Capítulo 19: Engaño

Pov's Dipper



El sonido del reloj me relajaba de alguna forma desconocida.


Mis lágrimas habían cesado desde hace una hora, pero me reconfortaba de alguna forma el seguir abrazándome a mis piernas y tener a mi lado a Will.


Astaroth ya se había rendido al pedirnos que comiéramos algo. Ya no se escuchaban sus reclamos del otro lado de la puerta ni sus desesperados golpes en esta.

Nos habíamos saltado el almuerzo por el hecho de que no queríamos ver a Bill.



Cuando quedamos Bill, Equidna, Astaroth y yo solos en la habitación, comenzaron a formular el plan. Equidna estaba extasiada al ver que su táctica había servido y lo podía demostrar con su radiante sonrisa. No tengo la menor idea de lo que quiere llegar con todo esto, pero estoy seguro que, si todo funciona bien, saldré muy mal de este problema.

La fecha establecida era obvia desde el principio. Iba a dar lugar el día de mi cumpleaños, el cual no tardaba. El regalo lo planearía Will, así que me dijeron que no debía preocuparme por eso. Astaroth y Bill estarían escondidos en arboles cercanos a la Cabaña mientras yo iba a esta.

Al principio no entendí para que me querían si solo podían acercarse y ya. 

No le pregunté a Bill ni a Equidna, sino a Astaroth.




- Tú ayudaras a camuflajearnos. Tienes impregnada la esencia de la presencia de Bill. Sí Bill y yo fuéramos a percibir la presencia de quien me robó, estoy seguro que ellos también percibirán la de nosotros. Tú impedirás eso, ovejita...

- ¿Por que tengo impregnada la esencia de Bill?

Astaroth soltó una risilla y me vio con burla.

- No se,  dime. ¿Que hacen en las noches?


Cuando entendí el mensaje, baje la mirada, ocultando mi sonrojo y mi tristeza. Quisiera decirle que sólo lo hemos hecho una vez, que realmente fue una violación, que no fue nada lindo ni especial y que, gracias a eso, ya no creo poder volver hacerlo.

- Lamento si te incomode, ovejita- se disculpó al ver que no era únicamente vergüenza lo que sentía en esos momentos, sino que decepción y tristeza.

Decidí cambiar de tema antes de que mis recuerdos retomaran su afán de torturarme.

- No comprendo... Si el ser que te robó es un demonio de igual forma... ¿Cómo pudo entrar en la Cabaña? Los sensores detectan las presencias demoníacas. Y así saben quienes son los aliados de Bill

- Supongo que ya te han hablado sobre las naturalezas, ¿no es así?- yo asentí y su sonrisa se ensanchó- Pues los sensores de la Cabaña perciben las naturalezas negativas y destructivas, las cuales son la mayoría que tenemos los demonios. Pero, la naturaleza de este ser es neutral, como la tuya. Solo hay un demonio que conozca que tenga ese tipo de naturaleza, y es Marchosias. Pero aun no podemos hacer conclusiones. Puede ser otro demonio de su descendencia o de su jerarquía. Iremos para darnos una idea de qué es a lo que nos estamos enfrentando. Si es un demonio cualquiera no me preocuparía tanto... Pero si es ese imbécil de Marchosias tendremos problemas.




Fui interrumpido abruptamente de mis pensamientos por un fuerte golpe en la puerta. Seguido de otro mas fuerte. Will y yo nos estremecimos asustados al ver la puerta salir disparada hacia dentro y a Astaroth acabando de dar una patada a la ya no existente puerta.

- ¿Hasta cuando pensaban quedarse encerrados?- nos gritó Astaroth.

- No tanto para que tiraras la puerta- le respondió Will con el ceño levemente fruncido.

- Yo no fui el de la idea de tirar la puerta- se excusó el pelinegro, levantando las manos.

- Fui yo

Un chico castaño habló detrás del demonio. Vestía con ropa muy formal negra y azul, y su presencia tenia aire de superioridad y orgullo.

Pero al ver su rostro con detalle, sentí un balde de agua fría me caía, empapándome con fría estupefacción.


Parecía que me estaba viendo frente a un espejo.


- Dip- Will se levantó de un salto con alegría y corrió hacia el espejismo, abrazándolo.

A diferencia de Will, el castaño era mas alto que el. Pero no tanto como Bill o Astaroth.


- ¿Quien mierda es esta imitación barata de mi persona?- preguntó el espejismo después de estudiarme de pies a cabeza.

- Lo mismo pregunto- dije, aún con sorpresa.

- Ovejita, el es Dipper Gleeful. Gleeful, el es Dipper Pines- nos presentó Astaroth.

- Que hay- saludo, sin perder su gesto de superioridad mientras correspondía el abrazo de Will.

- Hola- saludé, sintiéndome intimidado. Jamas imaginé que en otro universo  pudiese existir otro Dipper con el apellido de un niño que usa muchos productos para su cabello y con una personalidad más fuerte que la mía.


- Ovejita, ¿por qué no vas a hablar con Bill?- me preguntó Astaroth mientras desviaba la vista con un gesto de desagrado al ver que Dipper Gleeful y Will habían comenzado a besarse. 

- No voy a ir- respondí, con el ceño fruncido y los brazos cruzados- Ya me dio a entender todo

- Oh vamos, no te pongas como niño chiquito cuando no le dan su dulce...- comenzó a reír como imbécil- Lo malpensé, lo siento

Lo fulminé con la mirada y el paró un momento de reír.

- Hablen. Resuelvan sus diferencias- dijo, con una sonrisa, o el intento de una. Astaroth siempre puede sonreír con burla o con malicia, pero jamas lo he visto dando una sonrisa sincera y sin un deje de maldad. 

Sin pensarlo, me levanté de la cama y caminé hacia afuera. 


Astaroth de alguna forma tiene razón. Bill probablemente tenia sus razones para tratarme así. Las escucharé. Al menos podré saber si me quiere por que realmente me ama o porque soy una simple herramienta para poder alcanzar su nuevo reinado. 


Caminé por los largos y silenciosos pasillos, ya que siempre había bullicio en el salón principal y en la sala del trono, donde todas las pesadillas y súbditos de alto rango de Bill se encontraban. 

El aire olía a humo y a cobre, pero también había un leve aroma a flores y a tierra húmeda gracias al jardín de Will. Al asomarme a las ventanas que daban a ese pequeño santuario, se podía ver como brillaban y bailaban al compás de la brisa del bosque. Will es el único demonio amable que he conocido en este Raromagedon. A veces, pienso que tiene más humanidad que yo. 


Llegó a mis oídos el débil tocar de una melodía de piano, dejándome hipnotizado por su belleza. 

Caminé, siguiendo el sonido. Y mientras mas me acercaba, quedaba más y más embelesado.

 Al estar frente a frente a la puerta cerrada de la biblioteca, pude apreciar con más claridad el sonido de los acordes. La puerta estaba entre abierta y una ranura de luz se veía desde afuera. 


Empujé levemente la puerta para abrir completamente la estancia y no molestar al pianista. Aun no observaba su rostro, ya que el mismo piano me lo impedía. Caminé con lentitud y silenciosamente, como si mis pasos no tocaran el piso. Paré a un costado al ver el rostro del pianista. 


Su anguloso rostro se veía hermoso de perfil. Sus ojos cerrados mostraban sus largas pestañas. Su rostro se veía tan tranquilo y tan... humano. Sus manos se movían ágilmente como si danzaran por si mismas sobre las teclas con vida propia. 



Era el ser mas hermoso que había visto...



No pareció reparar en mi presencia gracias al maravilloso sonido de las notas que lo mantenía absorto. En esos momentos me dieron unas inmensas ganas de recostarme en su hombro y cerrar los ojos, dejándome inundar en los hermosos acordes. 


Terminó la melodía y segundos después, abrió lentamente los ojos, como si saliera de un trance. Y fue ahí donde reparó en mi. 


Soltó una risilla y me sonrió con dulzura. 

- Rêverie- susurró, sin dejar de lado esa dulzura que emanaba de su ser- Ensueño. Es francés

- No sabia que podías tocar el piano- dije, con una sonrisa. 

- Soy capaz de muchas cosas, Pine tree- me respondió y dio unas palmaditas en el banco de piano de terciopelo color negro. Al instante entendí el mensaje y me fui a sentar a su lado. 


Tomó mi mano y la entrelazó con la suya.

- ¿Por qué has estado tan distante? ¿Quieres que muera sin tu presencia, My Sweet Darling?- me preguntó, sin borrar su sonrisa. 

Bajé la mirada hacia las teclas, las cuales brillaban como perlas. 

- Déjame adivinar, entonces- habló Bill con una sonrisa, tocando las teclas que hace unos momentos estaba viendo. Tomó mi mentón y lo alzó para que lo viese a los ojos- Es porque serás mi lindo señuelo, ¿no es así?


Reprimí las lagrimas que amenazaban con salir de mis ojos. ¿Por qué lo dice como si no le diese importancia? ¿Acaso no ve que me estoy sintiendo utilizado? ¿Donde quedó el amor y la protección que me prometió?



Las promesas no siempre se cumplen...



- Oh mi Pine tree- exclamó, besando mi frente- Sabes que te amo con todo mi maldito ser, ¿verdad?

- Ya no sé si dices la verdad Bill- respondí, desviando su mirada y sin evitar mostrar mi decepción. 


Pude ver por el rabillo del ojo como su reluciente sonrisa se desvanecía, dando paso a un semblante ansioso y preocupado. 

- ¿A  qué te refieres con eso, mi Dipper?- preguntó, tomando mi rostro con sus dos manos. No me dejó responder, porque enseguida de lanzar la pregunta, prosiguió con otra- ¿Crees que ya no te amo? ¿O acaso tú ya no me amas? Yo he velado por tu seguridad y tu felicidad, mi amor. Y siempre lo haré...


Y solo esas palabras hicieron que mi autocontrol se fuese a la mierda. 


- ¿¡AH, EN SERIO!?- empujé con brusquedad a Bill, quitando sus manos de mi rostro. Me paré del banco del piano para estar mas lejos de él- ¿¡Y donde carajos estaban tus sermones de "amor y protección" en la mañana?!


Bill me secundó al pararme, acercándose lentamente como si yo fuese un animal salvaje furioso y el evitase que yo pudiese arrancarle un brazo. 

- Mi amor... déjame explicarte. Pero primero cálmate- lo interrumpí con un estruendoso golpe hacia una pequeña mesa cerca de mi.

- ¡Ya he tenido suficiente con tus estúpidas explicaciones que sé que son medias verdades!- sentí como mis lagrimas comenzaban a caer por mis mejillas. Las limpie con rapidez con el torso de mi mano pero surgieron unas nuevas.


Bill dio un paso hacia mi y yo retrocedí un paso, alejándome de él. A Bill no pareció importarle, ya que siguió caminando hacia mi y yo retrocediendo a cada paso que daba.



Parezco un animal acorralado



Choqué contra la pared, siéndome imposible no poder retroceder mas. 

- No des ni un paso más- amenacé, pero el no se inmutó ni un poco. Siguió caminando lentamente hacia mí.

- Odio pelear contigo, amor- susurró, mostrándome una de esas sonrisas que me hacen caer en sus encantos... pero no hoy.

- Te dije que ya no dieses un paso más- respondí.

Sentí en mi pecho una rara sensación de repentina adrenalina. Me recorrió por todo el cuerpo, llenándome de una sensación nueva. Sentía energía recorrer todo mi cuerpo como si de corrientes eléctricas se tratara.

Cuando Bill estuvo a menos de dos pasos de llegar hacia mi, las corrientes que me invadían fueron aumentando más y más.

- ¡PARA!- grité.



No sabría explicar que fue lo que paso después, porque no lo sé. 



Al gritar, Bill salio disparado lejos de mi y fue a golpearse con estrépito hacia la pared más cercana. La repentina oleada de adrenalina me abandonó al igual que las extrañas corrientes de energía. 

Caí de rodillas, exhausto. Bill no parecía herido, ya que en seguida se levantó y corrió hacia mí. No hice el menor intento de resistirme a el, porque no me quedaban las fuerzas suficientes.

En vez de repelerlo, al instante que me envolvió en sus brazos yo le correspondí. Me recosté en su pecho y me dí el lujo de desahogarme. 

El pecho de Bill era mejor consuelo que una fría almohada. 



Estoy tan desesperado y confundido...



- ¿Cómo hiciste eso, Dipper?- me preguntó, separándonos un poco. 

Yo negué y el sólo se limito a besar mi frente. 

- ¿Ves lo poderoso que puedes llegar a ser? Sólo tienes que saber usar tu naturaleza y controlarla, claro esta- me dijo. 

- Bill...- murmuré, con mi voz saliendo como un susurro a causa del nudo que comenzaba a formarse en mi garganta. 

- No es necesario que me lo digas, porque ya sé que me pedirás... ¿Quieres respuestas, verdad?- yo asentí.


Me ayudó a pararme y nos dirigimos hacia el único sofá que había en la habitación. 

- Respóndeme algo- inició cuando estábamos sentados-...¿Crees qué solo te tengo para explotar tu poder? ¿Como si fueras una herramienta?

- Hace unas horas parecía que si- respondí, bajando la mirada y aguantando las ganas de volver a llorar. La cabeza estaba comenzando a doler a causa de mi excesivo llanto y mis ojos ardían. Lo más que quiero en estos momentos es dormirme hasta que el dolor aminoré y de paso olvidarme un momento de lo que esta pasando. 

- No te mentiré. Eres alguien poderoso, y lo pudiste presenciar hace unos instantes. Nadie puede derribar a Bill Cipher... Pero tu lo hiciste realidad. Y eres un gran aliado en mi bando, ya que me das muchas ventajas. Pero no te veo como un aliado, mi lindo Pine tree. Te veo a mi lado, ayudándome a reinar juntos por la eternidad...

La persuasión en su voz era tan intensa que quería lanzarme a el y llenarlo de besos, dejando como un malentendido lo anterior sucedido.


Sin embargo, el tiempo que he estado con Bill es suficiente para saber que hace eso para no tener que lidiar con cosas como estas. Y no le daré el lujo de caer en sus encantos.

- Eso no me explica nada, ¿sabes?- dije, impaciente.

- Tranquilo, a eso voy. Sé que Equidna no es buena con nadie mas que conmigo. ¿Sabes por qué te trata tan mal? Es porque un lindo humano me hizo enamorarme de él, algo que ella no ha podido lograr desde hace varios milenios. Y a eso Equidna le da rabia y envidia- Acarició mi mejilla con gentileza- No quiero que te pasé nada. Y hay veces donde hay pequeñas amenazas aquí dentro, como Equidna...

- ¿Por qué no simplemente la sacas de aquí, y ya?- No voy a negar que me puse un poco celoso al saber que el odio de Equidna hacia mi es ocasionado porque envidia que Bill y yo tengamos una relación especial y ella y él no.

- Porque ella si es una herramienta demasiado útil- me respondió- No me gusta la idea de que vayas. Pero tuve que decir que si, para que no corras mas peligro con Equidna y que ella piense que te estoy utilizando. No te obligare a hacer algo que no quieras, pero me encantaría que me ayudases en esto. Sin tu ayuda no lo podría lograr... Puedes darle el regalo que quieras a tu hermana, Dipper. Y si algo se sale de descontrol, haré todo lo posible para sacarte de ahí, aunque me pueda desintegrar en el intento... ¿Me ayudarías, My Sweet Darling?

Yo suspiré. Cada palabra parece tan sincera, pero Bill sabe mentir. Me encantaría poder entrar un momento en su mente y así saber si realmente me ama o si solo soy como Equidna, un ser enamorado de un cruel demonio de la destrucción que se aprovecha de ese complejo sentimiento para su propio beneficio.



Justo cuando la balanza se inclinaba más por negar su plan, un detalle muy importante se colocó en el lado que indicaba si aceptar su plan, volviendo a equilibrarse e inclinarse más por ese lado.

Si hay un demonio en la Cabaña, puede ser que los esté ayudando... o que los tenga sometidos a ser sus sirvientes. De un demonio no se puede esperar nada, aunque tenga una naturaleza neutral.



Tengo que saber que están bien... Que Mabel está bien...



Tengo que salvarlos si no es así...



- De acuerdo, te ayudaré- respondí y recibí un gran abrazo de su parte y varios besos en mi rostro.

- Sabía que podía confiar en ti, mi Pine tree- me dijo entre besos.


Los besos me daban cosquillas, haciéndome reír sutilmente.


Pero fuimos interrumpidos por el golpeteo a la puerta. Bill resopló, enojado. Pero ordenó que entrasen.

Me sorprendió un poco ver al otro Dipper, quien venía abrazado de Will. Astaroth fue quien entró primero.

- Escuchamos un estruendo. Pensamos que Bill le estaba pegando a Dipper, pero creo que hemos interrumpido su sexo salvaje- dijo Astaroth, restándole importancia encogiéndose de hombros. En cambio de mí, que me sonrojé y escondí mi rostro en el pecho de Bill.

Bill ignoró al demonio con un gesto de la mano. Posó su vista en Dipper Gleeful.


- Que sorpresa verte aquí, Gleeful- dijo Bill. 

- Solo pasaba a visitar a mi lindo Will, ya que lo tienes tan ocupado con eso del Raromagedon que no me ha visitado- respondió el otro chico, acariciando a Will en la cabeza como si de un cachorro se tratase. Y Will estaba encantado con las caricias. 

- ¿Y se puede saber hasta cuando te vas a quedar?- la amargura de Bill era evidente en su voz, pero mantenía su rostro muy sereno. 

- No mucho. Ya se que no te caigo bien y el sentimiento es reciproco. No quiero lidiar con estúpidos problemas contigo. Ademas, estoy demasiado ocupado en mi dimensión- respondió Gleeful. 

- Te dejaré estar aquí con la única condición de no verte a menos que sea muy necesario. Ahora largense los tres

Los primeros en salir fueron Will y Dipper Gleeful. Pero Astaroth no los siguió, se quedó en la habitación sin acatar la orden que había dado Bill. El mayor de los Cipher, al ver que el azabache no cumplía su orden, frunció el ceño con desagrado y furia. 

- ¿Tú qué esperas para salir, demonio de quinta?- espetó, enojado.


Astaroth parecía no importarle los reclamos de Bill. Posó su mirada en mí, estudiándome con un leve asombro. Segundos después, salio de sus cavilaciones y nos mando una sonrisa burlona. 


- Si no quieres que se pongan al revés tus planes, será mejor que entrenes a tu linda ovejita- y después de decirle eso a Bill, salió de la habitación como si nada hubiese pasado. 



Y , por segunda vez en el dia, volví a ver tu rostro distante. Parecías alguien completamente diferente a como te conocía. 

Me doy cuenta cada vez más de los secretos que me escondes y que no quieres mostrarme. 

¿Sabes que pasara si seguimos de esta forma?

Lo sé... Nada bueno puede salir de una relación llena de secretos... 

Hazme creer que puedo confiar en ti...

Demuéstrame que nuestro amor no es un engaño...

•~•~•~•

Estrellitas, la Tierra les dice Hola!!! ♥♥ (⌒▽⌒)

¡Perdón la tardanza! Siento que esta vez me he tardado demasiado en actualizar. Pero he tenido una semana un poco difícil. Estoy en evaluaciones, osea, exámenes asquerosos y me enfermé (y sigo enferma) casi una semana entera. 

Pero no los aburriré con mis historias de vida xD. ¿Qué les pareció el capitulo? Aquí entró Dipper Gleeful, aunque ya se le había hecho mención en el capitulo 14. (Y en el especial, pero no lo tomaremos en cuenta ¿si?)

¿Qué les pareció Bill tocando el piano? A mi me encantó la idea y la melodía en serio que me gusta demasiado. La estoy intentando sacar y así sentirme como Bill xd... Okno .-.

Un dato curioso es que la pelea de Bill y Dipper se me hizo un tanto real. Casi siempre, cuando la chica se enoja, el hombre empieza a decirle cosas bonitas (como "mi amor") para que se calmen. ¿Ustedes que piensan?

Este capitulo es un tanto importante porque ya vemos una pequeña manifestación de los posibles poderes que su naturaleza brinda a Dipper. 


Muchas gracias por leer este fanfic. Sé que ha de ser repetitivo, pero este fanfic sigue en pie gracias a ustedes, estrellitas. ¡La familia crece más y más! ¡Gracias!


Mushos abrashos ashfixiantesh y beshos baboshos!!! ♥♥



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