy?— preguntó mirando arriba con fastidio, cosa que ignoré.

—Quiero carne. Tengo hambre.

—¿Y qué tal pizza?— habló cuando una sonrisa traviesa salió de su rostro.

—¡Yosh!— brinqué desde mi cama hasta el piso entusiasta.—El último que llegue, paga.— salí corriendo de allí y les cerré la puerta para darme ventaja.

Corrí a la cocina y cogí mi sombrero de la mesa rápidamente.

—Luffy, ten cuidado, cuando salgas.— habló Makino serenamente, tomaba un té.

—Gracias, pero tendría más cuidado si distrajeras a Sabo y Ace un rato.— reí saliendo por la puerta.

[•••]

—¡Es injusto!— reproché.—¿Por qué tengo que pagar yo? ¡Soy menor de edad!— dije en un puchero, Sabo y Ace se reían maliciosamente de mi.

—Dijiste que el último que llegara era el que pagaba.— guiñó un ojo.

—¡Son unos tramposos! ¡No es mi culpa que corrieran tan rápido!

—No es nuestra culpa que te perdieras.— defendió Sabo, Ace rió y ambos chocaron las manos.

—Dale, paga. Quiero la Pizza extra large con queso extra, bacon, jamón, chorizo y pepperoni.— sonrió con satisfacción, yo lo miré de mala forma.

—Me rindo.— suspiré triste.

[•••]

—Yo...estoy...muy...aburrido...— repetía nuevamente, lanzando la misma bola de goma al aire del mismo lugar.

—Oe, puede que lo que te voy a preguntar ahora te haga sentir mal o algo pero...¿qué pasó con lo de Sanji?— tiré otra vez la bolita y no la llegué a cachar de aquella pregunta, así que chocó contra mi frente.

Mi corazón se detuvo al igual que mi respiración. Agrandé mis ojos y cuando mis pulmones y corazón comenzaron a funcionar nuevamente, una voz áspera y gélida salió en mi contestación.

—Todavía no se sabe, el gobierno cree que él lo hizo. Pero yo estoy seguro de que no es así.— dije cortante, coloqué mi sombrero en mi rostro, tapándolo.

—¿Y cómo es eso de que no se sabe?— preguntó Sabo haciendo notar curiosidad y un poco de enojo en su tono de voz.

—Para cuando encontraron a Sanji, él estaba a punto de aniquilar a uno de los oficiales disparándole, tenía un arma en mano, y Vivi estaba mal herida. Justamente tenía una bala en su estómago, así que concluyeron con que Sanji le había disparado e intentó matar al guardia a cambio de su silencio. Además de que otro de los oficiales se le vio muerto.

—Eso es terrible, Luffy.– exclamó Sabo sorprendido.—No es por nada, ni porque dude de Sanji pero...¿crees que sería capaz de matar a alguien porque sí?

—Si, si es por un ser querido, sí...es capaz.— contesté seriamente, llamé a Nami, ya que algo tenía en mente.

Brr. Brrr. Brr.

Salí del cuarto con el teléfono en mano y me dirigí al patio, me recosté en la hierba y esperé atentamente mirando el cielo.

No contestó. Llamé nuevamente y tampoco.

—¿Pero qué mierda?— dije y miré mi celular. Otra llamada y nada.

—¿Qué pasa, Luffy?— preguntó Makino detrás mío, negué con la cabeza y volví a llamar.

—Nada, es que sólo se me hace raro que Nami no me conteste.— respondí aún con el celular en el oído, ella le echaba agua a las flores.

—Mhm, tal vez está ocupada.— concluyó con una sonrisa.

—No creo.

—Luffy, todas las personas pasamos por problemas y situaciones, no creas que porque una persona no demuestre tener ningún conflicto no lo tenga.— esa contestación me puso a meditar un rato, hasta que vi su número.

—¡Al fin!— exclamé y me alejé un poco de Makino.—Hola, Nami, quería que habláramos un momen-...— una voz me interrumpió.

—¿Qué quieres, Luffy?— me pareció oír la voz de Zoro, se le escuchaba entre frustrado y molesto.

—¿Por qué tienes el teléfono de Nami?— pregunté levemente riendo.

—Tsk, sólo dime qué demonios quieres.— dijo casi perdiendo la paciencia.

—Quiero hablar con Nami.— contesté autoritario y sin miedo, pues él era uno de mis mejores amigos, además dudo que no me deje hablar con Nami.

—No se puede.— dijo simple, me comencé a molestar, ¿cuál era el problema? Sólo quería contarle lo que pensaba.

—¿Por qué no puedo? ¿Qué problema tiene?— pregunté serio.

—Ella está en el hospital.

—¿...Qué?— pregunté asombrado.

[•••]

—Roronoa Nami está perfectamente.— todos allí soltaron un suspiro de alivio, yo miraba atentamente al doctor.—La depresión, ansiedad y angustia provocaron su desmayo, necesita descanso y despejarse un tiempo de sus problemas. Más tarde les informo cuándo podrá salir de ml hospital.— sin mas, nos dejó a todos.

Los que estaban hay, quiénes eran: Nojiko, Robin, Zoro, Ace, Sabo, Chopper, Torao, Vivi, Kaya y yo. Me aparté de los mencionados y salí afuera, me senté a un lado del hospital, exactamente debajo de un árbol. Miraba el cielo sereno no sabía qué pensar o qué hacer, de pronto, escuché una voz femenina.

—¿Por qué tan solo?— preguntó Robin a mi lado, alcé mi cabeza para verla pero la volví a poner en la nada.—Piensas en todo.

—No, al contrario, no pienso en nada. Y eso me desespera.

—Fufufufu, tú nunca piensas, Luffy.— comentó bromeante.

—Shishi, es verdad, mayormente ustedes lo hacen por mi.— admití con una sonrisa, la sonrisa se mantuvo, pero su motivo era otra.

—Luffy, no todo es lo que creemos...— rápidamente me giré.

—¿Insinúas que Sanji sí sería capaz de hacer semejante cosa?— pregunté algo sorprendido y frustrado, ella negó con la cabeza.

—Para nada, confío plenamente en mis nakamas, sólo pienso que deberíamos estar preparados por si algo así llegase a ocurrir.

—Entiendo...— ella se sentó a mi lado, y me brindó apoyo con su presencia.—Robin, ¿crees que Sanji saldrá de esta? A lo que me refiero es que, dudo que dejen vivir a Sanji después de "intentar matar" a una hija de un señor importante, que casualmente es una de sus mejores amigas.— dije irónico, ahora era yo el que la miraba y ella observaba la nada.

—Tanto hay probabilidad de que salga vivo como hay probabilidad que lo ejecuten.

—¿Por qué? ¿Por qué le gobierno es tan injusto? Son generosos y aplicados con las personas importantes y a los demás, que somos ciudadanos, nos tratan como mierda...¿no se supone que el gobierno está para hacer justicia AL CIUDADANO y a sus necesidades?— exclamé algo molesto, Robin escuchaba atenta mis palabras.

—Si, Luffy, pero recuerda que no todos tienen el mismo corazón que tú y que yo, puede que para nosotros esto sea una injusticia y falta de respeto hacia la comunidad, pero tal vez ellos sólo quieren lo mejor para ellos mismos y no para la gente, como tal. Una vez que obtienes riqueza y poder, el concepto de justicia se distorsiona.— me levanté, iba ir a casa, no quería ver a Nami.

—Robin...— la llamé seriamente.

—Hai.— me imitó y miró mi espalda.

—Cualquier cosa, avísame por favor. Estaré en casa.— ella asintió, parece haberme entendido.

—Hai, ¿le mando un saludo a Nami de tu parte?— lo pensé un rato...no, no estaba bien.

—No, cuando se recupere sólo dímelo.— dije, coloqué mi sombrero en la cabeza ya que estaba en mi nuca.

—Okey, cuídate.— dijo, cuando ella estaba a punto de abrir la puerta para entrar allí, la llamé.

—¡Robin!— ella sólo me miró de reojo.—Gracias...— Robin asintió y entró.

Corrí al parque.

Necesitaba estar solo un tiempo, pensar las cosas. Porque gracias a que yo no puedo hacer mucho por Sanji, mis nakamas sufren. Mis nakamas sienten, pero callan. Mis nakamas preocupados están, pero intentar buscar la salida. Mis nakamas sólo escuchan las reglas de el gobierno, pero aún así, investigan la causa. Mis nakamas sienten soledad, pero quiero que sepan que yo estoy aquí, y que mientras viva, los protegeré.

[•••]

Regresaba a casa, tenía las manos en los bolsillos de mi chaqueta, mi celular sonó por millonésima vez, tenía más de mil llamadas perdidas de Ace y Sabo y trescientos mensaje de ambos. Toqué la puerta tres veces, ellos abrieron exageradamente, y me abrazaron.

—Tonto, ¡Nos tenías preocupado! ¿Por qué no contestaste mis llamadas? ¡Te llamamos muchas veces!— comenzó a hostigarme, al igual que Sabo y los demás bandidos.

Todos se aferraban a mi brazo exigiendo respuestas, yo chasqueé mi lengua, quería librarme de ellos.

—Déjenme.— ordené pero mínimo caso me hicieron.

—¡Luffy! ¡¿Acaso no nos quieres?!— seguí subiendo las escaleras.—¿Por qué me ignoras, eh?— hablaba Dadán, mi paciencia acabó.

—¡¿Pero qué parte de "déjenme" no entienden?!— exclamé molesto, los presentes se sorprendieron.

—Luffy, sólo estamos preocupados por ti, y queremos saber en qué podemos ayudarte y porqué estás así.— contestó Makino angustiada, a pesar de estar preocupada por mi, estaba bastante tranquila.

—Pues, simplemente quiero que me dejen en paz, quiero estar solo.— dije y cerré la puerta agresivamente, ni bajé a comer.

Cogí mi celular y trepé hasta llegar a mi cama, que era arriba de la de Ace. Encendí mi celular e inicié a jugar. Nadie pasó al cuarto, claro, hubo algunas excepciones, como que Ace iba a bañarse, Sabo a recoger el cuarto, entre otras cosas, pero nunca me dirigieron la palabra.

Ya era las 9:00 de la noche, y dejé mi teléfono un rato, pensaba en la discusión que tuvimos ayer. Principalmente con Makino, ella, aunque yo la humille, no me trató con bravura.

Decidido, fui al cuarto de Makino, no estaba. Le iba a pedir perdón primero a ella, y mañana en el desayuno a los demás. Busqué en todos lados de la casa y no estaba, me dirigí al patio y allí la encontré. Mirando el nocturno cielo, tenía una sonrisa llena de nostalgia, así que me acerqué avergonzado.

—Oe, Makino...— la llamé, ella sólo se limitó a escuchar, no hizo ningún movimiento.

—¿Qué pasa, Luffy?— preguntó serena, su cabello se movía conforme el viento. Me senté a su llamo y miré la luna.

—Yo...te trate mal, Makino...y pues quería pedirte perdón.— solté. Ella rió.

—Te perdono, Luffy. Pero antes...quiero saber la razón por la cuál te pusiste así desde que recibiste la llamada de Zoro-kun. Te importa mucho Nami-san, ¿verdad?— me miró, el nerviosismo subió a mi cara, hablar de estas cosas con ella era un poco incómodo.

—Pues realmente sí, me importa mucho, he estado casi desde pequeño con ella.— sonreí recordando viejos momentos.—Es que...pensaba generalmente, como ya sabes, Sanji está detenido, y eso afecta a todos. Esto es un claro ejemplo.

—Ahh, así que, piensas que debes hacer algo.— abrí los ojos, sorprendido.

—Algo así...pero, ¿cómo lo sabías?— reí y ella me abrazó.

—He estado contigo desde que naciste, te he criado, así que es algo obvio que sepa mucho de ti.

—Espera...¿has estado espiándome?— pregunté sorprendido, ella rió.

—Luffy, lo digo porque paso mucho rato contigo, vivo contigo. Además de que, eres el más cercano de tus hermanos.— sonrió revolviendo mi pelo.

—Shishishi, me siento importante.

Makino y yo hablamos unas horas, ella me mandó a dormir, lo que iba hacer.

—¡Buenas noches, Luffy!— dijo alegremente, una pregunta surcó mi mente.

—Buenas noches, Makino. Pero antes de dormir...te tengo una pregunta.

—¿Si? ¿Qué pasa?— se levantó en dirección a su cuarto.

—Tu...y Shanks...— al oír el nombre del pelirrojo abrió los ojos como plato.—...¿ya no se ven?

—Pues, Luffy, recuerda que su trabajo no es muy liberal. Trabaja las veinticuatro horas del día, casi los siete días de la semana. Son pocos los días libres, y cuando los tiene, disfruta en compañía de sus amigos bebiendo.— contestó con una sonrisa débil, acarició mi mejilla. O tenía sueño, o le decepcionaba la idea de que sólo utilizara sus días libres en borracheras.

—Otra pregunta.

—¿Ahora qué, Luffy?— respondió divertida, yo reí.

—¿Tú quieres a Shanks?— dije firme, ella palideció por un momento, pero mantuvo su compostura.

—¡Claro que le quiero!— dijo amablemente.

—No, ósea, si lo quieres más allá de un amigo...— me corregí, Makino suspiró.

—Bueno, hay cosas y hay cosas, no todo en la vida se puede. Así que, es mejor conformarse con lo que se tiene.

—Así que, te gusta como novio pero prefieres conservar su amistad para no perderla.— ella ya estaba en la puerta de su habitación.

—Yo no dije eso.— exclamó e ingresó a su habitación, quedé confundido e intrigado.

Suspiré rendido y fui a mi cama, me acosté pero cuando intentaba dormir, los pensamientos atacaban a mi mente. Simplemente no podía dormir, porque imaginaba esto, luego pensaba en aquello, tenía una idea de lo otro pero me negaba a creerlo. Luego de un rato, moviéndome de lado a lado, cerrando los ojos por un largo tiempo y cogiendo mi teléfono, se me ocurrió una idea.

—Shishishishi...— reí travieso y me levanté animado de la cama.






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Hey \(:v)/.
A que ni se acuerdan de mí?? :D

Pero puesss, soy una escritora bastante ocupada, espero que puedan entender u.u

AHH, Y MUY IMPORTANTE!!!!

Quisiera que alguien me dijera de un usuario de Wattpad que haga portadas Anime. Me ayudarían mucho :c.

Bueno, sólo quería expresarles mis disculpas y que disfruten del capítulo ;).

¿Que creen que vaya hacer Luffy 7u7?

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