Capítulo Dos

La Finca del Patrón

Hiba caminando tranquilamente por el sendero del pueblo, hace mucho que no salía de mi estudio pues el trabajo me tenía ocupada 24/7 y podría decir que tengo un pequeño descanso por ahora, mientras caminaba veía a los niños jugar y a los adultos charlar animados.

Era un lindo ambiente sin mencionar que el paisaje es hermoso y su brisa suave al igual que refrescante, unos metros más adelante de mi pude ver una gran sede alejada del pueblo, así que apresure mi andar y finalmente había llegado.

Pero no se veía alma alguna alrededor.

—ah... — se adentró lentamente al enorme jardín.— hola, hay alguien?.—dijo mirando a todos lados.

Repentinamente tres hombres la tenían en el suelo y cada uno apuntándole con sus katanas, uno era rubio de mechones naranja y los otros dos eran albinos.

—quien eres y como sabes de este lugar?.— habló el Albino con múltiples cicatrices en rostro y torso.— habla ahora.

—...yo...—balbuceo intimidada por la penetrante mirada.— estoy bu--buscando...- hablaba con dificultad por el nerviosismo.

—tal parece que la joven Kobayashi esta aquí.— hizo presencia una voz conocida para los pilares.

Los tres hombres soltaron a la Morena y se arrodillaron ante el responsable, Nami al notar de quien se trataba esbozo una sonrisa de alivio.

—nos alegra verlo nuevamente oyakata-sama, rezaremos para que su salud siga tan buena como hasta ahora.

—muchas gracias tengen.— agradeció con gentileza.—queridos hijos quiero presentarles a alguien, joven Kobayashi podrías venir.

Nami asintió y se acercó para quedar frente a los pilares.

—ella es la señorita Kobayashi Nami, esta maravillosa escritora y artista trabajara para mi, espero que la traten con el debido respeto que merece.

— como ordene oyakata-sama.—respondieron los tres al unísono.

—la señorita Kobayashi aún no tiene una finca propia y me preguntaba si alguno de ustedes podrian permitirle hospedarse un tiempo en las suyas.— habló el patrón.

El primero en alzar la mano fue uzui.

— puede quedarse en mi finca.

La Morena palidecio, el pilar tenía semblante de ser un pervertido y ella desconfiaba en los pervertidos, bueno en los hombres en general.

— muchas gracias tengen.— agradeció el patrón.

Uzui miro a la Morena de forma pícara y Nami sintió un escalofrío recorrer su espalda.
















ay no...



Aquí está el segundo capítulo, espero sea de su agrado 💕

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