Capítulo 5: Pero solo había una cama.
Salieron de la cueva con un mapa y ganas de emprender un emocionante viaje hasta la lejana tierra del Reino de Bastos. Lo primero que hicieron fue reunirse con sus nobles corceles, que los habían echado mucho de menos. Lo segundo fue plantearse qué iban a hacer en su futuro más inmediato.
Caballo de Espadas: ¿Y ahora qué hacemos?
Sota de Espadas: Pues ir al Reino de Bastos, ¿no?
Caballo de Oros: No nos olvidemos de dar caza a esos ladrones, por favor.
Caballo de Espadas: Pero digo ahora... No me digáis que, después de todo lo que hemos pasado en esa cueva no necesitáis un descansito, porque nos hemos dado un trote...
Sota de Oros: Mira, tienes razón, nos habrán quitado el dinero, pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. O sea, que un descansito yo creo que nos lo merecemos, vaya...
Caballo de Espadas: Tú y yo nos vamos entendiendo.
Sota de Copas: Bueno, pues vamos a cenar, lo primero de todo, que llevamos días sin meter nada para el cuerpo, vaya.
Sota de Oros: Había un pueblo por aquí cerca.
Caballo de Copas: Sí, nosotros pasamos por ahí.
Sota de Espadas: Pues vamos...
Así que cogen el camino de piedras que va del pueblo a la cueva del "Dragón" Rojo, pero en dirección contraria. Se respira mucha paz en el ambiente. Demasiada para todo lo que les había tocado vivir. Sota de Oros y Caballo de Oros se quedan más atrasados que el resto en el camino. Aprovechan para hablar de sus cosas en voz baja.
Caballo de Oros: Sinceramente, creo que a este paso no vamos a recuperar el dinero. Tenemos que ponernos las pilas.
Sota de Oros: A ver, es que no tenemos ni idea de dónde andan esos dos, tenemos que trazar un plan y pensar las cosas fríamente. ¿Dónde pueden estar?
Caballo de Oros: No creo que los encontremos en la vida, o sea, es prácticamente imposible, pueden estar ya en cualquier parte de Naipes. Por eso digo que tenemos que ponernos las pilas. Hay que buscarse la vida de otra forma...
Sota de Oros: ¿Qué quieres decir? O sea...
Caballo de Oros: Pues que hay que conseguir el dinero por otra parte. Esos dos de Espadas... ¿No son caballeros de su Reino? Seguro que nos dan algo por ellos.
Sota de Oros: No querrás...
Caballo de Oros: Tenemos que secuestrar por lo menos a uno de los dos. Nuestra oportunidad es esta noche, cuando estén durmiendo. Los llevamos a nuestro reino y seguro que nos dan una buena recompensa. Son caballeros del Reino de Espadas al fin y al cabo.
Sota de Oros: ¿Tú crees que son muy importantes? Yo creo que no, eh, seguro que son unos mindundis. Yo no perdería el tiempo en esas cosas. Y en una pelea nos ganan seguro, nosotros no estamos hechos para la guerra, somos gente de paz. Y, ya te digo, no creo que sean gente muy importante. ¿Les has visto? O sea, tienen pinta de pobres. Si fueran gente con clase... Pues sí que nos darían dinero...
"Por algún motivo, me veo en la obligación de proteger a esa persona", piensa Sota de Oros.
Caballo de Oros: Por probar no se pierde nada. Una vez dormidos estarán indefensos...
Sota de Oros: No sé, ya veremos...
Cuando llegan al pueblo encuentran una agradable taberna. Aquella taberna en la que ya estuvieron Caballo de Oros y Sota de Oros antes de adentrarse en la cueva. Esta vez, todo era muy diferente. Se sentaron todos en una mesa grande.
Cantinera: Buenas tardes.
Caballo de Espadas: Buenas tardes, yo quiero una zero light.
Sota de Espadas: Yo quiero cerveza.
Sota de Copas: Yo lo mismo que ella.
Caballo de Copas: Yo vino de garrafón.
Sota de Oros: ...
Caballo de Oros: ...
Cantinera: ¿Y ustedes? ¿Don Perignon?
Sota de Oros: Eeeemmm...
"Estamos pelados"
Caballo de Oros: O sea...
Sota de Oros: Yo nada, o sea, no me apetece.
Caballo de Oros: Lo mismo que él.
Cuando les sirven empiezan a hablar de temas triviales de la vida. Después se piden un chuletón de buey para cenar y pagan entre todos menos los de Oros, que tienen que conformarse con un mendrugo de pan sucio y mugriento que había por el suelo. Uno para los dos.
Sota de Oros: ¿Qué hemos hecho para merecer esto? O sea...
Caballo de Oros: ...Me da mucho asquito, pero... O sea, me rugen las tripas... No es cool.
Sota de Oros: Sinceramente, no sé qué será lo siguiente, o sea, ¿dormir en una posada que no sea de 5 estrellas?
Caballo de Espadas: ¿Queréis un poco de chuletón?
Sota de Oros: N...no...
Se mantiene fuerte.
Caballo de Oros: Antes morir de hambre que pedir comida a estos mamandurrias.
A Sota de Oros se le cae la baba.
Sota de Oros: N...no tengo hambre...
Joker: Solo hace falta tener un mal día para que el hombre más cuerdo que existe enloquezca, esa es la distancia que separa al mundo del lugar en el que yo habito. Un mal día, tan solo un mal día.
Caballo de Espadas: ¿Oye, y este?
Sota de Oros: Pero bueno, mamandurrias, ¿te ha invitado alguien a nuestra conversación? Es que flipo.
Joker: No hay empatía en esta sociedad actual.
Sota de Copas: Oye, a mí este payaso me suena.
Caballo de Copas: Creo que es el que vimos en nuestra tierra. Estoy-
Sota de Copas: J*der, sí, y qué malo era el c*brón.
Caballo de Copas: Shhhh, que está aquí.
Joker: No juegues a ignorarme, que puedo jugar mejor que tú.
Sota de Espadas: No sé quién sois, pero no habéis sido invitado a nuestra conversación, así que, si nos hacéis el favor, fuera.
Joker: Prefiero mantener mi boca cerrada y parecer un idiota que abrirla y demostrar que lo soy.
Caballo de Oros: Pues aplícate el cuento y cállate. Y vete de aquí, hueles mal.
Sota de Oros: Dilo, dilo.
El Joker se levanta y se va. Pero, antes de irse, se gira a decir unas últimas palabras.
Joker: Mal rayo os parta.
Sota de Copas: Qué mal rollito ^-^
Sota de Oros: Y que lo digas, o sea, esta gente mugrienta me da un miedito...
Caballo de Copas: En fin, a comer.
Y siguen comiendo su chuletón de buey, mientras los de Oro comparten el mendrugo de pan mugriento y mohoso que había en el suelo. Cuando acaban de comer...
Sota de Oros: Bueno, el día ya no puede ir peor, o sea...
Sota de Espadas: Habrá que buscar dónde dormir.
Caballo de Oros: Obviamente la posada de cinco estrellas de este pueblo, o sea.
Sota de Copas: ¿Y cómo piensas pagarla? Jeje.
Caballo de Oros baja la cabecita.
Caballo de Espadas: Vamos a la posada normal, ¿no? Ya hemos dormido en una cueva, no vamos a dormir otra vez en el suelo...
Sota de Espadas: Tienes razón...
Caballo de Oros: Pero... Seguimos sin tener dinero...
Sota de Oros: Yo tengo unas monedas que guardo en los calzoncillos para emergencias, o sea, me las guardaba para la noche por si acaso...
Sota de Copas: Bueno, uno de los dos es previsor...
Así que se dirigen a la posada normal del pueblo, que es la típica posada de aldea medieval sin muchos lujos.
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Mientras tanto, en la misma aldea, en un lugar completamente distinto.
Sota de Bastos: ¡¡Que aproveche!!
Caballo de Bastos: Me comeré este cochinillo a la salud de Caballo de Oros sjsjjsjsjsjsjs.
Sota de Bastos: Caballo de Oros, gracias por invitar jsjsjsjsjs.
Caballo de Bastos: Jjsjsjsjsjs.
Un restaurante lleno de luz y lujos hacía las delicias de los caballeros del Reino de Bastos, que habían tirado la casa por la ventana mostrando, una vez más, que ahorrar no es lo suyo.
Caballo de Bastos: ¡¡Otra ronda!!
Sota de Bastos: Oye... Vamos a ser un poco más finos, que hoy no estamos en una taberna cualquiera...
Caballo de Bastos: Es que es ver tanto dinero en mis bolsillos y me emociono...
Sota de Bastos: Vamos a pedir champagne o algo, ¿no?
Caballo de Bastos: Nunca lo he probado, venga.
Sota de Bastos: Camarero, Don Perignon, por favor.
Camarero: Como usted desee.
Les trae y les sirve una botella de Don Perignon. Se llevan la copa a la boca.
Sota de Bastos: Bah, pues no es para tanto.
Caballo de Bastos: Yo prefiero la cerveza de barril, la verdad.
Cuando acaban de cenar...
Caballo de Bastos: Uf, la verdad es que el restaurante de la posada de cinco estrellas de este pueblo estaba bastante bien. El cochinillo el mejor que he comido.
Sota de Bastos: ¿A que sí? No sé qué le habrán echado a la salsa pero estaba para chuparse los dedos. Lo único la bebida, que no me ha acabado de convencer...
Caballo de Bastos: Si quieres nos vamos a otro sitio a beber algo más a nuestro gusto antes de ir a las habitaciones.
Sota de Bastos: Como quieras, el dinero lo has robado tú.
Y salen de la posada de cinco estrellas para buscar un bar por el pueblo. Allí, se encuentran la taberna en la que los caballeros del resto de reinos habían estado cenando. Habían estado, porque pocos minutos antes habían salido de allí para dirigirse a la posada normal del pueblo. De hecho hasta hubo un momento en el que se cruzaron, pero parece que ninguno de los dos grupos se percató en la presencia del otro...
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En la posada normal del pueblo el ambiente no era muy parecido al de la posada de cinco estrellas. En la entrada está la posadera.
Caballo de Oros: Buenas, tardes, queremos habitaciones para esta noche...
Posadera: Esta noche estamos casi llenos. Por suerte tenemos tres habitaciones dobles.
Sota de Espadas: Entonces, bien.
Sota de Copas: T...tú vas conmigo... u...uwu...
Sota de Espadas: Claro.
Caballo de Espadas: P...¡pero!
Caballo de Oros se gira hacia Sota de Oros.
Caballo de Oros, en voz baja: Es nuestra oportunidad.
Y levanta la voz.
Caballo de Oros: ¡Pues yo voy cont...!
Sota de Oros, en voz baja: No no, ya me encargo yo.
Y levanta la voz.
Sota de Oros: Ya voy yo contigo, Caballo de Espadas.
Caballo de Espadas: Ah, bueno, vale...
Sota de Oros, aliviado: Uffff.
Caballo de Copas, mirando a Caballo de Oros: Pues me tocará ir contigo...
Caballo de Oros: Eeeem... Sí... Ewww...
Posadera: Pues estas son las llaves. Si son tan amables. Y páguenme. Por adelantado.
Caballo de Oros: ¡Pero bueno! ¿Esto qué es?
Sota de Copas: Pues una posada normal ^^
Caballo de Oros: A ya.
Cogen las llaves y se disponen a subir a las habitaciones.
Sota de Espadas: Pues esta es la nuestra. Buenas noches.
Sota de Copas: Buenas noches. Hasta más ver.
Caballo de Copas: Buenas noches.
Sota de Oros: Buenas noches, o sea.
Caballo de Oros: - noches.
Caballo de Espadas: Buenas noches, Sota de Espadas.
Sota de Copas: Buenas noches, Caballo de Espadas ^^
Caballo de Espadas: ...
Sota de Copas: Buenas noches.
Caballo de Espadas: Buenas noches, Sota de Espadas.
Sota de Espadas: Buenas noches.
Sota de Copas: Buenas noches ^^.
Y se meten en la habitación.
Sota de Copas: Vaya, no me ha dado las buenas noches.
La habitación contigua a la de Sota de Espadas y Sota de Copas era la que les había tocado a Sota de Oros y Caballo de Espadas.
Sota de Oros: Parece que nos ha tocado esta.
Caballo de Espadas: Bueno.
Caballo de Oros: O sea, pues hasta mañana. Nos vamos a la nuestra.
Sota de Oros: Hasta mañana.
Caballo de Oros: Mañana, será un buen día, recuérdalo.
Sota de Oros: Que sí, que sí, hasta mañana.
Caballo de Oros: RECUÉRDALO.
Sota de Oros: Que sí, que sí, que lo recuerdo. Buenas noches.
Caballo de Espadas: ¿Qué tienes que recordar?
Sota de Oros: Nada, una chorrada.
Caballo de Espadas: Pues entremos, pues, en la habitación.
Y entran en la habitación. Después de todos los días de esfuerzo y penurias era hora de darse un descansito, porque llevaban un trote... Pero solo había una cama.
Caballo de Espadas: ¿¿¿¿¿¿¿¿LO QUÉ?????????
Sota de Oros: Ewwww, qué de mugre, qué asquito.
Caballo de Espadas: No lo digo por la mugre. ¡Hay UNA cama! SOLO una cama. No puede ser. No puede ser. No puede ser.
Sota de Oros: Uy, tranquilo, que no te voy a meter mano, eh, pero bueno, que se ha pensado este que me interesan los pobres.
Caballo de Espadas: No es por eso...
La iluminación de la habitación se pone modo dramático. Se venía monserga.
Caballo de Espadas: Si solo hay una cama aquí... También habrá una cama en la habitación de ellas... Y en la otra noche...
Sota de Oros: Ay madre que ya se pone pesadito.
Caballo de Espadas: Sé que no tendría que ponerme así. Soy un egoísta. No es nada mío y no tengo por qué reprocharle nada. Es su vida y puede hacer lo que quiera. Pero aun así... No puedo soportarlo... No puedo soportar pensar que esta noche van a fornicar...
Y llora.
Sota de Oros: No quiero vivir lo mismo, no quiero vivir lo mismo otra vez.
Caballo de Espadas: En fin, no debería pensarlo... Pero no lo puedo evitar. No puedo evitar pensar que no tiene ojos para mí y que va a hacerlo otra vez con esa persona misteriosa.
Sota de Oros: ¿Persona misteriosa?
Caballo de Espadas: Sí. ¿No ves que tiene algo raro? Su aura... No sé, algo me dice que no es de fiar, que no es lo que aparenta ser. Tengo la sensación de que oculta algo. Esa sonrisa, el tono con el que dice las cosas... ¿Qué hace aquí una persona que solo está haciendo turismo? Si nada de esto le interesa... ¿Por qué nos sigue? ¿Por qué? No me fío, no me fío. Esa despreocupación... Es como si supiera demasiado para ser una simple turista. No me fío pero nada.
Sota de Oros: Sinceramente, creo que los celos te hacen ver donde no hay, o sea.
Caballo de Espadas: Pero esto no va a quedar así. Cuando tengo un presentimiento, nunca me equivoco. Y la pienso desenmascarar.
Sota de Oros: ¿Como cuando tienes el presentimiento de que hay que seguir tal camino concreto?
Caballo de Espadas: Intentaré no pensarlo más. Voy a intentar dormir. Esto me martiriza por dentro, pero aun así tengo que dormir. Buenas noches.
Se meten en la cama con las ropas de dormir típicas de la época.
Caballo de Espadas tiene los ojos como platos mientras mira al techo.
"No puedo dejar de pensarlo. No puedo dejar de pensar en que estarán fornicando o irán a fornicar. No puedo permitirlo. No puedo dejar que eso ocurra..."
Al cabo del rato.
Caballo de Espadas: No me puedo dormir.
Sota de Oros: Ah, ¿sí? Qué pena. Déjanos dormir a los demás. Buenas noches.
Caballo de Espadas: Lo intentaré... Buenas noches...
Al cabo del rato.
Caballo de Espadas: No me puedo dormir.
Sota de Oros se hace el dormido.
Sota de Oros: ZZZZZZZZZZZZZZZ.
Al cabo de otro rato.
Caballo de Espadas: No me puedo dormir.
Sota de Oros se levanta.
Sota de Oros: Hay que ver qué pesadito. O sea. A ver, voy a escuchar por la pared para que te quedes más tranquilo.
Sota de Oros pone la oreja en la pared. Cuando parece que oye algo se le pone la típica expresión de cotilla, la expresión de estar escuchando un salseo absoluto.
Caballo de Espadas: ¡Pero eso es invadir la privacidad!
Sota de Oros: Uyyyyy, lo que se está escuchando...
Caballo de Espadas: No voy a escuchar.
Sota de Oros: Tú verás, supongo que esto no querrás escucharlo jujujujuju.
Caballo de Espadas: ...
Sota de Oros: Flipooooo... Qué fuerte qué fuerte qué fuere.
Caballo de Espadas: ¡Quita!
Y se pone a escuchar en la pared. Su cara es un poema.
Sota de Espadas: Tienes los pies muy sensibles...
Sota de Copas: Nhhhhhhh... Mmmmmmmm...
Sota de Espadas: ¿Te gusta?
Sota de Copas: S...sí... Ahhhhhh...
Sota de Espadas: Aquí también eres muy sensible.
Sota de Copas: Ahhhhhhh...
Caballo de Espadas: ¡¡¡No quiero seguir escuchando esto!!!
Sota de Oros: Te lo dije.
Caballo de Espadas: No puedo más, me voy.
Y, llorando, se va de allí corriendo. Sale de la habitación en pijama y baja corriendo las escaleras a la calle mientras monta un poco de drama. La posadera se le queda mirando cuando pasa. En la calle, empieza a llorar mientras mira a la luna.
Caballo de Espadas: ¿Por qué? ¿Por qué la vida sólo me paga con desgracias? ¿Tal vez por cobarde? ¿Tal vez por egoísta? ¿O tal vez por las dos cosas? Por supuesto que me merezco todo esto, por no dejar vivir, por ser de lo peor que hay. Sólo me queda lamentarme y ahogarme en mis propias lágrimas mientras me consumo en una soledad que yo mismo me he buscado por fijarme en alguien que nunca me va a querer...
Detrás de Caballo de Espadas, baja Sota de Oros, también en pijama.
Sota de Oros: Oye, vuelve a la habitación...
Caballo de Espadas: ¡No quiero! Así me muera de frío o me coman los jabalíes. Yo me quedo aquí. Porque sufrimiento es lo único que merezco.
Sota de Oros: Aquí no hay jabalíes.
Caballo de Espadas: ¡Así me muera! Si me muero aquí se acabará mi sufrimiento. El sufrimiento que me causa un amor no correspondido. Sufrimiento que me merezco por ser el ser más asqueroso y repugnante que existe sobre esta tierra.
Sota de Oros: Pues, si tanto te lo mereces, no te mueras y sigue sufriendo.
Caballo de Espadas: ¡Soy egoísta y cobarde! No puedo aceptar todo aquello que me merezco. La soledad eterna... Es un dolor que mi corazón no puede soportar mucho tiempo más. El rechazo me consume por dentro, porque mi alma está destrozada por los puñales de un amor no correspondido.
Sota de Oros: Además de egoísta y cobarde, eres un pesado.
Caballo de Espadas: ¿Ves? Soy escoria de la humanidad...
Entonces, se oyen voces por la lejanía. Parece que dos borrachos haciendo eses se acercan a la zona.
Sota de Oros: Shhhh, ¿no ves que viene gente? Te van a oír haciendo el ridículo...
Caballo de Espadas: ¿Qué más da? Están borrachos, además, no me importa que el mundo conozca mi desgracia porque ya no me importa nada, he perdido las ganas de seguir adelante, he perdido la fe...
Sota de Bastos: JAJJAJAJ pffff qué pedo llevas.
Caballo de Bastos: Nos hemos pasado tres pueblos, hip.
Sota de Bastos: ¿Pero se volvía por aquí? Hip.
Caballo de Bastos: Yo creo que nos hemos perdido asjdjsajd j*der. Hip.
Sota de Bastos: Tengo unas ganas de echar toda la borrachera que j*der...
Caballo de Bastos: Échala, tú no te cortes, c*ño, que hay confianza...
Sota de Oros: Un momento... ¿Esos no son...?
Caballo de Espadas: A ver... ¡¡¡Si son!!!
Sota de Oros: No te quedes ahí parado, vamos a reducirlos...
Caballo de Espadas: Pero estamos en pijama y ellos llevan la armadura y todo.
Sota de Oros: Pero mira el pedo que llevan. Ni siquiera se sostienen.
Caballo de Espadas: Se están acercando... Creo que quieren aprovechar para acabar con nuestra vida.
Sota de Oros: ¿Tú no querías que se acabara tu vida?
Caballo de Espadas: Ya, pero viéndolo ahora así de cerca...
Se van acercando.
Sota de Bastos: Uffff, veo borroso y todo, hip.
Caballo de Bastos: Me c*go en la h*stia asjdjajdjas.
Sota de Bastos echa la pota.
Caballo de Bastos: Jsdjadjajd todo el cochinillo.
Sota de Oros y Caballo de Espadas les miran sin saber muy bien qué hacer.
Sota de Oros: Se están acercando más...
Caballo de Espadas: Ya lo veo, ¿qué quieres que le haga? ¿Corremos? ¿Hacia dónde? ¿Hacia ellos o en dirección contraria? A veces hay que tomar decisiones difíciles.
Sota de Oros: No puedo tomar una decisión así en pijama, o sea...
Se acercan, se acercan mucho.
Caballo de Espadas: Mierda, ya puedo hasta olerles el aliento de borracho.
Sota de Oros: Puedo oler a Don Perignon... Se han gastado nuestro dinero en Don Perignon. No se lo perdonaré jamás...
Se acercan mucho. Y cuando están prácticamente frente a ellos, Caballo de Bastos se cae.
Caballo de Bastos: Jjsajdjasjdasjdas.
Sota de Bastos: J*der vaya pedo llevas.
Caballo de Bastos: Pues anda que tú.
Sota de Bastos: Jajjajsjjdajd.
Caballo de Bastos: Jjadsjsdjasjd no me puedo levantar.
Sota de Bastos también se cae.
Sota de Bastos: Jajajajaja yo tampoco.
Caballo de Espadas y Sota de Oros se miran.
Caballo de Espadas se acerca a ambos.
Caballo de Espadas: Por el poder que me otorga el Rey del Reino de Espadas, estáis detenidos.
Caballo de Bastos: ????
Sota de Bastos: ¿¿¿Y este??
Caballo de Bastos: No sé ni idea.
Sota de Bastos: ¿Le conoces de algo?
Caballo de Bastos: No... Y si lo conociera no lo reconocería, voy muy ciego, hip.
Sota de Bastos: Lo mismo digo, hip.
Caballo de Espadas: Basta ya de chácharas, estáis detenidos.
Sota de Bastos: ¿Pero cómo que detenidos? Si vas en pijama.
Caballo de Espadas: ¿Y eso qué tiene que ver con que VOSOTROS estéis detenidos?
Sota de Bastos: Que a mí no me da lecciones de moralidad un tío en pijama, hip.
Sota de Oros: En eso tiene razón...
Caballo de Espadas: Tú también vas en pijama...
Sota de Oros: Sí, pero el mío es de Gucci Gabanna.
Caballo de Espadas: A ya.
Caballo de Bastos: Si me permiten preguntarlo... ¿Qué delito se nos imputa?
Caballo de Espadas: ¡Delito de robo! Artículo... ... No me sé el artículo.
Sota de Oros: Lo dijo tu amiga antes.
Caballo de Espadas: M*erda... No me acuerdo... Estaba tan absorto pensando en su belleza... ¡M*erda!
Sota de Oros: Vaya tela.
Caballo de Espadas: No es la primera vez que me pasa... Mi amor es tan grande que el 99% de las veces me ciega y me ensordece.
Caballo de Bastos: ¿Y esto a qué c*ño viene? Hip.
Sota de Bastos: Eso digo yo, j*der, pensaba que nos iban a c*rtar la c*beza.
Caballo de Espadas empieza a llorar. Así, de la nada.
Sota de Oros: ¡¿Pero ahora qué te pasa?!
Caballo de Espadas: Ha sido empezar a pensar en ella y que afloren mis emociones y mis sentimientos. ¿Por qué he tenido que ser presa de un amor no correspondido? ¿Por qué tener que cargar con esta cruz que me atormenta días y noches? ¿Por qué no puedo apartar mi mente de ella ni un solo segundo de esta infame vida?
Caballo de Bastos: J*der, qué p*to pesao. Prefería que me c*rtaran la c*beza a esto.
Caballo de Espadas: Es por ella que me levanto cada día, es por ella que recorro el mundo, es por ella que cruzo ríos y montañas... Es por ella que soy un duende cómplice del viento que se escapa de madrugada para colarse por su ventana.
Sota de Oros: Cuando empieza así es mejor desconectar el chip.
Caballo de Bastos: Bueno, ¿pero nos vas a detener o no?
Entonces, se abre una ventana del piso de arriba de la posada y aparece una cara familiar...
Sota de Espadas: ¿SE PUEDE SABER QUIÉN ESTÁ HACIENDO TANTO RUIDO? No son horas.
Caballo de Espadas se calla la boca y se queda embobado.
Sota de Espadas: ¡¡¡SON ELLOS!!! TENGO QUE BAJAR CORRIENDO.
En tiempo récord, se pone su ropa de batalla, sus armaduras y coge su espada para bajar a la calle, donde se está cociendo todo lo que se está cociendo. Cuando llega, se acerca a Caballo de Bastos y Sota de Bastos empuñando su espada.
Sota de Bastos: Esta me suena más... Hip...
Caballo de Bastos: Un momento... Esta no es... Hip... La de la cueva...
Sota de Bastos: ¡LOL SÍ!
Caballo de Bastos: Sí sí, la chulita.
Sota de Bastos: Entonces, esos dos...
Caballo de Bastos se frota los ojos con la manga.
Caballo de Bastos: Es el que iba con ella y el otro también estaba en la cueva...
Entonces, se asoma alguien por otra ventana del piso de arriba...
Caballo de Oros: ¿Se puede saber quién está gritando ahí abajo? Dejadme dormir, que anoche no pegué ojo, córcholis...
Caballo de Bastos: EH, YO A ESE ME LO HE F*LLADO.
Sota de Bastos: ¡No j*das!
Caballo de Bastos: Sí, tío, en la cueva...
Caballo de Oros ve a su enemigo frente a sus ojos.
Caballo de Bastos: Tú...
Al oír el griterío, Caballo de Copas también se asoma a la ventana.
Caballo de Copas: A ver a ver, ¿qué pasa? Yo también me quiero enterar.
Su mirada y la de Sota de Bastos se cruzan.
Caballo de Copas: EH, YO A ESE ME LO HE F*LLADO.
Sota de Bastos: ¿QUÉ C*ÑO DICES? ESO ES MENTIRA.
Sota de Copas se asoma a su ventana.
Sota de Copas: Eh, Sota de Espadas, vuelve ya, que me aburr... Anda, menuda hay montada aquí, parece que ya estamos todos.
Sota de Espadas se aproxima más a los caballeros de Bastos.
Sota de Espadas: Basta ya de chácharas. Por el poder que me otorga el Rey de Espadas, quedáis detenidos por incumplir el artículo 69 de la Ley Penal del Reino de Espadas. ¿Algo que alegar?
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