Capítulo 21: Abandono

Pov's Dipper



Al abrir los ojos, mi cuerpo se sentía demasiado cansado y débil. Bill aun me envolvía en sus brazos, y estaba ya despierto. Probablemente estaba esperando a que despertara.

- Buenos días, Pine tree- me susurró, besando mi frente- Feliz cumpleaños...



"Cumpleaños"



La palabra retumbó en mi cabeza, mareandome. La realidad me cayó como un balde de agua helada, quitándome las pocas energías que me restaban.

Cubrí mis ojos con el dorso de mi mano, evitando la salida de mis lagrimas.


- Lo siento, no pensé que...- interrumpí a Bill,posando mi mano que tenia libre en la suya, la cual descansaba en mis caderas.

- No te preocupes, no puedo evitarlo... supongo que es la nostalgia- respondí con la voz entrecortada a causa del enjambre de sentimientos que invadían cada célula de mi ser.

Nos quedamos en silencio por un momento hasta que fui capaz de calmar mis instintos de tirarme al piso a llorar como un bebé. Y Bill no se separó de mi lado en ningún momento. Me abrazaba firmemente, acariciando mis mejillas.

Lentamente, descubrí mis ojos. Aún no amanecía, así que el cielo era un lienzo azabache con un leve fulgor morado, claro signo de que ya iba a amanecer.


Bill me veía con dulzura y con tristeza. Tomó mi mano y la besó, haciéndome sonrojar.

- ¿Estás seguro de que quieres ir? No me enojaré si decides no ir, realmente me aliviaría demasiado el que te quedaras aquí, a salvo. Encontraremos otra forma de investigar- Bill me mostraba una sonrisa llena de gentileza.

- Sí quiero ir. Así te seré de utilidad en algo y no estaré como una carga- respondí.

- No digas eso. Con el hecho de que estés a mi lado por siempre me es más que suficiente... Tu eres mi pequeña cordura en esta locura- sin dejar pasar un segundo, Bill atacó sin dudar mis labios. Correspondí sin pensármelo, sintiendo sus suaves labios danzar con los míos.


Y sin importar cuanto me suplicará y cuantos besos me diese, mi decisión no cambio ni un poco. Así que Bill optó por darse por vencido y apoyar mi decisión.

Nos preparamos para salir en unas horas hacia la Cabaña. Cada segundo que pasaba , sentía mi corazón latir con frenesí, lleno de ansiedad. Bill parecía estar tranquilo, lo cual no dudó que lo esté. Pareciese como si para él fuera un da rutinario y normal.


- Dipper- me llamó cuando salí del vestidor ya bañado y con una muda de ropa nueva- Acércate a mi, por favor...

Caminé hacia él y cuando estuve a pocos centímetros, jaló de mis hombros, cortando la distancia que había entre nosotros. Juntó su frente con la mía, haciéndome cosquillas con su respiración entrecortada.

- Sigo preocupado por ti, Dipper. No sé si esto salga bien y no sabría que hacer si algo te llegará a pasar. Y no podré protegerte yo mismo, pero al menos podré darte alguna protección- acaricio con su pulgar mi omóplato y dio un suspiro lleno de pesar- ¿Aún conservas el talismán que alguna vez te di?

- ¿El que me diste en el centro comercial? Sí, aun lo tengo- tenté en mi cuello la delgada cadena de donde colgaba el talismán en forma de triangulo. Lo alcé y lo saqué de mi camiseta, mostrándoselo a Bill- Lo traigo la mayor parte del tiempo, pensé que ya lo sabías...


Bill acaricio el talismán y de sus dedos salieron pequeñas llamas azules. Sentí una agradable calidez brotar del talismán.

- No soy un experto en protecciones como Will, pero eso no significa que no pueda hacerlas. Si algo malo llegase a pasar, este talismán te ayudara a regresar a mi. Sólo basta que lo tomes con tus dos manos y que pienses en mi mientras lo haces- dijo, volviendo a meter dentro de mi camiseta el talismán- ¿Entendido?

Asentí.

Bill sonrió sin ganas y me abrazó con desesperación. No dudé en corresponderle y hundí mi rostro en su pecho. Sin embargo, en ese abrazo no hubo ningún beso. Y no era necesario que me lo dijera, pero sé que teme a que me pueda perder. Y para ser sincero, yo no tengo un buen presentimiento sobre este plan...



*~*~*~*



- Cuídate Dipper- me dijo Will. Sus ojos estaban rojos e hinchados, una señal de que tuvo una noche en vela.

Intente mostrarle una sonrisa, pero sólo salio como una mueca.


Emprendimos marcha hacia la Cabaña, con Equidna, Bill, Astaroth y yo en la cabeza del pequeño grupo. Caminamos en silencio, con el sonido de nuestros pasos como único acompañante.

Estábamos en pleno verano, pero hacia un frió que calaba hasta los huesos. Me abracé a mi mismo, intentando darme calor. Vi de reojo como Bill se quitó su chaqueta y la cercó a mí, colocandola en mis hombros.

- Debiste traer algo con que cubrirte, Dipper- susurró.

- Lo sé. Gracias- respondí.


Y después de eso, volvimos a sumirnos en silencio. Bill no tiritaba de frío, y era de esperarse de un demonio como él. Bill Cipher podría estar en medio de fuego y no quemarse.


- Hasta aquí nos quedamos- anunció Equidna- Los esperaremos en este mismo lugar como fue planeado. Suerte, señor Bill...


Ella me mandó una mirada llena de desprecio y amenaza. Sé que Equidna espera que me atenga a sus amenazas que me ha dado sobre quedarme en la Cabaña y que así ya no le sea un estorbo a Bill, como ella dice. Pero no caeré en sus viles juegos que son causados por su envidia.

Bill asintió y siguió caminando al igual que nosotros, dejando atrás al escuadrón.

Caminamos unos metros mas, hasta que Astaroth y Bill pararon súbitamente.



- Tienen centinelas- susurró Astaroth, frunciendo el ceño en disgusto.

- Estúpido Ford, ¿de dónde mierda consiguió centinelas de esta magnitud?- susurró Bill, con furia plasmada en cada una de sus palabras pero sin dejar su semblante sereno.

- No lo sé, pero no podemos pasar, no somos humanos y nuestras naturalezas no son neutrales. Dipper tendrá que seguir por si solo de aquí en adelante- Astaroth nos miró expectante por primera vez en el día, con astucia en sus ojos.


La mueca de Bill se deformó en preocupación y enojo. Tomó mi rostro y beso mi frente.


- La Cabaña está caminando derecho. Conformé avances más, se te será familiar el bosque...Ya sabes que hacer si algo malo pasa. Si no regresas en una hora, me importaran una mierda lo que me puedan hacer las centinelas e iré por ti- me abrazó con fuerza.

- Todo va a salir bien, basta de sentimentalismos- La voz de Astaroth tenia compasión, apoyándonos. Aun así, Bill me dejó de abrazar minutos después, con una desolada mirada pintada en su rostro.



No nos dijimos más, ya había sido suficiente.



Me adentré entre los arboles, perdiendo de vista a Bill y Astaroth. Observé las copas de los árboles en busca de alguna señal de que ellos me siguieron, pero no hubo nada. Y también busqué los "Centinelas", aunque no los encontré porque no tenia ni idea de como buscarlos.

Mi corazón dio un vuelvo al ver un letrero de la Cabaña del Misterio en un árbol. Tenía los bordes oscuros, muestra de suciedad y caos. Las letras apenas eran visibles ya que estaban llenas de azufre. Acaricie las letras, manchando mis dedos.

Emprendí marcha de nueva cuenta. El bosque ya se me hacia demasiado familiar.

No había ningún ruido. El bosque estaba en completa tranquilidad.



Que agradable silencio...



Las lágrimas amenazaron con surgir de mis ojos al ver la Cabaña del Misterio. Pareciese que hubiesen pasado siglos desde que estuve ahí.

Paré en seco, dando un suspiro entrecortado. Me costaba respirar y mi corazón quería salir de mi pecho. Sentí una gota de sudor caer por mi cuello.


Ya no había marcha atrás, sin embargo. No importa cuanto temblaran mis piernas o cuantas ganas de llorar tuviera, debía de ir y seguir el plan al pie de la letra.


Caminé con lentitud. Tomé con fuerza el regalo contra mi pecho, intentando que así mis manos no temblaran tanto.


Solo dejaré el regalo en la entrada y me iré. Esperó que Astaroth y Bill hayan encontrado la forma de rastrear al demonio que robó a Astaroth...


Y justo cuando estaba a dos metros de distancia de la Cabaña, la puerta se abrió súbitamente.

Mi hermana, mis tíos y mis amigos salieron de la Cabaña. Se veían a salvo y mejor de como me fui. A excepción de mi tío, quien tenia el brazo inmovilizado y tenia ojeras bajo los ojos.


- ¡Dipper, regresaste!- gritó Mabel, con una sonrisa. Corrieron hacia mi con una amplia sonrisa en el rostro.

Mi hermana me abrazó con fuerza. En esos momentos, no supe como reaccionar. Eso no estaba planeado y me ha confundido completamente.

Mi hermana se separó de mi un poco para verme a los ojos. Ella estaba llorando, pero mantenía una sonrisa. 

- ¡Sabía que regresarías, hermanito!


Y justo con esas palabras, volví a la realidad. El pánico me invadió rápidamente. Pero también la tristeza lo hizo. Ver a mi hermana de esa manera por algo que no sucederá... me rompía el corazón. 


- Yo- mis palabras salieron como un susurro entrecortado. Cerré mis ojos por un segundo con fuerza, intentando así tranquilizarme- Feliz cumpleaños Mabel... Te traje un regalo- me sentí un completo idiota diciendo eso, pero fue lo único que se me vino a la mente. Se lo di y ella me lo recibió con una gran sonrisa dirigida a mi, llena de felicidad y diversión.

- ¡Torpe!- me dijo con una sonrisa- ¡El mejor regalo es tenerte de vuelta!


Torcí el gesto. Ver sus ojo llenos de alegría y esperanza me hicieron distraerme del plan inicial. Por un poco, iba a decidir quedarme.



Solo por un poco....



Dí un paso atrás seguido de otro, alejándome de ellos.

- ¿Dipper?- preguntó Wendy, viéndome con duda.

- Lo lamento- susurré, con la voz quebrada. Sentí una lagrima caer por mi mejilla y no hice el menor intento de limpiarla. 

- ¿A qué te refieres?- mi tío Ford adquirió un rostro lleno de decepción y tristeza. Y con esa expresión parecía haber envejecido más. Mi tío es demasiado listo y tengo la certeza de que ya tiene una idea de lo que esta pasando- ¿Dipper?- urgió.

- Lo lamento- volví a repetir. 


Retrocedí más pasos y me giré, dándoles la espalda. Comencé a correr lejos de la Cabaña, escuchando los gritos de mi familia llamándome.

Aún corriendo, volteé mi vista hacia atrás. Ellos tenían rastros de tristeza y varias lagrimas cayendo por sus mejillas. Tenían la intención de seguirme, pero un hombre alto pelinegro se interpuso en su camino. Pude apreciar su rostro hasta que él dirigió su vista hacia mi.

Su tez era blanca como el papel, con los pómulos levemente marcados, una nariz perfecta y unos ojos azul cobalto. Era muy apuesto como Bill y con ese pensamiento, las piezas comenzaron a encajar. Tanta belleza no era posible para un humano... Estoy seguro que ese ser es el demonio que robó a Astaroth.


Perdí de vista la Cabaña del Misterio conforme corría mas y mas.


Quería escapar de ahí.


Quería regresar al lado de Bill.



Y tanta era mi necesidad de alejarme de ahí, que no vi el camino que seguía. Y cuando hube detenido mi marcha, me percaté muy tarde que me había perdido.


- Mierda- susurré para mis adentros. Barrí con la mirada a mi alrededor, intentando buscar algo familiar que pudiese orientarme.... Nada.

Volví a maldecir.

Lo único que me queda es caminar hasta encontrar algo en donde orientarme.



Espero no perderme mas...



No era necesario tener un reloj para saber que ya había caminado por mas de una hora. Mis piernas comenzaban a doler y tenía una capa de sudor en el cuello. Y la sensación de que algo se me olvidaba no ayudaba a reconfortar mi caminata.


Bill ha de estar muy preocupado, quizá enojado. Lo único que espero es que no piense que lo he traicionado y que Equidna no se haya colgado se eso para inventar cosas.


Me senté en las raíces de un árbol, ya exhausto. Un respiro no me haría nada mal...


Observé todo mi alrededor, buscando algo familiar a lo que aferrarme para volver. Y justo como las otras veces, el bosque me era desconocido.

Capté por el rabillo del ojo movimiento en un arbusto, pero no le di importancia. Podría ser una criatura del bosque o algo así...

Cerré un momento los ojos para descansar un poco, solo un poco y hacer memoria del bosque o de los lugares a los que fui con Bill, sin embargo, jamas me di a la tarea de memorizarlos, así que sera difícil regresar. Y la misma sensación de que estaba pasando por alto algo que me sirve para regresar sigue presente.



- Vaya, vaya. ¿A quién tenemos aquí?



Abrí mis ojos con rapidez, alerta. Me paré rápidamente de mi improvisado asiento.


Aunque, no encontré una amenaza realmente.

- ¿Gideon?- baje la vista hacia el niño albino frente a mi.

- En efecto. Pero que suerte tengo al encontrar a la zorra de Bill. Estamos en ventaja...


Reí al escuchar su pequeño insulto. Se veía mas adorable cuando intentaba hacerse el rudo.

- Hola Gideon. Es un gusto verte, pensé que estabas muerto. Es bueno saber que estas bien- saludé, mostrándole una sonrisa- Oye, acabo de perderme... ¿Podrías decirme por donde puedo ir?

- Sigues siendo el mismo niño iluso, al parecer. ¿Crees que te voy a ayudar a volver con tu novio? Te voy a utilizar para que deje este Raromagedon. ¡Y así estaremos un paso mas adelante de la Cabaña del Misterio!- Gideon no había crecido aun, y viéndolo con una malévola risa lo hacia ver demasiado gracioso como ver a dos bebes pelearse.

- Pensé que ya no tenías rivalidad con la Cabaña- dije, ahogando en mis palabras una carcajada.

- Cuando se trata de sobrevivencia, se tiene rivalidad con todos. Tienes que ser el mejor no importa que. Tienes que conseguir todo lo que sea para vivir. Supongo que tu no lo has de saber porque tienes la protección del ser mas poderoso de Gravity Falls... ¡No dejen que se vaya! ¡Agárrenlo!

De los arboles a mi alrededor salieron algunos de los sobrevivientes desaparecidos: Tambry, el oficial Durland, el sheriff Blubs, Toby decidido y el padre de Gideon. Se acercaron a mí, con intención de inmovilizarme. El oficial Durland se tropezó y cayó, llevándose consigo al sheriff, y Toby decidido se distrajo con ellos. Tambry comenzó a gritarles "inútiles" mientras que Buddy Gleeful intentaba calmarlos. 


Sé que debería estar asustado, pero la escena era demasiado graciosa que no sentía amenaza alguna. 

- ¡Suficiente!- gritó Gideon, enrojeciendo de la furia. Su gritó salio agudo como un ratón chillando.

Fue muy cruel de mi parte comenzar a partirme de la risa de ellos, pero me era imposible al verlos hechos un desastre. Me dieron pena, en serio. Pero algo que logré hacer es evitar que siguiesen en su divertida pelea. 


- ¿De qué te ríes, Dipper?- Gideon pareció enfurecerse más- ¿Te burlas de nosotros?

- Perdón, en serio, pero son la cosa más adorable que he visto en este Raromagedon- limpie con mi dedo indice mi lagrimal, limpiando una lagrima que quería salir. 

- ¡Cállate, Dipper! ¡Te vas a arrepentir! Padre, no dejes que se escape- Buddy Gleeful, igual de obediente que siempre, caminó hacia mi. Deje de reír, poniéndome serio. Probablemente los otros eran muy torpes, pero estoy seguro que el padre de Gideon no lo es y cuenta con más fuerza que yo. 

- Cálmate, Gideon- dije, retrocediendo un paso- Ayúdame a regresar y no le diré a Bill que los vi. Si quieren puedo pedirle a Bill que les de protección...- posé mi vista a Tambry- ¿No te gustaría volver a ver a Robbie? Te extraña demasiado... 


La expresión de determinación de Tambry fue reemplazada por una llena de tristeza.

- ¡No lo escuchen! ¡Nos está engañando! ¡Es igual o peor de tramposo que Bill!- gritó Gideon- ¡Te lo dije, Tambry, tu novio esta muerto, Bill lo asesinó!


Volví a retroceder varios pasos, pero el padre de Gideon se acercó el doble hacia mi. Dirigí mi vista a mi alrededor, buscando algo que me sirviera como camino para no perderme más. La sensación que venia embargandome desde hace ya rato obtuvo fuerza. Mi mente comenzó a trabajar con rapidez, intentando recordar ese mínimo detalle que me esta matando. 

Estoy consciente de lo cerca que esta Gleeful de mí. No sé si ellos puedan ser una amenaza, pero no quiero averiguarlo. Lo único que quiero es estar al lado de Bill. 


Bill...


   "Sí algo malo llegase a pasar, este talismán te ayudara a regresar a mi."



Claro, el talismán. Tomé de la cadena de la que colgaba el talismán y saqué este de mi camiseta. Al tomarlo entre mis manos, adquirió la misma calidez cuando Bill lo tocó. 



  "Sólo basta que lo tomes con tus dos manos y que pienses en mi mientras lo haces"



Junté mis dos manos, envolviendo el talismán y cerré los ojos. Sentí a Buddy Gleeful tomar de mis hombros, inmovilizandome. Vi en mi mente a Bill como lo había visto la ultima vez: Con ropa informal amarilla, sin chaqueta y con un gesto lleno de preocupación, un sentimiento que jamas pensé que Bill tendría. 


Una briza comenzó a sentirse en el ambiente. El agarré de mis hombros desapareció y me dí el lujo de abrir los ojos. Aun seguía en el mismo lugar y rodeado de las mismas personas, solo que las hojas de los arboles caían y se arremolinaban a mi alrededor. Gideon y los demás me veían como si fuese su mayor pesadilla. 


Probablemente tengan razón al decirme que yo no tengo que preocuparme cada noche por amanecer vivo o no tener el lujo dormir en una cama caliente. Ellos lo viven a diario desde que este nuevo Raromagedon ocurrió. Y sé que si le digo a Bill que los encontré, hará que sus pesadillas vengan a cazarlos. 


- La promesa de no decirle a Bill sigue en pie, Gideon- le dije, mostrandole una sonrisa. Su rostro consternado pareció tener alivio- Espero volver a encontrarnos, solo que no quisiera ser sometido la próxima vez... 



Sus figuras se volvieron borrosas y desaparecieron en una vorágine de colores y formas. Los tonos del bosque se oscurecieron a colores carmín y azabache. Cerré los ojos con fuerza, puesto que empecé a marearme. 


Segundos después, la brisa desapareció. Abrí lentamente mis ojos, encontrándome con todas las pesadillas de Bill observándome boquiabiertos. Pero mi atención se quedó fija en Bill, quien me veía con sorpresa. Cuando salio de su confusión, caminó hacia mí con rapidez y me envolvió con fuerza en sus brazos. Hundió su cabeza en mi cuello y me besó. 





- Pensé que me habías abandonado- susurraste, con alivio en cada silaba. 


Mi demonio tonto. ¿No te lo había dicho ya?


- Jamas te abandonaré Bill- te lo vuelvo a repetir y lo repetiré las veces que sean necesarias hasta que entiendas. 

No tengo razón para dejarte. 

Aquí estoy a salvo. 

Y aquí estoy a tu lado. Al lado de quien amo. 



•~•~•


Hola, estrellitas!!! La Tierra les dice hola!!! ♥♥ (⌒▽⌒)


¿Cómo les va la vida? Algo raro esta pasando, porque este capitulo lo publiqué a la semana. Pero estaba inspirada y pues con la señora inspiración, se puede hasta dominar el mundo. 


En este capitulo no hubo mucho Billdip como otros. Este capitulo ya son un poco más de resolución de misterios y aparición de otros. Ya sabemos que paso con la Cabaña y con el demonio, aunque no del todo. Y ya apareció Gideon y los demás, algo que pues ya tenia ganas de hacer. 


El proximo capitulo va a ser una sorpresa para ustedes de cumpleaños... así que esperenlo con ansias!!!


Por ultimo, perdón a las estrellitas que pensaron que iba a haber nuevo capitulo. Si había parte del capitulo, pero no estaba terminado. Esa es otra de las razones por las que me apuré en actualizar jejeje n.nU


Gracias a las estrellitas que se unen a esta zenzual familia! Cada vez estamos más cerca de dominar el mundo!!


Mushos abrashos ashfixiantesh y beshos baboshos!!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top