Capítulo 28: Queremos ir a misa.
Después del drama siguieron andando un buen rato por los interminables bosques del Reino de Oros, hasta que encontraron una zona más o menos despejada en la que había alguna que otra granja. Eso no podía ser señal de otra cosa que no fuera que en las proximidades había una aldea. Esa noche podían dormir en una cama a gusto, por lo que parecía.
Sota de Oros: ¡Qué bien! Hay granjas por aquí. Pronto nos podremos dar un descansito después de tanto trote.
Sota de Copas: Pues sí. No cantemos victoria de momento, pero la verdad es que si hay granjas es que por aquí hay algún lugar para vender sus cosas. Pero vete tú a saber, la gente de por aquí es muy rara. La cosa es que en el mapa no se señala ninguna ciudad en condiciones, así que como mucho habrá aldeas, que no vienen en el mapa.
Sota de Oros: A estas alturas de la vida, ya me vale. Todo lo que no sea dormir en un suelo con... Bichos.
Sota de Copas: No sé qué tenéis en contra de los bichos.
Caballo de Oros: Nos dan asco. Preferimos hasta una posada cutre a eso. Iugh. Y eso que las posadas cutres tienen mucha tela...
Caballo de Copas: Pues nosotros no vamos a ir a una de cinco estrellas. Ahí queda dicho, no somos millonarios como otros. Y miro a todos menos a un par.
Caballo de Espadas: ¿Quién es el par?
Caballo de Copas: Claramente, no va por ti, porque madre mía qué calladito se tenía que era el cayetano mayor aquí...
Caballo de Espadas: No tengo por qué ir contándole mi vida a nadie. Y más conociendo la situación.
Sota de Oros: Di que sí. Yo te entiendo aunque siga un poco impactado por todo.
Sota de Espadas: ¡Eh! ¡Mirad! ¡Ahí se ve como una aldea!
En efecto, a un rato caminando se ve algo que parece ser una aldea, y por sus dimensiones parece que va a ser de las que tienen una buena posada en la que reposar después de un trote que para algunos incluye batalla.
Caballo de Bastos: J*der, de p*ta madre. Qué cansado estoy, hoy voy a dormir a pata suelta.
Caballo de Copas: A ver si es verdad y duermes y no te pasas la noche mojando el churro, porque vaya noches que nos das al resto que queremos dormir en silencio...
Caballo de Bastos: Lo que hago por las noches es asunto mío.
Sota de Copas: Ooooof, qué cortante y qué borde. Me encanta.
Caballo de Copas: Que diga lo que quiera. Yo sólo le aconsejo para que un día no se encuentre con que tiene 700 hijos perdidos por el mundo. Tampoco me gustaría estar en el pellejo de los hijos que tenga...
Caballo de Bastos: ¡No tengo ningún hijo! Que yo sepa.
Después de caminar mientras charlan distendidamente, llegan a la aldea. Y no está nada mal. A primera vista pueden sacar la conclusión de que tiene una posada con taberna, una taberna, una plaza bastante decente y una iglesia con su correspondiente campanario. Además, hay gente paseando por la calle.
Caballo de Oros: ¡Qué bien! ¡Hay iglesia!
Sota de Oros: ¡Por fin podremos ir a misa!
Caballo de Oros: Siiií, qué ganas. Echaba ya de menos esas mañanas de santa misa en la capital de oros. El ambiente, las canciones... Cómo echaba de menos todo eso...
Caballo de Bastos: No creo que sea una buena idea ir a misa. Tenemos un camino que seguir... Y no habrá misa hasta mañana.
Sota de Oros: ¿Y? ¿Nos estás diciendo que no nos vamos a quedar aquí un rato más mañana por la mañana para ir a la santa misa? ¿Perdona?
Caballo de Oros: ¿De qué vas? Respeta nuestros sentimientos religiosos. Queremos ir a misa.
Sota de Oros: Es que, o sea, alucino, porque estuvimos días en Uvunu mientras hacían cosas como ir de fiesta, beber y demás cosas que no quiero mencionar porque estamos al lado de la casa del señor, y ahora resulta que no vamos a poder ir a misa... ¡Queremos ir a misa!
Caballo de Bastos: Yo solo digo que ya perdimos mucho tiempo antes, y ahora el tiempo apremia.
Caballo de Copas: No es que sea yo religioso, pero, en fin, que me parece muy fuerte que no les dejes tener su momento espiritual pero a ti no se te pueda decir nada de la semana que pasaste en el Feudo de Uvunu acostándote con todo el castillo.
Sota de Oros: Gracias por defendernos, amigo, es que me parece, o sea, muy fuerte.
Caballo de Copas: Vale, pero no soy tu amigo.
Caballo de Bastos: En el Feudo de Uvunu estuvimos todos y lo disfrutamos todos.
Caballo de Espadas: ¡Eso es mentira!
Todos: ...
Caballo de Espadas: Yo no lo disfruté.
Caballo de Bastos: Pues haber dicho que querías irte. Además, usaste la piscina como todos y te comiste la vajilla como todos. Lo que quiero decir es que a misa no iremos todos. Sota de Bastos y yo ni siquiera somos de la misma religión.
Sota de Bastos: A mí la verdad es que me la pela.
Sota de Copas: Yo, por mí, que vayan. Mientras no me hagan ir a mí con ellos y me pueda quedar durmiendo en la cama...
Caballo de Espadas: Pues yo sí que pienso ir a misa. Me gustaría ir a acompañar a mis amigos en un momento tan importante para ellos como la santa misa.
Sota de Oros: ¿D...de verdad? ¡Gracias, amigo!
Caballo de Espadas: Claro, además hace mucho que yo tampoco voy a misa... ¿Tú también vendrías conmigo a misa, Sota de Espadas?
Sota de Espadas: Si así me lo pides...
Caballo de Espadas: ¡Genial! ¡Me encanta hacer planes contigo, Sota de Espadas!
Sota de Espadas: Vale.
Sota de Copas: Bueno, pues, dicho esto, voy a intentar sacarme un dinerito para la posada, que no es gratis y algunos andamos cortos de dinero.
Y se saca de su bolsillo un tenderete, que monta en menos de un segundo, un cartel y una baraja de cartas del tarot. En el cartel escribe "¿PROBLEMAS EN EL AMOR? ¿SALUD? ¿DINERO? TIRO LAS CARTAS POR 1 MONEDA DE ORO. 100% FIABLE. HECHICERA CON MÁS DE X AÑOS DE EXPERIENCIA".
Caballo de Copas: Qué gran idea, chica, yo también me apunto a tu tenderete para sacar el doble de money...
Caballo de Bastos: Hmmm...
Mira el tenderete que ha creado Sota de Copas en un momento y debe ser que le gusta la idea, porque de los sacos que lleva su caballo saca una pizarra y empieza a escribir. Todos se le quedan mirando. Cuando deja de escribir coge su cartel y lo enseña al mundo. Parece que está muy satisfecho.
Caballo de Bastos: Yo también quiero ganar dinero para pagar mi deuda. Esta vez, sin que sea a costa de nadie.
En el cartel pone "CONCEJOS DEL HAMOR. RESUELBO DUDAS HAMOROSAS 1 MONEDA. TANVIEN DUDAS SESUALES".
Caballo de Copas: PFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFJSJJSJSJJAJJSAJSAJJSJAJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJ JAJAJAJAJAJJAJAJA JAJAJAJAJJAJA
Caballo de Bastos: ...
Caballo de Copas: JAJAJAJJAJAJ ME DAAAA AJJAJAJAJ ME DAAAA. ¿HAS VISTO, SOTA DE COPAS? CONCEJOS DEL JAMOR... CON H... NO SABE ESCRIBIR AJAJAJJAJJAJA MENUDO ANALFABETO.
Caballo de Bastos baja la cabecita.
Sota de Copas: ¿Y? No te rías de él, Caballo de Copas. Te recuerdo que tú tampoco sabías escribir cuando te conocí.
Caballo de Copas: Pero yo tenía 11 años. No es lo mismo. Este tiene ya pelo en los huevos.
Sota de Copas: No deberías reírte de la gente porque no sabe escribir. La mayor parte de la población en esta época es analfabeta y no es algo para reírse. La educación es algo a lo que la gente normal no suele acceder. Este chico tiene un origen humilde y demasiado me parece que sepa escribir. Tú también tienes un origen humilde, Caballo de Copas, y no deberías olvidarlo.
Caballo de Copas: Pero... Si no sabe escribir que no escriba...
Caballo de Espadas: Por una vez tengo que darle la razón a Sota de Copas. Somos unos privilegiados por haber accedido a una educación. Probablemente tú no habrías aprendido a escribir de no ser por Sota de Copas. No podemos andar riéndonos de la gente. Es de mal gusto y de mala educación y un caballero de verdad no hace eso.
Caballo de Copas: Ya lo he dicho mil veces... Yo no soy un caballero ni quiero serlo.
Caballo de Bastos está sonrojado. Parece que hay algo que le da vergüenza en esta vida.
Sota de Bastos: Tú no te preocupes, Caballo de Bastos, yo no sé leer ni escribir.
Caballo de Copas: Me voy a callar.
Sota de Oros: Caballo de Bastos... Si quieres te enseño a escribir...
Caballo de Bastos: No he pedido en ningún momento que me enseñéis. No quiero deberle nada a nadie.
Sota de Copas: Dijo el de la deuda millonaria.
Entonces, se percatan en que una cola de muchachas cayetanas del Reino de Oros están esperando su turno en el consultorio del amor de Caballo de Bastos.
Sota de Copas: ¡Oye! ¡Pero si tiene muchos más clientes que nosotros!
Caballo de Copas: ¿POR QUÉ NO TENEMOS NINGUNO?
Sota de Copas: Para que luego digan que ser guapo no te abre puertas.
Caballo de Copas: Perdona, pero yo soy más guapo. Y listo. Y sé escribir.
Caballo de Espadas: Y capacitista.
Caballo de Copas: ¿Capacitista de qué? Flipo cómo saca de contexto las cosas este tío.
Mientras tanto, Caballo de Bastos se va sacando un dinerillo respondiendo dudas de amor. Las preguntas son muy soft y no hay nada subidito de tono. "¿Qué hago si estoy enamorada del prometido de mi hermana gemela?", "me gusta un amigo de la infancia, ¿qué hago?" y demás cosas por el estilo.
Caballo de Copas: Y qué gente más aburridita, que pregunten cosas con más chicha, que me aburro.
Sota de Copas: ¿Y a ti qué más te da? Haz algo para reflotar nuestro negocio.
Caballo de Copas: ¡Venid a nuestro negocio! Os echamos las cartas y os damos descuentos de la posada gratis... Para vuestras noches pícaras.
Sota de Copas: ¿Descuentos de la posada gratis?
Caballo de Copas: Es para atraer clientes.
Sota de Copas: ¡Pues no te inventes cosas!
Caballo de Copas: Tú me dirás cómo vamos a conseguir clientes. Yo sólo digo que una mentirijilla piadosa a veces no viene mal...
Sota de Copas: Mira, ellos no usan ninguna mentira para conseguir clientes.
Caballo de Bastos está conversando de risas con los clientes dentro de un aura de ligoteo. Hasta deja a algunas clientas tocarle la tableta de chocolate.
Caballo de Copas: ¡Está utilizando sucios trucos para ganar dinero!
Sota de Copas: Mierda... La verdad es que nosotros no tenemos esa opción...
Sota de Espadas: Bueno, tú tienes buenos pies.
Sota de Copas: Pero.
Caballo de Espadas: Pero... Sota de Espadas...
Sota de Espadas: Solo digo hechos.
Caballo de Copas: No me queda otra opción...
Todos se quedan mirando a Caballo de Copas. Parece que va a hacer algo interesante para captar la atención de nuevos clientes.
Caballo de Copas: No puedo dejar que ese rubio de bote presuntuoso nos robe a toda la clientela...
Y se sube la parte de arriba de su vestimenta.
Caballo de Copas: Voy a tener que enseñar tableta.
Todos: ...
Por un momento, Caballo de Bastos y la multitud que lo rodea dejan lo que estaban haciendo para quedarse mirando a Caballo de Copas.
Caballo de Copas: ...
Caballo de Bastos: ¿Te pasa algo?
Caballo de Copas: A mí no. ¿Y a ti? ¿Tengo monos en la cara?
Caballo de Bastos: No, pero, ¿te duele la barriga o algo?
Caballo de Copas: No.
Caballo de Bastos: No sé, como la estás ahí enseñando...
Gente random: Jajajajaj.
Sota de Copas: Tápate un poco, Caballo de Copas, no dejes que nos humillen más.
Caballo de Copas: Pero... ¿Se está burlando de mi físico? ¿Se está burlando de MI FÍSICO?
Caballo de Oros: Para ser justos, es lo que haces tú con todo el mundo.
Caballo de Espadas asiente.
Caballo de Copas: Pero... PERO.
Sota de Copas: Déjalos. En fin, voy a recoger mi tenderete...
Caballo de Copas: Pero... NO PUEDO PERMITIR ESTO. ¿Has oído lo que me han dicho?
Sota de Copas: Sí. Que te burlas del físico de todo el mundo.
Caballo de Copas: Pero es que no me burlo del físico de todo el mundo. Son unos mentirosos. Del de Sota de Bastos no me burlo.
Sota de Bastos: Gracias por la parte que me toca.
Caballo de Copas: De nada, guapetón. Cuando quieras, me llamas y ya sabes.
Sota de Bastos: ...
Caballo de Bastos: Bueno, sintiéndolo mucho, gente, es la hora de cerrar nuestro negocio, que nosotros también tenemos que cenar. Muchas gracias por vuestro apoyo <3
Público fiel: Muchas gracias a ti, guapetón.
Caballo de Copas: Menudo g*lip*llas.
Sota de Copas: En fin, creo que hemos hecho una facturación de un total de 0 monedas de oro. Finalmente es hora de concluir que la magia está en sus peores momentos.
Caballo de Copas: La tontería está en sus mejores momentos. No sé por qué nos sorprendemos. Las nuevas generaciones vienen cada vez con menos neuronas... La superficialidad, la incultura, pensar con el bubujiji... El pan de cada día.
Sota de Oros: ¿Por qué habla como si fuese un señor de mediana edad?
Sota de Copas: En fin, lo siento mucho, Caballo de Copas, pero con el dinero que tenemos, no podemos permitirnos grandes lujos... No podremos dormir en habitaciones separadas...
Caballo de Copas: Pero... ¿Y mi intimidad? ¿Qué es esto?
Sota de Copas: Si queremos seguir sobreviviendo, tenemos que ir ahorrando...
Caballo de Oros se acerca al botín que ha conseguido Caballo de Bastos.
Caballo de Oros: ¡Wooo!
Caballo de Bastos: Con esto y lo del otro día ya hemos cubierto gran parte de la deuda.
Caballo de Oros: S...sí, muchas gracias uwu...
Sota de Oros: Vaya, o sea, cuánto dinerito, por fin vamos a poder dormir en habitaciones separadas. ¡Qué bien!
Caballo de Copas: Unos tanto y otros tan poco.
Caballo de Oros: Y nos sobra para pagarles su habitación a los de Bastos.
Sota de Oros: Sí, tampoco les vamos a dejar que se mueran jaja.
Caballo de Oros: Qué buenos somos.
Sota de Oros: ¿A que sí? A veces un poco de solidaridad con los pobres no está de más.
Caballo de Oros: ¡Decidido! Les pagaremos la habitación.
Sota de Oros: ¿Os importaría compartir vuestra habitación con los de Bastos, Caballo de Copas y Sota de Copas?
Sota de Copas: ¿Ein?
Caballo de Copas: ¿QUÉ?
Sota de Oros: Sí, o sea, es que tampoco podemos ir por ahí derrochando el dinero...
Caballo de Oros: Además os ayudamos a vosotros. Cuantos más compartáis la habitación, más ahorráis.
Caballo de Bastos: Pero.
Sota de Oros: ¡Sí! Hoy estamos solidarios.
Caballo de Oros: A tope con la solidaridad, o sea.
Sota de Copas, tajante: Creo que tenemos como para pagarnos una habitación para nosotros, gracias.
Caballo de Copas: Qué va, a mí no me importa, eh, si hay que sacrificarse por ahorrar, uno se sacrifica...
Sota de Copas: ???
Caballo de Copas mira a Sota de Bastos con ojos de deseo.
Sota de Bastos: Pero, j*der, nosotros también necesitamos nuestra intimidad...
Caballo de Bastos: No nos queda otra, no es nuestro dinero. Es o esto o dormir en el establo...
Un escalofrío recorre el cuerpo de Sota de Bastos.
Sota de Bastos: Como aquella vez...
Caballo de Bastos: ...No me lo recuerdes...
Sota de Bastos: No quiero volver a oír hablar de establos en mi vida.
Caballo de Oros: ¿A qué se refieren?
Caballo de Copas: Seguro que a algo s*xual.
Sota de Copas: No sé si al affair final que tuvo con su prima o a otra cosa que desconocemos, la verdad.
Sota de Bastos: No quiero vivir lo mismo, no quiero vivir lo mismo otra vez...
Caballo de Copas: Realmente tuvo que ser una experiencia horrible. Ven que te consuelo...
Caballo de Oros: Pero que alguien nos cuente qué pasó.
Sota de Copas: Claramente algo s*xual.
Sota de Bastos: ¿S*xual? Mucho peor que s*xual.
Caballo de Copas: ¿Tal vez sexual?
Sota de Bastos: Mucho peor...
Caballo de Bastos: Veréis... Un buen día, después de gastarnos todo nuestro dinero en una buena borrachera (jaja menuda cogorza nos pegamos jaja) tuvimos que dormir en un establo... Y nos cagaron unos caballos... Obviamente, a partir de ese momento cambió nuestra vida.
Sota de Bastos: Ni lo menciones... Fue horrible... El mayor trauma de mi p*ta vida... J*der...
Caballo de Copas: Literalmente te echaron una maldición mortal y te pusieron un anillo de castidad mágico. Y también tuviste una experiencia cercana a la muerte.
Caballo de Bastos: Nada comparado con la caca de caballo. Jamás volví a sentirme limpio.
Caballo de Copas: Tú nunca te tendrías que sentir limpio.
Sota de Copas: No seas malo, Caballo de Copas, seguro que tuvo que ser durísimo...
Sota de Oros: Sí, a mí me han dado ganas de pagarles una habitación solo para ellos. Pero después se me han pasado, obvio.
Sota de Copas: En fin, qué remedio, habrá que buscar la posada para ir reservando las habitaciones.
Encuentran la posada y en recepción se ponen al tema. Todos tienen su habitación reservada menos Caballo de Espadas y Sota de Espadas.
Caballo de Espadas: Obviamente, nosotros tenemos que ir juntos. Ya hemos visto los peligros que hay escondidos por el mundo. Muchos, más cerca de lo que nos imaginamos, ya vimos... No podemos separarnos ahora que el peligro acecha y puede venir de cualquier parte. Tenemos que estar más unidos que nunca, Sota de Espadas. Un buen descanso pasa por dormir tranquilos y, obviamente, yo vigilaré para que duermas tranquila y no entre ningún malnacido a atacarte...
Sota de Espadas: Vale, lo que tú digas.
Pasando de su cara, se acerca a la recepcionista.
Sota de Espadas: Queremos una habitación doble. Con camas separadas. Por favor.
Caballo de Espadas: Claro, con camas separadas, obviamente, faltaría más.
Caballo de Copas: Bueno, pues nada, a subir a las habitaciones, que quiero echarme una siestecita antes de cenar. Chao.
En las habitaciones cada uno se encuentra una cosa. La habitación de Sota de Espadas y Caballo de Espadas se ajustaba a sus expectativas: dos camas individuales separadas, un barreño para bañarse y no muchas pretensiones. Las habitaciones de Sota de Oros y Caballo de Oros no se ajustaban tanto a sus pretensiones, las camas eran individuales, no eran de agua y además no había una botella de Don Perignon esperando a cada uno en su mesilla. Aunque los que menos se encontraron algo acorde a sus expectativas fueron los del cuarteto de la habitación cuádruple. La habitación solo contaba con dos camas. Dos camas dobles, sí, pero dos camas para cuatro al fin y al cabo. También había un barreño, pero nadie tenía pensado utilizarlo.
Caballo de Copas: ¡Yo me pido la cama con Sota de Bastos?
Sota de Bastos: ¿Qué?
Sota de Copas: No, Caballo de Copas, ya está bien, no molestes a Sota de Bastos. Tendrás que compartir cama conmigo.
Caballo de Copas: No me mandas.
Sota de Copas: Soy tu tutora legal, sí te mando.
Caballo de Bastos: Un momento, ¿eres su tutora legal?
Caballo de Copas: Técnicamente ya no eres mi tutora legal, soy mayor de edad, te lo recuerdo. Así que no me mandas.
Sota de Copas: Eeeem... Mientras vivas bajo mi techo, harás lo que yo te diga, señorito.
Caballo de Copas: ¿Bajo tu techo? Hace tiempo que no estamos bajo tu techo. Paso de ti. No me mandas.
Sota de Bastos: J*der, que no voy a dormir contigo, pesao de los c*jones, déjame en paz.
Caballo de Copas: Pero...
Sota de Copas: Eres un pesado, Caballo de Copas, la vida no funciona así, ¿no ves que lo estás molestando?
Caballo de Bastos: Yo dormiré con Sota de Bastos.
Caballo de Copas: ¿Pero que es esto? ESTE PERVERTIDO quiere dormir con Sota de Bastos, ¿y nos tiene que parecer bien? Yo me niego, la verdad.
Caballo de Bastos: No tengo ningún interés en Sota de Bastos, también puede dormir con Sota de Copas, la verdad.
Caballo de Copas: Me niego, que ya vimos en Uvunu lo que pasó.
Sota de Bastos: Literalmente no pasó nada.
Caballo de Copas: Me da igual lo que pasase, lo que tengo claro es que sois unos pervertidos y queréis pasar la noche con Sota de Bastos.
Caballo de Bastos: ¿Y tú no lo eres?
Caballo de Copas: ¿Yo? No me difames, gigoló profesional.
Sota de Bastos: Está bien, a tomar por c*lo, yo dormiré en el p*to suelo.
Y se tumba en el suelo y se tapa con su mantita.
Caballo de Copas: Pero... Son las 8 de la tarde...
Pero Sota de Bastos no hace caso.
Sota de Copas: En fin, se queda sin cenar, él verá.
La hora a la que tenían pensado ir a cenar era a las 9 de la noche. Aún quedaba un rato para darse un descansito, porque llevaban un buen trote. En la habitación de al lado, Sota de Espadas decide darse un baño.
Sota de Espadas: Me voy a dar un baño.
Caballo de Espadas: Vale.
Caballo de Espadas sale de la habitación, armado, porque hay que ir preparado ante los peligros que acechan en un mundo en el que la Sociedad de Cazarrecompensas anda por ahí tan campante, y se sienta junto a la puerta cerrada de su habitación, mientras mira su alrededor con recelo.
Pasan los minutos mientras piensa en sus cosas. Sus cosas son las mismas de siempre. Entonces, algo interrumpe sus profundos pensamientos. Caballo de Bastos sale de su habitación. Caballo de Espadas se pone a la defensiva, desenfundando su espada de la nada.
Caballo de Bastos: Eh, eh, tranquilo, que no he venido a atacarte.
Caballo de Espadas no envaina su espada, no confía en Caballo de Bastos.
Caballo de Espadas: ¿Qué quieres?
Caballo de Bastos: ¿Yo? Nada. He salido de la habitación porque se habían puesto todos a dormir la siesta y quería tomar el aire. No voy a atacarte ni nada. No voy ni armado, j*der.
A regañadientes, Caballo de Espadas enfunda su espada.
Caballo de Bastos: Quiero que sepas que antes fuiste un digno concursante. Me cuesta reconocerlo, pero no gané con honor.
Caballo de Espadas se sorprende con las palabras de Caballo de Bastos.
Caballo de Espadas: Me ganaste justamente.
Caballo de Bastos: No... Tú me ibas ganando. No fue mi intención afectarte con mis palabras. No pensé que te afectarían...
Caballo de Espadas: ¿No fue lo que estuve yo haciendo durante todo el combate? El que no tuvo honor fui yo. Estaba cegado por mis sentimientos de ira y envidia. Me odio a mí mismo. ¿Qué clase de caballero ataca personalmente de esa manera a su contrincante durante un duelo? Es la primera vez que pierdo un duelo, ¿sabes? Pero no me siento mal por haber perdido, me siento mal por haber perdido de manera cobarde y rastrera. Yo... No tuve que juzgarte de esa manera. ¿Quién soy yo para juzgarte a ti por tus acciones y por tus pensamientos? No soy quién para llamar pervertido a nadie, porque yo soy el peor de los pervertidos.
Caballo de Bastos: Luchaste muy bien, Caballo de Espadas, independientemente de lo que dijeras. No conozco lo que estabas pensando en esos momentos, pero como contrincante fuiste el mejor que he tenido en toda mi vida. Nunca me había costado tanto vencer en un duelo. Y este no lo vencí de manera digna. Yo no soy el digno ganador de este duelo, Caballo de Espadas. Y eso hace que me hierva la sangre, ¿todos estos años entrenando no han servido de nada? ¿Tengo que recurrir a las palabras para vencer en duelo? No era para nada mi intención, tú ya eras el ganador.
Caballo de Espadas: ¿Y quién soy yo para juzgarte? Me juzgaste muy justamente. No soy quién para reprocharte lo que sea que estuvieras pensando cuando besabas a mi prima, sabiendo lo que yo mismo pensaba cuando te besaba a ti...
Caballo de Bastos: Asumí que no pensarías nada. Me sorprendió tu reacción en un primer momento, pero creo que no te debes avergonzar por ello... Mucha gente tiene pensamientos sucios cuando me besa, Caballo de Espadas, no es malo que te sientas atraído por mí, soy guapo, joven, fuerte y atractivo. Además beso muy bien. No tienes por qué torturarte a ti mismo, lo primero de todo es aceptarte a ti mismo.
Caballo de Espadas: No. Cuando te besaba a ti no pensaba en ti. Pensaba en mi prima.
Caballo de Bastos: ¿Qué?
Caballo de Espadas: Sí... Soy lo peor... Lo mejor que podría hacer sería clavarme la espada en el estómago y dejar este mundo cruel. Un incestuoso depravado como yo no merece respirar el mismo aire que mi prima. Y mucho menos pensar en ella. Y menos mientras me beso con alguien en que no tengo ningún interés y que ni siquiera me cae bien.
Caballo de Bastos: Eso me ha dolido.
Caballo de Espadas: Lo siento, no es por nada personal... Simplemente, no encajo con tu tipo de personalidad.
Caballo de Bastos: ¿Mi tipo de personalidad?
Caballo de Espadas: No tengo por qué juzgarte, pero, ya sabes, yo no iría por ahí vendiendo mi cuerpo, porque al final estás usándolo como mercancía y das a entender que nuestros cuerpos son mercancía, perpetuando la sexualización del cuerpo humano.
Caballo de Bastos: Pero esa no es mi personalidad.
Caballo de Espadas: Tampoco me gusta tu personalidad.
Caballo de Bastos: A.
Caballo de Espadas: No sé qué te estoy diciendo... Quizás seas una buena persona y todo, pero es que, simplemente, soy un prejuicioso juzgador y mala persona. Te estoy juzgando demasiado pronto sin ni siquiera conocerte bien, simplemente porque me parezcas promiscuo y ordinario... Encima estoy siendo clasista. Soy una basura, deberías alegrarte de que no me caigas bien. Lo he vuelto a decir, he vuelto a decir que no me caes bien. Tal vez me sienta amenazado por cómo eres. Durante la botella... Me sentí muy mal al verte con Sota de Espadas. Y desde entonces no he pensado en otra cosa. Bueno, también pensé en el asco que doy por tener pensamientos sucios con mi prima, pero ya me entiendes. No debiste besar a Sota de Espadas. No en mi presencia.
Caballo de Bastos: ¿Ein? Es solo un juego. ¿Sigues enfadado por eso? ¿Me estás metiendo esa chapa por eso? Hay que j*derse.
Caballo de Espadas: Lo siento mucho, soy muy de pensar las cosas. Y esa rabia me llevó a comportarme de la peor manera durante el combate. No fui un caballero. Ni siquiera un poco. No solo me comporté de manera ruin, cobarde y mezquina, sino que me guié por la envidia. Sí, te envidié. Me cuesta decir que envidié a alguien como tú. Pero te envidié por ese beso con Sota de Espadas. Por eso no podía dejar de preguntarte, quería desenmascararte. Creía que estabas teniendo pensamientos impuros con ella, ¿pero quién soy yo para juzgar los pensamientos impuros de los demás?
Caballo de Bastos: J*der, tío, que fue solo un juego. Para mí un simple beso no es nada y, si te sirve de consuelo, el beso con tu prima no me pareció la gran cosa. Para que te quedes más tranquilo, hasta me gustó más el beso contigo.
Caballo de Espadas se sonroja.
Caballo de Espadas: ¿D...de verdad?
Caballo de Bastos: Sí, la verdad es que le pusiste mucho más ímpetu. Al principio lucías inexperto, pero fuiste cogiendo confianza y no estaba nada mal. Ahora que me dices en lo que estabas pensando le veo sentido, tratándose de ti.
Caballo de Espadas: Jeje, pues muchas gracias, me has hecho el día.
Caballo de Bastos: Y tampoco me parece para tanto que tuvieras pensamientos "sucios" con tu prima ni que pensaras en tu prima mientras me besabas. Yo también tengo pensamientos sucios, lo que pasa es que no los voy contando.
Caballo de Espadas: Porque vas contando otras cosas.
Caballo de Bastos: Lo que quiero decir es que no te juzgo, y ya está. Si supieras la cantidad de gente que me ha pedido hacer rolplay en el que yo era otra persona te sorprenderías.
Caballo de Espadas: Pero yo no te he pedido hacer rolplay.
Caballo de Bastos: Pero te digo que no me parece para tanto, j*der. Cosas peores se han visto. Si alguna vez quieres recrear que yo soy tu prima o lo que sea, no me parecería mal. Tendrías que pagarme, claro.
Caballo de Espadas se lo plantea durante unos segundos y se sonroja.
Caballo de Espadas: N...No... Yo estoy en contra de esas cosas...
Caballo de Bastos: Bueno, esa ya es tu opinión y estás en tu derecho de hacer lo que quieras. Solo quería que supieras que no me iba a sentar mal que me lo pidieras directamente. En fin, me voy a tomar el fresco. Hasta luego, Caballo de Espadas. Ha sido agradable conversar contigo, en cierto modo.
Caballo de Espadas: Si tú lo dices... En fin, hasta luego.
Al levantarse, Caballo de Bastos tropieza con la pierna de Caballo de Espadas de manera inesperada para ambos, con la buena o mala suerte de caer sobre este último, quedando sus labios a escasos centímetros. Sus miradas se cruzan, Caballo de Espadas se sonroja y en ese mismo instante se abre la puerta de la habitación.
Sota de Espadas: Caballo de Espadas, ya he terminado de bañarme.
Después de abrir la puerta se percata de la escena que tiene ante los ojos. No reacciona de ninguna manera y ni siquiera parece sorprendida, aunque parece que lo ha malinterpretado todo totalmente.
Sota de Espadas: Ah, no os molesto, perdón...
Y se vuelve a meter en la habitación.
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