Capítulo 36: Duchas, tabernas, cerveza y asesinos a sueldo.

Sota de Oros: Uffff, un descansito, porque llevamos un trote...

Caballo de Oros: Ya era hora, porque madre mía.

Caballo de Copas: Pero si no habéis hecho nada.

La batalla contra Antoñito el Puñales acababa de terminar y los ánimos no estaban para muchos trotes. Hacía tiempo que era de noche, quién sabe si el viernes había dejado de ser viernes para dar paso al sábado, porque la verdad es que se entretuvieron mucho entre matanzas de elfos varios y duelos medievales. No daban abasto desde que durmieron la noche anterior. Que si misa, que si pelea contra 100 mercenarios, que si secuestro élfico, que si cena élfica, que si masacre élfica, que si Antoñito el Puñales... Ese viernes había dado para mucho, y aún quedaba ducharse.

Caballo de Bastos: J*der, menudo coñazo, ya me estaba poniendo de mala h*stia con tanta m*erda. Que me tengo que dar una ducha, j*der.

Sota de Bastos: J*der, tío, te admiro un montón. Ya sabes, eso de ducharse a veces... Menuda fuerza de voluntad...

Caballo de Copas: Ya ni siquiera será viernes, así que se te habrá pasado tu momento de limpieza.

Caballo de Bastos: J*der, pues menuda p*tada, ahora una semana más sin ducharme.

Sota de Copas: A ver, Caballo de Oros, ¿tú qué dices? ¿Es viernes o no es viernes?

Caballo de Oros: Hhhmmmm... Yo diría que aún es viernes.

Caballo de Bastos: Pues rápido, vamos a la posada a ver si pillamos habitación con barreño. Antes de que sea sábado.

Caballo de Copas: Qué manía con ducharse justo en viernes...

Les cuesta poco encontrar la posada. El pueblo está vacío, es muy de noche y solamente hay dos locales abiertos: la taberna after-hour y la posada. Al entrar en la posada la recepcionista se despierta ante el barullo. Se estaba echando una siestecita en la recepción.

Recepcionista: Uy, clientes.

Caballo de Espadas: Buenas noches.

Recepcionista: Buenas noches.

Se fija en los nuevos visitantes y cae en la cuenta de algo.

Recepcionista: Una chica rubia. Antes ha venido por aquí un hombre preguntando por una chica rubia que supongo que serás tú.

Sota de Espadas: Ya le hemos saludado, no se preocupe.

Caballo de Copas: Jijjjijijiji el puñales... Patético...

Recepcionista: En fin, ¿qué quieren?

Caballo de Bastos: Nosotros queremos una habitación doble con barreño.

Deja un par de platos de plata sobre la mesa.

Caballo de Bastos: No tenemos dinero en efectivo, espero que acepte esto.

La mujer mira los platos y no le parecen nada mal. Se ven buenos. Los acepta sin rechistar. Probablemente costaran más de lo que cuesta la habitación.

Caballo de Espadas y Sota de Espadas también piden una habitación doble con barreño. Los de oros piden una para cada uno con barreño.

Caballo de Copas: Una habitación doble con barr...

Sota de Copas: No, Caballo de Copas, no podemos pagar el barreño... Aún no tenemos ingresos. Lo siento.

Caballo de Copas: Pero... Estoy sucio... Y asqueroso...

Sota de Copas: Lo siento, Caballo de Copas... Cuando ganemos algo de dinero te prometo que dormiremos en una habitación con barreño...

Caballo de Copas: Es que flipo. Peor que cuando vivía en la mendicidad. Paso.

Y se sube de morros a las habitaciones. Cuando llegan allí arriba tienen que tomar una decisión.

Sota de Bastos: Bueno, ¿cervezas o no cervezas?

Caballo de Bastos: Invitamos nosotros.

Caballo de Espadas: Paso, estoy cansado y no me gustan ese tipo de reuniones sociales.

Sota de Espadas: Me pasa igual. Ya es tarde. Adios.

Y se mete en la habitación, casi dándole en los morros a Caballo de Espadas, que tuvo que andarse rápido para no quedarse fuera.

Sota de Oros: Yo necesito un descansito, porque llevamos un trote...

Caballo de Oros: Yo igual...

Caballo de Copas: Pero si no habéis hecho nada-

Sota de Bastos: Vale, hasta mañana, chavales.

Sota de Oros: Hasta mañana.

Caballo de Oros: Hasta mañana... U uwu...

Y se meten a su habitación.

Caballo de Bastos: Vosotros venís, ¿no?

Sota de Copas: Claro. Después de lo de antes necesito unas cerves, porque menudo día...

Caballo de Bastos: ¡De p*ta madre! Ya me temía que íbamos a beber solos. En fin, me doy un bañito y luego nos vemos.

Caballo de Copas baja la cabecita. No podía darse un bañito después de haber estado en un caldo de potaje durante bastante tiempo.

Caballo de Bastos: Caballo de Copas, si te quieres bañar puedes hacerlo en nuestro baño.

A Caballo de Copas se le iluminan los ojos. Levanta la cabecita hacia Caballo de Bastos con toda la vitalidad que parecía que no tenía desde que llegó a la posada.

Caballo de Copas: ¿D... De verdad?

Caballo de Bastos: Claro. A nosotros no nos importa. Entra tú y ya me baño yo luego.

Sota de Bastos: No nos importa, te esperamos aquí fuera. Además, yo no me voy a duchar.

Caballo de Copas: G... Gracias... Pero... ¿Si llega el sábado? ¿No será problema para ti?

Caballo de Bastos: No me importa, si no me entero de que es sábado, no es sábado.

Caballo de Copas se sonroja y entra en la habitación de Caballo de Bastos y Sota de Bastos. Allí hay un barreño que tampoco es muy grande, pero da para darse un baño. Lo llena con el agua que hay en las palanganas adyacentes, entra y empieza a pensar. Ya que estaba, se daba un baño relajante. "Caballo de Bastos... Me ha conmovido... Es un hombre sencillo, a pesar de no tener mucho, no duda en compartir con quien lo necesita. Igual lo he juzgado mal y no es tan desagradable... Hasta es un poco guapo, ahora que lo pienso... ¿¿¿¿Pero en qué estoy pensando???? No, no y no. No puedo tener momentos de debilidad solo porque se porten un poco bien conmigo. Es lo que cualquier persona hubiera hecho, ¿no? Pues eso. Aunque la mona se vista se seda, mona se queda. Y Caballo de Bastos es un tipo realmente desagradable. Eso". 


Sota de Bastos: ¿No tarda este mucho en bañarse? Vamos, que quiero cerveza.

Caballo de Copas sale de la habitación limpio y renovado.

Caballo de Copas: Bueno, pues ya está. Nos vamos a nuestra habitación y luego llamáis a nuestra puerta cuando vayáis a salir. Bye.

No da ni las gracias.

Los de Bastos se meten a su habitación y los de Copas a la suya. Caballo de Bastos por fin puede disfrutar de su preciada ducha del viernes. O del sábado. Jamás lo sabremos, no existen los relojes en Naipes.


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Cuando Caballo de Espadas y Sota de Espadas entran a su habitación se dan cuenta de una cosa que salta a la vista. Solo hay una cama.

Caballo de Espadas se sonroja. "Pero... ¿Qué es esto? ¿Es hoy mi día de suerte?", piensa, aunque ese pensamiento sale de su mente en menos de dos segundos. "No, no, no, ¿cómo puedo pensar en eso. ¿Dormir en la misma cama que mi prima? ¡Eso es depravación! ¡Somos familia! No puedo tener esta clase de pensamientos impuros... Realmente debería confesarme cuanto antes..." Los pensamientos impuros en cuestión eran dormir en la misma cama que Sota de Espadas. Nada más ni nada menos. Caballo de Espadas era un caballero y no se imaginó ninguna cosa más. Jamás había tenido pensamientos impuros ni fantasías que fueran más allá de aquel día en el que pensó que besaba a su prima en vez de a Caballo de Bastos durante el juego de la botella.

Caballo de Espadas: Yo dormiré en el suelo, Sota de Bastos.

Sota de Espadas: ¿Qué dices? Estás cansado después de las batallas...

Caballo de Espadas: No me importa, tú tienes que descansar, Sota de Espadas, así que seré yo quien se quede a dormir en el suelo.

Sota de Espadas: No pasa nada porque durmamos en la misma cama, Caballo de Espadas, somos familia.

Caballo de Espadas: ¡Precisamente por eso! ¡Somos familia! ¡No podemos dormir en la misma cama! Es una depravación y va en contra del decoro.

Sota de Espadas: Eres un poco intenso. Cuando dormimos en el campo durante nuestras misiones tampoco lo hacemos muy separados por seguridad. Esto es lo mismo. Ya está.

Caballo de Espadas: No es lo mismo, porque en el campo yo no duermo.

Sota de Espadas: Creo que estás sacando muy de contexto las cosas. ¿Por qué dices que es depravación? Simplemente es dormir. Te preocupas mucho por la sociedad.

"Dicho así, estoy quedando como un depravado auténtico... Parece que me preocupa esto más de lo que me debería preocupar... Dios mío, estoy quedando como un verdadero incestuoso. Como siga con lo mismo voy a mostrar mi ser verdadero ante Sota de Espadas, piensa. A una persona de moral correcta no le deberían preocupar estas cosas. No me queda otra".

Caballo de Espadas: ¡Está bien! Dormiré en la misma cama que tú, pero que conste que no tengo ninguna intención subyacente.

Sota de Espadas: No tienes por qué recalcarlo.

"Tiene razón", piensa Caballo de Espadas.


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Por otro lado, la puerta de la pequeña habitación de los de Copas suena. Toc toc toc. Parece que los de Bastos han llegado.

Sota de Copas: Esta noche se sale y yo me arreglo. Y el club va a estar petao, yo lo presiento. Cuando entro algunas miran con resentimiento, porque ellas saben que yo soy la del momento.

En efecto, los de Bastos estaban en la puerta esperando. Y se habían puesto de punta en blanco para irse de cerves. Habían cogido la ropa que les dieron en el feudo de Uvunu para ir bien puestos a disfrutar de la noche de la primera aldea de Grandragón.

Caballo de Bastos: Bueno, ¿a dónde vamos?

Caballo de Copas: Obviamente a un garito bueno, quiero perrear hasta el suelo.

Sota de Copas: Pues a la posada after-hour, que es lo único que habrá a estas horas.

Caballo de Copas: Jo, me apetecía perreo.

Sota de Copas: A ver, Caballo de Copas, no es que estemos en una gran ciudad, alégrate de que en esta pequeña aldea haya posada after-hour. Es todo un lujo viendo que venimos de un festín caníbal y que desde Uvunu no nos pegamos una buena fiesta.

Sota de Bastos: Además, yo solo quiero cerveza. Una cerveza de p*ta madre.

Sota de Copas: Pues vámonos de copas.

Y se van de copas.

El bar no está muy lleno de gente. No se sabe muy bien por qué mantienen una taberna after-hour en una aldea así, que no parece tener muchos habitantes con ganas de fiesta. Probablemente fuera porque se trataba de un lugar de paso en el camino Uvunu-Indura y era lógico que de vez en cuando llegaran visitantes. Probablemente, también, porque los cuatro borrachos que ocupaban en ese instante el lugar se gastaran normalmente una cantidad de dinero en bebida que hiciera que fuese rentable mantener abierto el local hasta más entrada la noche.

Caballo de Copas: Menudo ambientazo.

Sota de Copas: Sí, una cosa mala, eh...

Se sientan en una de las mesas que hay libres, que son muchas. Allí les atienden y piden una ronda de cerveza. No les hace mucha gracia que no puedan elegir qué cerveza tomar, sino que simplemente tengan "cerveza". No cualquier cerveza es del gusto de cualquiera. Y los paladares de los expertos en cerveza que se habían reunido allí no se contentaban con cualquier cosa.

Sota de Copas: Para el joven una zero light.

Caballo de Copas: ¡Pero!

Sota de Copas: Aún eres peque para beber.

Caballo de Copas: Pero si soy mayor de edad y siempre bebo alcohol...

Sota de Copas: Es que luego te vienes arriba y la lías.

Caballo de Copas refunfuña. Se había sentado junto a Sota de Bastos nada mas entrar al local. No dejó que Caballo de Bastos se sentara con su amigo, apartándolo de un empujón al coger sitio. Caballo de Bastos no dijo nada en su momento porque no quería problemas y, aparte, tampoco le iba la vida en ello.

Sota de Copas: No refunfuñas tanto, si hasta te has sentado con tu crush. Me has hecho el feo de no sentarte conmigo, pero...

Caballo de Copas ignora a Sota de Copas e intenta sacarle tema de conversación a Sota de Bastos.

Caballo de Copas: Bueno, cariño, ¿qué tal te lo pasaste en la colonia élfica? Yo fatal, la verdad, me metieron en una olla, y de antes no me acuerdo de nada. Ya te vi a ti colgado... Muy guapo, por cierto.

Sota de Copas: ......

Sota de Bastos: ¿Por qué me llamas "cariño"?

Caballo de Copas: No sé, cariño, es la sensación que me das. ¿No sientes como si tú y yo estuviéramos conectados de alguna manera? Casi nos comen el mismo día, si no es eso conexión, que baje Dios y lo vea.

Sota de Bastos: No es conexión.

Traen las bebidas. Caballo de Copas refunfuña al ver la zero light.

Caballo de Copas: Me la beberé porque tengo sed.

El resto le ignora completamente y empiezan a beber a lo bestia, pidiendo una y otra ronda. Total, invitaban Caballo de Bastos y los elfos.

Sota de Copas: Qué p*ta m*erda de cerveza, pero se bebe bien, hip.

Caballo de Bastos: A mí me sabe de p*ta madre después de estar en la olla esa.

Sota de Copas: J*der, es que vaya día sajjdsj.

Caballo de Bastos: No me acuerdo de casi nada.

Sota de Bastos: Y de menos que nos vamos a acordar mañana. Otra cerveza...

Caballo de Copas: Zzzzz...

El alcohol sigue subiendo y van saliendo las verdades.

Sota de Copas: Pues si yo fuera Caballo de Espadas también cometería el incesto, hip.

Sota de Bastos: Yo ya lo cometí sin serlo, hip.

Caballo de Bastos: Tampoco lo veo mal, la verdad, el incesto está sobrevalorado, hip. ¿Qué tiene de malo que te guste tu prima?

Sota de Copas: Ya te digo yo que si mi prima fuera Sota de Espadas, también me gustaría mi prima.

Caballo de Copas: Qué c*ñazo de conversación...

Sota de Copas: No amargues.

Caballo de Copas: Otra cola zero light, camaero. Pa ahogar las penas.

Sota de Copas: Únete a la conversación, hip, Caballo de Copas, hip, cuéntanos tus penas.

Caballo de Copas: Mi crush no me noticea.

Caballo de Bastos: Menudo monotema, hip.

Caballo de Copas: Si yo soy monotema, qué serán otros, que solo hablan de lo mismo una y otra vez y exponen la vida privada de los demás.

Sota de Copas: Jjsajjdjas, pero no te quejes, que si no no conoceríamos lo del minotauro, hip.

Sota de Bastos: J*der...

Y se mete una cerveza de un trago.

Caballo de Copas: Mira, eso lo agradezco, porque ahora tengo esa imagen en la mente y a veces me imagino que soy yo el minotauro y al menos así la vida no se me hace tan cuesta arriba.

Sota de Copas: Pues sí que te conformas con poco...

Sota de Bastos: J*der, ya vale con el minotauro. Hoy hemos venido a las cervezas, no me recordéis esos momentos de mi pasado...

Caballo de Copas: Por un tema que me interesaba...

Sota de Copas: Hablemos de otra cosa. Ya sé, de la colonia élfica. Vaya risas nos pegamos. Cuando empezamos "el bubujiji, el bubujiji", qué risa, qué risa.

Sota de Bastos: J*der, ni p*ta gracia, casi no lo cuento, hip.

Caballo de Bastos: Pero el desenlace, j*der, el p*to amo, el p*to amo, los pelos como escarpias, hip.

Caballo de Copas: Oye, ¿jugamos al strip poker?

Sota de Copas: No. Estamos en un sitio público.

Caballo de Copas: Jo.

Sota de Copas: Siguiendo con el tema, la verdad es que fue un subidón. La cara que se le quedó al elfo... Me meaba sajjsjajsja hip.

Caballo de Copas: Me abuuuurro...

Caballo de Bastos: Oye, Sota de Bastos, ¿y tú no tenías fetiche élfico?

Sota de Copas: Jjdsjajdjsjd, es verdad, que lo dijisteis cuando hicimos su flashback al pasado.

Sota de Bastos: ¿Yo? ¿Fetiche élfico? Qué va. Por lo menos ahora, hip. Ya no recuerdo aquellos tiempos oscuros de mi vida. Además, ¡no exposees mi vida! ¿Qué te digo siempre?

Caballo de Bastos: No sé, tío, es que ya me rayé, porque había mucho elfo por allí.

Caballo de Copas: Ojalá ser un lindo elfo.

Sota de Bastos: Paso de elfos, he tenido suficiente, no te j*de, qué miedo he pasado. Paso de elfos. Paso.

Caballo de Bastos: Eso díselo a tu ex la yandere.

Sota de Bastos: No es mi ex. Y no es yandere.

Caballo de Bastos: Si no es yandere se le asemeja mucho. No j*das, tío, que te puso una maldición mortal y casi la palmas.

Sota de Copas: Bueno, lo cierto es que hace unas horas le salvó el pellejo, hip.

Caballo de Copas: No la trago, pero sip.

Sota de Bastos: Pero si no la conoces.

Caballo de Bastos: Tampoco hace falta.

Sota de Bastos: Mira, hay muchas p*tas cosas que no sé, pero una que sí se es que Iriana no hizo nada mal en la vida. No puedo culparla a ella cuando yo no he sido el primo perfecto.

Caballo de Copas: Y que lo digas jsjsjsjsjjss menudo primo.

Sota de Bastos: Yo le hice daño. Es lo que hay. J*der, era un p*to g*lip*llas, pero todo lo que viví me ha servido para convertirme en mejor persona y no caer en errores del pasado. No voy a culpar a mi prima cuando ella claramente tenía sentimientos por mí y yo aproveché la situación para acostarme con ella y después no tuve en cuenta sus sentimientos. Ni después ni antes. Pero todo esto me ha servido para mejorar. Ya no soy la persona que era antes. Y ahora pienso mejor las cosas. Por eso tengo claro que no voy a cometer nunca los errores que cometí. Nunca voy a jugar con los sentimientos de nadie como lo hice en aquel entonces.

Sota de Copas: J*der, qué intenso, hip.

Caballo de Bastos: Tanta cerveza le ha vuelto intensito, j*der.

"Q...qué bonito... Entonces... Está pasando de mí... Para no herir mis sentimientos...", piensa Caballo de Copas, mientras se le iluminan los ojos y viaja por los mundos de yupi. Las palabras de Sota de Bastos le habían llegado a la patata. Pero entonces, una voz que no es la de su crush resuena en su cabeza: "No te montes películas". Es Sota de Copas, que las cervezas no le impiden usar la telepatía. Caballo de Copas rabia. No se podía fantasear en paz. Le estaban dando la nochecita.

"Lo digo para que no te emociones y te lleves chascos", continúa la hechicera, que no se cansa de entrar en los pensamientos de la gente. Caballo de Copas no responde telepáticamente ni verbalmente. Se hace el silencio en la sala.


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En el hotel, Caballo de Espadas tiene los ojos como platos. Tiempo después de haberse duchado antes, turnándose el barreño y la habitación, tanto él como Sota de Espadas se metieron en la (única) cama para descansar de tan duro día que habían tenido. Sota de Espadas está descansando muy bien, fue caer en la cama y dormirse. Para Caballo de Espadas, es imposible pegar ojo.

A los problemas para dormir se le juntan los nervios por pasar su "primera noche durmiendo con Sota de Espadas". Obviamente, era una primera noche inocente, porque eran primos y porque su prima no le quería. Su prima no le quería y eso lo sabía muy bien. En el caso de que en algún momento de su vida conociera sus tendencias incestuosas no solo no lo querría, sino que lo aborrecería. Y eso es lo último que Caballo de Espadas quiere. No solo tendría que lidiar con el rechazo, sino con el repudio. ¿Pero acaso no era ya lo suficiente duro lidiar con un amor no correspondido? Él ya sabe lo que es sufrir, pero, aun así, experimentar un sufrimiento mayor era ya demasiado. Se pregunta si lo mejor no sería hacer seppuku. Obviamente, no lo iba a hacer, porque él era un caballero ante todo y no iba a dejar sola a su prima, especialmente ahora, que está siendo perseguida por cazarrecompensas de todo el Reino de Oros. Además, un caballero no deja de lado su misión. Su muerte debería esperar. Y piensa, piensa, piensa y no para de pensar.

Y así se va pasando la noche para él. Es imposible conciliar el sueño cuando su mente desocupada viaja de un lado para otro. Así que no tenía otra que ocupar sus pensamientos en otra cosa. Y la cosa era el libro de magia que le prestó Sota de Copas.

No le hacía mucha gracia hacer caso a los consejos de esa persona que le resultaba tan desagradable, pero no había más remedio, estaba aburrido y aún quedaba noche. Además, ya conoció de primera mano la importancia de la magia en la colonia élfica. Así que encendió la vela que había sobre el buró de la habitación, comprobó que Sota de Espadas dormía plácidamente a pesar de haber encendido la tenue luz, se sentó en la silla, sacó el libro y lo abrió. "Principios de Canalización de Energías", rezaba el título, en su primera hoja.


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En la taberna after-hour siguen a sus conversaciones y a sus cervezas. El alcohol sube y hablan de cosas triviales. Hasta que a alguien se le ocurre sacar un tema trascendental para romper el hielo.

Caballo de Copas: ¿Y qué opináis del sentido de la vida?

Sota de Copas: Pffffffjasdjajsjdjasdjasjdasjd.

Sota de Bastos: JAJDJSJDJASJD ¿qué es eso?

Caballo de Bastos: Ni p*ta idea, en el Reino de Bastos creemos en el destino.

Sota de Copas: ¿Ein?

Caballo de Bastos: Pues eso, el destino. Todos tenemos nuestra historia escrita al nacer.

Sota de Bastos: Ya, adsjjadjs, es una g*lip*llez, pero bueno, creemos en eso.

Caballo de Bastos: No conocemos el destino, pero está escrito. Por ejemplo, esta tarde creía que mi destino era morir cocido en una olla, pero se ve que no, hip.

Caballo de Copas: Yo tengo claro que mi destino es ser un gran mago y hacer grandes cosas, como pillar a un sugar daddy.

Sota de Bastos: a

Sota de Copas: Pfffjasdjdjasjd menudo sentido.

Caballo de Bastos: No es ninguna tontería, hip, dentro del concepto destino está lo de la persona predestinada. Ya sabéis, esa persona que, por destino, va a acabar con vosotros sí o sí.

Sota de Copas: No, no lo sabemos.

Sota de Bastos: Una leyenda vieja rara.

Caballo de Bastos: Dicen que todos tenemos una persona predestintada, hip, y básicamente a lo largo de nuestra vida vamos a coincidir en repetidas ocasiones hasta que se llegue a nuestro destino, que, hip, es acabar juntos. Una m*erda, vaya. Yo creo que no tengo y me la s*da.

Caballo de Copas: ¡Qué bien!

Sota de Copas: ¿Ein?

Caballo de Copas: Está CLARO que mi persona predestinada es ni más ni menos que Sota de Bastos.

Sota de Copas: Si tu lo dices.

Caballo de Copas: Nos conocemos de forma casual porque el DESTINO así lo quiso. Y punto.

Sota de Bastos: J*der, solo hemos hablado en la p*ta cueva y fue para que tergiversaras.

Caballo de Copas: Llámalo tergiversar o llámalo como quieras, allí lo que hubo fueron más que palabras, cariño, más que palabras.

Sota de Bastos: Lo que tú digas.

Caballo de Copas: ¡Ha dicho que lo que yo diga! ¡Sota de Copas, ha dicho que lo que yo diga!

Sota de Copas: Pues enhorabuena, no sé, hip. En fin, ¿qué fue lo de antes? ¿Lo de Sirocco? Me quedé un poco-

Caballo de Bastos: Ah, sí, j*der, borracho no sé contarlo bien, pero es que quiero matar a 1 pavo.

Sota de Copas: A ya.

Caballo de Bastos: Al tal Sirocco. Es mi objetivo en la vida.

Sota de Copas: J*der, pues vaya objetivos más ambiciosos que tiene la gente.

Caballo de Bastos: El h*jop*ta mató a toda mi familia y a toda mi aldea. Se la tengo jurada. Mi motivo para vivir es la venganza.

Caballo de Copas: Intensito.

Caballo de Bastos: Por su culpa toda mi vida fue un infierno. Le quitó la vida a personas inocentes. Y yo voy a arrebatarle la suya.

Sota de Bastos: Siempre que te escucho me emociono.

Caballo de Copas: Pues yo no.



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