Relato 9 ≠ Un triángulo particular
X miraba a la distancia como Axl jugaba con Zero, era tan solo una pelota pero las reglas de no tocarla con las manos o los pies, lo hacía más entretenido. Aunque las risas eran muy agradables y tranquilizantes, le convenía que el ojiazul perdiera para que le atendiera unos papeles. Odiaba que el hunter carmesí sí tuviera momentos de relajación y diversión, mientras que él no. Meditaba un poco mientras seguía en espera, se comenzó a idear un plan donde fuera el hunter de estela azul era quien se divirtiera y se relajara... Tan solo debía alejar al más grande del niño. Optó por interrumpir de una buena vez el juego, el ojiazul atendió los papeles y tuvo que irse con Signas al leer de lo que trataba. X esperó a que el eco de los pasos callase para acercarse al niño con una sonrisa amistosa que él devolvió sin precio.
- Entonces... ¿Tú papá te dejó solito?.
- No.- respondió con naturalidad.- Tú estás aquí conmigo, él confía en ti.
X rió bajo al oir las palabras de Doble I en su vocesita: Inocente e Inteligente. Lo guió hasta la entrada y ambos se dispusieron a salir del sitio. Axl seguía el paso del mayor sin problemas y sin importarle a donde fuesen, al fin y al cabo, estaba conciente de que, si pasaba algo malo, X terminaría siendo quien pagasé las consecuencias. Seguían caminando, al parecer sin rumbo mientras el niño miraba alrededor buscando alguna novedad, pero no la había, chasqueó la lengua pero reconoció el sitio antes de girar su cabeza hacia el portón y notar que el ojiesmeralda le abría y le invitaba a pasar con un gesto con la cabeza. Axl rió sorprendido y entró corriendo, no esperó al mayor y se pusó a trepar algunas ramas mientras X lo veía con calma. Realmente en poco tiempo, ambos estaban jugando con la máxima libertad que desearan, corrían, tropezaban y reían. X seguía en busca de la figura del chiquito hasta que su comunicador sonó haciendo que contestara un poco dudoso, aunque aquello solo le destrozó sus sentidos auditivos.
- ¿¡Donde están!? ¿¡Qué hiciste con Axl?!.- gritó un molesto Zero del otro lado de la línea.
- A-Axl está bien, estamos en el Machine Forest.- respondió X aunque quedó un par de segundos en silencio analizando su siguiente oración.- Estamos pasando el rato. - comenzó picarón.- Jugando, ya sabes pasando un buen momento.
- ¿Ustedes?.
- Axl y yo. Pasando tiempo de calidad.
- ¿¡TIEMPO DE CALIDAD?!.- Se ofendió el rubio.
- Sí, tiempo de calidad. Ya sabes a lo que me refiero.
- ¡X!.- se escuchó a la distancia, el azulado captó a el pelirrojo llamando su atención.
- X, te recomiendo mantenerte...
- No puedo hablar, Zero. Me solicitan.- y apagó el comunicador.
Caminó junto al chico de la cicatriz. Axl tenía algo especial, algo que te hacía confiar y relajarte, sí, X cayó en la red de ternura del niño. Lo haría más amenudo, escapar al Machine Forest con el hunter azul marino para dejar fluir la tensión.
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