Capítulo 60

El sol había salido hace apenas unas horas. La nieve se derretía a paso lento, dejándose desintegrar por los rayos cálidos de la gran esfera de fuego.

-¿Te ha picado?.-Preguntó ella sentada sobre la tablas de madera de aquel muelle, con los pies colgando sobre el agua. Él negó con la cabeza.-¿Le has cambiado la carnada?.-Asintió.-¿Te aburre pescar cierto?.

-Es mas fácil lanzarse al agua y atraparlos con las manos.-Tiró la caña hacia un lado sobre el muelle, fastidiado, y se acomodo dejando ambos brazos a cada lado de su cuerpo, utilizándolos como soporte y echando su espalda hacia atrás. Levantó la cabeza en dirección al cielo y cerró los ojos, dejando que el sol le acariciara el rostro.

-No tienes nada de paciencia, eh.

-SI la tengo.-Se defendió. Se puso de pie.-Simplemente me parece que el tema de atrapar peces se puede agilizar si tan solo te lanzas a buscarlos y no esperas a que vengan a ti.-Se dispuso a saltar al agua.

-¿Crees que no van a escapar cuando te vean venir?.-Comentó riendo, Kid se detuvo. se encontraba de espaldas a él.-Eres un depredador, es instinto común, en cuanto pongas un pie dentro del agua se espantarán.-Volteó sobre su hombro para mirarlo con burla.-A parte, ¿si saltas al agua quien va a rescatarte?.-Devolvió su mirada al mar.-Ambos somos usuarios, idiota.-La tanza de su caña fue jalada hacia abajo, comenzó a trazar un circulo sobre el agua.-Mira, mientras tu perdías el tiempo impacientándote.-Comenzó a girar la manecilla del reel, afirmó el agarre de su caña y jaló en su dirección.-Yo he pescado algo.

Una gota de sudor bajó por su frente y un grito se le escapo al reconocer lo que había pescado: Un cráneo.

-K-kid.-Se puso de pie de un salto.-S-sacalo del anzuelo por fa-favor.-Le pidió apuntando la caña en su dirección.

-Es solo un cráneo.-Dijo como si nada, desenganchándolo. Lo sostuvo con ambas manos y comenzó a examinarlo.

-Es solo un cráneo dices.-Dejó la caña en el suelo y se sentó junto a él para poder analizarlo de cerca también.-¿Esta vivo?.

El pelirrojo volteó el rostro lentamente con una expresión que no tenia nombre, enarcó una ceja y la miró detenidamente por unos segundos, intentando comprender por que hacía una pregunta como esa.

-¿Que?.-Preguntó ella cuando noto que el chico no quitaba esa expresión del rostro.

-Es que...No entiendo...-No encontraba las palabras.-¿Como puedes ser tan idiota de preguntar algo así?, ¡Es un maldito cráneo!.

-Hey.-Le dió un suave golpe con su puño en el hombro.-Conozco un esqueleto que habla, a estas alturas no me sorprende nada.

-Bien pero no.-Le habló muy cerca del rostro, como si así pudiera entender mejor.-No esta vivo.

-Bien.-Imitó su acción solo que también le echó la lengua. Se regresó a su lugar y le quitó la calavera de las manos.-¿Que crees que le haya pasado?.

-Posiblemente lo hayan matado y arrojaron su cuerpo al mar.

-¿Por que supones eso?.

-Porque es lo que yo haría si matara a alguien en el mar.

-Ah, si.-Le sonrió nerviosamente, notando su aura oscura.-Hazme recordar que no me burle mas de tus cejas inexistentes.-Sintió algo viscoso extendiéndose por su mano, devolvió su mirada al objeto que tenía entre sus manos.

Una babosa de mar estaba paseando por su mano.

-Repugnante.-Dijo él.-Arroja eso al mar otra vez.

-¿Te da asco una babosa pero no te da asco tomar un cráneo humano con tus manos?

-No es lo mismo.-Murmuró volviendo a tomar su caña para cambiarle la carnada.

-Es verdad.-Tomó la babosa de la cola y la devolvió al mar.-Este si esta vivo.-Se detuvo a mirar el cielo.-Espera lo detuvo.-Prueba en pescar con mi caña de la buena suerte.-Le retiró la caña de sus manos y le pasó la suya.

-¿Buena suerte dices?, Llevamos dos horas aquí y ninguno ha pescado nada.

-Ja.-Le tapó los labios con un dedo.-Yo si he pescado algo.

-Aléjame tu dedo mugroso de la cara, con esa mano tocaste a ese bicho.

-No eres tan macho como te vez.

-Que me den asco esas cosas no me hace menos macho.

-Por supuesto que que no Lady Kid.

-Si vamos al caso, entonces beber de la manera que lo haces te hace menos femenina.

-Hey, ¿Que tiene de malo la manera en que bebo?.

-No lo sé, dímelo tu ''Puño de fuego Ace''.-Le recordó la noche anterior en la cantina del pueblo.

-Oh.-Sus mejillas se sonrojaron y una sonrisa vergonzosa se le dibujo en los labios, a Kid lo poseyeron unas ganas de besarle el bello corazón que tenía sobre el pómulo en ese preciso momento.-Bueno pero es que...no entenderías mi experiencia, no estabas tan ebrio como yo.

-A ver, háblame sobre esa sensación de ''poder quemarlo todo'' como decías anoche.-Se acomodó para poder verla a la cara mientras relataba, dejando uno de sus codos sobre su rodillas para poder apoyar su cabeza en su mano y dejo la otra a un lado, sujetando la caña.

-Ah, si.-Su rostro se volvió aún más rojo al notar como el chico la miraba atentamente.-No me mires.-Mumuró corriendo la cara en la dirección opuesta. El chico resopló y miró hacia adelante.

-Fueran muchas emociones juntas, no se como explicarlo.

-Vamos.-Insistió.-Me encantaría saber que pasaba por tu cabeza de chorlito.

-Si quieres experimentar eso, emborráchate conmigo.

-¿Debo tomar eso como una insinuación de que volveremos a vernos?.

-Si, bueno...hablando de eso.-Se rascó la nuca con pena, se sentía avergonzada de la confesión que iba a hacer.-No creo sobrevivir sola en este mundo tan grande y lleno de gente fuerte.-Lo miró a los ojos con determinación.-Quiero que me entrenen, quiero que tu y los chicos me entrenen.

-¿Por que no le pediste a tus amiguitos los Mugiwaras o a los inútiles de tus nakamas que te entrenaran?.

-Es que me daba pena pedirles ayuda.-Devolvió su mirada a sus manos.-Les generé muchos problemas mientras estuve con ellos, en tan sólo un día incendié un fregadero, los guíe hacia un nido de reyes marinos, teñí la ropa de color rosa, casi desnuco a un nakama...

-Eres un peligro.-Comentó asombrado de los desastres que había causado.-¿Como diablos quemaste un fregadero?.-Ella se encogió de hombros.-En verdad eres una buena para nada, ¿No?.

-Soy buena en romper o incendiar todo lo que toco.-sonrió con una mueca triste.-Y en tropezar.

-Mhm.-La miró por unos segundos y bajó la mirada al mar nuevamente.-¿Has entrenado alguna vez?.

-Cuando estaba con la familia Donquixote me enseñaron un par de cosas.-Se acomodó sobre su rodilla de la misma manera que el chico.-Solo te voy decir una cosa, nunca me des una ballesta.

-No se si atreverme a preguntar el por qué, asi que dime, ¿Que arma sabes manejar?.

-Soy malísima con todas.

-Cargas un revolver contigo.

-Pero mi puntería es un asco, tuve a Doflamingo a cinco metros de mi y erré como unos cincuenta tiros.

-Bien, ¿Espadas?.

-Son super pesadas esas cosas, no se como hace Zoro para andar con tres de aquí para allá.

-Son katanas...

-Es lo mismo, sirven para cortar.

-¿Has peleado mano a mano con alguien?.

-Contigo.-Rió dejando ver sus dientes.

-Por el estado de tu dentadura, puedo interpretar dos cosas; la primera que te enfrentaste a alguien que te molió a golpes y la otra que te preocupas muy poco por tu higiene dental.

Se cubrió la boca con una mano, un tanto apenada por mal que creía que se veía. De hecho, tanto para Kid como para Law, se veía adorable.

-No es mi culpa que todo el mundo la tenga en contra de mi integridad bucal.

-No te cubras la boca, tienes una linda sonrisa.

-Cállate.-Dijo con sus mejillas calientes.-No me harás sentir mejor con tus frases de galán barato.

-Como sea, no creo que sea bueno tenerte en mi barco por mucho tiempo si vas a incendiar mi fregadero.-Hizo un gesto con las manos como intentando buscarle alguna explicación.-Es que aún no entiendo, ¿Cómo incendias un fregadero?.

-¡Ya te dije que no sé!.-Gritó llamando su atención, el rostro de enojo que tenía le daba miedo a cualquiera que lo viera.-¿¡Vas a ayudarme a ser fuerte o no!?.

-S-si, claro.-Se echó hacia atrás con temor.

-Genial.-Se acomodó nuevamente en su lugar y comenzó a mover las piernas con alegria.-¿Cuando empezamos?.

-Podría ser hoy.-Acomodó la caña entre su piernas para regresarse a la actividad.

-¿Hoy?, pero...-Miró hacia el cielo.-...parece que va llover.

-Hay un sol terrible, ¿como puedes pensar algo así?.-Arrojo el anzuelo.

(Tn) se paró detrás de él, tomó su rostro con ambas manos e hizo que mirara hacía un poco más arriba del horizonte. El pelirrojo movió sus ojos hacia arriba lo mas que pudo y su rostro ardió, tenía los pechos de la chica literalmente sobre su frente.

-Un montón de nueves grises se acercan.

-Ah, si, ya las veo.-Habló sin pensar, sus pupilas se concentraban en mirar los montículos de (Tn) desde una posición privilegiada.

''Todo lo que tenía Tralfagar a su disposición y no supo ser hombre'' pensó. Y a raíz de ese pensamiento, se le ocurrió hacer una pregunta.

-¿Cuál era tu relación con Tralfagar?.

-¿Por que preguntas?.-Dijo tomando asiento a su lado. Él se encogió de hombros.-Bueno.-Tomó la caña de Kid y revisó la carnada; no supo en que momento había pasado, pero al parecer algo se había comido la carnada y huido.-Nunca le pusimos un título a lo nuestro.

-¿Salían?.

-Algo así, solo tuvimos una cita.-Soltó una risa fugaz al notar que, en realidad, él nunca le había puesto la carnada en el anzuelo.-Fuimos a comer a un restaurante lleno de gente estirada.-Otra risa se le escapó, tiró el cebo al mar.-Le hablé de ti esa noche, que mal.-Soltó una carcajada.

-¿D-de mi?.-Un pequeño colo rosado se le asomó en las mejillas.

-Si.-Calmó su risa, dejándola en una simple sonrisa.-Me pidió que le contara alguna historia y la más cool que se me ocurrió fue la de la noche que te conocí. Se puso como loco.

Kid sonrió satisfecho.

-Que idiota.-Movió su caña de arriba a bajo, haciendo que la boya saltase sobre el agua.

-Deja de moverlo.-Le retó.-Vas a espantar a los peces.

-¿Y hasta donde llegaste con él?.

Lo miró con el rojo completamente rojo. Su ojo derecho presentaba un tic y sus labios temblaban. No sabía ni a que se venía una pregunta así ni que responder.

 -Q-que te importa, pervertido.-Musitó.

Ahora quien estaba rojo como un tomate era Kid, no había caído en cuenta de lo fuera de lugar que había sido esa pregunta.

-Me refería a si, te atendía bien.-Intentó tapar su atrevimiento.

-¿Cómo que si me atendía bien?.-Se cubrió el rostro con la mano.-Es mi intimidad, yo...

-No, no, no.-Dejó caer la caña al mar para mover sus manos desesperadamente intentado explicarse.-¡Me refería a si te trataba bien!, ¡eso era lo que quería decir!.

-¡Mi caña!.-Gritó ella, subió rápidamente la tanza de su caña y la tiró hacia un lado.-¡Mi caña de la suerte!.

-L-lo siento.

-Quítate Bepo.-Dijo empujándolo hacia un lado para intentar rescatar su preciada caña.

-¿Bepo?.

-¡Kid!.

Se colocó de rodillas sobre la madera y se sujeto de la mano con el pelirrojo, acto seguido se inclino hacia abajo para intentar alcanzar la caña.

Le rostro del capitán Eutass Kid era un poema de amor; tenía las mejillas rojas sobre los pómulos, un sonrisa digna de un tonto enamorado en los labio y su corazón palpitaba a la velocidad máxima, chocando sin control contra su pecho, intentando salirse para poder latir en libertad. Mantenía la mira fija allí, donde sus manos se tocaban, se imagino una infinidad de momentos en los cuales la tomaría de las manos: para bailar bajo la luz de la luna; para caminar juntos por la playa, por la orilla del mar; para llevarla al altar; para hacerle el amor; para apoyarla mientras daba a luz a su séptimo hijo.

-¡Kid!.-Llamó ella sacándolo de sus pensamientos.-Dame tu brazo.

-¿M-mi brazo?.

-Si dame tu brazo para alcanzarlo.

-No me lo voy a quitar, es el último que me queda, solo tengo dos y el otro ya lo tiene la marina.

-Ash.-Se quejó.-Bien, cómo sea, sujétame así lo puedo alcanzar.

-¿Q-que?.

-Tómame de la cintura idiota, estoy resbalando.

Él se apresuró a tomarla de la cintura antes de que resbalase.

Y lo logró, solo que no de la cintura, la tomó de la ropa.

-Kid.-Habló ella mientras continuaba estirándose con una mano, con la otra procuraba que sus shorts no continuaran bajando.-No me vayas a ver, pero mantente así que ya casi la alcanzo.

Eutass se mantenía estático, tenía los ojos fijos en el trasero de la chica que se encontraba la aire. La había intentado tomar de la cintura como se lo había indicado pero solo logro atrapar sus shorts, bajándolos hasta la mitad de sus muslos en el intento de evitar que ella cayese al agua.

''Joder, una nalgada a ese par debe oírse muy bien'' pensó ''Apostaría mi otro brazo a que es suave, como el de un ángel''

-¡Kid!, ¡la tengo!, ¡Súbeme!.-

Fue ignorada por completo.

''Imagínatelo rebotar'' una sonrisa pervertida se le escapó ''Rebotando sobre mi...''

Su corazón se detuvo al ser salpicado por el agua que provocó el chapuzón de (Tn), tardó unos segundos en reaccionar.

-Maldita sea.-Tiró los shorts de la chica a un lado.-Todo por andar pensando impurezas.-Y a continuación, saltó a su rescate.



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