Capítulo 33: Hermoso demonio
La mejor cosa que alguna vez aprenderás
Es amar
Y ser amado de vuelta
Pov's Dipper
Un futuro que tiempo atrás vi estable, se aleja con dolor.
Estoy ciego, vacío de esperanzas y desolado ante la catástrofe que él provoco.
Gritando en la inminente oscuridad odiarle, pero mis lágrimas muestran el profundo amor que siento.
Pidiendo al cruel destino cambiarse.
Matando los recuerdos de su amor con las letales mentiras que plantó con esmero y dedicación.
Y aun después de todo, mi amor hacía él nunca desaparece, se mantiene grabado en mí, atormentando mi sueño y asfixiando mi ser.
Y sí, la desesperación que siento es tan abrumadora que me hace querer desaparecer. Me hace querer dejar de sentir, dejar de existir. Quizá al fin de tan larga y dolorosa espera, podría descansar.
Refugiarme bajo el manto de la muerte puede ser lo único que pueda darme la calidez que la gélida vida me ha arrebatado sin vacilación.
Sin embargo, creo que la vida aun no quiere dejar mis deseos ser realizados, mi descanso por fin ocurrir. Se aferró a mí sin mi petición. Y lo único que pude hacer para defenderme era sollozar y gritar en silencio "debí cortar mi garganta"
- ¿Por qué hiciste eso, Dipper?- el hombre en frente de mí preguntó, con su rostro anciano lleno de preocupación.
No respondí, puesto que había olvidado como hacerlo. O realmente no quería hacerlo.
Recordé el torrente de sangre brotar de mi brazo. Fueron unos segundos de dolor y esperanza. Parecían recuerdos caer como cascadas, aliviando mi torturada alma y permitiendole descansar, olvidando los hermosos ojos ámbar que extraño mirar.
- Hermanito, responde- mi gemela me urgió, con los ojos aún llorosos.
Quise enojarme con todos los que me miraban con lastima y tristeza. Les quería gritar que hicieran algo para que dejase sentir esta abrumadora sensación de soledad y traición que cada segundo pudre mi interior.
Pero soy la desesperación en persona. Y no creo que se pueda hacer mucho por mí.
Rezó ante la esperanza y reprochó al destino.
Imagino al demonio amarme, con besos verdaderos y promesas cumplidas. Un universo dónde él me ama con la misma intensidad con la que yo lo hago. Una puerta abrirse ante el sendero eterno que recorrería tomado de su mano.
- Lo amo tanto que me asusta- respondí. Las palabras surgieron roncas, lastimando mi garganta.
Los recuerdos, quienes se convirtieron en mi enemigo, invadieron mi cabeza súbitamente.
Sus besos se convertían en ácido.
El placer se convertía en dolor.
Sus palabras de amor se convertían en mentiras.
Sus promesas se convertían en traiciones
La gran felicidad se convirtió en desesperación.
Y cuanto más quisiera, cuanto más me repetía sus errores, me era imposible odiarlo.
Desentierro el amor que sentí por él cuanto trato de enterrarlo y lo aferro con fuerza.
Miré fijamente a los que me rodeaban, esperando algún reproche.
Pero guardaron silencio, buscando las palabras para contradecirme o consolarme.
Me recosté en mi cama y vi hacia el techo.
El dolor de su traición nublaba mi juicio al pasar los minutos. Me pasaba por la cabeza una y otra vez la pregunta de mi futuro, urgiéndome una respuesta.
¿Cómo un ser tan hermoso puede ser tan cruel?
Cuestiono mis decisiones cuando no lloro. Me enojo conmigo al recordar que yo fui el que se separó. Sin embargo, me felicito por haber evitado más tortura.
¿Estuvo correcto huir?
Estar bajo vigilancia no me provocaba ningún conflicto. Con personas o no a mi alrededor, podía sumergirme en mis melancólicos recuerdos.
Sé que me tienen bajo su mirada todo el tiempo porque les preocupa que pueda pasar otro "incidente". Si fuera ellos, me vigilaría para asegurarme que no los traicionara.
Y aunque quisiera hacerlo, no lo haría. Estoy cansado y harto de sobrevivir.
Maldigo al demonio que me hizo caer en sus garras. Me hizo volver mi ser dependiente a él.
Y me enfurece pensar que mientras yo trato de matarme, él esté teniendo sexo con otra pesadilla o ser humano, engañándolo como lo hizo conmigo, jurándole el mismo amor que él me juró.
¿Por qué no me amas como yo lo hago?
Wendy era quien estaba a mi lado en este momento. Sentía su potente mirada sobre mí todo el tiempo. No me importaba, a decir verdad.
Abracé más mis piernas y hundí más mi rostro.
Me envolví en los recuerdos de sus ojos ámbar mirarme y sus besos que derretían cada parte de mi ser. Bill me hacía elevar hacia las nubes siempre, con un simple beso bastaba.
Creí que juntos formábamos sueños de quedarnos juntos, de formar una familia con sólo nosotros. Quedar en el fin de los tiempos como los únicos sobrevivientes. Y con esas esperanzas, fui formando un precioso castillo, en el cual me sentía seguro y había acostumbrado a no vivir sin él.
Pero, en ese castillo habían grietas causadas por sus viles mentiras y falso amor. Y ese castillo que tanto esmeré, al fin se derrumbó.
- Hey, Dipper- escuché la voz de Wendy cautelosa. Se sentó al lado de mí en la cama y se quedó quieta
- Wendy- dije su nombre como única señal de que la había escuchado.
- Sé que no estoy en tu lugar, y por lo tanto, no sé qué es lo que sientes... Pero estoy segura que siempre que una relación se va al carajo, hay que superarla y no quedarse atascado. Y eso es lo que vas a hacer- me dijo con decisión- Hay más personas en el mundo que saldrían contigo... o simplemente quédate soltero. Pero olvida a Bill
Solté un suspiro. Era fácil para ella decirlo, pero no tiene ni la menor idea de lo que pasa. Quería enojarme, pero me era imposible.
- Si existiera el arma Borra-memoria aún, no dudaría en utilizarlo en mí- dije, tomando mis dos manos con fuerza.
Volvimos a quedar en silencio, viendo hacia la pared que teníamos en frente.
- ¿Y si existiera?- Preguntó Wendy después de un gran silencio
Por primera vez en estos días, la curiosidad embargo mi pecho, opacando por un momento la desesperación.
- ¿Qué quieres decir?- pregunté, mirándola a los ojos.
- McGucket creó el arma esa, ¿no? Pues podemos pedirle que lo vuelva a hacer- dijo, con una sonrisa. Me quitó la gorra y me puso la suya- Sé que sería la segunda vez que intercambiamos gorras, pero esta vez no quiero que me la devuelvas
La vi extrañado, pero no argumenté. Sólo le agradecí y decidí salir de la habitación. Ella me siguió como una sombra, como todos los que me cuidan lo hacen.
Wendy tiene razón.
Debo superar al hermoso demonio, aunque me cueste demasiado.
Al menos intentarlo, porque estoy seguro que no lo voy a lograr. Al menos fingir que ya no lo amo, aunque sea todo lo contrario...
Y así, al menos podría mantener en paz mi alrededor...
Llegué donde mi tío Ford, quien estaba en su estudio investigando junto con Marchosias.
Los dos alzaron su mirada al escuchar mis pisadas. Mostraron sorpresa al verme lejos de mi habitación.
- Dipper- Marchosias susurró mi nombre como si estuviera viendo humo y, si no era cuidadoso, podría hacerlo desaparecer.
- ¿Puedo hacer algo?- pregunté, en un frágil susurro.
A mi tío Ford le iluminó una sonrisa su rostro y asintió varias veces. Me pidió que lo siguiera, junto con Wendy.
A Wendy y a mí nos pusieron a hacer cosas tan básicas como ordenar víveres y limpiar la Cabaña. Wendy jamás se alejó de mi lado, lo que en parte agradecí. Ella comenzaba a platicar y me hacía olvidarme por un momento del hermoso demonio de ojos ámbar.
- A ver, espera- dijo Wendy súbitamente. Se paró en frente de mí y nos midió- Sin duda alguna, estás más alto que yo. La adolescencia ya hizo su trabajo en ti
- ¿Supongo que gracias?- respondí, desviando la mirada.
Ella me sonrió como solía hacerlo y golpeó mi hombro.
Una valiente cazadora pelirroja parece salvarme del inminente catástrofe ámbar.
Escuchamos el llamado de mi tío Ford a los originarios de la Cabaña. Siempre nos reuníamos en donde estaba el portal, con una mesa improvisada.
Marchosias estaba escribiendo algo con suma concentración, con Ford viendo lo que hacia atentamente.
Me senté en medio de mi hermana y Wendy. Ellas hablaban amenamente, e intentaban en vano incluirme en la conversación.
- Probablemente no tengamos las ventajas que tiene Bill, pero al menos volvemos a estar juntos- habló mi tío Ford, callando a todos. Posó su mirada en mí y me sonrió ampliamente.
El hielo de desesperación que se había formado en mi pecho los últimos días se derritió un poco, el agua cayendo por mis venas representando mis penas. Logré respirar mejor y sostenerme ante la inminente destrucción. La calma embargó con sutileza mi ser junto con brillos de cariño, algo que pensé jamás volver a sentir.
Y esto fue gracias al sentirme querido. El abandonarlos no significo su odio a mi ser, un pensamiento que me causaba estar noches en vela.
Me había percatado de eso muy tarde
Sin embargo, aun estando consciente de ser querido, la desesperación se quedaba aún en mí al chocar con el espinoso recuerdo de Bill.
- Y sé que eso ya es motivación para muchos de nosotros...pero, aún si, ya no hay muchas esperanzas- siguió mi tío Ford, con un brillo de inteligencia detrás de sus ojos- Ya no nos quedan muchas esperanzas contra Bill... sólo una. Y esa será nuestra última carta
- Bill es un demonio, y tiene demonios como aliados...- habló Marchosias, alzando la visa de lo que estaba haciendo. Su mirada era de determinación- La única forma de contra atacarlo es con una fuerza que lo supere. Hay varias dimensiones o universos, pero no hay ser en la dimensión de dónde él proviene que lo supere, ya que es un demonio diferente a Satanás, Lucifer, Lilith o a mí. Esto no significa que es invencible, ya que hay unos seres que son superiores a él en otros universos... Son llamados ángeles...
- A ver, espera- exclamó Wendy- ¿Estás diciendo que hay un ángel en Gravity Falls que nos va a ayudar?
- No, no lo hay- respondió Marchosias- Pero se puede llamar a uno y hacer manifestarse
- ¿Cómo?- preguntó Soos- Se supone que llega su ayuda rezando. Varios de la Cabaña lo hacen y no hay señal alguna. Lo único que he visto en esta locura, y sin ofenderte, han sido demonios
- Al rezar, se escuchan plegarias que con mínima de la voluntad de un ángel se pueden cumplir. Los "milagros" son un poco más de su voluntad. Pero nosotros necesitamos que se manifiesten en forma física. Y para eso, unos rezos no bastan. Se necesita una ceremonia compleja con materiales específicos- hizo una pausa y nos vio a todos, esperando a que alguien hablara- Gracias al magnetismo de Gravity Falls, la ceremonia podrá llevarse a acabo. Lo malo es que hay que buscar los materiales, y tenemos probabilidad de encontrarnos con las tropas de Bill.
- No tendremos el apoyo de todos los de la Cabaña, de eso estamos seguros. Pero necesitamos que la mayoría esté de acuerdo, y eso los incluye a ustedes- habló mi tío Stan e hizo una pausa, barriendo con la mirada a todos los presentes- ¿Están con nosotros?
El ambiente que se formó era de duda y expectación. Un silencio invadió la sala, todos perdidos en su mente.
Al verlos a todos, supe que aceptarían, sólo era cuestión de pocos minutos que lo razonaran.
Miré hacia mis manos y apreté los labios, evitando alguna lágrima brotar de mis ojos.
Sé que Bill me traicionó. Sé que Bill tomo ventaja de mis sentimientos sin importarle el daño que me haría. Sé que debo odiarlo a muerte por lo que me ha hecho, y desear destrozarlo más de lo que hizo conmigo.
Pero soy incapaz de hacerlo. El volverme tan dependiente de él hizo nublar mi juicio. Me hizo ver primero por él que por mí. Y eso me desespera en magnitud.
Escuché a mi alrededor los murmullos de aprobación ante el nuevo plan. Pasados los minutos, todos estaban dispuestos a hacer lo posible para invocar un ser divino, menos yo.
- Dipper, hermanito- me susurró Mabel- Responde, no te quedes así...
Tragué el nudo de emociones que se formaba en mi garganta y cerré mis puños hasta hacer mis nudillos palidecer.
- Está bien. Los apoyaré en lo que sea- respondí, forzando a una sonrisa salir de mis labios.
Mis amigos y familia me sonrieron. Y después de eso, me perdí en mis pensamientos sin escuchar lo que empezaban a hablar, seguramente hablaban de como llevarían a cabo el plan.
*~*~*
Las azabaches noches eran las más difíciles de llevar. El cielo era más hermoso, surcado de hermosas y brillantes estrellas, con una luna que lograba alumbrar la antes impenetrable oscuridad.
Verlas me recordaban al hermoso demonio de ojos ámbar.
El salir de mi habitación a la misma hora comenzaba a hacerse algo rutinario y necesario para mi lastimada alma. El llegar a la única habitación con una ventana me hacia volver a respirar, sin importarme el recuerdo de mis gritos impregnados en las paredes.
Recargué mi cabeza en la fría ventana y alcé mi mirada hacia el inminente cielo. Y al verlas en su apogeo, los más hermosos recuerdos que tenía con Bill me envolvían con suavidad, acariciando mi piel y mi alma.
El cielo antes era oscuro, haciendo imposible caminar en las noches. Pero Bill me había dado estrellas y una hermosa luna, para iluminar las crueles noches donde mis pesadillas me atrapaban y me hostigaban.
El lienzo arriba de nosotros era lo que jamás me cansaba de ver. Solía recargarme en su hombro, disfrutando la tranquilidad que el estar a su lado me brindaba.
Sus besos y caricias ardían en mi piel, con la luna y las estrellas siendo testigos de nuestros actos de entrega. El demonio me envolvía en placer y me hacía delirar, haciendo cada vez más adicta a él mi alma tan ilusa.
Susurré a las estrellas mi amor hacia él.
Creí que él susurró su amor hacia mí a la luna.
Y ahora, ellas son testigos de mi sufrimiento y de mis penas. Junto con la oscuridad.
Mis lágrimas se han acostumbrado a surcar mi rostro, intentado limpiar la traición de mis poros.
El eco de mis sollozos se quedan dentro de las paredes como musgo.
Preguntó al anochecer si acaso sobreviviré al frío que siento sin el espíritu de su amor.
Suspiró ante el amanecer, sintiendo el amor de mi familia intentar opacar el que sentí por el hermoso demonio de ojos ámbar.
Rezó ante alguna desconocida omnipotencia que él me amé como yo aún lo amo.
Gritó al universo mantener firme mi alma aún después de que la carga de su traición sea demasiado pesada para soportar.
Buscó a Bill, aquel hermoso demonio de brillantes ojos ámbar. Persigo a aquel demonio que me amó en una promesa eterna a través de un largo camino. Y cuando al fin lo alcanzó con mi cuerpo magullado, me percató que sólo es una ilusión. Un fantasma desvaneciéndose en la nada al pasar los minutos...
•~•~•
Hola, estrellitas!!! La Tierra les dice hola!!! ♥♥ (⌒▽⌒)
No me odien :'v En el último capítulo recibí muchas amenazas de muerte xd
En este capítulo me pase de metafórica xdxd quiero ver el mundo arder :v
Sé que me tarde casi dos semanas, pero la inspiración me abandonó y me agarró una faceta de no-quiero-hacer-nada que aún no supero.
A parte, este capítulo ha sido muy complejo, ya que quise expresar la desesperación de nuestro lindo Pino, quien ya no sabe que mierda hacer con su vida. Espero que les hayan llegado emociones con estas palabras, lindas estrellitas.
Y... lo de los ángeles también ha sido difícil de pensar. Pero pues el haber leído Cazadores de Sombras me dio una idea de estos, mas los ángeles de Kuroshitsuji... bueno, veremos cual es el resultado de estos nuevos seres.
¿Qué piensan sobre nuestros protagonistas? Yo digo que se maten alv :v
La canción puesta es medio depre como Dipper, pero el verso que saqué me encantó. Es de la talentosa Aurora, y se llama Nature Boy.
Otra vez, a las nuevas estrellitas... ¡Bienvenidas a este pequeño ejercito!
Prometo que esta vez no tardaré tanto en actualizar!!
Mushos abrasos ashfixiantesh y beshos baboshos!!! ♥♥♥♥
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top