Capítulo 9: El Lamento de la Desolación.

Tras un momento de confusión absoluta, la niebla parece disiparse y Caballo de Espadas se encuentra a sí mismo.

Caballo de Espadas: ¿Sota de Espadas? ¡Sota de Espadas! ¿Dónde estás, Sota de Espadas?

Tras mirar desesperadamente en todas las direcciones no solo no encuentra a su compañera, sino que encuentra aquello que no quería encontrar bajo ningún concepto.

Sota de Copas: Parece que nos hemos quedado solitos.

Caballo de Espadas ignora completamente.

Caballo de Espadas: ¡Sota de Espadas! ¿Dónde estás? Yo te encontraré... Si no es ahora es dentro de una hora, pero juro por mi honor como caballero del Reino de Espadas que te encontraré... ¡Te encontraré! ¡Si me necesitas yo te encontraré y estaré para todo lo que quieras! ¡Espérame, Sota de Espadas!

Sota de Copas: Madre mía, que intensidad te gastas, chico... Ni está por aquí, por lo que se ve, ni creo que te necesite para nada, la verdad.

Caballo de Espadas hace como si Sota de Copas no estuviera y se pone a merodear por los alrededores junto con su noble corcel.

Caballo de Espadas: Por aquí no parece que esté... Por aquí tampoco...

Caballo (literal) de Espadas: Hiiiiii...

Sota de Copas: ¿Sabes, Caballo de Espadas? Se nota mucho que no te caigo bien...

Caballo de Espadas: Vaya, te has dado cuenta.

Sota de Copas: ...Así que no tienes por qué seguir ignorándome, que ya sé que no me soportas. Ahora mismo, por mucho que no quieras reconocerlo, no hay nadie más por aquí y estamos tú y yo solos, y tenemos que salir de aquí tú y yo cooperando, porque estamos en el Bosque de los Lamentos y no nos queda otra.

Caballo de Espadas: ¿Y qué con eso? Los demás no pueden haber ido demasiado lejos...

Sota de Copas: Parece que no lo comprendes... Estamos en el Bosque de los Lamentos. Aquí todo es posible. Posiblemente estemos en una ilusión creada por los espíritus, posiblemente nos hayamos perdido y nos encontremos atrapados en alguna barrera espiritual que no nos impida salir ni ver el mundo exterior, o posiblemente nos hayamos perdido sin más. El caso es que tenemos que cooperar si queremos salir de una sola pieza. Si te vas tú solo te pondrás en peligro. Aquí los espíritus abundan.

Caballo de Espadas: ¿Y qué? ¿Y si Sota de Espadas está en peligro? No me puedo quedar de brazos cruzados. Puede que a ti no te importe nada, pero a mí sí. Porque seguro que a ti no te importa nada, vaya vaya...

Sota de Copas: Mira, Caballo de Espadas, no he venido aquí a discutir. Con esa actitud lo único que haces es convertirte en un blanco AÚN más fácil para los espíritus malignos.

Caballo de Espadas: AÚN más fácil, porque insinúas que soy débil. Muy bonito guiarte por las apariencias. Pues que sepas que soy uno de los mejores espadachines de mi reino, el Reino de Espadas, que, por si no lo sabes, es muy conocido por tener buenos espadachines.

Sota de Copas: Lo digo porque tu aura emana una gran cantidad de energía negativa y eso atrae a los espíritus, pero tú a tu rollo.

Caballo de Espadas: ¿Energía negativa? No me creo esos cuentos. Tú sabes mucho y seguramente no sepas ni la mitad de lo que presumes.

Sota de Copas: Tú verás si te lo crees o no... Pero mira lo que viene por ahí...

Un grupo de personas con camisones blancos desaliñados se acercan hacia Caballo de Espadas y Sota de Copas. Son un poco traslúcidos y van medio flotando a ras de suelo.

Sota de Copas: Parece que preguntan por ti.

Caballo de Espadas desenvaina su espada y se pone en posición de lucha.

Sota de Copas: Creo que eso no sirve con ellos.

Caballo de Espadas: ¿Y qué es lo que sirve? Deja de dar sermones y haz algo.

Sota de Copas se sienta y saca una bolsa de palomitas medievales de su saco.

Caballo de Espadas: ¿Se puede saber qué haces? Haz algo.

Sota de Copas: Tomarme un aperitivo mientras veo el espectáculo ya es algo.

Caballo de Espadas: Tsk...

Lo que según nuestras dotes de deducción son espíritus se acercan lentamente a Caballo de Espadas. Se acercan tan lentamente que nunca parece que acaben de llegar.

Caballo de Espadas: Venid, venid con la cara destapada.

Sota de Copas: Jaja.

Caballo de Espadas: ¿Y tú de qué te ríes?

Sota de Copas: Nose.

Espíritu: Dame tu alma desesperada...

Sota de Copas: Jajajjajajajajjajaja.

Caballo de Espadas: ...

Los espíritus se acercan más y rodean a Caballo de Espadas.

Caballo de Espadas: ¿Y por qué me rodean a mí y a ti no?

Sota de Espadas: Jaja, tú sabrás.

Y se come una palomita.

Los espíritus agarran a Caballo de Espadas.

Caballo de Espadas: No puedo moverme... Tienen una fuerza descomunal para el aspecto que tienen.

Sota de Copas: A ver, son espíritus.

Espíritu: ...Pareces desolado y desesperado...

Espíritu: ...Dame tu desesperación...

Caballo de Espadas: Tsk...

Entonces, un espíritu con mejor diseño (lo típico que el resto tienen pinta de personajes de relleno y este no) irrumpe en escena. El aura se pone tensa. La energía negativa va en aumento. Tiene un aspecto que impone. Va con un camisón blanco largo como los demás, pero este tiene bordados, encajes y adornos que hacen que tenga una mayor complicación visual. Además, lleva su liso pelo largo, como hasta las rodillas. Eso sí, lo lleva peinado. A su alrededor hay una enorme nube negra de energía negativa. Parecida a la que se supone que Sota de Copas percibe en torno a Caballo de Espadas.

Lentamente se acerca a Caballo de Espadas, que se encuentra apresado por las manos de numerosos espíritus de relleno. Muy lentamente.

Caballo de Espadas: ...

Sota de Copas: ...

Caballo de Espadas: ...

Sota de Copas: ...

Caballo de Espadas: ...

Sota de Copas: ...

Caballo de Espadas: ...

Sota de Copas: ...

Después de un buen rato hasta que llegara, el Espíritu mayor llegó. Nadie se esperaba lo que sucedió a continuación.

Los espíritus de relleno que agarraban a Caballo de Espadas se convierten en raíces de árbol. Las raíces del árbol que se encuentra tras ellos. ¿A que no os esperabais que pasara esto?

Las raíces mantienen inmovilizado a Caballo de Espadas. Sota de Copas tampoco se mueve, a decir verdad (salvo para meterse alguna que otra palomita medieval en la boca).

Espíritu mayor: Por fin tú y yo nos encontramos...

Caballo de Espadas: Eeeemmmm... ¿Nos conocemos?

Espíritu mayor: Soy el Lamento de la Desolación. Mi tristeza y desesperación eternas me han apresado en este bosque durante décadas y siglos. Una tristeza y una desesperación que me llevaron a sumirme en el pozo más profundo de los pozos cuando estaba en vida. Y que, por azares del destino o de la soledad, me hicieron llegar hasta aquí.

Caballo de Espadas: ¿Y eso qué tiene que ver conmigo?

Lamento de la Desolación: Desde que has entrado en el bosque he sentido tu energía negativa como un soplo de aire fresco.

Sota de Copas: Te lo dije.

Lamento de la Desolación: Jamás había visto una desesperación tan grande. Esa tristeza, esa soledad, esa desesperación, esa desesperanza... Casi puede compararse a la mía cuando era una simple humana en el mundo de los vivos. Ya pasaron muchos años desde aquello... Ahora no puedo evitar verte y sentir una gran sed... Una gran sed de energía negativa...

El Lamento de la Desesperación se acerca más a Caballo de Espadas y le pone la mano en la mejilla. Cierra los ojos y empieza a divagar.

Lamento de la Desolación: Puedo sentir tu desesperación, puedo sentir tu alma desolada hasta un punto en el que te has sumido en un bucle de tristeza sin fin. Lo sé todo sobre ti. Llevas amando en secreto a tu compañera desde que tienes uso de razón, pero sabes que ella no siente ni sentirá jamás lo mismo por ti...

Sota de Copas: La verdad es que se veía venir.

Lamento de la Desolación: A callar, bruja de pacotilla, que estoy hablando.

Sota de Copas pone mala cara.

"Bruja de pacotilla me llama. Mucho mirarle la vida a este, pero no es capaz ni de discernir que soy hechicera, y encima de las buenas. En fin, me callaré y no por falta de ganas, sino porque no me conviene que este tipo me descubra así como así", piensa.

Lamento de la Desolación: ...El rechazo y el desamor te consumen por dentro. Tanto que no eres capaz de mantenerte firme en tus razonamientos, tanto que ocupa cada parte de tu mente. Sí, puedo sentir la desesperación...

Caballo de Espadas no dice ni una palabra. Sota de Copas sigue sentada con sus palomitas, aunque ya no tiene tan buena cara como antes. Lo de "bruja de pacotilla" no le había sentado muy bien.

"Encima es otra pesada como el tal Caballo de Espadas. Estoy un poquito cansadita", piensa. Y lo peor es que parece que el Lamento de la Desolación no tiene ninguna intención de callarse.

Lamento de la Desolación: Recuerdo mis viejos tiempos en vida. Era joven e inocente. Me parecía mucho a ti... ¿Sabes? Yo también tenía un amor no correspondido. Yo también estaba enamorada de mi primo, al igual que tú lo estás de tu prima.

Sota de Copas: UN MOMENTO. UN MOMENTO. Yo creía que se estaba refiriendo a Sota de Espadas, no a su prima...

Caballo de Espadas: Es que técnicamente...

Sota de Copas: ¿¿¿¿QUÉ???? ¿Que Sota de Espadas es tu prima?

Caballo de Espadas: No voy a negar ni a afirmar.

Sota de Copas: J*DER, ESTO SÍ QUE NO ME LO ESPERABA PARA NADA. J*der, j*der, quién se iba a esperar que Sota de Espadas iba a ser tu prima. No os parecéis en nada, y menos mal, la verdad.

Caballo de Espadas: ...

Lamento de la Desolación: Calla, furcia, nadie te ha preguntado.

Sota de Copas: Pero.

Lamento de la Desolación: Yo también amaba a mi primo y lo deseaba con todas mis fuerzas. Pero una cosa me diferencia contigo, nosotros íbamos a casarnos...

Sota de Copas: UN MOMENTO. ¿Se pueden casar los primos?

Caballo de Espadas: Vaya, así que no lo sabes todo. Para tu información, el incienso es legal en el Reino de Bastos. Es algo que sabe todo el mundo. Analfabeta.

Sota de Copas: Se dice incesto.

Lamento de la Desolación: ...Pero tú lo sabes desde esta misma mañana. No olvides que te estoy leyendo el alma.

Caballo de Espadas: ...

Lamento de la Desolación: ...Como ya ha dicho Caballo de Espadas, en mi tierra natal, el Reino de Bastos, el incesto es legal. Y mi familia ya había concertado mi matrimonio con mi primo. Yo estaba pletórica. Lo amaba con todas mis fuerzas. Pero él no sentía lo mismo por mí.

Sota de Copas: Normal, es que imagina tener sentimientos por tu primo, por tu prima, o lo que sea.

Lamento de la Desolación: Por última vez. Cállate la boca, escoria fracasada.

Sota de Copas pone mala cara, pero contiene toda su mala leche para no llamar mucho la atención.

Lamento de la Desolación: Era tan feliz... En pocos días iba a casarme, iba a ser el día más feliz de mi vida. Pero la noche antes de la boda...

Su expresión cambia. El Lamento de la Desolación empieza a emanar un aura de energía negativa cada vez mayor. El ambiente se hace espeso.

Lamento de la Desolación: Lo encontré, por casualidad, en los establos f*rnicando con un orco.

Sota de Copas: Vaya, la cosa es más grave de lo que me imaginaba...

Lamento de la Desolación: En ese momento me derrumbé por completo. Mi felicidad se convertió en rabia, mi dicha se convirtió en desgarro, mi mundo se convirtió en un infierno. No tuve las fuerzas de enfrentarlo allí en ese mismo momento. Salí de allí corriendo, lo más rápido que pude. Corrí, corrí y corrí y llegué hasta aquí.

Sota de Copas: ¿Desde el Reino de Bastos? ¿Hasta aquí? Pues sí que corriste.

Lamento de la Desolación: Corrí mucho... Corrí días y semanas y meses. Evidentemente, no me presenté a mi boda, claro. Mi intención era correr hasta no poder más. Quería correr hasta que mi cuerpo aguantase. Correr hasta la muerte. Pero nada, que no moría... En el Reino de Bastos tenemos mucha resistencia física... Llegué hasta aquí, y como no me había muerto y no tenía pinta de que me iba a morir, saqué un frasco de cicuta que me había guardado en el bolsillo por si se daba la situación y me lo bebí. Pero toda mi alma estaba impregnada de odio y rencor, consumida por la desesperación de haber sido traicionada por un amor no correspondido, de haber sido rechazada por la persona que amaba. Y así me convertí en el Lamento de la Desolación.

Caballo de Espadas: ...

Sota de Copas: ...

Caballo de Espadas: ...

Sota de Copas: ...

Caballo de Espadas: ¿Y QUÉ ME QUIERES DECIR CON ESTO? ¿Que me beba la cicuta?

Lamento de la Desolación: Tú y yo somos iguales. Tarde o temprano tu alma será corrompida por el odio y la rabia, igual que la mía. Ya estás cerca de llegar a ese punto. No vale la pena atrasarlo más, quédate aquí, en el Bosque de los Lamentos, conmigo... Eres como yo... Podemos hacernos compañía... Y compartir nuestra soledad por la eternidad...

Caballo de Espadas: ¿Acaso me das otra opción? No puedo moverme.

Lamento de la Desolación: ¿Acaso hay otra opción? Si estás aquí es por el destino, al igual que yo. Ambos estábamos destinados a encontrarnos y a estar juntos. Y tal vez... Tal vez puedas llenar ese vacío que mi primo dejó en mi corazón.

Caballo de Espadas: Un momento, un momento, un momento. Tú a mí no me gustas, eh, y no tengo ningún interés en llenar el vacío que te ha dejado tu primo o lo que sea. Porque yo solo amo y amaré a una persona, y esa persona es mi prima.

Sota de Copas: Qué grimita.

Caballo de Espadas: Así que, lo siento, pero tengo que rechazarte.

La expresión del Lamento de la Desolación vuelve a cambiar. Esta vez para volverse más agresiva y terrorífica. Su pelo empieza a levantarse hacia arriba, con movimientos a lo ondas espirituales. Muy terrorífico todo. Su aura de energía negativa aumenta y se puede ver a simple vista. Ahora tiene un color rojo fuego. Se encuentra impregnada por la ira de recibir un nuevo rechazo.

Sin que nadie se lo esperase, el brazo libre del Lamento de la Desolación se extiende a toda velocidad hasta el cuello de Sota de Copas, que estaba tan tranquila sentadita, ahorcándola con fuerza y levantándola a dos pies del suelo.

Sota de Copas: Pero... ¿Qué?

Lamento de la Desolación: ¿Qué, Caballo de Espadas? ¿Quieres que la mate? Sé que la odias... La odias porque tu prima la desea a ella y no a ti. Y eso te mata por dentro. Serías mucho más feliz si la matara ahora mismo. ¿No es así?

Sota de Copas: Oye, para, esto ya no me hace gracia...

El Lamento de la Desolación aprieta con más fuerza.

Sota de Copas: Nnnghhhh... Aaaaahhhhh... Mmmm...

Caballo de Espadas: ...

Lamento de la Desolación: ...Pero... ¿Qué?

"Mierda, no recordaba que la sensibilidad de mi cuerpo está a los topes... Y, lo que es peor, en cualquier momento se me acaba el hechizo... Y lo que es AÚN peor, acabo de soltar un gemido incómodo", piensa Sota de Copas.

Lamento de la Desolación: Quieres que la mate, ¿verdad? Sé que lo quieres. Quieres deshacerte de ella, quieres que sea un simple recuerdo... Que tu amada no vuelva a verla más. Puedo matarla ahora mismo... Y tú serás libre. Te podrás ir...

Sota de Copas: Es una trampa... Si lo haces... Tu desesperación será mayor... Te consumirá.

Lamento de la Desolación: Dices eso porque te interesa, cerda. Lo único que es cierto es que si te mato, él no tendrá ningún rival en el amor de su prima. Tú eres su único obstáculo. Eres un estorbo para él. Un estorbo molesto. Y además eres fea.

Sota de Copas: Pero... Serás...

"Grrrrrr. Esta tipeja me está tocando los ovarios pero bien. No sabe con quién se está metiendo. Pero no puedo desvelar todo mi poder mágico aquí... Aunque es a vida o muerte, porque, claramente, este tío es la cúspide de la estupidez humana y se va a dejar engañar para que me mate... Cuando llegue ese momento, sólo me quedará sacar mi magia, pero estoy completamente inmóvil, j*der, no pensaba que iba a acabar en esta situación. Eso me pasa por pensar que las cosas siempre van a salir como tengo en mente. En algún momento me tenía que dar un golpe de realidad...", piensa Sota de Copas.

Lamento de la Desolación: ¿Qué me dices, Caballo de Espadas? ¿Quieres una vida feliz junto a tu amor? Una vida sin estorbos entre vosotros...

Caballo de Espadas: ...

Lamento de la Desolación: ...

Sota de Copas: ...

Lamento de la Desolación: Sé que es lo que más anhelas...

Caballo de Espadas: ...

Lamento de la Desolación: Sé que la odias... Y además no puedes con ella. Es un estorbo con todas las letras. Hasta se burla de que te guste tu prima. Es lo peor.

Caballo de Espadas: ...

Lamento de la Desolación: Dime que sí y haré tu deseo realidad.

Caballo de Espadas: ¿PERO TÚ QUIÉN TE CREES QUE SOY?

Sota de Copas: !!!!!

Caballo de Espadas: ¿DE VERDAD TE PIENSAS QUE SOY TAN DÉBIL? Entonces no lo sabes todo sobre mí como tú dices. ¡Soy un Caballero del Reino de Espadas! ¡Y mi honor está por encima de cualquier enemistad y cualquier rencilla personal! ¡No te voy a permitir que mates a una persona inocente! Antes de matarla a ella... ¡Tendrás que matarme a mí!

Sota de Copas: Caballo de Espadas...

El Lamento de la Desolación llega a su límite de mala leche. Su aura se vuelve más espesa y más fogosa. Su expresión es la expresión del enfado llevado a límites hasta ahora desconocidos. El espíritu maligno suelta bruscamente a Sota de Copas, lanzándola hacia el árbol del bosque sin ningún atisbo de delicadeza.

Sota de Copas: Ouch.

Lamento de la Desolación: Tú... Caballo de Espadas... Me has fallado... Una vez más... Decepción tras decepción... Pero esta ha sido la gota que ha colmado el vaso...

Las manos del Lamento de la Desolación se convierten en una especie de raíces fuertes y afiladas. Entonces, comienza a atacar a Caballo de Espadas con ellas. En toda la cara.

Lamento de la Desolación: Te voy a desfigurar toda la cara. Te vas a enterar. Ahora no vas a poder volver a mirar a tu querida prima jamás.

Se ensaña cruelmente con la cara de Caballo de Espadas.

Caballo de Espadas: Ouch... Ouch... Ouch...

Lamento de la Desolación: Llora, llora, asqueroso, te vas a quedar como un cuadro abstracto. Y alégrate de que te voy a dejar con vida. Para que tu sufrimiento pueda contigo y al final tengas que beberte la cicuta y ahogarte en tus fracasos.

Sota de Copas está dolorida en el árbol. El golpe contra el tronco fue fuerte y dio de lleno en su espalda. Con grandes esfuerzos, logra levantarse.

"Este árbol... Los otros espíritus... Puede ser que..."

Cuando observa lo que el Lamento de la Desolación le está haciendo a Caballo de Espadas, se fija especialmente en las manos del espíritu. Son como raíces. Al igual que las que sujetan a Caballo de Espadas.

"Estas raíces... Este gran árbol... Puede que el verdadero espíritu mayor de este bosque aquí sea este árbol... Entonces, no me queda otra, tengo que pararle los pies."

Mientras el Lamento de la Desolación se ensaña con el cuerpo inmóvil de Caballo de Espadas, Sota de Copas pone sus manos en la raíz del árbol. Pero antes, tenía algo que decir.

Sota de Copas: ¡Eh, espiritucho de pacotilla!

Lamento de la Desolación: ¿Eh? Ah, eres tú... En fin...

Va a seguir con su ensañamiento hacia Caballo de Espadas, pero entonces se da cuenta de algo. Sota de Espadas tiene sus manos en la raíz del árbol y están empezando a iluminarse.

Lamento de la Desolación: Tú...

Sota de Copas: ¡Lo has adivinado! ¡No soy una bruja de pacotilla! Soy la mayor hechicera del Reino de Copas. Y ahora, voy a purificar a este árbol, el verdadero Lamento de la Desolación...

Lamento de la Desolación: ¿Qué?

Sota de Copas: ¡¡¡¡¡¡PURIFICAR!!!!!

Una gran luz blanca emana de sus manos, que se encuentran sobre la raíz del árbol. El bosque se ilumina. Las raíces que apresaban a Caballo de Espadas empiezan a marchitarse. El "Lamento de la Desolación" se empieza a convertir en raíz, mientras se marchita.

Lamento de la Desolación: ¡¡¡¡NOOOOOOO!!!!

Sota de Copas: Al final la que era una farsante eras tú...

El árbol del bosque, el verdadero Lamento de la Desolación, empieza a perder sus hojas. Al cabo de pocos minutos, allí no queda ya ni el árbol, ni sus raíces, ni el espíritu que decía ser el Lamento de la Desolación. Sólo quedaban Sota de Copas y Caballo de Espadas, malherido.

Sota de Copas se acerca lentamente, en el límite de sus fuerzas, a Caballo de Espadas.

Caballo de Espadas: Déjame aquí... No voy a sobrevivir...

Sota de Copas pone sus manos sobre la cara de Caballo de Espadas.

Sota de Copas: Curar.

Una luz rosa emana de sus manos. La sangre desaparece. La cara de Caballo de Espadas vuelve a su ser. Y parece que su estado de salud también.

Caballo de Espadas: Tú eres... ¿Por qué me has salvado?

Sota de Copas: Digamos que mi honor no me permite dejar a gente inocente morir. Sobre lo de mi identidad... Te agradecería que no dijeras nada a nadie...

Caballo de Espadas no dice nada. Simplemente sonríe amablemente.

Ambos descansan en el suelo, cuando se oye una voz familiar.

Sota de Espadas: ¡Chicos! ¡Al fin os encuentro! ¿Dónde están los demás?

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