Capítulo 10: El Lamento de la Envidia.

Tras la niebla y la confusión, todo se vuelve más claro para Caballo de Oros, que empieza a ver su alrededor más inmediato.

Caballo de Oros: ¿Hola? ¿Alguien? ¿Sota de Oros?

Una silueta rodeada de niebla puede ser percibida a pocos metros de él. La silueta parece estar tan perdida como él.

Sota de Oros: O sea, ¿hay alguien? ¿Caballo de Oros? ¿Caballo de Espadas? ¿Dónde estáis, amiguitos?

Caballo de Oros reconoce la voz de la silueta enseguida y se acerca a él.

Caballo de Oros: Estoy aquí, Sota de Oros. Gracias por preocuparte por mí.

Sota de Oros: ¡¡Caballo de Oros!! Menos mal que estás bien. Estaba muy preocupado... Llevo un rato dando vueltas y no veo a nadie.

Caballo de Oros: Ya lo veo...

Sota de Oros: Tenemos que buscar a los demás... ¿Y si les ha pasado algo?

Caballo de Oros: ...

Sota de Oros: ¡¡Caballo de Espadas!! ¡Escúchame, amigo! No puede estar muy lejos, iba con él cuando empezó la niebla, o sea.

Caballo de Oros: ...

Sota de Oros: ¡¡¡Eooooo!!! ¡¡¡Venga, Caballo de Espadas, mamandurrias, tienes que seguir contándome tus historias super ultra hiper curseadísimas sobre tu primacrush!!! ¡¡¡Caballo de Espadas!!!

Caballo de Oros: Caballo de Espadas, Caballo de Espadas, Caballo de Espadas... Parece que sólo te preocupas por Caballo de Espadas.

Sota de Oros: ¿¿¿???

Caballo de Oros: Últimamente pasas mucho tiempo con Caballo de Espadas. Hablas tanto con Caballo de Espadas que ya te has olvidado de mí. O por lo menos eso parece. Y pensar que en algún momento fuimos inseparables. Ahora sólo tienes ojos para él. Hay que ver cómo cambia la gente cuando encuentra a alguien mejor y más guay y más molón.

Sota de Oros: ¿Pero...? O sea... ¿Qué dices? Tú sigues siendo mi amigo. Eso son imaginaciones tuyas. Si paso tiempo con Caballo de Espadas es porque así se han dado los acontecimientos, pero, o sea... Caballo de Oros... Yo no te sustituiría por nadie... Vaya cosas que dices, jopetas.

Caballo de Oros: Ya... Eso dices siempre. Está claro que yo sólo soy tu pasatiempo. Estoy ahí para cuando te aburres. Para cuando estás solo y no tienes a nadie más. Claro. Cuando encuentras a alguien que te gusta más ya no te sirvo para nada.

Sota de Oros: ¿Pero qué es esto? Jopetas, Caballo de Oros, no te estoy sustituyendo por nadie. ¿Desde hace cuánto nos conocemos? Prácticamente desde que éramos niños. Y ahora me vienes con estas. Jopetas... Que eres mi mejor amigo y lo sabes.

Caballo de Oros: ¿Y por qué sólo te preocupas por ese que acabas de conocer?

Sota de Oros: ¿Sólo? Me preocupo por él y me preocupo por ti. Puedo tener otros amigos aparte de ti. ¿O es que ahora te molesta que tenga más amigos?

Caballo de Oros: Sabes bien lo que te molesta.

Sota de Oros: Mira, déjalo.

Y se da la vuelta y sigue andando.

Caballo de Oros: ¿A dónde crees que vas?

Sota de Oros: A buscar a los demás.

Caballo de Oros: Vale. Pues ve tu solo. Ve tu solo con tu nuevo amiguito.

Sota de Oros: Mira, o sea, no seas crío. ¿Te quieres quedar aquí? ¿Vas a montar una rabieta?

Caballo de Oros: Quizás me tendría que quedar aquí. Total, sólo soy una carga para ti.

"No me quiero quedar aquí. Me quiero ir contigo a casa. A la Capital de Oros. A jugar al polo. A beber Don Perignon. Como en los viejos tiempos".

Sota de Oros: ¿Pero qué cachiporras estás diciendo, Caballo de Espadas?

Caballo de Oros: Si me quedo aquí, ¿en qué lo vas a notar? No me echarás mucho de menos.

"No me quiero quedar aquí".

Sota de Oros: Es que estoy flipando con todo lo que estás diciendo. Vale, entonces, si tú te quedas aquí, yo también. ¿Eso es lo que quieres?

Caballo de Oros: Vete. No me necesitas para nada.

"No te vayas".

Sota de Oros se sienta en el suelo.

Sota de Oros: Aquí me quedo hasta que dejes de decir tonterías.

Caballo de Oros: Haz lo que quieras. No pienses que me vas a engañar. En el fondo estás deseando irte con tu Caballo de Espadas y perderme de vista.

"Pero... Te vas a manchar los pantalones de Gucci Gabanna... Por mí..."

Sota de Oros: ...

Caballo de Oros: Márchate...

Sota de Oros: No quiero.

Caballo de Oros: Que te vayas con tu nuevo amiguito.


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Caballo de Espadas y Sota de Copas están exhaustos en el suelo después de su batalla con el Lamento de la Desolación cuando Sota de Espadas aparece en escena, preocupada.

Sota de Espadas: Aquí estáis. Menos mal que estáis bien.

Caballo de Espadas: ¡Sota de Espadas! Estaba muy preocupado...

Sota de Espadas: No tienes por qué estarlo. Sabes que estaré bien.

Caballo de Espadas: Aun así... Cada segundo que paso sin ti... Es como si fuera una eternidad.

Sota de Espadas: ...

Sota de Copas: Pffffffsjjsjdsjajdsaj...

Caballo de Espadas mira mal.

Sota de Espadas: Lo importante es que vosotros estéis bien... Estáis bien, ¿no?

Caballo de Espadas: Sí. Hemos tenido nuestros problemillas, pero al final no ha sido nada.

Sota de Copas: Sí. No fue nada...

Sota de Espadas: Tienes mala cara, Sota de Copas...

Caballo de Espadas: Estás pálida.

Sota de Copas: ¿Sí? Será porque me di un golpe en la espalda, pero no fue nada jeje.

Sota de Espadas: ¿Qué pasó? ¿Te diste un golpe en la espalda? ¿Estás bien?

Caballo de Espadas: Nos enfrentamos a...

Sota de Copas: No fue nada. Simplemente me tropecé y caí mal.

Sota de Espadas: Menos mal. ¿Qué estabas diciendo, Caballo de Espadas?

Caballo de Espadas mira a Sota de Copas.

Caballo de Espadas: Nada. Habrás oído mal.

Sota de Copas: Un momento...

Se queda mirando hacia la nada. Los demás se quedan callados.

Sota de Copas: Percibo una gran fuente de energía negativa.

Caballo de Espadas: ¿Otra vez con lo mismo?

Sota de Copas: Pero no me refiero a la tuya... Es una más grande...

Sota de Espadas: Pero... ¿Cómo?

Sota de Copas: Es por ahí... Es cada vez más grande...

Caballo de Espadas: ¿Deberíamos ir?

Sota de Espadas: Probablemente uno de ellos esté en peligro. Este sitio es peligroso.

Sota de Copas: En este bosque hay mucho espíritu maligno. Me espero lo peor. Por la densidad de la energía... Diría que se está produciendo una posesión.

Cuando dice la palabra "posesión" se producen rayos y truenos, para darle un toque más de dramatismo y tensión a la situación, porque era muy necesario. Los tres miran a la inmensidad del bosque, hacia donde proviene toda la energía negativa en cuestión. Era el momento de enfrentarse a algo grande.


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En otra parte...

Sota de Oros: ¿Ya has reflexionado y has pensado mejor las cosas?

Caballo de Oros: ¿El que me has cambiado por otro más carismático, más gracioso, más guay y más guapo?

Sota de Oros: ¿Pero qué estás diciendo? No haces más que decir tonterías.

Caballo de Oros: Al final te darás cuenta de que el que estaba a tu lado era yo. Y no el primero que te encuentras y que te cae bien. No todos son tus amigos.

Sota de Oros: Qué pesado, chico, qué pesado. Pues claro que sé que no todos son mis amigos. ¿O es que has visto que tuviera muchos amigos hasta ahora? Déjame ser feliz con el hecho de que alguien me hable...

Caballo de Oros: ¿Es que no te es suficiente conmigo?

Sota de Oros: ¿Pero qué estás diciendo? No es cuestión de ser suficiente o no ser suficiente. Es que que seas mi amigo y te quiera mucho no quiere decir que no pueda tener más amigos, o sea, ¿tú te estás escuchando? Estoy teniendo que oír unas palabras de tu boca que, o sea, es que de verdad, ya no sé qué pensar de ti...

Y mira hacia abajo.

Sota de Oros: Siento que me estás decepcionando, Caballo de Oros...

Caballo de Oros: Pues vete. Déjame aquí. Vete con Caballo de Espadas.

"No te vayas".

Caballo de Oros: No quiero volver a verte. Si eso es lo que piensas de mí... Ya está todo dicho. Vete de aquí y olvídame para siempre.

"No te vayas. No quiero que me olvides".

Caballo de Oros: Siempre supe que fui un pasatiempo para ti. Solo me quieres para hablar cuando te aburres o estás solo. Siempre me has visto como un ser inferior a ti... No sé cómo pude pensar que en algún momento me mirarías como a un igual...

Sota de Oros: ¿Qué estás diciendo? Sabes de sobra que has sido como un hermano para mí.

Caballo de Oros: ¿Como un hermano para ti? No me hagas reír. Siempre me miraste por encima del hombro. Y estabas buscando la primera oportunidad para darme la patada...

Sota de Oros: Ya basta...


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Sota de Copas: Hay mucha niebla...

Sota de Espadas: Es un ambiente muy pesado.

Sota de Copas: Estamos justo al lado... La energía es cada vez más fuerte. Tenemos que cruzar esta niebla...

Cruzan la espesa niebla, que hace difícil abrirse camino. Llegan a una zona despejada y se encuentran con Sota de Oros y Caballo de Oros discutiendo. Caballo de Oros se gira con total cara de ira. Su expresión es spooky.

Caballo de Oros: ¡¡¡¡Tú!!!!

Sota de Copas: ???

Sota de Espadas: ???

Caballo de Espadas: ???

Caballo de Oros se dirige a Caballo de Espadas.

Caballo de Oros: Tú... No hagas como si no me has visto... Sabes muy bien que me refiero a ti.

Caballo de Espadas: ¿Yo? ¿Perdona? ¿Hemos hablado alguna vez?

Sota de Oros: Déjale, Caballo de Oros, él no tiene nada que ver contigo. Lo que tengas que decir, dímelo a mí...

Pero Caballo de Oros no tiene oídos para Sota de Oros. Sota de Copas saca su bolsa de palomitas medievales.

Sota de Copas: Esto se pone interesante.

Y se gira a Sota de Espadas.

Sota de Copas: ¿Quieres?

Sota de Espadas: Vale.

Caballo de Espadas: Pero... Un momento, ¿por qué vienes a por mí? ¿Qué te he hecho? Y con esa cara.

Caballo de Oros pasa de tener cara de odio a tener cara de odio plus.

Caballo de Oros: ¿A qué viene eso de "con esa cara"? ¿Me estás llamando feo? ¿Me estás llamando feo en mi cara? Encima te lo tienes creído... Te vas a enterar...

Caballo de Espadas: No... No era por eso, pero ahora que lo dices...

Caballo de Oros: Tú... Bastardo...

Y saca su daga.

Sota de Oros: ¡Caballo de Oros! ¿Qué haces? ¿Se te ha ido la cabeza?

Caballo de Oros: Es o él o yo. No puedo perdonar esta ofensa. O la simple ofensa de su existencia.

Caballo de Espadas: ¿La simple ofensa de mi existencia? En esto tengo que darte la razón... Mi existencia es una ofensa hasta para mí mismo. A veces preferiría estar muerto a vivir una vida de despecho y desolación. A saber que jamás seré aceptado por quien quiero que me acepte. Pero, ¿qué sabrás tú? Dime, ¿alguna vez has sentido la más profunda desesperación en el fondo de tu alma? Una desesperación que se mete por tus huesos y enfría todo tu cuerpo hasta que dejas de sentir... Sólo sientes la soledad, el llanto de tu alma que no quiere aferrarse más a una desdichada vida sin ningún ápice de esperanza...

Caballo de Oros: ¿Y se puede saber a qué viene toda esta palabrería barata? ¿Es que no sabes hacer otra cosa que hablar? Saca tu espada y lucha. Lucha hasta que sólo quede uno de los dos.

Caballo de Espadas: No lucho si no es por el honor de mi Reino. Lo siento. No es mi momento de luchar.

Caballo de Oros: ¡Entonces muere!

Sota de Oros: ¡¡¡¡Caballo de Oros!!!! ¡¡¡No lo hagas!!!

Caballo de Oros se abalanza sobre Caballo de Espadas, pero Sota de Oros se interpone entre ambos. La daga está a punto de alcanzarlo.

Sota de Copas: Esto ya se empieza a hacer aburrido, ¿no?

Sota de Copas abre la palma de su mano y apunta a todo el meollo.

Sota de Copas: Purificar.

Un rayo de luz emana de la mano de Sota de Copas. Se produce un destello cegador en Caballo de Oros. Es tal la luz que se había formado que los allí presentes tienen que cerrar los ojos.

Sota de Oros: ¿Qué está pasando? Esta luz...

Caballo de Espadas se lleva el brazo a los ojos. Le está dando toda la luz de lleno.

Sota de Espadas: ¿Qué es esto? ¿Lo has hecho tú, Sota de Copas?

Caballo de Oros: AAAAAAAARGHHHHHHHHHHH...

La luz empieza a brotar por los ojos y la boca de Caballo de Oros. A continuación, una presencia maligna emana de su interior.

Presencia maligna: ¿Quién ha sido? ¿Quién me ha sacado de mi huésped?

Sota de Copas: Qué pesado. ¿Todavía no te mueres?

Presencia maligna: Así que has sido tú... Tienes que tener un poder mágico considerable... Tanto como para exorcizarme a mí, el Lamento de la Envidia. Te felicito.

Sota de Copas: Gracias. Pero no ha sido para tanto. Sólo soy una pobre turista aficionada a la magia...

Lamento de la Envidia: Ya... Lo que tú digas. ¿Te parece bonito quitarme la diversión de hoy? Estaba a punto de llevarme un alma por delante. Yo que pensaba que solamente me iba a quedar con el alma de este pobre chico envidioso... Casi me llevo un 2x1 y tú me lo has negado. ¿Ahora cómo me lo vas a compensar? Espero que me des tu alma a cambio.

Sota de Copas: Lo siento, pero no. ¿Qué pensabas hacer con el alma de Caballo de Espadas? Es un alma corrompida. Tiene hasta que saber mal.

Caballo de Espadas: Oye.

Lamento de la Envidia: Tiene incluso una mayor energía negativa que ese al que me iba a comer yo mmmmm...

Caballo de Oros está inconsciente en el suelo.

Lamento de Envidia: Y, por lo que puedo percibir, también es un envidioso. Lástima que encontrase antes a ese de ahí. Todos tenemos sentimientos de envidia en nuestro interior. Y yo me alimento de ellos. Probablemente, tú también envidies a mucha gente, muchacha.

Sota de Copas: No te lo niego. Pero esta conversación me empieza a aburrir un poco.

Lamento de Envidia: Lo Lamento.

Sota de Copas: ¿Sabes? Hace un rato estuvimos con el Lamento de la Desolación. A su lado eres un pobre infeliz. Puedes ir a pagar tus frustraciones con los otros lamentos, frente a los que eres un mediocre, y dejarnos en paz.

Sota de Espadas: ¿Estuvisteis con el Lamento de la Desolación?

Sota de Copas: Sí, y lo derrotó Caballo de Espadas.

"¿Qué?", piensa Caballo de Espadas. Al segundo se da cuenta de que Sota de Copas no quiere desvelar que tiene el poder suficiente para derrotar a uno de los Lamentos.

Caballo de Espadas: Sí. Derroté al Lamento de la Desolación.

Lamento de la Envidia: ¿Tú? ¿Cómo es eso posible? Eres un simple humano.

Caballo de Espadas: Me subestimas. Subestimas el poder de la desolación que alberga mi alma. Pero si quieres probarlo, adelante. Te espero aquí con la cara destapada.

Lamento de la Envidia hace una pausa.

Lamento de la Envidia: No te creo.

Sota de Copas: Te está diciendo la verdad. Puedes ir al Árbol del Lamento de la Desesperación para comprobarlo. Verás que el árbol no está allí. Cuando vuelvas, toma la decisión que quieras.

Lamento de la Envidia: No te creo. ¿El Lamento de la Desolación? Es el Lamento más poderoso de este bosque...

Sota de Copas: Ve a comprobarlo. Si está allí, venid ambos. Si no está, tienes dos opciones: volver aquí o no hacerlo. En tus manos está.

"Venid ambos, me dice. Esta tipa no tiene ni idea de que el Lamento de la Desolación es un árbol que no se puede mover. Claramente está dando palos de ciego para ganar tiempo. Claramente no lo ha derrotado".

Lamento de la Envidia: Está bien. Iré. Iré pero volveré solo. No necesito la ayuda de nadie. Yo me basto por mí mismo.

La presencia tenebrosa se desaparece entre la niebla. En el claro quedan Sota de Copas, Caballo de Espadas, Sota de Espadas, Sota de Oros, y Caballo de Oros inconsciente...

Sota de Copas: Bueno, pues ya podemos irnos.

Sota de Oros: ¿Piensas engañarlo e irte sin más? Es un espíritu maligno, nos va a pillar aunque nos vayamos de aquí. Mientras estemos en este bosque...

Sota de Copas: No te preocupes. No va a volver.

Sota de Oros: ¿Cómo lo sabes?

Sota de Copas: No creo que se atreva. Este espíritu es un poco cobarde. Sólo ha atacado cuando estaba poseyendo el cuerpo de Sota de Oros. No ataca por sí mismo. No se pone en peligro a sí mismo. Cuando vea que el Lamento de la Desolación no está, no se atreverá a venir por nosotros.

Sota de Espadas: Caballo de Espadas... ¿Tú has derrotado al Lamento de la Desolación?

Caballo de Espadas: ...Sí... Supongo.

Sota de Espadas sonríe.

Sota de Espadas: Enhorabuena.

Caballo de Espadas se sonroja.

Caballo de Oros abre los ojos.

Caballo de Oros: ¿Dónde estoy?

Sota de Oros: ¿Estás bien? Estuve preocupado por ti.

Caballo de Oros: Lo siento, Sota de Oros... He hecho que te preocupes por mí... Y no te tenía que haber dicho esas cosas...

Sota de Oros: No te preocupes, o sea, estabas poseído. No era tu culpa.

Caballo de Oros: No... Te equivocas... El espíritu se valió de sentimientos que estaban ocultos en el fondo de mi corazón... Muchas cosas no las sentía así... Pero otras... En el fondo... No eran mentira del todo.

Sota de Oros: Entonces lo siento yo... Tal vez no me preocupé por ti en los momentos en los que lo necesitabas...

Caballo de Oros: No eres tú quien se tiene que disculpar. Lo que he hecho no tiene disculpa.

Sota de Oros empieza a llorar.

Sota de Oros: No vuelvas a pensar todo eso, porque no es verdad.

Y le da un abrazo.

Caballo de Oros llora.

Todos lloran.

Sota de Copas: No sé por qué estoy llorando.

Caballo de Espadas: Yo lloro... Lloro por la soledad de mi alma. Cada segundo que pasa mi alma se va despedazando y va dejando allá por donde pasa los pedazos de un sueño que no pudo ser cumplido. La desdicha de un corazón que jamás será amado. La desdicha de un alma vacía. De un alma sin rumbo...

Sota de Copas: ???

Sota de Espadas: ???

Caballo de Espadas sigue llorando y dramando a lo suyo, mientras Caballo de Oros y Sota de Oros lloran y se abrazan. Sota de Espadas se acerca a Sota de Copas.

Sota de Espadas: ¿Qué fue eso de "purificar"?

Sota de Copas: ...

Sota de Espadas: Antes. Cuando salió el Lamento del cuerpo de Caballo de Oros. Dijiste "purificar". Y acto seguido se produjo toda la luz. Después el Lamento de la Envidia te habló a ti.

Sota de Copas: Ah, sí, bueno... Es magia de principiante. Ya sabes, en el Reino de Copas el 95% de la población tiene poder mágico innato. Provenimos de generaciones y generaciones de magos. Es normal que todos sepamos algo de magia. Los hijos de los magos heredamos poder mágico. Unos más y otros menos, pero todos solemos sacar algo, salvo el 5% de la población que no tiene suerte.

Sota de Espadas: ¿Y con magia de principiante puedes exorcizar un espíritu mayor? No entiendo de magia y de espíritus, pero me ha parecido demasiado.

Caballo de Espadas deja de lamentar su soledad y escucha lo que están diciendo. "No has usado todo tu poder, ¿verdad? Simplemente lo has sacado de su cuerpo. No lo has destruido para que no sospechen. Perfectamente, con tu poder podías haberlo destruido con facilidad... En su lugar, has preferido arriesgarte para no quedar al descubierto...", piensa.

Sota de Copas: Ya he dicho. Es magia de principiante. El resto ha sido todo palabrería para engañarlo.

"Y es verdad. Bueno, quizás no tanto lo de principiante, pero esta gente no debería saber nada de eso...", piensa.

Sota de Espadas: No sé, yo pensaba que la magia de principiante era... No sé, leer las manos, los posos de té, curar alguna heridita pequeña... Cosas pequeñas. Un Lamento es un espíritu mayor. Tú misma lo dijiste.

Sota de Copas: Simplemente lo saqué de un cuerpo débil... A lo mejor mi magia no es tan de principiante. Puede ser. Pero tampoco es gran cosa. Te lo aseguro.

"Ya vi que te gusta mentir, Sota de Copas. Me pregunto si no sentirá ningún remordimiento al mentir tan directa y tan alegremente", piensa Caballo de Espadas.

"Puedo leer tu mente, Caballo de Espadas. Yo seré una mentirosa, pero tú me estás encubriendo, y ante tu amada primita, así que no sé quién es peor aquí", piensa Sota de Copas.

"Ahora usas la telepatía... Esto sí que no me lo esperaba. En fin, recuerda que conozco tus mentiras", piensa Caballo de Espadas, formando una especie de intercomunicación mental de última generación.

"¿Me estás amenazando? Qué atrevido", responde Sota de Copas.

Sota de Espadas: ¿Hola? ¿Hola?

Sota de Copas: ¿Eh?

Sota de Espadas: Estábamos hablando y, de repente, os habéis puesto a miraros los dos sin decir nada. Y no me has respondido a lo que te estaba diciendo.

Además de haberse quedado un buen rato mirándose sin decir nada, las caras de Sota de Copas y Caballo de Espadas daban miedo, por lo menos para cualquier persona que no tuviera ni idea de que se estaba produciendo una conversación telepática.

Sota de Copas: Perdón... ¿Qué me estabas diciendo?

Sota de Espadas: Que no sé, que me parece un poco raro lo que has hecho. Era como un gran poder. Esa luz... Era demasiado... Tu actitud despreocupada... Como si todo lo tuvieras bajo control... Hay cosas que me descolocan mucho.

Sota de Copas: Creo que este no es el momento de hablar de eso.

"¿Cuándo es el momento?", piensa Caballo de Espadas.

"Cállate", piensa Sota de Copas.

Sota de Espadas: ¿Cuándo es el momento?

Caballo de Espadas asiente.

Sota de Copas: Ahora mismo estamos en peligro. Este bosque es peligroso. Cuando salgamos de aquí, te aseguro que recibirás una respuesta.

"Supongo que será otra mentira...", piensa Caballo de Espadas.

"¿Y por qué no le dices tú la verdad? Aunque supongo que no la conoces toda. Tampoco es que tengas una gran información", le responde telepáticamente Sota de Copas.

Sota de Espadas: Otra vez os estáis mirando con esa cara...

Sota de Copas: Perdona... Me es molesta su presencia...

Sota de Espadas tiene cara de mosqueo. No dice nada más.

Sota de Copas: Bueno, tendremos que ir avanzando... No querremos que se nos haga de noche mientras estemos aquí dentro... Además, allí enfrente hay un cartel.

Un cartel rodeado de niebla, que tiene pinta de llevar allí tiempo, se deja ver a la lejanía. El cartel es de color rosa y está rodeado por dibujos de corazones rojos.

Caballo de Oros: Los colores no combinan.

El cartel tiene la misteriosa indicación: "Lamento de la Lujuria. Te chupa el alma y lo que no es el alma. Por ahí -> -> ->". Un poco más adelante hay flechas en forma de corazón indicando un misterioso camino.

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