Capítulo 25: Un verdadero caballero no tiene la masculinidad frágil.

Mucho anduvieron después de dejar el Feudo de Uvunu. Toda la zona que rodea la ciudad sin ley del Reino de Oros está desierta en lo que a términos de vida humana se refiere. Bosque, bosque y más bosque. Eso es lo que encontraban a medida que avanzaban en el camino que el mapa les indicaba.

Caballo de Espadas: El cielo se está oscureciendo. Creo que nos hemos perdido.

Sota de Espadas: ¿Por qué crees eso?

Caballo de Espadas: No sé, siempre nos perdemos.

Sota de Copas: No nos hemos perdido. Simplemente, no hay nada por aquí. El mapa no dice lo contrario. Mira.

Caballo de Espadas: Ya, pero... Ni una aldea.

Sota de Oros: El Reino de Oros es muy grande. Es lógico que puedas estar días sin encontrarte una aldea. Hay tanto terreno que la mayor parte está despoblado.

Sota de Copas: Lo que está claro es que vamos a tener que pasar la noche en la intemperie.

Caballo de Oros: Oh, no...

Sota de Oros: Yo ya me había hecho a la idea.

Caballo de Copas: En fin, con lo a gusto que estábamos durmiendo en una camita y ahora otra vez en el suelo. Menos mal que soy masoquista y esas cosas no me importan.

Siguen andando un rato. Hasta que cae la noche y cae bien. En una zona con apariencia de seguridad hacen su campamento. Cerca hay un río, así que no les cuesta conseguirse la cena. Caballo de Espadas y Sota de Espadas pescan unos peces.

Caballo de Oros: ¿Estos peces... Seguro que se pueden comer? Iugh...

Caballo de Espadas: Claro...

Sota de Oros: Pues qué asquito.

Sota de Espadas: ¿Nunca habéis comido peces del río?

Caballo de Oros: Pues no, la verdad...

Caballo de Bastos: Nosotros tampoco.

Caballo de Espadas: ¿Vosotros tampoco?

Caballo de Bastos: Somos más de ganarnos la vida y pegarnos buenos atracones en las tabernas. No somos tan ratas como para tener que pescarnos nuestra propia comida.

Caballo de Copas: Hay que ver qué pijos salen los chavales hoy en día. Se les caen los anillos de pescarse su propia comida.

Sota de Copas: Si tú tampoco te has pescado tu propia comida nunca.

Caballo de Copas: Pero no voy de cazarrecompensas, el más fuerte, no sé qué.

Caballo de Bastos: Pescarse o no pescarse la comida no tiene que ver con ser el más fuerte. Simplemente no nos gusta el pescao. Preferimos el cochinillo, etcétera.

Sota de Bastos: También hemos cazao jabalíes y eso. Cuatro pececillos no nos llenan.

Caballo de Espadas: ¿Cuatro pececillos? Perdona, pero, primero, respeta lo que hemos conseguido con nuestro sudor y nuestro esfuerzo para la cena; segundo, todas las opciones alimenticias son válidas.

Caballo de Copas: Iugh, con nuestro sudor, dice.

Sota de Bastos: Tranquilo, que no estaba diciendo nada contra ti, j*der.

Sota de Copas: La gente es muy sensible, por lo que se ve.

Caballo de Copas: Generación de cristal.

Caballo de Espadas: Ha sonado como si me estuviera atacando directamente. Si cree que lo puede hacer mejor él, que consiga la cena él. Punto.

Sota de Bastos: J*der, tío, que no te he criticado ni te he dicho nada.

Sota de Copas: Hay que mirar muy bien cómo decimos las cosas, la gente se puede sentir molesta.

Sota de Espadas: Caballo de Espadas, no lo ha dicho a malas. Venga, no te pongas así.

Caballo de Espadas: V...Vale... Si así me lo dices tú, entonces será eso... U...uwu...

Caballo de Copas, murmurando: Hay algunos que la dignidad se la dejaron en su país, por lo que veo...

Caballo de Espadas: Te he oído, ¿qué quieres decir con eso?

Caballo de Copas: ¿Yo? Yo no he dicho nada.

Sota de Copas: Jsjsjjsjs jsjsjsjjsjssjjsjs

Sota de Oros: Bueno, habrá que cenar los peces esos. Antes de, no sé, que se pongan pochos. O algo.

Caballo de Oros: ¿Qué remedio?

Caballo de Copas: Entonces, dejádmelo a mí.

Todos se le quedan mirando expectante. Caballo de Copas se acerca a los peces que Caballo de Espadas y Sota de Espadas han pescado. Sota de Copas mira con total tranquilidad.

Sota de Copas: Veréis, veréis.

Al llegar junto a los peces, Caballo de Copas se planta frente a ellos y les dice...

Caballo de Copas: Ignición.

Una gran llama de fuego brota de la palma de su mano. Pero es que lo hace a lo bestia. Todo el mundo se queda a cuadros.

Sota de Bastos: J*DER, J*DER, J*DER.

Caballo de Bastos: H*STIA P*TA.

Sota de Oros: Jopelines.

Caballo de Oros: Flipo.

Deja los peces completamente chamuscados. Y parte de lo que había alrededor.

Caballo de Copas: Ups, me he pasado un poco. Todavía no controlo mucho mi poder upsi.

Caballo de Espadas: ¿Pero se puede saber qué haces? Ahora esto no está comestible.

Los peces están prácticamente en estado de ceniza.

Caballo de Copas: Bueno bueno, no comestible no comestible tampoco está, eh... Depende de lo que le guste a cada uno.

Sota de Copas: A ver, un poco mal los has dejado, pero bueno. Unos espetitos.

Sota de Oros: Salvando mucho las distancias.

Caballo de Espadas: ¿Es que no sabéis valorar el esfuerzo de los demás? Sota de Espadas y yo hemos pescado estos peces para que comamos todos, ¿y así nos lo agradecéis? Si queréis, reíros de mí, ¿pero de Sota de Espadas? No os lo perdonaré jamás... Cómo se nota que os pasáis el trabajo de los demás por el forro. Triste reflejo de lo que es esta sociedad...

Sota de Oros: Eh, tranquilo, amigo...

Caballo de Espadas: No me hace gracia que me esfuerce en pescar unos peces para todos y vaya uno y los queme para hacer la gracia y luego se lo tomen a risa. Se toman a risa el trabajo de uno. No lo entiendo, no lo entiendo.

Caballo de Copas: Hay que ver qué intensito, por unos pescaditos de nada. En fin, a comer que se ponen fríos.

Y se come de un bocado tres peces.

Caballo de Espadas: ¡Pero si no nos los hemos repartido! ¡Y ya te has comido tres!

Caballo de Copas: Tengo que crecer fuerte.

Sota de Espadas: No hay ningún fallo en su razonamiento...

Caballo de Espadas: Pero... Los demás también queremos comer...

Sota de Oros: La verdad es que no tiene una pinta muy apetecible... Por mí que se lo coma todo él...

Caballo de Oros: Por desgracia, o sea, va a haber que llevar algo al estómago después del trote de hoy.

Sota de Copas: En fin, venga, a comer. Si pensamos que es una lasaña boloñesa no será para tanto.

Caballo de Espadas se come su primer bocado. Su cara es un poema.

Caballo de Espadas: Me voy a callar, pero qué desperdicio.

El resto hace lo propio. Surgen los primeros comentarios malintencionados de la noche. El ambiente se tensa.

Caballo de Bastos: Está bastante incomible.

Sota de Bastos: Menuda p*ta m*erda.

Caballo de Oros: IIIIIIUGH.

Caballo de Espadas: Perdona, pero nos ha costado mucho pescar a Sota de Espadas y a mí como para que andéis tiquismiquis con la comida. Gracias. Me parece de muy mala educación, por cierto.

Caballo de Bastos: Pero si hasta hace dos segundos te estabas quejando tú.

Sota de Espadas: No me parece para tanto, Caballo de Espadas, además, en todo caso el que tiene la culpa de que esto sepa horrible es Caballo de Copas.

Caballo de Copas: Gracias, guapa, por el cumplido. Tus muertos, por si acaso.

Sota de Espadas: ¿¿??

Sota de Copas: Un respeto, Caballo de Copas, no puedes ser tan maleducado con todo el mundo porque sí.

Caballo de Copas: ¿Quién será la persona que me ha educado? Oooops.

El ambiente se va haciendo cada vez más tenso. De un momento a otro, se ha formado una situación de incomodidad muy extraña entre todos. Sota de Oros, que no es muy de participar en conflictos, mira todo desde fuera espantado.

Sota de Oros: ¿En qué momento os habéis empezado a pelear?

Caballo de Espadas: No nos estamos peleando. Simplemente, me molestan ciertas cosas y no me puedo quedar callado. Hay comportamientos que no se pueden tolerar, mi honor de caballero no me permite quedarme callado ante las injusticias de este mundo.

Caballo de Bastos: ¿Pero qué injusticias? Flipao. Solo te hemos dicho que el pescao ese es una p*ta m*erda.

Sota de Bastos: Menudo brasas, tronco.

Sota de Copas: A lo mejor el pescado en cuestión se siente ofendido. Nunca se sabe qué se les puede pasar por la cabeza a los individues acuátiques.

Caballo de Espadas: No consiento que te rías de mí. No lo consiento.

Sota de Copas: Tú no consientes nada, pero luego no haces nada.

Caballo de Copas: Todo muy de boquilla. Menudo caballero está hecho.

Caballo de Espadas: Ya veo, ya veo, todos contra mí. Todos contra mí porque me tenéis envidia.

Caballo de Bastos: ¿Envidia de qué? Pringao.

Caballo de Copas: Eso digo yo pffffjsjasjdjajdjasjd. Envidia de ser un feo pringao.

Caballo de Oros: Yo un poco de envidia sí que le tengo.

Sota de Espadas: ¿Queréis dejar de meteros con él? Caballo de Espadas tiene muchas cosas buenas...

Caballo de Espadas: Pero... Sota de Espadas...

Caballo de Copas: Oh, no, ahora se va a poner emo scene.

Caballo de Espadas: Eso es lo que te gustaría a ti. No me vais a hundir. No me vais a hundir.

Sota de Copas: Madre mía, qué dramas...

Entonces, Caballo de Bastos cambia abruptamente.

Caballo de Bastos: Bueno, ya que hemos entrado en calor y que a lo mejor va siendo hora de rebajar las tensiones...

Del saco en el que guarda sus cosas, Caballo de Bastos saca ni más ni menos que una botella de Don Perignon.

Caballo de Bastos: Mirad lo que he chorao del Feudo de Uvunu.

Sota de Bastos: H*stia p*ta.

Caballo de Oros: WOOOOOW FLIPOOOO.

Sota de Oros: O SEA QUÉ MARAVILLA.

Sota de Bastos: No me gusta el Don Pepinón ese o como se diga, pero, j*der, es alcohol al fin y al cabo.

Sota de Oros: No sé si decir que robar está mal o bebérmela toda.

Caballo de Bastos: Bebértela toda no, porque la vamos a repartir entre todos. Ya que hemos llegado a un punto en el que la cosa estaba muy tensa, ¿qué mejor momento que ahora para rebajar tensiones y caer en los brazos de la amistad y el compañerismo de la mano de Don Pepinón?

Caballo de Espadas refunfuña.

Caballo de Bastos: ¿Qué te pasa? Te estoy ofreciendo la paz. En el fondo, tienes un poco de razón.

Caballo de Espadas: Meh.

Sota de Copas: Déjale, es un poco tsundere. Vamos a beber.

Y empieza a rular el alcohol.

Sota de Oros: Esto de repartir no me gusta, no me gustaaa. Pero no me puedo quejar. Pasa la botella, Caballo de Bastos.

La botella va rulando y va rulando. El alcohol va subiendo y el ambiente se va destensando. La situación ha pasado de guerra a paz, más o menos como en los cuatro Reinos de Naipes, aunque en ninguno de los dos casos se sabe cuándo la paz forzada va a volver a ser guerra. Así, empiezan a emborracharse y a hablar de su vida. Las horas pasan y el alcohol rula.

Sota de Copas: Y va y me dice... UUUUUU UUUUUU... UUUUUU UUUUU... Pfffjajjsjajsjasj.

Caballo de Copas: Jjdasjjsjdjas siempre me río.

Sota de Bastos: JADSJDJAJDJAJDJAS

Caballo de Bastos: jdsjdja venga otra ronda.

Caballo de Oros: Esta botella no se acaba dasjdjajsd. Flipo.

Caballo de Espadas no bebe. Está medio amargado en un rincón sin decir nada. Sota de Espadas ha bebido solo un poco por educación.

Sota de Oros: ¿No bebes nada, Caballo de Espadas?

Caballo de Espadas: No bebo alcohol.

Caballo de Copas: Por favor, si te bebiste una entera en Uvunu. Y de golpe. Lo que pasa es que estás cabreadillo por lo de antes.

Caballo de Espadas: ¿Y qué si lo estoy?

Sota de Copas: JDJASJDSAJJD qué pesado que es. Otra ronda.

Sota de Oros: Bueno, es que me sabe mal verte ahí triste en un rincón.

Caballo de Espadas: No estoy triste. Bebed sin mí. Simplemente no me apetece. No creo que este sea el mejor lugar para beber. Aunque estemos todos juntos, el bosque aún alberga peligros.

Sota de Oros: Vale, bueno, no te voy a obligar...

Caballo de Bastos: Bueno, pues os voy a contar un día en el que estaba yo en la Capital de Bastos. Fui con unos amigos a una discoteca... Y dijimos todos... Unga unga... Me desc*jonoaba... Jjdjajajs.

Sota de Copas: JDJASSJDSAJDJASJD me desc*jono. Pues una vez estaba en un goukon y dije uuu uuuuu... No pillé, claro asdjjasjdas.

Caballo de Bastos: Yo una vez en una orgía... Uuuu uuuu... Es que me desc*jonaba. No veas las caras de la gente... Empezamos uuu uuuuu...

Sota de Bastos: J*der, tío, que yo también estaba, qué p*ta risa...

Caballo de Bastos: Las p*tas orgías, tío adjasjdjasjdjas...

Sota de Copas: Nunca he ido a una, pero la verdad es que es una cosa que me queda por probar. Me da un poco de cosa eso de que haya minotauros, goblins y tal. Me dan miedo, en lo que a términos de cama se refiere...

Caballo de Bastos: Ah, por eso no te preocupes, en las orgías no suele haber cama asjsajdjasjdasj

Caballo de Copas: Pues menuda incomodidad, la verdad. Una cama da más de sí.

Caballo de Bastos: Depende de la orgía... No suele ser necesaria una superficie blanda. Mis favoritas, de todos modos, son las que se hacen en piscinas. Ahí con el calorcito hay un ambiente de la h*stia... Recuerdo una en la Capital de Bastos... Ufff... Estuvo de p*ta m*dre. ¿Te acuerdas, Sota de Bastos? Aquella en la que un orco te comió la p*lla.

Sota de Bastos: J*der, tío, que no sobreexpongas mi vida.

Caballo de Bastos: Jjsdjadjasjdjasjdjasjdas j*der, es que me sale solo, como aquella vez en la que...

Sota de Bastos: Cállate asjdjasjdjas.

Caballo de Copas: Cambiando de tema... Ojalá ser ese orco...

Sota de Bastos: Eso no es cambiar de tema...

Caballo de Copas: Y, para cambiar más de tema, ¿por qué un orco random sí y yo no?

Caballo de Bastos: Aquellos eran otros tiempos. Antes podía f*rnicar con 50 en una noche. Ahora lleva 3 años en los que ha f*rnicado con un total de 0. En el fondo le admiro, yo no podría...

Sota de Copas: Oye, que se ha acabao la botella.

Caballo de Oros: Normal, os habéis pasado bebiendo. Podíamos haber aprovechado más... Hip...

Sota de Copas: Pero si eres el que más ha bebido sadfsdjfjd.

Caballo de Oros: Cualquier cantidad de Don Perignon es poca para mí.

Sota de Copas: Oye... Tengo una idea... Ya que la botella está vacía... Podemos usarla para algo...

Caballo de Bastos: Creo que entiendo por dónde vas...

Sota de Copas: Podemos jugar... A girar la botella...

Caballo de Espadas: Ñé.

Caballo de Copas: OLEEEE, mi juego favorito, qué ganazas tomaaaaa.

Sota de Bastos: Bueno, conmigo no contéis. Buenas noches.

Se tumba, se tapa con su mantita, mirando en dirección contraria, como si con él no fuera la cosa.

Caballo de Bastos: No se lo tengáis en cuenta, no le gusta el contacto humano.

Sota de Oros: Yo tampoco participo, chicos... Me reservo mi primer beso para cuando conozca a una persona especial u uwu...

Caballo de Espadas se queda pensativo. No le hace ninguna gracia el juego de la botella y está a punto de decir que tampoco participa, hasta que se da cuenta de algo. "¿El juego de la botella? No me gusta nada, y menos con esta gente, pero... También está Sota de Espadas... Hay un sexto de probabilidad de que me toque besar a Sota de Espadas".

Caballo de Espadas: YO SÍ PARTICIPO.

Todos se le quedan mirando.

Sota de Copas: Vale, cuánto ímpetu.

Caballo de Bastos: Así me gusta, cuantos más participemos, mejor.

Caballo de Copas: Pues a mí no me hace ninguna gracia que no participe Sota de Bastos. ¿Ahora qué aliciente tengo yo? En fin, es que flipo.

Sota de Copas: No se puede usar la magia en la botella, eh, que no es como si te fuera a tocar él...

Caballo de Copas: 0,001% de posibilitats, 99'999% de fe.

Caballo de Espadas asiente.

Sota de Copas: En fin, ¿participamos todos menos los que han dicho que no?

Todos asienten.

Sota de Copas: En tal caso, no nos podemos echar atrás nos toque quien nos toque. Y no se puede usar magia en la botella. Esas son las normas. O las tomáis o las dejáis.

A nadie le parece mal.

Sota de Copas: Vale, pues tiro ya, ¿ok?

A nadie le parece mal.

Sota de Copas gira la botella. Después de un buen rato girando, la botella se para. Y apunta ni más ni menos que a Caballo de Oros.

Sota de Copas: La primera en la frente.

Caballo de Copas: PffffjJAJJJajsjajsjajsJJADJJJDJAJDJAJDJAJDA.

Caballo de Oros: ¿Pero qué pasa?

Caballo de Copas: Nada, nada jsjsjsjsj.

Caballo de Oros: ¿Es porque soy feo?

Nadie dice nada.

Sota de Copas: Venga, vamos, Caballo de Oros, que se pase rápido.

Se besan en media milésima de segundo. No parece que a ninguno de los dos les hubiera gustado estar más tiempo.

Sota de Copas: Bueno, pues ya está. Siguiente.

La siguiente en tirar es Sota de Espadas. Caballo de Espadas cruza los dedos mientras la botella gira. "¿Le tocará conmigo? La esperanza es lo último que se pierde... Pero... ¿Qué digo? ¿Qué hago jugando a este juego vulgar solo porque quiero besar a mi prima? ¿En qué me estoy convirtiendo? ¿En qué me he convertido? Me doy asco a mí mismo..." Y mientras piensa, la botella deja de girar. Apunta ni más ni menos que a Caballo de Bastos. Caballo de Espadas no pone muy buena cara.

Caballo de Bastos: Vaya, te ha tocado conmigo.

Sota de Espadas: Eso parece.

Caballo de Espadas: ¿Seguro que nadie ha usado la magia? No me creo este resultado. Aquí ha pasado algo. Pido el VAR.

Sota de Copas: A veces las cosas no salen como queremos, Caballo de Espadas. Asume los resultados y deja de hacer el ridículo, por favor.

Caballo de Espadas: ¡Es que no me lo creo!

Sota de Copas: ¿Y quién ha podido manipular la botella para que le toque a Sota de Espadas con Caballo de Bastos? Si la hubiera manipulado yo lo hubiera hecho para que me tocara a mí...

Caballo de Espadas: Pero... ¿Y si ha sido Caballo de Bastos? La botella la trajo él.

Caballo de Bastos: ¿Y qué interés voy a tener yo en besarme con Sota de Espadas? No tengo ningún interés especial en ella.

Sota de Espadas: Déjalo pasar, Caballo de Espadas, esto es un juego. No sé por qué te pones así.

Caballo de Espadas: Pero...

Y refunfuña y se pone de brazos cruzados. Caballo de Bastos y Sota de Espadas empiezan a morrearse mientras Caballo de Espadas mira de reojo. Caballo de Bastos acaricia la cara de Sota de Espadas de manera sensual. Sota de Espadas se sonroja. La temperatura sube. No se quedan simplemente en un piquito. El beso dura considerablemente y va acompañado de caricias y demás. Caballo de Espadas está rabiando.

Sota de Espadas: Mmmm...

Caballo de Bastos: Nsgh...

Sota de Copas se abanica. Caballo de Espadas empieza a echar espuma por la boca. Detrás de un beso con lengua va otro. La situación no tiene fin, como las vías del ferrocarril, y la cosa empieza a hacerse incómoda.

Caballo de Copas: Bueno, ya está bien.

Con las palabras de Caballo de Copas, Caballo de Espadas y Sota de Espadas se separan lentamente... Todos están mirando con cara de circunstancias.

Sota de Copas: Eeeemmm... ¿No habéis estado mucho rato?

Sota de Espadas: Besas muy bien, Caballo de Bastos.

Caballo de Bastos: Ya jejejejee.

Sota de Espadas: Pero ya está.

Caballo de Bastos: Ya.

Sota de Copas: Siguiente, que le toca tirar a Caballo de Espadas.

Caballo de Espadas está moñeco y no repara en nada de lo que tiene a su alrededor.

Caballo de Copas: Parece que no se da por aludido.

Sota de Copas: Eh, Caballo de Espadas, despierta.

Caballo de Espadas se hace consciente del mundo que le rodea.

Caballo de Espadas: Ah, perdón. Por decir algo.

Sota de Copas: Venga, que te toca tirar y no tenemos hasta mañana.

Caballo de Espadas mira a la botella como pensativo. Como si algo influyera en los resultados más que el simple azar. "Si tiro puede que me toque besar a Sota de Espadas... Tengo que poner todas mis esperanzas en esta botella. Vamos allá. En los siguientes segundos me juego mucho. Probablemente esté en el momento más importante de mi vida", piensa los segundos antes a tirarse en plancha sobre los brazos de la suerte.

La botella gira y gira. "Que sea lo que sea", piensa Caballo de Espadas, aunque en el fondo no quiere que sea lo que sea. Solo le vale un resultado. Hay un sexto de posibilidades de obtenerlo, en su mente es algo muy plausible, pero el azar no está de su parte. Ni ahora ni nunca. La botella frena su danza apuntando, una vez más, hacia Caballo de Bastos.

Caballo de Bastos: Vaya, parece que me toca a mí otra vez.

El mundo se cierne sobre Caballo de Espadas. No se esperaba para nada este resultado. No solo no le había tocado Sota de Espadas, sino que le había tocado ese tipo con el que en esos instantes tenía un cabreo monumental porque acababa de "mancillar" a su prima. No se podía creer que justo le iba a tocar Caballo de Bastos. Pasan unos tensos segundos. Todos miran expectantes a Caballo de Espadas. ¿Qué se le estaría pasando por la cabeza? "¿Este tío? ¿En serio? ¿Me tiene que tocar justo ESTO? Este idiota presuntuoso que se cree que todo el mundo se excita por donde pasa... No lo aguanto. No lo aguanto. No puedo fingir que soy amiguito de un tío que defiende la sexualización del cuerpo humano y se trata a sí mismo como si fuera mercancía al mejor postor. Encima se cree que es algo del otro mundo. No soporto a la gente como él... No lo soporto... Encima... Encima hace un momento... Grrrr... Y no puedo echarme atrás, porque yo mismo he entrado en este juego, no puedo desdecirme de mis palabras. Tengo que afrontar mi destino. Como un caballero".

Caballo de Espadas: Venga. Adelante.

Caballo de Bastos se acerca a Caballo de Espadas lentantamente. Lo primero que hace es posar su cálida mano en su mejilla. Un temblor recorre todo el cuerpo de Caballo de Espadas. Tiene la mano muy suave. Después posa sus labios carnosos sobre los del espadachín. Caballo de Espadas se estremece. "Pero...". Caballo de Espadas se sonroja ante las habilidades lingüísticas de Caballo de Bastos. "¿No besa demasiado bien? Este es mi primer beso... Me sienta mal que tenga que ser con este tío, con lo cabreado que estoy ahora con él..."

Los demás miran expectantes la situación, que se alarga bastante. Sota de Copas vuelve a sacar su abanico para darle uso.

Sota de Copas: Uffff, me estoy hasta excitando.

Caballo de Copas: ¿Cuánto tiempo se piensan estar?

El tiempo pasa y el beso no acaba. "No sé qué hago aquí ni por qué estoy jugando a esto... Solo quería que mi primer beso fuera con Sota de Espadas... Y ahora esto... ¿Pero por qué lo hace tan bien? No lo aguanto... Pero.... Un momento, este tipo ha besado a Sota de Espadas. Acaba de besar a Sota de Espadas. ¿Eso no quiere decir...? ¡¡Un beso indirecto!!" Caballo de Espadas se sonroja. Su energía brota.

Sota de Copas: ¡Ahora Caballo de Espadas empieza a llevar la iniciativa!

Caballo de Copas: Parece que le ha gustado el "gigoló profesional".

"S...Sota de Espadas", piensa Caballo de Espadas mientras besa a Caballo de Bastos, que acaricia su cabello apasionadamente. Caballo de Espadas también acaricia los cabellos rubios y rizados de Caballo de Bastos como si fueran los cabellos rubios y rizados de Sota de Espadas.

Caballo de Copas: Esto me está empezando a dar mucha grima. No sé por qué.

Después de un buen rato, Caballo de Espadas y Caballo de Bastos se separan.

Sota de Espadas: Parece que os lo habéis pasado bien.

Caballo de Espadas se sonroja, a la vez que recuerda que aquello simplemente ha sido un "beso indirecto" y se decepciona.

Caballo de Bastos: Inexperto, pero intenso. Me ha gustado, Caballo de Espadas.

"Tu p*ta madre", piensa Caballo de Espadas. "Un beso indirecto, al fin y al cabo, no es un beso de verdad. Además, ¿qué se supone que estaba haciendo? ¿De verdad estaba teniendo pensamientos impuros con Sota de Espadas? Definitivamente soy un degenerado... No puedo mirarla a la cara. Soy lo peor". Caballo de Espadas no dice nada más. Se forma un silencio. Hasta que alguien decide continuar con el juego.

Caballo de Copas: En fin, tendré que tirar, que ya me toca.

Caballo de Copas coge la botella, con mucha parsimonia, mientras piensa en sus cosas. "En fin, desde que sé que no participan ni mi hombre Sota de Bastos ni el Cayetano guapo no sé cuál de todos me apetece menos que me toque".

La botella gira y le toca ni más ni menos que con Sota de Espadas. No pone buena cara. Sota de Espadas tampoco es que ponga muy buena cara. Caballo de Espadas rabia.

El beso de Caballo de Copas y Sota de Espadas no dura ni dos milésimas de segundo.

Caballo de Copas: Hasta más ver.

Caballo de Espadas: Grrrr grrrr...

Caballo de Copas: Tranquilo, que yo no tenía ningún interés en besar a tu querida prima. Y parece que ella tampoco lo tenía en besarme a mí. Puedes estar tranquilo.

Caballo de Espadas no dice nada. "¿Quién me creo yo para juzgar? He tenido pensamientos impuros con Sota de Espadas mientras me besaba con un gigoló".

Caballo de Bastos: Me toca a mí.

"Que no le toque conmigo otra vez", piensa Caballo de Espadas. Y, en efecto, no le toca con él, Le toca con Sota de Copas, que se alegra mucho de que le haya tocado con Caballo de Bastos.

Sota de Copas: ¡Bien! ¡Por fin me toca a mí vivir la experiencia que tanto le gusta a todo el mundo!

Sin mediar más palabra, Sota de Copas y Caballo de Bastos se abalanzan el uno sobre el otro impulsivamente, sin más miramientos. Se empiezan a besar de manera apasionada, mientras se soban todo lo que se pueden sobar.

Caballo de Copas: ¿¿¿Pero??? ¿¿PERDONA??

Sota de Copas: Mmmmmmmmmm...

Caballo de Bastos: Hmmmhhmmmm...

Después de un buen rato liándose intensamente, Caballo de Copas los separa.

Caballo de Copas: ¡Te va a pegar la mononucleosis!

Sota de Copas: ¿Pero qué dices? ¡Déjame disfrutar de la vida!

Caballo de Bastos: Eso digo yo, déjala disfrutar de la vida, hombre.

Caballo de Copas: ¿Disfrutar de la vida? Tienes un concepto muy alto de ti mismo.

Sota de Copas: Tranquilo, madre mía, ni que fuera tu hija. No me mandas.

Caballo de Copas: Me preocupo por tu salud. Este tío se morrea con cualquiera. Es un foco de mononucleosis y demás cosas. Yo no metería mi lengua en su boca.

Caballo de Bastos: No tengo mononucleosis. No difames. Que parece que no sabes hacer otra cosa que difamar.

Caballo de Copas: ¿¿¿Yooooo??? ¿Difamar? Perdona, pero yo digo MI VERDAD.

Sota de Bastos: Me habéis despertado, h*jop*tas. ¿Qué c*ño pasa?

Caballo de Bastos: Nada por lo que debas preocuparte, Sota de Bastos.

Caballo de Copas: Tu amigo, que va por ahí morreando a cualquiera y algún día va a ocurrir una desgracia.

Sota de Bastos: ¿Qué c*jones? Métete en tu vida y deja de juzgar a la gente, j*der.

Caballo de Copas: Pero.

Sota de Copas: Ya le has oído, porque parece que a mí no me haces caso. Menudo aguafiestas.

Caballo de Copas: Sí, amo, u uwu... Seré bueno, si tú me lo ordenas, goof goof.

Sota de Bastos: J*der, qué p*ta grima.

Se vuelve a dar la vuelta y se tapa más con la manta.

Sota de Copas: En fin, pues el único que queda por tirar es Caballo de Oros.

Caballo de Oros: S...sí. Qué ganas, o algo.

Caballo de Oros no tenía muchas ganas de jugar a la botella, o, más bien, no le hacía especial ilusión. Siempre hacía muchas cosas para integrarse, para ser uno más en el grupo, aunque en verdad no le apetecieran. Toda una vida haciendo lo mismo había llevado a que se acostumbrase a ello y se apuntara a los planes así, sin más. Así había logrado mantener entre las juventudes del Castillo Real del Reino de Oros la reputación de "tío enrollado" y "fiestero". A pesar de su aspecto se había convertido en alguien ligeramente popular, aunque a costa de seguir siempre a los más populares de la nobleza de la Capital, y en un habitual de las fiestas de la jet set cayetana de Oros.

Caballo de Oros impulsa la botella y esta empieza a girar. Y gira y gira sin parar, hasta que, por lógica, acaba parando. Y apunta hacia Caballo de Copas.

Caballo de Copas: Qué cruz, me toca con el feíto.

Pero Caballo de Copas no es el único que está descontento con el resultado.

Caballo de Oros: ¿Puedo tirar otra vez? Es que me niego a que me toque besarme con un tío. O sea, eeem, soy hetero.

Todos: ???

Caballo de Oros: Es que no me quiero besar con un tío. Iugh.

Sota de Copas: Las reglas son las reglas, ya avisé al principio. Si te apuntabas al juego te apuntabas y te tenías que besar con quien te tocara.

Caballo de Copas: Por mí le podemos perdonar, eh.

Caballo de Bastos: Pero el juego es el juego. Si no quería besar a un tío, que no hubiera jugado.

Caballo de Oros: No lo pensé en su momento... Me retiro...

Caballo de Copas: ¿Perdona? Ni que quisiera yo besarte a ti, ¿sabes? No te j*de el feo... Además es que no sé qué está diciendo ahora de no homo el pavo este. Si te liaste con Caballo de Bastos. Y te vimos todos en la cueva.

Caballo de Oros se sonroja.

Caballo de Oros: Ya, pero es que soy viersexual. Soy heterosexual que se siente atraído por otros hombres, pero solo los viernes.

Caballo de Copas: ¿Pero qué c*ño es eso? Por favor...

Caballo de Espadas: Caballo de Oros, ¿qué te cuesta darle un pico y ya? Yo también soy hetero y me he besado, muy a mi pesar, con Caballo de Bastos.

Sota de Copas: Bueno, eso de muy a tu pesar...

Caballo de Espadas: Lo que quiero decir es que esto es un juego y nada más. Y así es como tienes que tomártelo. No tienes que verlo como algo más allá. Un verdadero caballero no tiene la masculinidad frágil. Y jugar a la botella y que te toque con un tío pues no tiene por qué ser un ataque a tu masculinidad, Caballo de Oros.

Caballo de Copas: Además, el que debería no querer jugar ahora SOY YO. ¿Por qué tiene que quejarse este FEO de tener que besarme A MÍ y no yo de tener que besarle A ÉL? O sea, como si yo tuviera ganas de besar a un feo como ese. Es que vamos. No sé quién se habrá creído. Debería estar besando por donde paso.

Caballo de Espadas: Tampoco hace falta meterse con el aspecto. No lo tolero. Mírate al espejo dos veces antes de hacer bodyshaming.

Caballo de Bastos: ¿Eso no es bodyshaming?

Caballo de Espadas: ¿El qué?

Caballo de Bastos: Lo que acabas de hacer... Lo de que se mire en el espejo...

Caballo de Espadas: No era mi intención, qué manía con meter mierda para dejarme mal. En fin, lo que quiero decir es que esto es un juego sin más implicación.

Caballo de Oros: O sea, qué pesados que sois. Es que tampoco me podéis obligar.

Caballo de Copas: No, ni a mí, faltaría más. Pero vamos, que si lo sé me retiro yo, no te j*de. Así cualquiera. Me retiro para no besar a este feo. Soy anti feos.

Sota de Copas: Venga, dejad de pelear y un piquito y a la cama.

Después de mucho mirarse sin ninguna palabra, mientras Sota de Copas jaleaba para que participaran, Caballo de Oros se levanta y besa a Caballo de Copas en media milésima de segundo. Acto seguido se tumba en un rincón, se tapa con su minimantita, mira hacia otro lado y se sonroja. "Encima me llama feo", piensa.

Sota de Copas: Bueno, pues ya hemos acabado. En fin, ya se ha hecho tarde. Deberíamos dormir un rato.

Parece que todos están de acuerdo. Se van a dormir después de tanto trote y hasta mañana, que sería un nuevo día.

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