- Se que serás la mejor - dijo Lynn mientras acariciaba la mejilla de su pequeña hija - vas a hacer mucho mejor que yo en todos los sentidos, no importa que decidas hacer con tu vida yo sé que vas a brillar como la estrella que eres y yo misma me encargaré de que sea así. Eres mi mayor logro Lacy, todos mis trofeos, todas mis victorias son insignificantes comparados contigo.... Mi pequeña estrella, nunca te rindas.

La infancia de Lacy fue como se esperaría de una familia normal, con muchos juegos y diversión. Nunca le falto nada en ese momento, pues tenía el amor de su familia y la admiración de su madre. La hija de Lynn empezó a caminar antes de cumplir un año, algo que hizo muy feliz a su madre, más a un cuando la pequeña bebé siempre jugaba con un balón de fútbol o de básquetbol. Al parecer tendría el mismo amor por el deporte y eso era algo increíble, pues podría seguir su legado....

Pero las malas noticias llegaron a la vida de Lynn rápidamente pues su hija no tenía la misma condición atlética que ella, pues gracias a un análisis de Lisa logro saber que Lacy con el tiempo perdería fuerza, su cuerpo no sería apto para un desgaste de un deportista profesional. Lynn en ese momento le suplico a Lisa que ayudará a su hija, para que cumpliera su sueño.... Pero a los ojos de Lisa la petición de Lynn era algo egoísta, pues aún la niña no sabía ni siquiera que era un deporte, también podía elegir otra cosa que no fueran los deportes; así que en ese momento Lisa le negó la ayuda. Aunque no sería mala idea pensar en un tratamiento para la pequeña, pero solo lo usaría si la niña se lo pedía.

Lynn enfureció por la indiferencia de su hermana, pero aún así apoyaría y ayudaría a su hija en cumplir su sueño, ella sabia que amaría los deportes tanto como ella y con ese presentimiento la quinta hija de Rita y Lynn Sr. comenzó su plan. Desde muy pequeña Lacy fue sometida a una dieta para un atleta, obviamente con las limitaciones de su edad, además Lynn siempre hizo que su hija hiciera como mínimo una hora de ejercicio al día (siempre acompaño a su hija en esas rutinas). Con ese entrenamiento Lynn creía que Lacy lograría adaptarse, que su cuerpo se adaptaría a tal desgastó.

Claro que logro obtener su objetivo pues con el tiempo Lacy comenzó a ser una estrella en los deportes como ella, pues a los 6 años ya había logrado ganar su primer campeonato y toda su niñez vio buenos resultados. Pero todo cambio en la secundaria, pues Lacy ya no rendía cómo se esperaba, se cansaba más rápido e incluso se lastimaba más fácilmente, al parecer Lynn no había logrado su objetivo.... Pero aún así intento motivar a su hija aún cuando ella no quería seguir el ritmo del entrenamiento que Lynn comenzaba a imponerle.

Paso de ser su madre a su entrenadora, y de su entrenadora a una loca compulsiva.... Lacy durante toda la secundaria fue sofocada por su madre. Aunque realmente en el fondo de su corazón Lynn hacia esto por su hija y por un legitimo amor hacia ella, perdió el camino, sus acciones no fueron las correctas y fue muy tarde cuando se dio cuenta.

Aún recordaba ese día, la final del campeonato la oportunidad de oro para que Lacy brillará, pero en el segundo tiempo del partido su hija se tiró al campo sin razón alguna y no se volvió a levantar; se suspendió el partido la pequeña adolescente llegó con su madre llorando de dolor, ocasionado por una fractura en su hueso de la pierna derecha. En ese momento Lynn no supo la causa real y creyó que su hija simplemente se quería rendir, algo que la ex estrella en los deportes no supo manejar.... - ¡Ahhh! - la decepción de Lynn se podía notar claramente - eres una vergüenza Lacy Loud, me decepcionas.... Nunca serás la número uno.

Con el tiempo esas palabras afectaron incluso a Lynn. Recordaba perfectamente la escena en Vanzilla, su hija lloraba mientras Lemy intentaba consolarla inútilmente, y las miradas de odio de parte de la familia, todos en ese momento querían golpear a Lynn por lo grosera e inmoral que fue. Lo único que evitó una paliza hacia la castaña fue Lincoln.

Una vez llegaron a la casa todo el mundo intento consolar a Lacy. Mientras Lincoln tenía una discusión muy fuerte con la deportista de la familia.

- ¡¿Que demonios pensabas Lynn?! - grito con mucha irá - ella es tu hija, no es un maldito muñeco al cuál puedes maltratar, además nuestra niña sufrió una fractura en su pierna es por eso que abandono el partido, no renunció para tomar el camino más fácil lo hizo porque no tenía opción.

- ¡¿Y que quieres qué haga Lincoln?! - grito eufórica - lo hecho, hecho está. No hay nada que pueda hacer para revertir lo que hice, además lo hice por su futuro y así es como me lo paga, fallando en el final, si hubiera tomado el entrenamiento como yo se lo pedía en lugar de ir con Lemy a perder el tiempo eso no habría pasado. ¡Ella se lo busco!, ¡Fue una inútil!.

Esa noche ocurrió algo que nunca había pasado antes, Lincoln siempre fue alguien pacifista aún más cuando se trataba de su familia. Jamás le había levantado la mano a alguna de sus hermanas, pero ese día la furia realmente lo cambio. Un pequeño estruendo se escuchó en la casa y luego de él Lynn tenía la mejilla derecha roja. La bofetada fue dolorosa para la mujer pero el dolor físico era poco comparado con el emocional.

La deportista se encontraba llorando y sin saber que hacer, nunca imagino que esto pasaría. La persona qué más quería y más respetaba la había lastimado.... El impacto emocional fue tremendo, incluso el mismo Lincoln no supo cómo reaccionar. Quería disculparse con Lynn por su acción, realmente quería hacerlo, pero algo le impidió hacer eso y por un momento supo que decir.

- Este dolor que ahora sientes es el mismo que tú hija sufre desde hace tiempo.... Y no te puedo hechar la culpa por completo porque también es mi hija, estamos juntos como padres en las buenas y en las malas, ambos somos responsables de ella - lágrimas comenzaron a salir del rostro del albino - así que ahora iré a impedir que nuestra niña sufra más, pues de eso se trata aceptar los errores. Uno debe tratar de solucionarlos no de hacerlos más grandes - el hombre sufría por dentro, hablarle así a Lynn no lo hacía feliz - si no tienes nada productivo que hacer vete de aquí y no te acerques a Lacy, ya sufrió mucho el día de hoy.

Desde esa noche Lynn Loud no fue la misma, tomo su distancia con Lincoln y su hija, pues no podía verlos por la vergüenza que sentía por sus acciones. Quería disculparse pero no sabía cómo hacerlo, no sabía cómo justificar tal daño. Incluso ella sabia que un lo sientes no sería suficiente así que buscar una forma de redimir el daño sería terrible.

Los meses pasaron y Lynn se mantenía muy distante con su hija, pero sin darse cuenta también comenzó a serlo con su familia, ya casi no hablaba con nadie.... Pocas veces se animó a tener una pequeña conversación con Lincoln o alguna de sus hermanas, pero fueron muy pocas esas ocasiones. Sin darse cuenta poco a poco cayó en depresión, en una muy severa. También como rutina diaria Lynn comenzó a visitar bares muy seguido para tomar un poco y olvidarse por un momento de lo horrible que fue, es, y será como madre.

- Soy un enorme trozo de basura humana que no merece vivir más - bebe un poco de su cerveza - debería irme de la casa, sería lo mejor para todos. La familia estarían y amaría más a mí pequeña.... mi maldito fanatismo mancho el amor que sentía por mi pequeña - lágrimas comenzaron a salir de la mujer - mi pequeña campeona, es una lastima que un monstruo como yo te entrenará.

- ¿Así piensas resolver tus problemas? - pregunto Luna Loud con un ligero enfado. La amante de la música decidió seguir a su hermana menor para ver qué hacía por las tardes mientras todos estaban ocupados en casa - Lynn eres una persona horrible, pero esto es demasiado. Prefieres llorar como una niña asustada en lugar de enfrentar tus problemas, me das lastima.

- Ya lo sé.... ¿Te puedes ir?, No estoy de humor para más insultos el día de hoy. Quiero estar sola.

- Deja de actuar como la víctima - se sienta junto a Lynn en la barra del bar - no vengo a insultarte, o bueno no del todo. Escucha bien mujer, estuve observando a tu hija la última semana al parecer siente algo por mi pequeño Lemy, el sentimiento será correspondido pronto, así que lamentablemente debo llevarme bien contigo por el bien de mi hijo.... Y por el bien de Lacy. Debes mejorar por tú hija si es que en verdad la quieres. No quiero que una pelea comience por tu culpa, ver a mi hijo y Lacy sufrir sería horrible para mí.... Así que te ayudaré a mejorar ese ánimo.

- Bueno ya lo hiciste, gane la apuesta.... Todas ustedes me deben mil dólares - sonrió un poco - 10 mil grandes, siempre supe que Lacy ganaría.

- Momento loca deportista, el trato fue de quién sería el primer amor del muchacho. Lacy tal vez sea el amor verdadero de mi pequeño, pero dudo completamente que sea la primera novia de Lemy. Lyra aún tiene una oportunidad.... Así que aún no cantes victoria.

- Bueno al menos ganaré 100 mil dólares. La apuesta mayor fue del verdadero amor. ¿Recuerdas?

- Eres increíble. Vengo a ayudarte para mejorar tú situación emocional con tu hija y tú solo piensas en dinero - se levanta del asiento - creo que mereces estar en esta situación.

- ¡Espera, Luna! - sujeto a su hermana de hombro - solo estaba bromeando.... El dinero no me importa en este momento, quiero ser una buena madre con mi pequeña.

- Ahhh Lynn. Se que no lo parece, pero verte en ese estado nos hace sufrir a todos y eres mi hermana, no importa como seas, siempre me preocupara tu bienestar.... Aunque estuve tentada a no ayudarte, tu hija y alguien más me motivo a hacer esto.

- ¿Alguien más? - pregunto confundida - ¿Te refieres a....?

- ¡Lynn Loud! - grito una mujer latina - ya paso mucho tiempo desde nuestro último enfrentamiento, comienzo a extrañar nuestras competencias, pero en ese estado no serás un rival para mí.

- Ahhh, Ronnie Anne Loud Santiago - dijo Lynn sorprendida - ¿Qué haces aquí?.

- Bueno creía que sería muy obvia y por cierto no digas mi nombre completo, es algo raro sabes.... Y contestando a tu pregunta vine a recuperar a una vieja amiga - abraza a Lynn - comprendo tu dolor Lynn, es por eso que vengo a ayudarte. Pero será la última vez, además nuestra rivalidad "sanguinaria" ya quedó en el pasado, ¿Verdad?.

- Si - respondió un poco triste - tu ganaste en la mayoría de las veces, incluso en el amor me ganaste. No escuchar tu consejo sería estupido de mi parte.

- Lamento mucho eso - se separa de Lynn - sabes que nunca quise hacerte sentir así, en aquel tiempo no pensaba claramente y es por que vengo a ayudarte.

- Escúchala Lynn ella es la mejor madre de la familia - interrumpió Luna - no te vas arrepentir.

- No tengo otra opción.... Estoy dispuesta a lo que sea - estrecha la mano de Ronalda - acepto la ayuda de una amiga.

Desde ese momento Lynn comenzó a ganarse el respeto de la familia, ayudando y explicando muchas cosas. Sobre sus acciones principalmente y la búsqueda del perdón familiar parecía sencilla en su momento, pero había muchas de sus hermanas que no estaban dispuestas a perdonar tan fácil, cómo Lincoln, Leni, Lori, Lana y Lisa.... Pero si todo fuera sencillo, ¿Cuál sería la gloria?

Hasta aquí el capítulo de hoy espero les haya gustado y disculpen la tardanza, pero es semana de exámenes. Una muy aburrida semana junto con la siguiente así que lamentablemente de momento me retrasare con las publicaciones.

Sin más hasta la próxima.... Los quiero.