Capítulo 3: La cueva de las tentaciones.

Tras encontrar (por fin) el camino, Sota de Espadas y Caballo de Espadas emprenden de nuevo su viaje hacia el Dragón Rojo. Ahora tienen un sendero de piedras y carteles que les guían. Y buena compañía. No pueden pedir más. En menos tiempo del que llevan dando vuelta por las tierras del sur del Reino de Espadas, llegan a las rocas que hacen de entrada de la cueva que llevan días buscando.

Sota de Espadas: ¿Y ahora?

Caballo de Espadas: Pues no sé. Ya no hay carteles.

Y se ponen a mirar la roca, dando pasos para un lado, dando pasos para el otro. Pero no encuentran nada que les parezca ligeramente sospechoso de ser una puerta.

Sota de Espadas: Otra vez no... No quiero vivir lo mismo, no quiero vivir lo mismo otra vez.

Caballo de Espadas coge su espada. Parece que va a hacer algo. Está apuntando a la piedra. Sota de Espadas mira expectante.

Y Caballo de Espadas empieza a grabar sus iniciales y las de su compañera con la espada en una roca.

Sota de Espadas: ¿Pero qué haces?

Caballo de Espadas: Grabar nuestras iniciales. ¿Hay algo mejor que hacer?

Sota de Espadas: Pues, ahora que lo dices...

Entonces, parece que algo sucede. La roca donde está grabando las iniciales Caballo de Espadas se mueve hacia abajo. Clic. Como una palanca. Y una roca más grande a pocos pasos de allí se mueve, quedando una abertura en la roca. Parece que donde Caballo de Espadas había grabado sus iniciales era la roca que servía de llave para entrar a la mazmorra.

Sota de Espadas: LOL.

Caballo de Espadas: 0-0

Después de todas las sorpresas acaban entrando a la cueva. No sabían lo que les esperaba dentro. Un grupo de personas se reunían en corro.

Caballo de Oros: Pues yo soy Caballo de Oros.

Sota de Copas: Yo soy Sota de Copas. Vamos a llevarnos bien.

Caballo de Copas: Yo soy Caballo de Copas, encantado.

Sota de Bastos: Yo Sota de Bastos.

Sota de Oros: Yo Sota de Oros, o sea.

Sota de Espadas: ¿Interrumpimos algo?

Sota de Copas: Anda, gente nueva...

Caballo de Espadas: ¿Qué clase de broma es esta? ¿Por qué hay tanta gente aquí? ¿Es una convención de dragones o algo?

Sota de Oros va a decirle algo, pero antes de que abra la boca, Caballo de Espadas se da cuenta de algo.

Caballo de Espadas: No puede ser... Tú eres...

Todos se giran hacia Caballo de Espadas. Y después hacia Sota de Oros. ¿Quién será? Un aura de misterio envuelve la cueva.

Caballo de Espadas: ¡¡Tu eres el cayetano que me empujó en el camino!!

Sota de Oros: ¿¿¿¿¿Yooooooooo????? Pues puede ser, no me acuerdo, la verdad, ups.

Caballo de Espadas: No sólo me sacas del camino de un empujón sino que encima no te acuerdas de mí. ¿Me estás diciendo que para ti ese empujón no fue nada?

Sota de Oros: Pues no, no fue nada. Supéralo.

Sota de Copas: ¿Qué está pasando aquí?

Caballo de Copas: No sé.

Sota de Espadas: Venga, Caballo de Espadas, déjalo, pasa de ellos y vamos a lo que vamos, al Dragón.

Sota de Oros: Será por encima de mi cadáver, porque, que yo sepa, nosotros también hemos venido a lo mismo, por lo que se ve, y hemos llegado primero.

Caballo de Bastos: Eh, si nos ponemos remilgosos, los que hemos llegado primeros hemos sido nosotros. Así que al Dragón vamos nosotros antes y nos lo llevamos nosotros.

Sota de Bastos: Dilo.

Sota de Copas: ¿Cómo que "nos lo llevamos nosotros"? Aquí nos estamos perdiendo algo.

Sota de Oros: ¿No venís a derrotar/capturar/sobornar/lo que sea al Dragón Rojo?

Caballo de Copas: Pues no. Nosotros somos turistas.

Caballo de Oros: Flipo.

Sota de Bastos: Pues entonces que vayan ellos primero, que querrán verlo. Después ya vamos nosotros...

Sota de Espadas: Bueno, bueno, yo lamento arruinaros la agradable velada, pero si vais a ir a por el Dragón...

Saca la espada y se pone en posición de combate.

Sota de Espadas: ...Yo voy a tener que eliminaros.

Sota de Bastos: ¿Y esta? A mí no te me pongas chula, que yo he llegado primero. Si querías llevarte tú el Dragón, haberte puesto a la cola antes, no te j*de.

Sota de Espadas: No hables conmigo, habla con mi espada.

Caballo de Bastos: Lo que no sabes tú es que somos los p*tos amos y tienes todas las de perder. Te vas a enterar.

Sota de Espadas: ¿Y tú sabes quién soy yo?

Caballo de Bastos: Pues la verdad es que no. Y me la suda.

Sota de Bastos: Un momento. Espera. Creo que es la pava que estaba perdida con el otro pavo por el campo antes. Vaya pringada.

Sota de Copas: H*stia, ¿vosotros también los habéis visto? Jdjsajdajs, vaya tela asdadj.

Sota de Espadas: Grrrr... Me las pagaréis... Vengaré mi honor con el filo de mi espada.

Sota de Bastos: A dónde vas, flipada, ven si hay narices, te espero con la cara destapada.

Sora de Espadas: Y tú, Caballo de Espadas, ponte de mi parte o algo, que son 2 contra 1.

Caballo de Espadas: Sota de Espadas... Pero es que... Lo que dicen tiene sentido... Ellos han llegado primero...

Sota de Espadas: ¿¿¿Tú también???

Caballo de Espadas: Creo que tienen razón, pero te acompaño hasta el final, así que...

Saca su espada.

Caballo de Espadas: También os las tendréis que ver conmigo.

Caballo de Bastos: Qué miedo, tú.

Sota de Bastos: JSJAJJSADJASJD a ver si no te pierdes, pringao.

Caballo de Oros: Oye... Em... O sea, un momento... En vez de pelear... ¿No habéis pensado en dónde está el Dragón Rojo? Porque aquí, o sea, no está...

Se miran. Miran a su alrededor. Y no, no está.

Sota de Bastos: Bueno, pues estará en otra parte de la cueva. Las cuevas son grandes, ya sabes cómo son las cuevas.

Caballo de Oros: Perdona, o sea, yo no he estado nunca en una cueva, ¿vale?

Sota de Oros: Oye... Y si... O sea... ¿Buscamos al Dragón Juntos? Es que o sea no sé yo no he estado nunca en una cueva y, o sea, me da miedito, ¿sabes?

Caballo de Oros asiente.

Todos se miran y parece que a nadie le parece mal la idea.

Sota de Espadas: Vale, lo dejaré pasar por ahora.

Aunque en su mente tenía otro plan en mente.

"Les diré que lo dejaré pasar para que se olviden. Así gano tiempo. Y cuando lleguemos, zas, derroto al dragón, visto y no visto, cuando tengan las guardias bajadas".

Sin más dilación, emprendieron su nuevo viaje por la cueva. Para sorpresa suya, la cueva no era un cuchitril que digamos: tenía rincones, pasillos, pequeñas grutas interiores y todo lo necesario para perderse. En ningún momento dijeron que encontrar al Dragón Rojo iba a ser fácil, por algo nadie había conseguido hacerse con él hasta ahora.

Pasan un buen rato andando y dando vueltas.

Sota de Oros: Creo que si nadie ha conseguido sobornar al Dragón Rojo es porque se han perdido, o sea, pienso.

Caballo de Oros: Qué razón tienes, uff, o sea, encima la gruta mugrosa esta que huele a tigre es que-

Siguen dando vueltas un buen rato.

Caballo de Espadas: Por aquí ya hemos pasado.

Le miran raro.

Caballo de Espadas: ¿Qué?

Sota de Bastos: Que es un poco raro que tú siempre te pierdas.

Caballo de Espadas: ¿Algún problema?

Sota de Espadas: Eso, ¿algún problema? No te pongas chulito porque a la mínima te tumbo.

Sota de Bastos: Si quieres nos batimos en duelo, a ver quién se pone chulito. Eh.

Sota de Espadas: Por mí encantada, pero ya has visto.

Sota de Bastos saca el basto.

Sota de Espadas saca la espada.

Parece que se venía pelea.

Caballo de Espadas: No por favor ahora no...

Entonces empieza a salir humo a lo loco de alguna parte. La visión de los visitantes se nubla y empiezan a toser. Todo el pasillo está lleno de humo. No se ve absolutamente nada. Se empieza a notar la tensión en el ambiente.

Caballo de Bastos: J*DER H*STIA P*TA QUÉ C*ÑO PASA AQUÍ.

Sota de Oros: Cof cof... O sea... Qué asquito... Cof cof...

Caballo de Oros: Huele mal...

Sota de Espadas: Vámonos de aquí... Esto huele a...

Caballo de Espadas: Cachimba.

Sota de Espadas: No, no es eso... Esto huele a...

Sota de Copas: A cianuro vapeable.

Sota de Espadas: Justo a eso.

Sota de Oros: Jopé, ¿pero eso no es venenoso? O sea...

Sota de Copas: Técnicamente sí. Es un compuesto tóxico que se usa mucho en magia negra. Es como el humo que surge del cianuro destilado con hierbas del Bosque de la Perdición en el Reino de Copas. Es un clásico de mi tierra. Se usa en la guerra para acabar con las tropas enemigas porque es inocuo para quien lo vapea pero no para quien lo inhala. Vamos, que si nos quedamos aquí estamos j*didos.

Caballo de Bastos: Oye, tu sabes mucho para ser una simple turista inocente.

Sota de Bastos: J*der, pues vámonos de aquí echando h*stias, ¿no?

Caballo de Espadas: Ya se podría haber puesto a fumarse otra cosa el dragoncito.

Entonces... Una voz retumba por toda la cueva.

Voz: Jajajaja. Bienvenidos a mi cueva... Como ya oleréis, me estoy fumando buena mierda a vuestra salud, intrusos. Por si no lo sabéis, es cianuro vapeable, que, por si no lo sabéis, es altamente tóxico y mortal. Yo que vosotros correría lo más lejos posible... Si es que veis algo... Jajajajajaja.

Se corta la trasmisión.

Caballo de Espadas: WTF.

Sota de Bastos: Ya lo he dicho, vámonos de aquí echando h*stias, j*der.

Caballo de Espadas: ¿Pero a dónde vamos? No tenemos rumbo... Y no vemos nada...

Sota de Bastos: J*der, da igual, vámonos de aquí echando h*stias...

Y salen de allí corriendo. Corren y corren sin rumbo... Corren y corren sin rumbo... Corren y corren sin rumbo. Giran por rincones, atraviesan innumerables pasillos, recorren los lugares más recónditos de la cueva del Dragón, hasta que, por fin, llegan a donde no hay humo...

Caballo de Espadas: ¡Por fin! ¡Estamos salvados!

Sota de Oros: Eso parece, o sea, yupi.

Caballo de Espadas: ¡Sota de Espadas! ¡Estamos salvados!

...

Caballo de Espadas: ¿Sota de Espadas? ¿Dónde están los demás?

Sota de Oros: ¡¡¡Jopelines!!! ¡¡¡Que hemos perdido al resto!!!

Caballo de Espadas: No me digas que... Estamos perdidos.

Sota de Oros: Pues sí, hijo, pues sí. No me hace mucha gracia perderme contigo, pero, en fin. Estamos perdidos. Ahora sólo queda buscar una salida o al resto. Vaya fastidio... Porque llevamos un trote...


----


Sota de Espadas: Cof cof cof.

Sota de Copas: Cof cof cof... Parece que ya hemos perdido el humo...

Sota de Espadas: Cof cof cof...

Sota de Copas: ¿Estás bien?

Sota de Espadas: Sí... cof cof... Estoy bien.

Sota de Copas: Parece que el veneno ha entrado en tu organismo, según el sonido de tu tos y el tono de tu piel. Poco hay ya que podamos hacer, la verdad, sólo queda esperar e intentar pasar tus últimos momentos de la mejor manera posible.

Sota de Espadas: ¡¡¡!!!

Sota de Copas: Jajajaa era broma, qué cara has puesto. La tos es normal. Pero se te pasará. No tienes la cara verde, así que el veneno no ha penetrado en tu organismo... El resto, ¿estáis bien?

...

Sota de Copas: ¿El resto?

Sota de Espadas: No hay nadie, ¿no lo ves? Nos hemos perdido.

Sota de Copas: Vale, vale, pero no seas tan borde. Madre mía, qué aires se trae la niña.

Sota de Espadas pone mala cara y mira con altivez a la turista. Sota de Copas le devuelve la mirada.


----


Caballo de Oros: Por fin, o sea, ya no hay humo. Ahora un descansito, porque nos hemos dado un trote...

Caballo de Bastos: J*der, menuda paliza a correr, creía que no lo contábamos.

Caballo de Oros: Jaja, vaya anécdota, o sea, qué ganas de contársela a los coleguis cuando llegue a casa.

Caballo de Bastos mira a su alrededor, extrañado porque su compañero no diga nada.

Caballo de Bastos: J*der, ¿y los demás?

Caballo de Oros: Pues ya ves, aquí no hay ni Peter.

Caballo de Bastos: Así que nos hemos perdido, j*der j*der, ¿qué va a pensar mi compañero de mí? Yo no soy un perdedor que se pierde como el tipo ese de Espadas, j*der, j*der, mi honor ya no hay quien lo restaure ahora.

Caballo de Oros: Jopetas, cariño, sí que te desesperas pronto. ¿No estás acostumbrado a las adversidades?

Caballo de Bastos: Tú te callas, j*der, no tienes ni p*ta idea de mi vida, así que SHHH.

Caballo de Oros: Madre mía qué humitos. En fin, ¿qué hacemos?

Caballo de Bastos: Mi compañero seguro que vuelve a buscarme, descuida, no me va a dejar tirado. Así que lo mejor es quedarnos aquí.

Caballo de Oros: Jopé, vaya compañeros más leales que tenéis.


----


Sota de Bastos: J*DER, J*DER. ¡H*STIA P*TA!

Caballo de Copas: ??

Sota de Bastos: ¡¡QUE NOS HEMOS PERDIDO!!

Caballo de Copas: A ya.

Sota de Bastos: Vaya p*tada, j*der, ahora voy a quedar como un pringado como esos de Espadas. Caballo de Bastos se va a reír en mi cara. P*ta vida.

Caballo de Copas: Tómatelo con calma, como un break.

Sota de Bastos: J*der, si no es que no me lo tome con calma, j*der, ahora he desviado del p*to camino a mi compañero, porque querrá buscarme. Nos hemos desviado del camino y ahora nos van a quitar al dragón los g*lip*llas de Espadas.

Caballo de Copas: Suponiendo que ellos no se hayan perdido.

Sota de Bastos: Bueno, siendo los g*lip*llas de Espadas tiene sentido, pero...

Caballo de Copas: Ea.

Sota de Bastos: De todos modos, mi compañero seguro que vuelve a buscarme, descuida, no me va a dejar tirado. Así que lo mejor es quedarnos aquí.


----


Han pasado horas. Sota de Espadas y Sota de Copas dan vueltas por la cueva. Pasillo tras pasillo, rincón tras rincón, sin ninguna señal de vida de sus compañeros y no compañeros.

Sota de Copas: Llevamos horas andando sin descanso. Estoy agotada. No puedo más. Si quieres seguir andando tú sola, sigue, pero yo me quedo aquí.

Sota de Espadas se gira con mala cara.

Sota de Espadas: No podemos parar ahora. No estando mi compañero en otra parte de la cueva. Sin mí se pierde.

Sota de Copas: A ver, contigo también...

Sota de Espadas se gira y sigue andando.

Sota de Copas la sigue agotada.

Sota de Copas: Al menos podrías ser un poco más simpática. Yo, personalmente, no te he hecho nada como para que me tratas así. Ni siquiera quiero quitarte el Dragón. De hecho, si te lo llevas hasta me alegro, porque esos chulitos de Bastos tienen los humos muy subidos... Aunque, bueno, tú tampoco andas muy atrás... Pero bueno, pues eso, en el fondo no me disgustas tanto. Eres antipática, pero seguro que tienes tus cosas...

Sota de Espadas: ¿Te quieres callar? Me desconcentras.

Sota de Copas: Me callo.

A los dos minutos.

Sota de Copas: Lo bien que entraba un poco de vinillo ahora, pero parece que se me acabó por el camino. En fin, que tengo sed y aquí estamos, andando. Un poquito rollo, pensaba pasar el día de otra forma. A mí me gusta otro tipo de turismo... Ya sabes, el turismo en el que no te juegas la vida. Cuando llegamos aquí una anciana nos dijo que este era un sitio muy importante del pueblo, pero no nos avisó de esto, jeje... Bueno, una nueva experiencia para nuestras espaldas...

Sota de Espadas: ¿Te quieres callar?

Sota de Copas: Ah, perdón, señora.

A los dos minutos.

Sota de Copas: Mira esto.

Sota de Espadas: He dicho que te calles.

Sota de Copas: No no, que mires esto.

Le enseña una roca.

Sota de Copas: Por esta roca hemos pasado hace un rato. Lo sé porque soy muy observadora, creo que te has dado cuenta, pero esta roca tiene forma de gato, y ya hemos pasado otra vez por la roca con forma de gato. Así que, según mi intuición y mi inconmensurable sentido de la orientación, puedo concluir que nos hemos perdido.

Sota de Espadas mira mal.

Sota de Espadas: Si tú lo dices... Lo de que tiene forma de gato.

Sota de Copas: Mira, mira, tiene forma de gato.

Sota de Espadas mira de cerca.

Sota de Espadas: Puede que un poco tengas razón.

Sota de Copas asiente.

Sota de Copas: Pues sí.

Sota de Espadas: De todos modos, nadie dice que en toda la mazmorra tenga que haber una única roca con forma de gato, digo yo. Dudo mucho que nos hayamos perdido, porque yo tengo muy buena orientación. El que tiene mala orientación es mi compañero, que conste.

Sota de Copas: Aaaam, no lo dudo, pero yo voy a descansar. Llevamos horas andando y probablemente tú tengas unas condiciones físicas mucho mejores que las mías, pero yo soy una simple turista que no está acostumbrada a estos trotes y necesita sus momentos de descanso.

Sota de Copas saca una especie de mantita, la coloca en el suelo y se sienta. Sota de Espadas parece reacia a sentarse, pero al final tiene que hacerlo porque, en el fondo, sabe que si se va sola por la cueva no va a ninguna parte y lo más inteligente en una situación extrema como esta es permanecer en compañía.

Sota de Copas: Ah, por fin reconoces que un descansito no está de más, porque nos hemos dado un trote... Bueno, ya que estamos aquí vamos a hablar de algo. Yo he venido aquí como turista, a darme un descansito de mi ajetreada vida, pero, cosas de la vida, me he acabado encontrando en esta cueva. Una pena, porque la verdad es que me lo estaba pasando muy bien en el Reino de Espadas y me estaba llevando un recuerdo muy grato de tu tierra, y bueno, pues al final intentaré quedarme con lo bueno y no con lo malo, porque si te quedas con lo malo me parece injusto, ¿no? El caso es que después me gustaría seguir conociendo mundo, ya sabes, si salimos de esta...

Sota de Espadas: ¿No veníamos a descansar?

Sota de Copas: Sí, claro... ¿Por qué eres tan cortante? Yo sólo quería romper el hielo un rato, soy de naturaleza amable y no me gusta empezar con mal pie, y creo que tú y yo estábamos empezando por mal pie. Y no me pareces mala gente, de hecho, eres una persona en la que me fijaría en cualquier otra situación. Uy, ¿pero qué estoy diciendo? Puede que me fijara en ti, pero eres un poco borde.

Sota de Espadas: No me gusta la gente habladora. Por favor, ¿puedes callarte? Mi compañero también habla mucho.

Sota de Copas: Ah, perdón, si quieres que me calle, me callo. Pero me pondré más cómoda, si esto va a ir para rato. El descanso, digo.

Se quita los zapatos y se pone en una posición más cómoda en su mantita.

Sota de Espadas se sonroja.

Sota de Espadas: Tienes unos pies muy bonitos.

Sota de Copas levanta la mirada.

Sota de Copas: ¿Ah, sí? No me lo habían dicho nunca.

"Quizás es porque he modificado totalmente todo mi cuerpo para salir de mi país, ahora que lo pienso".

Sota de Espadas: Pues sí... Son muy bonitos...

Se sonroja más.

Sota de Copas: Gracias, supongo.

"No me j*das que es fetichista de pies. Bueno, de perdidos al río".

Sota de Espadas: P... p... ¿puedo tocarlos?

Sota de Copas se sonroja.

Sopa de Copas: S...sí... Claro...

"Si te pones así... No te voy a decir tampoco que no. Una vez al año no hace daño".

Sota de Espadas le toca los pies a Sota de Copas, que se sonroja más.

Sota de Espadas: Son muy suaves... Me gustan mucho...

Sota de Copas: ¿S...sí? Puedes seguir tocándolos todo lo que quieras...

Sota de Espadas: M...muchas gracias...

Sota de Copas se estremece.

"Esto me gusta mucho".

Sota de Copas: T...tocas muy bien los pies...

Sota de Espadas: G...gracias... Nadie... Nadie conocía esta parte de mí...

Sota de Copas: P... puedes chuparlos... S...si quieres...

Sota de Espadas: G... ¿gratis?

Sota de Copas: C...claro...

Sota de Espadas: ¿T... tú también estás en este rollo?

Sota de Copas: N...no... La verdad es que no lo había probado hasta ahora...

Le chupa un pie. Sota de Copas se sonroja.

Sota de Copas: M...me gusta mucho... Sigue...

Después de un buen rato chupando pies, la cosa va a más y empiezan a liarse en condiciones, lo que popularmente se conoce como liarse.

Sota de Espadas: ¿Y si nos pillan? Qué vergüenza...

Sota de Copas: No nos van a pillar. De todos modos, de perdidos al río.

Y así es como pasan una noche de lujuria y pasión en la cueva de las tentaciones.


----


Sota de Oros y Caballo de Espadas también andan y andan por toda la cueva en busca de señales de vida. Sin éxito. Recorren los mismos pasillos infinidad de veces sin que parezca que se den cuenta, hasta que parece que a alguien se le enciende la bombilla.

Sota de Oros: Jopetas, ya hemos pasado por aquí como, no sé, ochenta veces.

Caballo de Espadas: ¿Sí? Yo creo que no.

Sota de Oros: A ver, chavalín, es que tú no tienes pinta de tener muchas luces. Te lo digo yo que soy uno de los caballeros más válidos de mi reino. Y me lo ha dicho el Rey de Oros, lo que no es cosa menor, sino cosa mayor. Un mamandurrias como tú no sabría.

Caballo de Espadas: ¿Sí? No tienes pinta de ser uno de los caballeros más válidos de tu reino. Con el debido respeto.

Sota de Oros: En fin, que me dejes, mamandurrias, vamos a seguir, que no vamos a estar aquí hasta mañana.

Caballo de Espadas no contesta.

Sota de Oros se gira. No se esperaba ver lo que iba a ver.

Caballo de Espadas estaba pinchando la pared con su espada. Su razón no alcanzaba a descifrar lo que estaba ocurriendo en ese momento. Era una imagen muy siniestra e indescriptible.

Sota de Oros: ¿Pero qué se puede saber qué haces?

Caballo de Espadas: Pues grabar mis iniciales y las de Sota de Espadas, ¿no lo ves?

Sota de Oros: O sea... ¿Qué?

Caballo de Espadas: Déjame, necesito concentración.

Sota de Oros: Flipo.

Y la cosa parece que va para largo, así que se sienta.

Sota de Oros: Bueno, pues me siento aquí, porque madre mía.

Caballo de Espadas: Pues vale. Me da igual. Como si te quieres ir. No me caes bien. Te recuerdo que me empujaste en el camino.

Sota de Oros: Vale, no es como si quisiera ser amigo de pobres, o sea.

Caballo de Espadas: Pues vale. Me da igual.

Sota de Oros: Por casualidad, ¿por qué gastas tus fuerzas en grabar tus iniciales en la roca?

Caballo de Espadas: No es de tu incumbencia. Gracias.

Sota de Oros: Pues ok, o sea.

Después de que grabe sus iniciales, salen a dar vueltas por la cueva (otra vez). Te sorprenderá lo que sucedió a continuación.

Sota de Oros: Estamos otra vez en el mismo sitio.

Caballo de Espadas: No.

Sota de Oros: ¿No? ¿Y qué es esto?

Señala el grabado con las iniciales de Caballo de Espadas y Sota de Espadas.

Caballo de Espadas: ...

Sota de Oros le mira mal.

Caballo de Espadas se acerca a la roca y la toca con expresión dramática.

Caballo de Espadas: Estamos perdidos... ¡Estamos perdidos! ¿Y ahora qué? ¡¿Y ahora qué?!

Sota de Oras: Bueno es que te des cuenta.

Caballo de Espadas: Si hubiera sabido que iba a morir en esta cueva... Si lo hubiera sabido...

Sota de Oros: Bueno, a ver, o sea, que no estamos muertos... Todavía...

Caballo de Espadas: ...Le hubiera dicho que la quiero... ¡Qué tonto he sido! ¿Por qué tuve que esconder mis sentimientos hasta el final? La vida es para vivirla. Pero yo sólo he sabido callarme por no molestar, dando de lado a lo que mi corazón me decía. ¿Por qué mi vida es tan miserable? ¿Por qué la desdicha se ceba tanto en mí? ¿Por qué? ¿Qué he hecho yo para merecer esto?

Sota de Oros: Uy, esto se pone interesante.

Caballo de Espadas, llorando: He sido un estúpido... Tantos años a su lado... Y no fui capaz de decirle un solo "te quiero"... Un solo "te quiero" para que, por lo menos, conociera mis sentimientos antes de partir a la otra vida. Pero siempre supe que iba a rechazar mi corazón, por eso fui siempre un cobarde. ¿Por qué? ¿Por qué? En el fondo me lo merezco, pero no quiero reconocerlo, no quiero reconocer que he sido un cobarde...

Sota de Oros: Para no reconocerlo, lo has dicho varias veces ya. Eh. Por cierto, estoy aquí, o sea.

Caballo de Espadas se percata de que Sota de Oros está ahí y está escuchando todo su monólogo no tan interior.

Caballo de Espadas: Perdona, ¿puedes taparte los oídos? Quiero mostrar mis sentimientos.

Sota de Oros: ¿Qué más te da que escuche? Si, según tú, vamos a morir.

Caballo de Espadas: Ahora que lo dices, es verdad... Bueno, sigo a lo mío... ¡Yo siempre la he amado! Y ahora que estás aquí, vas a escuchar toda mi historia...

Sota de Oros: Mira tú qué bien.

Caballo de Espadas: Desde que éramos pequeños hemos estado juntos. Siempre hemos sido inseparables. Y yo ya tenía sentimientos por ella, pero ella nunca lo supo, y ni siquiera ha tenido nunca ninguna clase de sentimiento por mí más que, como mucho, amistad. Y a veces tengo hasta mis dudas. Cuando entramos en la pubertad entramos también en la Corte Real y seguimos sin separarnos. Si bien no éramos tan cercanos, nos veíamos por palacio y mis sentimientos siempre afloraban como la primera vez.

Sota de Oros: ...

Caballo de Espadas: En nuestro Reino siempre ha sido muy importante el manejo de la espada. Desde jóvenes nos entrenaban para que supiéramos desenvolvernos, nada del otro mundo. Nosotros estábamos a pertenecer simplemente a la Corte Real, acompañar al Príncipe y a la Princesa y también protegerlos, como todos los miembros de la Corte de Espadas. Pero, a medida que entrenábamos la espada, todo Palacio notaba su gran habilidad. Era un prodigio de la espada. Y la voz se corría muy rápido en Palacio. Un buen día, decidieron que se uniera a los Caballeros del Reino de Espadas. Era un prodigio que no podían desaprovechar...

Sota de Oros: Zzzzzzzzz...

Caballo de Espadas: ...Y yo no soportaba la idea de que se fuera de Palacio. No soportaba la idea de tener que separarme de ella... No lo soportaba... Así que, durante mis ratos libres decidí darlo todo practicando con la espada. Pasaba día y noche practicando. No dormía, no descansaba y apenas dedicaba tiempo a comer. Todo para convertirme en uno de los mejores espadachines del Reino de Espadas y que no me separaran de ella. Fueron meses de largos y duros entrenamiento, todo para estar a su altura antes de su primera expedición con los Caballeros del Reino. Llegué a hablar solo por la falta de compañía, me salieron juanetes en los pies, me salieron callos en las manos... Todo por volver a su lado.

Sota de Oros: ...

Caballo de Espadas: Y, por fin, conseguí un nivel de élite. Sé que nunca llegaré a estar a su altura, pero eso me bastaba. No dudé en presentarme al casting para Caballeros del Reino de Espadas. Y aquí estoy ahora. Me enviaron a la expedición inmediatamente posterior al casting y pude partir con ella. El Rey de Espadas pudo ver nuestra valía por aquel entonces y nos encargó todo tipo de misiones de gran importancia, muchas de ellas a nosotros dos solos. Y nuestra amistad se fue fortaleciendo (creo)... Pero nunca he sido capaz de decírselo... Nunca he sido capaz de decirle que la quiero...

Sota de Oros: Muy bonito, pero igual es que eres un poco pesadito. O sea, no sé, si ella no te quiere, asúmelo.

Caballo de Espadas: Claro que lo asumo... Y esa es mi desgracia... La desgracia de saber que para la persona que ocupa mi corazón no soy nada más que un compañero de misiones. Por eso nunca doy señales de mi amor, nunca le confesé mis sentimientos, para que no dejara de verme con sus ojos, para evitar que me mire con asco. Porque si me mirara con desprecio una sola vez... No podría soportarlo... Así que asumiré mi silencio y los errores que he cometido, como penitencia por haber dejado pasar mi vida y mi juventud...

Sota de Oros: Madre mía, zzzzzz...


----


Después de horas esperando sentados en medio de la cueva...

Caballo de Bastos: Pues no viene.

Caballo de Oros: No sé por qué, me lo esperaba, o sea, no se puede confiar en mamandurrias sin ninguna clase de formación en caza de dragones. Probablemente se hayan perdido en la cueva, en el mejor de los casos. En el peor, se han olvidado de nosotros, asumiendo que ya habremos sido pasto de los murciélagos, o sea.

Caballo de Bastos: J*der, ¿ves probable que nos coman los murciélagos?

Caballo de Oros: Pues sí, la verdad, o sea, ¿qué es más probable que te pase en una cueva que que te coman los murciélagos?

Caballo de Bastos: J*der, ¿me estás diciendo que estos son los últimos momentos de mi vida?

Caballo de Oros: No lo sé, puede que suceda un milagro, pero no estoy seguro. Así que, mira, sólo nos queda vivir nuestros últimos momentos sin pensar en las desgracias de la vida.

Caballo de Bastos: Entonces voy a sacar esta bota de vino que tengo aquí. Si van a ser mis últimos momentos, los quiero pasar contento.

Caballo de Oros: ¿Me dejas un poco?

Caballo de Bastos: Vale.

Y ambos se emborrachan con lo que queda de la botella.

Caballo de Bastos: Ya nos la hemos acabado, j*der.

Caballo de Oros: Pues qué poco quedaba. Y qué garrafón más malo, todo hay que decirlo, o sea.

Caballo de Bastos: ¿Qué dices? Si estaba bien bueno.

Caballo de Oros: Yo estoy acostumbrado al Don Perignon y, claro, me traéis aquí y sólo puedo beber porquerías, o sea...

Caballo de Bastos: Bueno, ahora que nos lo hemos acabado... ¿Qué hacemos?

Caballo de Oros: ¿Fornicamos?

Caballo de Bastos: Venga.

Y fornican.


----


Otros que están esperando sentados en la cueva son Caballo de Copas y Sota de Bastos.

Caballo de Copas: Ya estoy aburrido de esperar. Ahora que estamos solos... Ya sabes... Podríamos aprovechar... Para hacer lo que se hace en la soledad de una cueva...

Sota de Bastos: Hacer lo que se hace en la soledad de una cueva...

Caballo de Copas: ...Parece que ya me estás entendiendo.

Sota de Bastos: Claro que te estoy entendiendo. J*der, haberlo dicho antes, me apetecía mucho hacerlo, la verdad, tengo mucha ira que desfogar...

Caballo de Copas: Entonces... ¿A qué estamos esperando? Desde que te he visto me muero de ganas...

Sota de Bastos: ¿Sí? Jejeje, pues muchas gracias, me halaga mucho...

Lo que ninguno de ellos sabe es que se están refiriendo a cosas completamente distintas.

"Me halaga mucho que me vea y tenga ganas de batirse en duelo conmigo. Sé que aparento ser una persona muy fuerte, pero, aun así, siempre me hace ilusión cuando me lo piden", piensa Sota de Bastos.

"Ufffff... Ioioioioio, no me puedo creer que haya colado, yo que pensaba que me iba a rechazar. Esta noche pillo y encima con este pedazo de maromo, que desde que le he visto estoy ioio. Qué pasará qué misterio habrá, puede ser mi gran noche", piensa Caballo de Copas.

Sota de Bastos prepara su basto.

Caballo de Copas mira el basto.

"Pero bueno, ¿y este? ¿Va a usar eso? ¿Va a enseñarse las prácticas de su país? Qué ganas de conocer mundo uffff...", piensa Caballo de Copas, que se va quitando la parte de arriba de su vestimenta.

"J*der, este tío se lo está tomando en serio... Se está hasta quitando la camisa para luchar... ¿Debería yo hacer lo mismo para ir en igualdad de condiciones? Los duelos a pecho descubierto son emocionantes", piensa Sota de Bastos, que se quita la parte de arriba como señal de que acepta el duelo a pecho descubierto.

Sota de Bastos: Bueno, yo ya estoy, empezamos ya.

Caballo de Copas: V...vale... Empezamos ya... Qué ganas... Empieza tú...

Sota de Bastos corre hacia él con el basto, con una fuerza y una velocidad impresionantes. Antes de que Caballo de Bastos se diera cuenta, recibe un golpe de basto que hace que un mundo de posibilidades, emociones y sensaciones se abra ante sus inocentes ojos.

Sota de Bastos: Aaaahhhh...

"No sabía que le iba esto... Siempre he querido probarlo... Pero nunca me había atrevido... Y cómo me arrepiento... Esta experiencia... ¡¡¡¡Es de lo más interesante!!!! No sabía que el sadomasoquismo iba a ser tan gratificante", piensa Caballo de Copas.

Y Sota de Bastos le sigue dando con el basto. Y Caballo de Copas encantado.

"J*der, este tío no se defiende nada...", piensa Sota de Bastos.

Sota de Bastos: Bueno, ya está, yo creo que te he ganado.

Caballo de Copas: ¿Ya? Jo, yo quería más.

Sota de Bastos: Esto ha perdido su entretenimiento. Así no puedo hacerlo...

Caballo de Copas: Bueno, si tú no quieres... Pero que sepas que a mí me ha gustado mucho.

Se sonroja.

Sota de Bastos: Bueno, gracias, supongo. Me alegro de todos modos porque me hayas pedido algo así.

Caballo de Copas se sonroja.

Caballo de Copas: No sabía que te iban estas cosas.

Sota de Bastos: Bueno, ya sabes, como a todo el mundo, supongo. En mi tierra es muy popular.

Caballo de Copas: Voy a tener que hacer una visita a tu tierra. No sabía que allí fuera típico todo esto del sadomasoquismo.

Sota de Bastos: Un momento... ¿qué?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top