Capítulo 23: Lazo
Pov's Dipper
La habitación estaba ambientada por nuestras respiraciones agitadas.
Bill seguía besándome con intensidad. Mis labios ardían a causa de las inofensivas mordidas que Bill me daba.
Lo rodeé con mis piernas, algo un poco atrevido de mi parte. Pero no me importó, lo único que quería era sentir más y más a Bill.
Bill abandonó mis labios y bajó sus besos a mi cuello. Gemí al sentir como mordía cerca de mi clavícula.
- ¿Quieres continuar?- preguntó, viéndome a los ojos.
- Hasta el final- le respondí. Bill sonrió e invadió de nueva cuenta mis labios. Solté un quejido de dolor al sentir como Bill mordía con fuerza mi labio. Percibí el sabor metálico de mi sangre en la boca, despertando mi sentido de alerta.
Mi corazón comenzó a latir frenéticamente, presa del terror.
No dejaré que esto lo arruine...
Abracé mas a Bill. Él me acogió mas en sus brazos, haciéndome sentir protegido. Bill no sería capaz de volverme a herir, me lo prometió. Y confiaré en su palabra, además, no puedo seguir con el mismo prejuicio toda mi vida, porque terminará destruyéndonos...
Logré reemplazar ese terror con pasión que Bill me provocaba al sentir su lengua acariciar la mía. Sin abandonar esa danza llena de deseo, Bill comenzó a despojarme de mi camiseta. Sentí sus manos acariciar mi torso, parándose en mi pecho y pellizcando mis pezones. Gemí entre besos al sentir el contacto. Bill se separó de mis labios, dejando un hilillo de saliva conectando nuestras bocas.
- No me voy a detener si seguimos, Dipper- susurró en mi odio, haciéndome cosquillas.
- No me importa. Yo quiero seguir y sé que tu también quieres- mi voz salio entre gemidos, pero Bill pudo entenderme, quien sonrió ampliamente, lamiendo sus labios.
Dirigí mis manos hacia su camisa y desabroche los botones lentamente con manos temblorosas. Cuando finalmente su camisa se abrió por la mitad, deslicé la tela por sus hombros y brazos, despojándolo de esta.
Acaricie su espalda y nuca. Aunque no fuese nuestra primera vez, es la primera ocasión en donde puedo ver su pecho y abdomen descubiertos. Se veía envidiable para todos, ya que mantenía cuerpo de modelo masculino.
Sin dejar de besar mis labios, tomó de la cremallera de mi pantalón y la bajó. Hizo que levantará mis piernas y así permitirle que me quitará mis pantalones, dejándome en ropa interior.
- Ah, Bill- gemí al sentir su mano acariciar por encima de la tela de mi ropa interior mi miembro.
Bill soltó una risita juguetona sobre la piel de mi cuello, donde había empezado a bajar sus besos. Me sacaba un suspiro cada vez que sus besos bajaban un centímetro y se acercaba a mi entrepierna. Sentí sus dedos recorrer mis muslos, sacando mas gemidos de mi boca. Tomó del borde de mi ropa interior y me la quito con suavidad y lentitud, como una leve tortura. Cada rose de sus dedos me hacia delirar de placer
- Alguien ya esta despierto- me susurró, tomando entre sus manos mi erecto miembro. Una corriente eléctrica me invadió por todo el cuerpo en respuesta a sus caricias.
- Mhn. Ah, Bill- me aferré a las sabanas con mis manos fuertemente al sentir mi miembro ser engullido por la boca de Bill. Me retorcía al sentir ese placentero acto el cual cegaba cada uno de mis sentidos. Y gracias a eso, la habitación cada vez se llenaba mas y mas de mis gemidos.
Sus caricias fueron en aumento, cegandome de placer. Solté un gran gemido al venirme en la boca de Bill cuando ya no soporte más tanto placer acumulado.
- Sabes tan bien- dijo, volviendo a besar mis labios. Sus besos sabían diferentes, pero no me importo en lo absoluto. Acerqué a Bill más posando mi mano en su nuca.
Lo necesitaba más. Necesito sentirlo más.
Imité la acción de hace unos minutos atrás quitándole a Bill las prendas que restaban, él ayudandome un poco.
- Lamelos- me ordenó, poniendo en frente de mi tres dedos. Tomé entre mis dos manos la suya e hice lo que me había dicho. Hice lo mismo que Bill hizo con mi miembro, sólo que con menos experiencia. Bill los sacó de mi boca después de varios segundos e hizo que me pusiera boca bajo y en cuatro.
- Esto dolerá un poco- me dijo, besando mis mejillas.
Hice una mueca de dolor al sentir la intromisión de uno de sus dedos en mi entrada, pero no fue tan doloroso como lo fue la primera vez, donde no tuvo gentileza. Esta vez es obviamente diferente, ya que él esta conteniendo sus impulsos por mi. Gemí de nueva cuenta al sentir un segundo dedo invadir mi entrada. Bill comenzó a hacer movimientos en forma de tijeras dentro de mi, haciendo que instantes después el dolor comenzará a desaparecer, convirtiéndolo en placer. Entró un tercer dedo y comenzó a sacarlos y meterlos, imitando estocadas. El dolor había desaparecido casi completamente, tanto que no podía parar mis gemidos. Lancé una protesta al ver interrumpido el acto.
- Voy a entrar- avisó, jadeando. Yo asentí, impaciente por sentirlo.
- Ahh, Bill- exclamé, lleno de placer, al sentir su intromisión. No se comparaba a los dedos, eso sin duda. Pero aún con la preparación que me hizo, no pudo evitar que no sintiera dolor. Fruncí el ceño levemente a causa del dolor y di un gran suspiro. Bill pareció percatarse de esto, por lo que no se movió hasta que me acostumbrará. Y cuando lo hice, se lo hice saber moviendo mis caderas, buscando más contacto.
La habitación no tardó en ser ambientada por nuestros gemidos. Mentiría al decir que no me dolió al principio, pero con cada estocada que me daba, me hacia subir más y más a tocar el cielo. Cambiamos a una posición donde pudiéramos vernos a la cara. Bill colocó mis piernas en sus hombros y se acomodó entre mis piernas. Alzó mis caderas y sin dudarlo, entró de una sola estocada, enloqueciendome de placer.
- ¿Se siente bien?- su voz al preguntarme salio jadeante y entrecortada. Y yo no podía ser capaz de hablar, así que solo asentí con los involuntarios gemidos acompañando mi respuesta. Él sonrió ampliamente y besó mis labios, utilizando su lengua.
Mis gemidos aumentaron de volumen cuando Bill tocó el punto que me hacia sentir en las nubes. Me abracé a el y me aferre a su espalda, clavando mis uñas en su piel. No pareció importarle, ya que siguió continuado el vaivén.
Y entre besos y gemidos, comencé a sentir que pronto iba a terminar.
- Bill- gemí a su oído- Creo que me voy a correr
- Yo también, Pine tree- respondió entre jadeos. Mordió el lóbulo de mi oreja con fuerza, haciéndome gemir. Supongo que es una venganza por haber arañado su espalda.
Nuestros jadeos y gemidos fueron más fuertes y las estocadas más rápidas y certeras. Bill me apretaba en un abrazo y gemía en mi oído, mientras yo enterraba mas y mas mis uñas en su torso.
Sé que mis gemidos eran muy altos, tanto que podrían escucharse desde afuera de la habitación y es algo de lo que me voy a arrepentir terminando y estando en mis cincos sentidos. Pero en esos momentos no le di importancia, ya que Bill me engullía en un mundo lleno de placer.
Dimos un último gemido mientras nos veníamos al mismo tiempo. Sentí algo liquido y cálido llenarme completamente, escurriendo de mi entrada. Yo me corrí entre los dos, manchando nuestros abdómenes. Bill salio lentamente de mi y se recostó en mi, aun abrazándome.
Nuestras agitadas respiraciones eran el único sonido en la habitación. He de admitir que aún no asimilaba todo, pero no me molestaba, porque no me arrepentía.
- Te amo- susurró después de unos minutos en silencio.
- Yo también, Bill- respondí, aun intentado recuperar el aliento.
Bill se acercó a mi y me beso con lentitud y dulzura. Y era de esperarse que se lo correspondiera.
Bill se acomodó a mi lado y yo me recosté en su pecho. Rápidamente, el sueño comenzó a apoderarse de mi cuerpo y me hizo caer dormido en un instante.
*~*~*~*
Desperté envuelto en sus brazos y sabanas.
Ver el desastre de prendas esparcidas y nuestros cuerpos desnudos me hizo recordar lo que habíamos hecho ayer. Me sonrojé hasta las orejas al recordar con eso los gemidos que había dado. Lo que más esperaba es que nadie nos hubiera escuchado.
Me separé lentamente de Bill, quien parecía aun dormido, y me dirigí al borde de la cama. Me senté en este, tome del piso la prenda que tenía más a mi alcancé y me vestí con ella. Me di una bofetada mental al ver que era la camisa de Bill, pero no la cambie. Su camisa me quedaba un poco grande, lo suficiente para cubrirme lo más importante.
Estaba lleno de sudor y una ducha no me haría nada mal. Volví a ver a Bill y seguía en las mismas. Aun así, no me confié. No sé si los demonios duermen y nunca he intentado saber.
Intenté pararme pero un fuerte dolor en las caderas me hizo caer. Escuché la risa divertida de Bill.
- ¿Estas bien?- preguntó entre risas.
- Eres un imbécil. Es tu culpa- le reproché, arrodillándome.
- Debiste haber pensado en esto antes de excitarme, Pine tree
- Esa vez no terminé tan adolorido como ahora
- Es porque Will te cuidó- respondió- Si quieres puedo llamarlo para que te de algo
- No- respondí de inmediato- Puedo aguantar
Me apoyé en la cama y me puse de pie. Caminé lentamente hacia el cuarto de baño.
- Si estas así porque no quieres que nadie se entere sobre lo de anoche, no te preocupes, ya lo hacen. Fuimos ruidosos- me dijo, viéndome con una sonrisa llena de perversión.
Sentí la sangre subirme al rostro y lo fulmine con la mirada. Le enseñé el dedo miedo y seguí con mi camino. Me encerré en el cuarto de baño y abrí la llave del agua caliente de la ducha. Me vi al espejo y en mi reflejo pude apreciar varias marcas en mi cuello.
Maldito Bill...
Pero sin importar lo que dijera, no pude evitar sentirme feliz por el siguiente paso que acabamos de dar. Nuestra relación se siente diferente pero nada incómoda. Es como si nuestro vínculo se hubiese fortalecido más.
Me di un baño rápido. El agua caliente me reconfortó e hizo que el dolor que sentía en las caderas aminorara al menos un poco. Salí de la ducha y me envolví en varias toallas. Me dirigí hacia un armario donde tenia dos mudas de ropa guardadas. Bill insistió en tenerlas ahí por si acaso y acepté para que dejará de insistir. Ahora me doy cuenta que probablemente Bill esperaba a que sucediera esto.
Me vestí con unos jeans, una camiseta, una sudadera y mis desgastados tenis, como casi todos los días lo hago. Salí a la habitación, donde me encontré con una ordenada y no hecha un desastre como la habíamos dejado por la noche anterior. Estoy seguro que fue Bill, ya que fue muy rápido para un ser sin el poder de hacer lo que quisiera con sólo un chasquido. Bill no se encontraba por ningún lado, pero no le dí importancia, ya que era algo normal que Bill estuviera ocupado desde la primera hora del día y yo ya me acostumbré a que eso pasara.
Caminé fuera de la habitación de Bill y me dirigí hacia el comedor como ya era costumbre. Saludaba a la pesadilla o aliado que me encontrará en el camino como siempre. Y entre las pesadillas con las que me encontré, una de ellas fue Pyronica, quien se situó a mi lado y comenzó a iniciar conversación conmigo. Su presencia era agradable y me hacia reír a cada momento, así que no me abstuve a platicar con ella.
- ¿Te gusto mi regalo?- preguntó, con una sonrisa.
- Lo siento, no lo he abierto aún- respondí.
- Oh, no te preocupes, creo que el amo Bill te tuvo muy ocupado
Mis mejillas comenzaron a arder en vergüenza.
- ¿Lo sabes?- pregunté.
- Todos lo saben- agache la mirada, evitándola mirar- No te sientas mal, en serio. Nos alegra que ya hubiesen pasado ese escalón. El señor Bill nunca ha sido así con ningún ser, prefería dominar y todo eso. Ni con Equidna...
Escuchar el nombre de esa bruja me dio escalofríos.
- ¿Bill y Equidna tuvieron... "algo"?- pregunté.
Ella se quedó callada y me dio unas pequeñas palmadas en la espalda.
- El señor Bill te ama demasiado, y para él serás su único. No importa quien quiso estar con el antes de que tú aparecieras- me dijo con cariño.
- ¿Eso significa que si estuvieron juntos?- pregunté, con el corazón encogiéndose.
- Equidna está muy enamorada de él desde hace mucho tiempo, pero Bill jamas la correspondió. Hubo una ocasión donde la familia Cipher tuvo una disputa con otra familia de demonios. Equidna era una de las integrantes de esa familia, pero estaba profundamente enamorada del señor Bill, así que por el amor que sentía decidió traicionar a su familia. Equidna les dio de beber un veneno que preparó Will y gracias a eso ganaron. Bill vio "justo" agradecerle creando un lazo con ella- Soltó una risita divertida- Equidna estaba que saltaba de la alegría y ya hasta pensaba en el nombre de sus hijos. Pero el señor Bill no estaba tan entusiasmado con su nueva relación. No duraron nada, solo un par de años, y eso a nosotros se nos pasa como un parpadeo. Aun así, Equidna se quedó con la idea de que Bill regresaría con ella y que la ama como ella lo hace, solo que rompió se lazo porque no quiere ponerla en peligro. Vaya ilusa...
Nos quedamos en silencio un momento. ¿Y si me pasa lo mismo que a Equidna?
Volví a sentir las palmadas de Pyronica en mi espalda.
- No pienses de más- me susurró- Tu no eres la horrenda Equidna, Dipper. Bill te ha amado mas de lo que lo haría con cualquier ser... Ahora te dejo, tengo deberes que la bruja me ha dado
Yo le sonreí, y ella me devolvió la sonrisa, solo que sus dientes la hacían ver un poco espeluznante.
- Cuando estés en el puesto de Equidna recuerda en no ponerme deberes o te odiaré- me dijo antes de salir corriendo hacia otra dirección.
Reí. Todos sabemos lo ociosa que puede llegar a ser Pyronica y es obvio que odie hacer sus obligaciones, pero con Equidna como superior no creo que sea mas agradable. Como me encantaría que Bill ya la sacara de aquí.
Al llegar al comedor, me encontré con Will, Gleeful y Astaroth, quien había recuperado su normal actitud despreocupada y curiosa.
- Hola- saludé, sentándome en el lugar donde acostumbró y donde estaba mi desayuno listo.
- Hola, ¿Dormiste bien?- preguntó Will con una sonrisa. Y antes de que yo pudiese responder, Astaroth respondió.
- Pero que preguntas haces, Will, claro que Bill no dejo dormir a Dipper. ¿No escuchaste el ruido que estaban haciendo estos dos?- Astaroth dijo con sarcasmo impreso en cada una de sus palabras.
Volví a sonrojarme y bajé la mirada, intentando ocultar mi vergüenza.
- Apenas y pudimos ignorar tus gritos de gata en celo- dijo Gleeful, riendo con burla.
Decidí ignorar lo que me decían y centrarme en comer mi desayuno. Bill llegó al comedor minutos después y se sentó a mi lado. Me dio un beso en la frente y después me abrazó. Le hicieron los mismos comentarios sobre ayer, sólo que a diferencia de mi, él respondía con sarcasmo y burlas, pero jamas oculto que lo habíamos hecho. Mucho menos cuando apareció Equidna en el umbral de la puerta, creo que comenzó a hablar más. Y yo que quería ya no tener nada que ver con esa bruja.
- Kryptos, te estoy buscando desde hace rato. No has hecho los deberes que te mandé a hacer- le reprochó Equidna al ya mencionado, quien hizo una mueca de fastidio al verla.
- Lamento no hacerlos en este momento, señora Equidna, pero usted sabe que me es asignado estar de guardia en esta habitación mientras nuestros amos están. Si me lo permite, terminando este deber, con gusto haré esos deberes, que he de recalcar que usted tiene que hacerlas- lo último lo dijo entre dientes, casi incapaz de ser escuchadas.
- No pongas a mi señor como chantaje, Krytos. Eres un inútil, no sirves para nada y jamas lo harás. Y que bueno que está aquí nuestro amo Bill, para que te saque de aquí de una vez por todas- gritó Equidna. Vi el semblante lleno de preocupación y enojo de Kryptos. Se que a él le apasiona estar aquí, trabajando para Bill y le tiene una gran admiración. Era de esperarse que escuchar una posibilidad de que lo echaran lo iba a poner mal. Y fue ahí donde decidí intervenir, le daré más razones a esa vieja bruja de odiarme.
- Kryptos esta haciendo su trabajo, Equidna, y lo está haciendo bien. No tiene el mínimo sentido que quieras sacarlo de aquí solo porque no está haciendo unos deberes que tu deberías hacer. Además, no esta incumpliendo, lo único que hace es prestar a su prioridad, que es estar aquí- me sorprendió no escuchar ningún tartamudeo en mi voz y escucharla llena de seguridad, como si dar ordenes fuera algo rutinario. Y no fui el único que se dio cuenta de eso, ya que la atención de todos los presentes estaban sobre mi. Sin embargo, a diferencia de todos quienes me miraban con sorpresa y admiración, Equidna me veía con furia y odio.
- ¡Cállate Mason!- gritó- ¡Tu no eres nadie para decirme que hacer, imbécil!
Equidna calló súbitamente al ver la mirada llena de desaprobación y enojo de Bill. Él me rodeo con su brazo por sobre mis hombros.
- Suficiente, Equidna. Le di a Kryptos la orden de estar de guardia aquí a esta hora. Y mis ordenes son por mucho superiores a las que tu das. Ahora, largo. Ve a hacer esas obligaciones- ordenó Bill. Equidna lo vio con dolor, pero no dijo nada. Se fue de la habitación a grandes zancadas.
- Pero que drama de novela- dijo divertido Astaroth- Dejando de lado sus problemas de triángulo amoroso, quisiera decir que ya tengo un plan...
El miedo y la ira del momento se esfumó, dando paso a repentino interés.
- ¿Y bien? ¿Que esperas para decirlo?- urgió Bill.
Astaroth dio otro gran suspiro y su ánimo volvió a cambiar al despistado y deprimente.
¿También te habías dado cuenta, verdad?
Sus ojos han tomado una extraña nostalgia desde ayer, desde el momento en que se reencontró con Marchosias.
Y cada palabra que salia de su boca, cada silaba que pronunciaba, estaban cargadas de pesar y lejanía.
Supe que compartías la misma confusión con solo estar cerca de mí.
Un lazo nos unió y nosotros lo único que hemos hecho es fortalecerlo.
Me derrumbaré si llega a quebrarse...
•~•~•
Hola, estrellitas!!! La Tierra les dice hola!!! ♥♥ (⌒▽⌒)
Un poco tarde, lo sé, pero estuve en semana de evaluaciones y exámenes y no me podía dar el lujo de escribir (aunque me valió madres y ahí andaba escrbiendo :v). Las buenas noticias es que esa semana de tortura china ya acabo y no reprobé...
Pero aparecí con un lemmon oie ziii... No sé, me encantó escribirlo pero me sigo quedando con el primero lleno de violación(?... ammm... y próximamente: KILLING STALKING, VERSIÓN DORITOS... nah, mentira :v
Y además, ya sabemos uno de los pasados turbios de los personajes y ese es el de Equidna, ahora ya sabemos porque tan hostil. Y sé que ansían, como yo, saber de Astaroth, pero aun no mis bebes.
Mis lindas estrellitas, vamos creciendo más y más. ¡Muchas gracias por su apoyo!
(Ya no me alargaré tanto, luego las notas son más extensas que el fanfic)
Mushos abrashos ashfixiantesh y beshos baboshotes!!!!♥♥♥♥
(Pd: Alguien vio/esta viendo el World Figure Skating Championship 2017??? Javi, Yuzu y Shoma son la causa principal de andarme desvelando ;-;)
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