—¿Smoker-san?

—¿Mmm?.. –Tashigi torció la cabeza confundida–

—¿Porque esta arrugado ese papel?

La incertidumbre del Marín. La inseguridad, desconocimiento de aquello que esta escrito en el papel. Duda, indecisión, perplejidad, y muchos otros sinónimos para una sola palabra. ¿Que es el sentido común?. ¿Como él, un simple Marín, puede tener criterio sobre una persona que es importante para el, cuando esta persona esta del bando contrario?.

El papel estaba arrugado, con una mancha de sangre en la esquina superior izquierda, la tinta era de buena calidad, la letra legible, el remitente autoritario y el destinatario, en este momento, poco dudoso, aunque precisamente él no era el original.

El papel tenía escrito en letra cursiva la forma en que debería de ser atrapado el objetivo No.1185, luego asesinado y posteriormente como preservar cada uno de los órganos, dibujados en un trazo a mano alzada de una persona.

Jamás, en toda su vida, le habian dado la orden de ejecutar tal atrocidad. ¿Cómo podia siquiera pensar en hacerle eso a un niño?. Su estómago se revuelve del asco, la bilis en su garganta solo es detenida por una fiera fuerza de voluntad.

Debajo de aquella asquerosa carta esta una más, una mas simple, una que le advierte sobre los peligros de estar en la Marina. Una carta llena de groserias y faltas de ortografía, pero el mensaje es claro; "Proteje a Sakura".

¿Quien es ése que protege a Sakura en las sombras, y porque?. Alguien infiltrado en la marina no quiere que Sakura salga lastimada. Y para ser sincero, él tampoco lo quiere…

—¿Smoker-san?..

—Tashigi, trae el Den-Den.mushi..

—Ha-Hai Smoker-san..

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Toda la tripulacion estaba confundida. Aquel niño se habia hecho presente en el barco, alegando que era hermano de Hana y que necesitaba (mas bien dijo que exigía) hablar con Sakura, por muy pretencioso que sonará.

Sakura estaba anonadada, jamas de los jamases pensó que Hana tuviera un hermano, aunque ella no hablaba mucho de su familia. De hecho ni hablaba, lo único que recuerda de ella, que hablará de su familia, era el aborrecimiento que le tenia a su padre y el miedo profundo a su madre, pero nada de un hermano menor…

—¡Donde está Hana!.. –exigió el pequeño castaño– ..Dime, o sino..

—¿O sino que, mocoso engreído?.. –ya su paciencia se estaba acabando con aquel niñato–

Kiba info sus mejillitas en un claro puchero. Sakura trago grueso e hizo fuerza de voluntad para no aplastarlas, ese niño era adorable…

—¡¡¡O sino hare una pataleta!!!..

Literal, toda la tripulacion se vino a bajo por la advertencia tan absurda…

—No lo tomes a la ligera, ¿Adivina porque estoy aqui?..

—¡¡¡El peluche habla!!!.. –gritaron los Mugiwaras–

—Tutututututututu.. ¡Co-Co-Cosa del demonio! ¡¿Cómo rayos hablas?!.. –el pequeño animalito lanudo, que todos asociaron con un peluche, resoplo molesta con la chica rosada–

—Siempre son las mismas palabras, ¿Como hablas?¿Que eres?.. –su tono de voz era grueso pero delicado, algo extraño y poco comun– ...Respondele a Kiba o hara una pataleta.. –habló como diciendo lo obvio. El niño aun seguia haciendo un puchero–

Aquella gatita bípeda camino hacia el otro acompañante de aquel trío tan peculiar.

Sakura trago grueso, tenia que hablar claramente con el castaño y explicarle lo que habia sucedido con Hana. Y lo hizo. Despues de dos horas y veintiocho minutos hablando, ambos se quedaron en silencio. Sentados en la barandilla del Merry, los dos observaban la infinites del mar, callados y procesando lo que habia hablado. El primero en romper aquel silencio fue el menor…

—¡Hana! ¡¡¡Hermana Buaaa!!!.. –la pelirrosa trato de abrazar al menor, pero le era muy incomodo, no habia tratado con infantes en mucho tiempo– ..Ha-Hana.. Hana.. ¡¡¡Ma-Mama!!! Haaaaa ¿Có-Cómo le-le v-voy a explic..ar? ¡¡¡Buaaa!!!..

Las lagrimas corrian como ríos, manchando sus regordetas mejillas y enrojeciendolas por la sal. Su nariz escurria y poca saliva salia de su boca. Era un asco, pobre del que le tocaba limpiar al Merry.

…

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…

Lejos, aunque no mucho, se veía a los tripulantes junto a Niko Robin, la gatita y el perrito. Todos con una gotita de sudor bajando por sus nucas. ¿Como es que llegaron a eso?. Si, tampoco era como si hubieran puesto mucha resistencia a la hora de dejarlos estar a bordo. Para eso estaba Zoro con su confiable nariz, la cual le permitía saber quien era confiable y quien no. Quien si era confiable pasaba vivo y con todas sus extremidades, pero quien no lo era.. bueno, era como ver a un perro despedazar un conejo.

El grupo siguio observando hasta que el menor se abalanzó contra la pelirrosa en un claro abrazo, aunque esta se veia muy incómoda. Todos apartaron la mirada, era algo íntimo y mas de uno avergonzo.

…

…

…

—¿Alguien que quieran decirnos algo mas?.. –todos, a exepcion de Zoro, negaron frenéticamente (incluidos los polizones)– ..un conocido que no nos han presentado??.. –habló refiriéndose a Kiba y Robin con su inoportuna llegada. El primero llorando y la segunda con una sonrisa tranquila–

El conejito del grupo levantó bien en alto su pequeña patita. Zoro bufo y le dio la palabra…

—Yo conocia algien en Aravasta..

—(Que feo escribe).. –fue el pensamiento grupal de todos los presentes–

—Su hombre es chucacu..

—¡¡¿Shukaku?!! –gritó Sakura sorprendida. No era muy comun que el conejito mintiera–

Y como si fuera el detonante de algo, una rafaga de viento azoto al Merry, causando que este se ladeara por el movimiento. Todos se cubrieron, esperando a que el barco no se hundiera…

—Perdon por llegar tarde.. –el barco se estabilizó y, arriba de la barandilla de cubierta, se vio parado a un nuevo visitante–

—Prepararé el te y las galletas.. –dijo Sanji, captando la atencion del grupo, encendió uno de sus cigarrillos, le dio una calada y luego expulsó todo el humo– ...esto nos llevara un tiempo…

…

 …

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—¡¡¡Nuevos Nakamas-Nuevos Nakamas-Nuevos Nakamas!!!.. –gritaban a coro, Luffy, Chopper, Usopp y Kurosagi–

Apartados del grupo de idiotas, y sentados alrededor de una pequeña mesa de te, los integrantes restantes disfrutaban de una agradable taza de te. Tomaron largamente de su taza y tras un haaa~ de pura satisfacción, levantaron la vista y se miraron los unos a los otros…

—Entonces.. –Sanji estaba incómodo, por no mencinar al resto del grupo. Los ojos penetrantes de Shukaku lo observaron como un aguila a su presa– ..¿Eres el amigo de Sakura y Kuro, no?..

—Así es, mi distinguido amigo de cejas rizadas.. –Sanji no sabia si enojarse o halagarse, Shukaku hablaba de una manera muy educada– ...si me permite halagarlo, este Superfruit green te esta delicioso..

—¿He? Hum ¿Gracias?..

—¿Porque estas aquí, Shukaku?.. –preguntó Sakura confundida, tomo una galleta de arroz y la comió de un bocado– 

—Mi querido príncipe, prometí protegerlo y me separe de usted.. –respondio bajando la cabeza. Sakura hizo una meca de incomodidad– ...si hubiera seguido las ordenes de Clownish-sama, Hana-sama seguiria viva.. Lo lamento enormemente, príncipe..

—Shukaku, esa estupida serpiente jugó sus cartas mejor que nadie, no fue culpa tuya no seguir las ordenes de mi tío..

—Príncipe..

—En fin, ¿Como es que nos encontraste?.. –preguntó tras un silencio largo e incómodo. Shukaku limpió sus lagrimas con su antebrazo antes de responder–

—Les vinimos siguiendo la pista desde el Red Line.. 

A lo lejos el grupo de idiotas seguia gritando sobre los nuevos integrantes del grupo…

—¡¡¡T-Tu, ma-mapache ciego!!! ¡¡¡Qu-Quiero que me cue-cuentes to-todo de Ha-Ha-Hana!!!.. –Zoro levantó una de sus cejas, aquel mocoso temblaba como gelatina atras suyo–

—Señorito, creo no entender.. –hablo respetuosamente Shukaku. Kiba tembló mas– ..¿Quien es usted, y porque quiere que hable de Hana-sama?..

—¡¡¡Es mi hermana!!!

—Usted era un bebé cuando la secuestraron, ¿Porque el repentino interes de una hermana que nunca conoció?.. –pregunta que todos tenían en mente, mas nadie habló por respeto a los muertos–

—¡¡¡No es por ella!!!.. ¡¡¡Mi madre ha sufrido mucho por su ausencia, cada dia la busca con la mirada.. –comenzo a relatar Kiba, su voz sonaba cortada y apuntó de quebrarse– ...navegamos por meses sin tocar puerto, semanas intentando encontrar un mínimo rastro.. ¡¡¡Si hay algo que pueda hacer para ayudarla lo haré!!!..

—Es muy noble su acción, señorito.. Pero me temo que Hana-sama ya no esta entre nosotros, no hay nada que pueda ayudar a su madre, sólo el recuerdo de una hija muerta es lo único que queda.. –habló sin pelos en la lengua, inportandole poco si lastimaba los sentimientos del menor, aunque no era del todo cierto y lo hacia inconcientemente. Kiba estuvo apuntó de llorar, no obstante, fue abrazado por la mayor del grupo–

Robin odiaba ver llorar a los niños. Tal vez su instinto maternal. Solo tomó al menor entre sus brazos y lo acunó, mientras este se desahogaban.

Nami enfureció comicamente, sus ojos estaban blancos y sus dientes se habían convertido en serruchos. Estaba apuntó de golpear a Shukaku, no obstante Sakura la calmo de inmediato, alegando que su amigo era un idiota entendiendo los sentimientos y lo decia sin querer hacer daño…

—Dejense de dramas.. –habló Zoro– …si eso es todo lo que querían pueden irse..

—Señor espadachin, que manera tan directa de correr a alguien..

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Nos me gustó mucho este capítulo, tal vez lo edite otro día.