Tiempo de recordar
La puerta del salón se abrió, logrando que todos los alumnos se apresuraran a tomar sus respectivos lugares. Después de los saludos correspondientes el profesor comenzó su clase igual que desde algunos años atrás, cuando empezó a trabajar en la misma escuela de donde se había graduado.
Dentro de la institución su clase era muy recordada por el cuerpo decente. Algunos los recordaban con admiración y otros con aprensión, que semejante escandalo fuese llevado a cabo en su clase manchaba un poco la reputación de la escuela, pero las calificaciones que habían logrado no se dejaban de lado.
Muchas cosas habían cambiado después de ese largo año lleno de experiencias y emociones, tantas cosas. Los años pasaron luego de que lograran asesinar a su maestro y tomaran cada uno caminos diferentes. Sin embargo, cuando salía de aquella escuela y veía la cima de la montaña contigua, no podía evitar que una profunda nostalgia lo embargara.
Él siguió lo que tenía planeado, ser un profesor. No le costó demasiado gracias a las enseñanzas de Koro-sensei. Sus alumnos lo escuchaban y aprendían fácilmente sin importar la dificultad del tema, él les daba toda su atención, era carismático y servicial. Por ello era uno de los maestros más queridos y populares de Kunugigaoka. Por eso y su, bueno, su aspecto.
Un día, al terminar las clases un pequeño grupo de alumnas se le acerco con la excusa de no entender una parte la tarea para poder preguntar eso que les interesaba tanto saber.
—Ne, Shiota-sensei— preguntó una chica de cabello rubio y lentes guardando su cuaderno y mirando a sus compañeras en busca de apoyo. — Nos estábamos preguntando, bueno, usted sabe, por qué...
— ¡Por qué está siempre peinado con coletas siendo un hombre adulto!— terminó la chica que se encontraba a su lado, de cabello corto oscuro y de ojos azules y recibiendo un codazo de la primera y una mirada de espanto de las demás.
Por su parte, Nagisa soltó una pequeña risa, no era la primera vez que lo preguntaban y no sería la última. Antes de que respondiera, otra de las chicas se le adelantó para tratar de arreglar la metedura de pata de su amiga.
—N-no queremos que se sienta incomodo ni nada, pero nos gustaría saber la razón pues nos resulta extraño su peinado, para ser un profesor... Q-quiero decir, no es como si le quedara mal, es muy apuesto y mucha chicas piensan eso, pero... pero...
Tratando de contener la risa y el sonrojo creciente, Nagisa levanto una mano delante de la cara de la chica indicándole que parara.
—Está bien, no tengo problema con decírselos— dijo con una sonrisa, logrando que sus estudiantes se sonrojaran. —Para mí, este peinado significa mucho, pues es el regalo de una muy preciada persona.
— ¿Pero qué tipo de persona regala un peinado?— preguntó la chica de cabello corto con el ceño fruncido. E ignorando las miradas molestas de sus compañeras añadió en un tono más suave— ¿y por qué es tan importante para usted, Sensei? —Nunca le habían preguntado eso.
Llevando una mano a su cabello respondió: — Ella era... tan alegre, siempre con una sonrisa, nunca se rendía. Era tan fuerte, y pasó por tanto dolor, que superó siempre concentrándose en sus objetivos. Era una gran actriz, una hermana, una compañera y una amiga. Mi amiga. —En ese punto de su discurso las lágrimas empañaban su mirada azul y su sonrisa detonaba una tristeza enorme— Y era la chica que amaba. La amaba y no me di cuenta sino hasta que fue demasiado tarde. Cuando se fue intente cortarlo, pero sentía que arrancaba una parte importante de mi vida. Es estúpido, ¿no?...
Las chicas quedaron mudas ante la declaración de Nagisa-sensei, todas ellas lloraban con él y se arrepentían por haber preguntado algo tan personal y doloroso para su profesor.
Como adivinando sus pensamientos el mayor se secó las pocas lagrimas que escaparon de sus ojos regresando a su sonrisa afable de todos los días.
—Pero que les cuento a mis estudiantes, no me gustaría deprimirlas en un día tan hermoso como hoy, así que, ¿por qué no lo dejamos aquí? Sólo les pido que no le digan a nadie sobre esta triste historia ¿está bien?
A ellas no les quedo más que limpiarse las lágrimas, sonreír un poco y caminar silenciosamente a la salida.
Una vez estuvo sólo, Nagisa se dejó caer en la silla. Cerró los ojos recordando ese fatídico día, cuando había perdido a dos de las más importantes personas de su vida.
—Kaede... —El nombre revotó en las paredes del salón vacío, apagándose lentamente.
Al abrir los ojos se sorprendió al notar que no estaba solo como él creía.
—Kaede— repitió mientras se paraba sin poder creer lo que veía.
Se acercó. Lucía igual que en sus recuerdos, cabello verde peinado en dos coletas, ojos dorados, sonrisa sincera y hermosa. Tan brillante.
—No sabes cuánto te extraño, me haces tanta falta desde el día que te fuiste— dijo juntando sus frentes.
Ella no dijo nada, solo se limitó a mirarlo por lo que le pareció una eternidad hasta que, por fin, habló.
—Nagisa-kun, yo también te amé, te amo y te amaré, también eres una muy preciada persona para mí, pero... debes dejarme ir, lo sabes, ¿verdad? Debes continuar tu vida, seguir adelante. Sin olvidar tu pasado, pero viviendo el presente y soñando con el futuro. Vive y se feliz. Ten la vida que yo no pude tener. Te amo.
A cada palabra que decía, el resplandor se apagaba y ella desaparecía gradualmente, dejando al peliazul, yéndose de nuevo.
Y él lloró, de tristeza y de felicidad, pensando en las palabras de ella, atesorándolas y jurando que hacer todo lo posible para cumplir esa promesa no dicha.
Al día siguiente, el joven profesor sorprendió a todos, en específico a cierto grupo de amigas, llegando sin sus habituales coletas.
—Muy bien, empecemos la clase, abran sus libros en la página 146.
A los ojos de sus alumnos había cambiado, aunque no supiesen decir muy bien en qué. El cabello corto, una sonrisa llena de energía y la mirada determinada. Todo él parecía resplandecer.
Era un nuevo Nagisa Shiota, el que viviría a partir de ese día.
"Debes continuar tu vida, seguir adelante. Sin olvidar tu pasado, pero viviendo el presente y soñando con el futuro. Vive y se feliz. Ten la vida que yo no pude tener. Te amo."
*****
Ok, lloren conmigo ;-;
Si se preguntan de donde salio esta cosa tan extraña y triste, pues... estaba pensando en que hubiese pasado si Koro-sensei no hubiese podido salvar a Kayano y puff, esto salió.
No me odien, llore cuando lo escribí ;-;
Espero traerles algo más alegre pronto u.u
InfiniteTrigger_uw
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