Capítulo 27: Duelo a muerte en las lides del amor.

Todos se quedan de piedra con cómo se acaban de tornar las cosas. Caballo de Bastos estaba convencido en capturar a Sota de Espadas para obtener la jugosa recompensa que se da por ella en el Reino de Oros. Ante esa situación, Caballo de Espadas decide enfrentarse a él.

Sota de Espadas: ¡Caballo de Espadas! ¡Espera! ¡No puedes...!

Caballo de Espadas: Esto es entre Caballo de Bastos y yo... Esta es mi batalla, el resto apartad.

Sota de Copas: Bueno, técnicamente tú no pintas nada en esto.

Haciendo oídos sordos, Caballo de Espadas se dirige al camino del que se habían desviado, que estaba bien despejado y se podía llevar a cabo un duelo a muerte en condiciones.

Caballo de Espadas: Baja, baja si hay h*evos.

Caballo de Bastos sonríe y, sin decir palabra, baja al camino, poniéndose frente a Caballo de Espadas y apuntándole con su arma.

Caballo de Bastos: Acepto tu duelo.

Caballo de Espadas: No voy a contenerme ni un poco.

Caballo de Bastos: Bien, ya puedes venir. Adelante.

Caballo de Espadas corre hasta Caballo de Bastos empuñando su espada y le alcanza con gran rapidez. Lo primero que hace es dar una estocada que hubiera sido certera si Caballo de Bastos se hubiese andado desprevenido. Caballo de Bastos bloquea su primer ataque sin problema con su basto. Caballo de Espadas sigue atacando buscando un punto débil a su rival, que consigue bloquear los ataques sin mucha dificultad. Sota de Copas saca su bolsa de palomitas medievales.

Sota de Copas: Esto se pone interesante. No sé qué tienen los duelos a muerte que me encanta presenciarlos mientras me como unas palomitas.

Caballo de Copas: Yo prefiero los duelos a pecho descubierto jsjsjsjs.

La pelea sigue, mientras todos miran de lejos. Las estocadas de Caballo de Espadas son cada vez más rápidas, aunque Caballo de Bastos consigue esquivarlas o bloquearlas de una u otra forma, a pesar de sentirse abrumado por el aura de batalla que desprende su contrincante. La mirada de Caballo de Espadas no es la misma de siempre, se siente el odio en sus ojos. El odio mezclado con desesperación.

Caballo de Espadas: Ahora no estás tan contento como anoche, ¿eh?

Caballo de Bastos: ¿Eh?

Parece que la rabia de Caballo de Espadas estaba fundamentada en una sola cosa: el beso de Caballo de Bastos y Sota de Espadas.

Caballo de Espadas: Jaja, qué curioso. Anoche la besabas y hoy quieres matarla...

Caballo de Bastos: ...

Mientras le cuenta su speech, Caballo de Espadas sigue propinando peligrosas estocadas, mientras Caballo de Bastos no puede hacer otra cosa más que defenderse.

Caballo de Espadas: ¡Dime! ¡¿En qué pensabas cuando la besabas?!

Caballo de Bastos: ...

Caballo de Espadas: ¿En qué pensabas? Eres un depravado.

Todo esto lo dice de manera intensa a la vez que ataca a su contrincante. Por cada ataque, grita algo.

Caballo de Espadas: Odio a la gente como tú. ¿En qué pensabas cuando la besabas? ¡Dímelo!

Caballo de Bastos: ¿Pero qué c*jones? ¡Deja de dar el c*ñazo y lucha!

Caballo de Espadas: RESPONDE A MI PREGUNTA.

Caballo de Bastos: Qué p*to pesado.

Y siguen peleando un buen rato. Caballo de Espadas va cansándose, aunque parece que sigue llevando la ventaja en el combate, a pesar de que Caballo de Bastos ya consigue atacar alguna que otra vez. Cuando Caballo de Bastos ataca, Caballo de Espadas bloquea con la vaina de su espadas. Su agilidad no está muy bien después de tanto trote y tiene que valerse de los árboles para esquivar.

Caballo de Copas: ¡¡Vamos, Caballo de Espadas!! ¡¡Dale a ese presuntuoso!!

Sota de Copas: Jjdasjdjasjdjsajd.

Sota de Espadas y Sota de Bastos, cada uno por su parte, miran la escena con preocupación. La pelea sigue y ya empiezan a llevarse ambos algún que otro golpe, si bien Caballo de Espadas no consigue hacer cortes a Caballo de Bastos, cuya armadura está sirviendo de mucho.

Caballo de Espadas: ¿Sabes lo que eres? Un depravado. Claramente estás encantado de haber besado a Sota de Espadas. A saber qué pensamientos has tenido con ella... Me da asco la gente como tú. La gente que solo sabe pensar con la entrepierna.

Caballo de Bastos: ¿Pero qué g*lip*lleces estás diciendo? Cómo te pones por un p*to juego de m*erda, hay que j*derse.

Caballo de Espadas: ¿Un juego? Claro, y tú te lo pasabas muy bien... No se te veía nada disgustado por jugar a ello...

Caballo de Bastos: ¿Y por qué tendría que estarlo?

Desde donde el resto está mirando, no se escucha nada de lo que Caballo de Espadas y Caballo de Bastos hablan, lo que hace que el resto se imagine lo típico de un intenso duelo medieval entre caballeros. A nadie se le pasa por la cabeza que se esté produciendo un drama en torno al juego de la botella de la noche anterior.

Caballo de Oros: ¡Cuidado, Caballo de Espadas!

Los golpes de Caballo de Bastos cada vez están más cerca de llegar a su objetivo. Esta vez, por poco le asesta un buen meneo en la cabeza, lo que podría haber acabado en una desgracia. Aunque fue demasiado lento.

Sota de Copas: Puede que se esté conteniendo...

Sota de Bastos: Ha fallado queriendo.

Lo dice totalmente convencido.

Caballo de Copas: ¿?

Sota de Bastos: No tiene ninguna intención de acabar con la vida de Caballo de Espadas, pero aun así...

Aunque se diga por ahí que Caballo de Bastos no tiene ninguna intención de acabar con la vida de Caballo de Espadas, la pelea seguía y se estaba poniendo cada vez más encarnizada. Hay un momento en el que Caballo de Espadas consigue hacerle un corte en el brazo a Caballo de Bastos, que se distrae por unas milésimas de segundo, lo que hace que Caballo de Espadas tome ventaja y se acerque cada vez más a él, estocada tras estocada, que Caballo de Bastos va esquivando como buenamente puede, cada vez con mayores dificultades.

Sota de Bastos: ...

Caballo de Espadas consigue hacer otro corte a Caballo de Bastos. Esta vez, en el brazo que no está utilizando. Cada vez hace movimientos más rápidos. Cuando acertaba, se iba animando y cogía más energías. En varias ocasiones estuvo a punto de hacer peligrosos cortes en el cuello.

Sota de Copas: Está a nada de derribarlo.

Caballo de Copas: ¡Vamos, Caballo de Espadas! ¡Tú puedes ganar a ese pervertido!

Sota de Espadas: Caballo de Espadas...

Sota de Oros: ¡Vamos! Caballo de Espadas ya lo tiene ganado.

Caballo de Oros: Pero no querrá acabar con su vida, ¿no?

Sota de Copas: En estos duelos, lo que suele pasar es que uno derribe a otro. Cuando el otro es derribado, entonces es cuando ya le corta su cabeza o lo que sea. Si eso...

Sota de Oros: Jopetas...

La pelea sigue. Caballo de Espadas sigue manteniendo la ventaja. Sus rápidos movimientos son cada vez más difíciles de esquivar. En muchas ocasiones, Caballo de Bastos tiene que protegerse con su basto. Caballo de Espadas se está viniendo arriba, se siente ganador, se siente invencible.

Caballo de Espadas: ¡Dímelo de una vez! ¿En qué pensabas cuando la besabas? ¿En qué pensabas cuando besabas a mi prima?

Caballo de Bastos no responde sus preguntas indiscretas y se limita a esquivar los espadazos de su contrincante.

Caballo de Espadas cada vez está más cabreado. Las ignoraciones y los desplantes de Caballo de Bastos le hacían atacar con mayor frenesí.

Caballo de Espadas: ¡¡¡CONTÉSTAME!!! ¿EN QUÉ PENSABAS CUANDO LA BESABAS? ¡CONTÉSTAME!

Caballo de Bastos: Qué p*to pesado.

Lo tiene todo perdido. Caballo de Bastos no tiene otra que esquivar los rápidos movimientos de su contrincante una y otra vez, aferrándose a la vida en lo que parece ser un bucle que solo puede tener un posible final. Un final que no se hubiera esperado horas antes, cuando estaba tan feliz jugando a la botella. Había pasado por tanto en la vida. Y ahora todo lo que había pasado se aparecía frente a sus ojos en unas milésimas de segundo. ¿Era aquello el final? Había intentado por todos los medios convertirse en el más fuerte. Había luchado en la guerra. Había vencido todas sus batallas. Pero alguna debía ser la última. Aunque, de ningún modo se imaginaba que la última iba a ser aquella. Había recibido más golpes y cortes que en ninguna otra batalla, de verdad estaba perdiendo. El que se supone que era el más fuerte. "Quizás estos sean mis últimos alientos", se resignó a pensar. Pero al menos había disfrutado.

Caballo de Espadas: ¡¡¡DÍMELO!!! ¿¿¿EN QUÉ PENSABAS CUANDO BESABAS A SOTA DE ESPADAS???

Caballo de Bastos, sin pensar en nada de lo que pudiera parar, esquivó el que parecía que iba a ser un golpe certero. Estaba verdaderamente harto de las palabras de Caballo de Espadas. No tenía suficiente con su más que inminente muerte y tenía que escuchar los delirios dramáticos de una persona que no podía parar de soltar la misma tontería una y otra vez por la boca.

Caballo de Bastos: ¿¿Y TÚ EN QUÉ PENSABAS CUANDO ME BESABAS A MÍ?? No te j*de...

Caballo de Bastos se había resignado, se esperaba la estocada de Caballo de Espadas que separara su hermosa cabeza del resto de su cuerpo, también hermoso. Lo que no se esperaba es que en ese momento, inmediatamente después a oír sus palabras, Caballo de Espadas se quedó completamente bloqueado, con la mirada perdida, apuntando hacia ninguna parte con sus ojos azules. Aquellas palabras penetraron en sus oídos y en su corazón como si fueran espadas. Espadas más afiladas que la que cualquier caballero podía haberle clavado en duelo. Caballo de Espadas cae sobre sus rodillas, mientras Caballo de Bastos se encuentra totalmente incrédulo.

"¿Pero qué...?", piensa.

El resto se quedan mirando con la boca abierta. Nadie sabe lo que pasa.

Caballo de Oros: ¿Pero acaso le ha dado?

Sota de Espadas: ¡¡¡Caballo de Espadas!!!

Sota de Espadas va corriendo a donde está Caballo de Espadas.

Sota de Copas: No. No le ha dado. Parece que le ha dicho algo.

Caballo de Espadas está de rodillas en el suelo, mirando hacia la inmensidad con la mirada perdida. Las palabras de Caballo de Bastos le han tocado. "Es verdad... Estaba pensando en ella... Yo... Mientras le besaba... Estaba pensando en ella". Se pierde en sus pensamientos.

En esa situación, Caballo de Bastos no sabe muy bien qué hacer, así que hace lo primero que se le pasa por la cabeza y lo que se supone que se hace en estas ocasiones. Apunta con la punta de su arma (su arma, el basto) hacia Caballo de Espadas, para que este no se mueva ni un solo paso, aunque por cómo estaban las cosas, no tenía pinta de que iba a moverse más. "¿Esto es lo que se supone que se hace en un duelo... Porque he ganado, ¿no?". En efecto, Caballo de Bastos había ganado el duelo. De una manera extraña, pero lo había hecho. Y, claro, de ningún modo se lo esperaba.

Entonces, Sota de Espadas llega a donde están Caballo de Bastos y el cuerpo "inerte" de Caballo de Espadas para interponerse repentinamente entre ambos, mientras saca su espada.

Sota de Espadas: Ya basta. Lo que tengas que solucionar lo solucionas conmigo. Caballo de Espadas no tiene nada que ver en esto. Tendrás que enfrentarte a mí.

Caballo de Bastos: Vale. No es como si mi intención fuera pelear con Caballo de Espadas.

Sota de Espadas: Y te advierto de que no voy a contenerme.

Caballo de Bastos: Tampoco tengo intención de acabar con tu vida. Simplemente, pretendo capturarte. Puedes entregarte directamente.

Sota de Espadas: ¿Entregarme? ¿A ti? No intentes evadir esta batalla...

Caballo de Bastos: Solo te daba la oportunidad, pero si quieres luchar, que así sea.

Sota de Bastos baja al "campo de batalla" y aparta a Caballo de Bastos de Sota de Espadas.

Sota de Bastos: ¿Pero qué c*ño haces? ¿Has perdido la cabeza?

Caballo de Bastos: No te interpongas, Sota de Bastos.

Sota de Bastos: Y tú no me toques los c*jones. Tío... Caballo de Espadas no es ni de lejos el más fuerte de su país y aun así las has pasado canutas para derrotarlo. No me j*das, no te metas en batallas que no puedes ganas.

Caballo de Bastos: ...

Sota de Bastos: ¿Qué ganas al meterte en una pelea innecesaria? Estás cansado, estás herido... Y ella es fuerte, j*der, que la buscan por algo.

Caballo de Bastos: Con esa recompensa podríamos desvincularnos de todo esto...

Sota de Bastos: ¿Desvincularnos de todo esto? Creía que te lo estabas pasando de p*ta madre en este viaje. Ya me había olvidado de la p*ta deuda y todo.

Sota de Copas también se acerca por allí.

Sota de Copas: No te conviene pelearte con Sota de Espadas. Deberías saberlo, eres un experto cazarrecompensas y conoces tus debilidades y la fama que le precede.

Caballo de Bastos: ...

Sota de Bastos: ¿Es que no has disfrutado ningún momento del viaje? No me j*das, creía que hasta te lo pasabas mejor que yo. Hemos bebido con ellos, hemos pasado cosas con ellos... J*der...

Caballo de Bastos: Yo no quiero matarla, no es mi intención, simplemente la entregaré y ya está.

Sota de Espadas: Me entregarás para que me maten.

Caballo de Bastos: ...

Sota de Bastos: J*der, Caballo de Bastos...

Caballo de Bastos: No quiero que muera nadie, lo he pasado bien, pero compréndeme, es nuestra libertad...

Sota de Bastos: Nuestra libertad la conseguiremos antes o después, sin traicionar a nadie. No somos caballeros del Reino de Oros, esta batalla nos la sopla bastante. No se busca su cabeza en nuestro país, y si se busca, nosotros no tenemos ni p*ta idea. Y si la tuviéramos, nos la sudaría, porque hace tiempo que dejamos nuestro país. ¿La recompensa? ¿Qué es la recompensa comparada con las aventuras que estamos viviendo? Hace mucho que nuestra p*ta vida no tiene emoción.

Caballo de Bastos: Lo sé, Sota de Bastos, lo entiendo. Si a mí no me gustaría todo esto... No sé por qué he empezado...

Sota de Bastos: Y ellos salvaron mi vida...

Sota de Espadas: Bueno, realmente yo no hice nada.

Caballo de Bastos: Yo...

Sota de Copas: En el fondo te estabas conteniendo en batalla, Caballo de Bastos...

Caballo de Bastos: ...No quería matar a nadie...

Sota de Espadas pasa completamente de Caballo de Bastos para darle atención a Caballo de Espadas, que sigue de rodillas en el suelo mirando a la inmensidad. "Me han derrotado... Nunca antes...". Su cabeza daba vueltas por un pensamiento y por otro. No era suficiente con el hecho de que hubiera imaginado que besaba a Sota de Espadas mientras besaba a Caballo de Bastos, sino que además este le había derrotado. "Me lo merezco. Soy débil. ¿Cómo hasta ahora...? ¿Cómo es posible que hasta ahora no hubiera perdido ningún duelo? Soy la persona más débil del mundo, una persona egoísta que pierde el norte como se le cruce un pensamiento de más...".

Sota de Espadas: Caballo de Espadas, Caballo de Espadas, ¿estás bien?

Pero Caballo de Espadas sigue a lo suyo y no responde. "No soy quién para quejarme de lo que me ha dicho... Yo le llamé de todo. No tengo derecho a juzgarle como un pervertido. No tengo derecho a decir que es un depravado cuando yo he tenido pensamientos impuros con mi prima... Ya no tengo derecho a nada... Simplemente, debería hacer seppuku", piensa. Pero no hace seppuku.

Sota de Espadas: ¡Caballo de Espadas! ¡Respóndeme!

Finalmente, Caballo de Espadas reacciona a la voz de Sota de Espadas, que se mezcla con sus pensamientos.

Caballo de Espadas: ¿Eh? ¿Sota de Espadas?

Sota de Espadas: Estás aquí, menos mal...

Sota de Copas: Creíamos que tu alma se había separado de tu cuerpo.

Los demás bajan a donde se encuentran Caballo de Espadas y el resto, llevando consigo aquello que encontraron en el suelo después de que los arqueros de la Sociedad de Cazarrecompensas huyeran.

Sota de Oros: Menos mal, creía que te había pasado algo. Creía que estabas herido.

Caballo de Espadas: Gracias por preocuparos...

Caballo de Bastos: J*der, pero si no le hice nada.

Sota de Espadas: Tú lo que deberías hacer es callarte.

Sota de Copas: Bueno, técnicamente, Caballo de Espadas fue quien le retó al duelo en primer lugar, así que en el fondo él se lo ha buscado.

Caballo de Espadas: Sí, en el fondo me lo he buscado.

Caballo de Copas: Bueno, ¿pero vamos a castigar al gigoló profesional de alguna forma? Ha atentado contra la vida del friky pringao.

Caballo de Bastos: No he atentado contra la vida de nadie.

Caballo de Copas: Bueno, eso es un decir, contra la vida del buen gusto sí atentas todos los días.

Caballo de Bastos: ...

Sota de Bastos: Pídele perdón a Caballo de Espadas, Caballo de Bastos.

Caballo de Bastos: ¿Pero por qué le tengo que pedir perdón?

Caballo de Espadas: Eso digo yo. Ha sido un duelo justo. Ni más ni menos. Él me ha ganado justamente. Y no hay más que hablar. Pero no puedo permitir que entregues a Sota de Espadas.

Sota de Espadas: Tranquilo, que por ganarte a ti no me tiene que entregar a mí, lol.

Caballo de Bastos: No voy a entregarla. He recapacitado. Gracias a Sota de Bastos ahora pienso que es una tontería buscar una recompensa con la que me voy a sentir culpable. Eso si consiguiera algo... No tenía que haberme puesto así antes.

Sota de Copas: Y ahora, tan amigos.

Sota de Espadas: Bueno, eso de tan amigos...

Caballo de Copas: Pero si tú te morreaste con él, ahora no vengas con estas.

Caballo de Espadas mira hacia abajo, a punto de entrar en trance.

Sota de Oros: Cambiando de tema, ¿por qué se busca a Sota de Espadas en el Reino de Oros? Hablo como persona del Reino de Oros que debería tener idea pero no la tiene.

Caballo de Espadas: Gracias, Sota de Oros, por cambiar de tema.

Sota de Copas: Pues supongo que porque es una persona muy conocida en todo Naipes por sus hazañas de guerra. Si bien estamos en una especie de situación de "paz", la paz no es una paz como tal. De vez en cuando hay batallas por terrenos y tal. Hace unos años, el Reino de Oros intentó conquistar terrenos de la frontera sur del Reino de Espadas, por ejemplo. En esa batalla, Sota de Espadas tuvo hazañas conocidas entre la gente enterada. Derrotó a varios nobles de la zona sur de Oros. También derrotó al Señor de Belintir, del Norte del Reino de Copas en batalla. Aunque eso tiene disculpa, ese tío era un asqueroso.

Caballo de Copas: Ughhh y que lo digas. Viejo verde... Hiciste bien en cortarle la cabeza, beba, por mucho que digan por Copas.

Sota de Espadas: Gracias.

Sota de Copas: Es que era un pieza.

Caballo de Bastos: Se supone que Sota de Espadas también derrotó en batalla al comandante de la Zona Norte del Reino de Oros. Que se j*da, nos quitó tierras en su momento. Pero vamos, que eso j*dió mucho por el Reino de Oros, porque logró que no se hicieran con la zona noroeste de Espadas.

Caballo de Oros: Es que flipo. ¿Qué más os da un poco más de tierra que un poco menos? No sé, dejadnos quedarnos con las tierras y ya.

Sota de Bastos: Vaya cara, no te j*de.

Caballo de Bastos: Quedaos con los Minotauros del Norte, no te j*de.

Sota de Copas: En fin, cambiando de tema, creo que deberíamos ir tirando, porque se nos va a hacer de noche otra vez en el bosque... Y también vamos a ver qué podemos pillar de las cosas que se han dejado los de la Sociedad de Cazarrecompensas.

Sota de Oros: Yo me quedo con el arco.

Caballo de Espadas: ¿Sabes tirar con arco?

Sota de Oros: No.

Caballo de Espadas: A ya.

Sota de Oros: Pero he decidido ponerme las pilas y aprender a defenderme por mí mismo. Veréis, me habéis parecido tan geniales hace un momento cuando peleabais que, o sea, pensé que yo era un inútil...

Caballo de Espadas: Pero... Tú no eres un inútil, Sota de Oros, tú eres útil a tu manera.

Caballo de Oros: Eso digo yo, yo paso de aprender a pelear y hacer cosas. He nacido para vivir de las rentas y que los demás hagan las cosas por mí.

Caballo de Copas: Tienes una filosofía de vida parecida a la mía, salvo porque a mí me obligan a estudiar. Y sé limpiarme el culo yo solito.

Caballo de Oros: ¡Yo también sé limpiarme el culo yo solito! ¿De dónde te sacas que no sé?

Caballo de Copas: No sé, los ricos tienen a gente que se lo haga...

Caballo de Bastos: Igual no es tan rico.

Caballo de Copas: Pienso.

Sota de Copas: Da que pensar. Caballo de Espadas, ¿tú sabes limpiarte el culo solito?

Caballo de Espadas: Pero... ¡Claro que sé! Seré rico, pero no soy tonto. Además, de alguna manera me tendré que limpiar cuando voy de expedición...

Sota de Copas: No sé, igual os lo limpiabais Sota de Espadas y tú mutuamente.

Caballo de Copas: Te imaginas.

Caballo de Espadas se sonroja.

Caballo de Espadas: ¡Pues claro que no!

Sota de Espadas: Confirmo. No nos limpiamos el culo mutuamente.

Sota de Copas: Menos mal.

Sota de Bastos: Bueno, cambiando de tema, yo me quedo con el saco. Tiene ropa chula.

Caballo de Copas mira.

Caballo de Copas: Mmmm... Este tanga sexy de leopardo te quedaría muy bien.

Sota de Bastos: No voy a usar la ropa interior...

Caballo de Bastos: Yo me quedo con los muffins de maría...

Sota de Copas: Quedamos en que esos los íbamos a compartir.

Caballo de Espadas: Por mí os podéis quedar el mío.

Sota de Copas: Mejor, a más tocamos.

Caballo de Copas: Bueno, pues yo me quedo con el pin.

Sota de Copas: La cosa es pillar algo.

Caballo de Copas: Pues sí, a ver si voy a ser el único que no pilla. En todos los sentidos.

Solo queda una cosa sin repartir: el cartel con la cara de Sota de Espadas y la recompensa. No es algo que pueda querer quedarse alguien. Aun así, Caballo de Espadas lo coge y lo mira con dramatismo.

Sota de Copas: Vaya, este sí que estaba desesperado por pillar algo.

Caballo de Espadas mira con rabia el papel.

Caballo de Espadas: Esos malditos... Esos malditos...

Parece que no le hacía mucha gracia que en el Reino de Oros se pusiera precio a la cabeza de su prima.

Caballo de Espadas: No los perdonaré jamás... ¿CÓMO HAN PODIDO? ¿CÓMO HAN PODIDO?

Todos miran a Caballo de Espadas sin saber bien qué decir. Entienden que no debe estar pasando por un buen momento y que sienta rabia por la situación que le está tocando vivir. Además, el hecho de que nadie dijera nada le daba un toque de dramatismo bastante épico a la situación y no podemos olvidar que estamos en una historia de fantasía épica.

Caballo de Espadas: ¿¿¿CÓMO HAN PODIDO PINTAR A SOTA DE ESPADAS TAN POCO FAVORECIDA?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top