Cap 16. El maldito pasado.
Narra la zensualona escritora.
"Se los diré hoy"
Esa pequeña y simple frase rondaba por la cabeza de (T/N) durante el resto de su día libre y durante toda la semana.
En cuanto el padre de Slenderman se entero de quien estaba detrás de las desapariciones se marcho por su parte para hacer una investigación en secreto dejando a sus hijos en la casa del de traje argumentando que en estos momentos es mejor permanecer en un solo lugar por lo menos hasta que arregle esto.
La morena intento por casi dos semanas hablar con Slenderman en privado, si bien había desarrollado una gran confianza con los otros tres no llegaba a igualar la que tenia con el señor de la casa.
Trenderman era serio pero inteligente, además de que siempre que estaban a solas comenzaba a indagar en su pasado como si dependiera su vida de ello.
Splendorman era amigable y risueño, siempre sacándole una sonrisa a la joven además de siempre pedirle una historia antes de dormir, claro, con el apoyo de Sally.
Offenderman era coqueto y encantador ante la mirada de cualquier mujer, para ella, "un viejo rabo verde que perdería el miembro si llegara a tocarla ", o por lo menos era lo que le gritaba cada vez que lo encontraba escondido en su closed, si bien era molesto ante sus ojos no podía negar que tenia un "no se que" que evitaba que ella lo odiara.
Y al final Slenderman, si bien su forma de ser no cambio mucho, siempre recibía un "muchas gracias" o un "con cuidado" de su parte.
(T/N) sabia que Slender no era de los de mostrar afecto, así que eso significaba mucho para ella.
Y aunque sabia que ellos no eran exactamente "Don señor normal" temía que al saber mas de ella le tomaran algo de asco o inclusive, odio...
Sabia lo que era el odio....
Ese amargo sabor que probo hace ya tantos años...
El simple hecho de pensar que volvería a sufrir la llenaba de miedo.
Y hay estaba ella, lavando los platos después de la cena, sumergida en su pensar sombrío de que es lo que fue y podrá ser.
—¡¡(T/N)!!-—. Escucho como la llamaba el ser colorido tras tocar levemente su hombro.
Ella giro rápidamente dejando caer al piso el plato enjabonado haciendo que este se despedazara frente a los pies de quien le llamaba.
—P-perdon, no te escuche...—. Le respondió sin mirarlo a los ojos.
—Llevo cinco minutos llamándote...—. Le contesto haciendo algo parecido a un berrinche.
—No he estado muy consiente hoy...—.
—Dirás por toda la semana, inclusive Sally se durmió sin su cuento pero yo no me voy a rendir tan fácil, yo quiero un cuento bonito o si no te haré cosquillas a morir —. Le reprocho nuevamente cruzando sus brazos.
—Yo.... lo siento, ya voy...—. Dijo la morena poniéndose de rodillas comenzando a recoger los pedazos del plato.
Splendor la miro confundido, casi siempre bromeaba con el, y ahora parecía que estaba deprimida.
Se acercó a ella y sin decir nada imito la acción de (T/N) recogiendo el resto del plato.
—Sabe señorita (T/N), no hay nada que me guste mas que verla feliz y puedo ver que en este momento esta mal, si quiere yo podría recoger aquí, usted vaya a descansar y...—.
—¡Estas bromeando!, yo recogeré lo que falta y tu ve y busca el libro que quieras que te lea hoy —. Le contesto esbozando una sonrisa.
—Pero....—.
—Pero nada, el leer es lo mejor de mi día y si alguien lo disfruta conmigo es aun mejor, así que vete ya y espera me en la sala —. Le pidió empujándolo fuera de la cocina ganándose una sonrisa del mayor.
Cuando lo vio lo suficientemente lejos relajo su rostro y volvió a tener esa mueca de cansancio que tenia antes.
"Si vas a andar de amargada esta bien, pero no amargues a nadie mas" Se regaño internamente la morena volviendo a sonreír recogiendo los pedazos de plato que le faltaban cortándose accidentalmente con uno, fue una cortada pequeña e indolora, pero igual comenzaba a sangrar.
Camino rumbo hacia la puerta deteniéndose un segundo para tomar una gran bocanada de aire, ganando algo de valor.
Salio de la cocina dándose ánimos y llenándose de auto confianza hasta que llego a la sala y pudo ver a los tres hermanos y su tío esperándola en silencio en la sala.
Cualquier pizca de seguridad se había ido al carajo al ver como Splendorman ponía el cómodo sillón a un lado de la chimenea quedando en frente de todos los enderman.
—Creí que, solo estarías tu Splendorman...—. Le dijo en esforzándose por no sonar nerviosa.
—En realidad, mi querido hermano a hecho alarde sobre tu capacidad de narración en las historias ficticias de procedencia fantástica desde hace mas de cinco lunas, así que hemos decidido que seria bueno e interesante experimentar tu gran habilidad narrativa por nosotros mismos, sin que nuestra presencia sea un inconveniente para ti querida narradora...—. Hablo Trender para después acomodar sus lentes.
—...Ok... ¿alguien me puede traducir eso al español ?—.
—Que el raro de lunares nos presume que tus cuentos son la verga desde hace un chingo y queríamos ver si es verdad, eso es todo bombón —. Le simplificó Offender fumando un poco de su cigarrillo.
—Ahhh, bueno.... pues, esta bien —. Dijo la joven con simpleza caminando hasta tomar asiento en su lugar designado. —Y bien, ¿cual cuento quieren que lea?—.
—¡¡Los tres cerditos !!—.Grito el ser sonriente levantando el libro mencionado.
—El diario de Ana Frank—. Pidió mas relajado el hipster levantando también su libro.
— ¡¡El Kamasutra muñeca!!—. Grito Offender este ultimo lanzándole el libro en las piernas a la joven. —Y ya si quieres después lo ponemos en práctica dulzura —. Le guiño un ojo ganando que esta le diera una sonrisa para después lanzar el libro al fuego de la chimenea.
—En realidad...—. Hablo por fin Slender poniéndose de pie caminando hasta quedar frente a (T/N). —¿Hoy nos podrías leer este libro?—. Le pidio dejando aquel libro forrado con piel entre sus piernas.
La joven lo miro con sorpresa y miedo volviendo su mirada al "no rostro" de su jefe —¡¡De donde lo...—.
—Creo que ya es tiempo, ¿no lo crees? —. Le contestó interrumpiéndola colocando su mano sobre el libro.
—...Si, creo que tienes razón... —. Contesto con tono apagado mirando hacia otro lado.
Slenderman asintió y regreso a su lugar entre lazando sus dedos esperando a que la joven comenzara.
Esta aclaro su garganta tomando el libro con algo del miedo que aunque no lo demostraba la carcomía por dentro.
—Este relato se llama, "La maldicion de la bruja"—. Empezó (T/N) abriendo el libro en la primera pagina. —Hace mucho tiempo existió una hermosa mujer de noble casta y buen corazón que amaba ayudar a todos aquellos que acudieran frente a su morada, pero una tormentosa noche en particular un hombre sombrío toco a su hacienda rogando por ayuda, ella enternecida por su suplica le permitió la entrada a su casa y a su corazón —. Hablo cambiando de hoja mostrando entre ellas un dibujo hecho a mano de una hermosa mujer vestida de negro.
—¿¡Ella es la mujer!?—. Pregunto Splendorman acercándose a la muchacha señalando el dibujo.
—Si, es ella...—.
—Es muy hermosa —.
—Si lo era...—. Dijo con frialdad acariciando el dibujó. —Pasaron solo un par de años para que ambos contrajeran matrimonio, un matrimonio bendecido con tres hermosos hijos, dos mujeres y un barón—. Pauso aclarando su voz que se estaba quebrando al mirar los dibujos.
—...Pero no todo es color de rosa, ¿o me equivoco?—. Interrogo Slenderman volteando a verla.
—...No, con el pasar de los años se vieron las verdaderas intenciones del hombre, el acabo con la pequeña fortuna de su esposa dejando a su familia en la calle y la miseria robando cada pequeña joya que ella pudo llegar a tener—. Siguió hablando deteniéndose en la pagina siguiente. — Pero el, insatisfecho con haber dejado a su esposa sin nada y consumido por la avaricia intento vender lo único valioso que le quedaba....¡Sus hijos!—.
—Golpeo a su esposa hasta casi matarla intentando vender a sus hijos al mejor postor, ella se negó, peleo como un animal apunto de ser asesinado, mal diciendo al que alguna vez había amado junto a los llantos de sus hijos. El comenzó a perder la poca cordura que le quedaba, entre los llantos de sus hijos y los gritos de su mujer busco con desesperacion salir de aquel martirio, tomo su arma y...—. Se pausó soltando una lágrima enzima de la hoja.
—¿(T/N)?...—. Interrogó preocupado Splendorman viendo como esta se encogía en su lugar.
—¡¡¡EL MATO A MI MADRE DE UN TIRO EN SU PECHO!!!—. Grito entre lágrimas soltando el libro para tapar su rostro.
El libro se abrió por si solo cambiando de hojas rápidamente dejando ver como la imagen que antes era inmóvil comenzaba a moverse como si de una película se tratara escuchando los gritos y suplicas de los niños.
(T/N) ahora tapaba sus odios intentando acallar los lamentos de lo que fue su pasado.
—Yo entre en pánico, no sabia que hacer, tome a mis hermanos y corrí con ellos tan rápido como me lo permitían mis pies —. Hablo entre sollozos viendo las imágenes pasar como si de una pelicula se tratara. — Yo era la mayor, mi trabajo era salvarlos, pero el corría mas rápido que yo, mi hermano se detuvo y lo encaro gritandome que no me detuviera, oculte a mi pequeña hermana Catalina con una manta y seguí corriendo —.
— ¿Y tu hermano...?—. Pregunto Trenderman.
—Solo alcance a escuchar un disparo seguido de un grito... solo espero que no haya sufrido mucho —. Dijo resignada viendo como aquellas imágenes la localizaban entrando a una área forestal. — Yo seguía corriendo, sentía como la sangre de mis pies comenzaban a dejar un camino entre la hojarasca, el llanto de mi hermana me estaba dejando sorda, me gustaría decir que yo y mi hermana nos salvamos y vivimos felices por siempre, pero, no fue así.... Nos alcanzó al poco tiempo y nos disparo a ambas a quema ropa, a Catalina le dio un tiro en la frente, conmigo fueron tres, creo que nunca le caí bien—. Río para si misma con amargura viendo como su cuerpo caía en el bosque secando sus lágrimas con la manga de su camisa.
—Pero si fuiste asesinada, ¿como es que?...—.
—Es hay donde voy a llegar señor Offenderman...—. Le interrumpió chasqueando los dedos logrando que las hojas de aquel libro volvieran a cambiar hasta llegar a la imagen de una mujer que parecía llevar el bosque como vestimenta. —El bosque en donde yo morí tenia dueña, una Nahuala había sido espectadora de la masacre de mi padre, ella tomo mi cuerpo y lo uso un tipo de maldición de traslación...—.
—Explicate...—. Pidió Slender mirando aquel libro de reojo.
—Mientras el alma deseé vengarse la bruja puede regresarla a su cuerpo y darle cierto porcentaje de poder a la revivida, yo estaba muy enojada así que ni siquiera la deje acabar de advertirme, simplemente acepte su trato, en cuanto volví a recuperar total control de mi cuerpo fui a por el maldito de mi padre —.
—¿control de tu cuerpo?...—. Preguntó extrañado el de lunares.
— Estuve un total de setenta y dos horas muerta, una empieza a perder control de los brazos y las piernas...—. Susurro moviendo los dedos de su mano dando una fingida sonrisa al contrario. —En cuanto mate a mi padre fui y les di un entierro digno a mi familia en el bosque de la Nahuala, después fui cazando a los malditos que querían comprarnos a mi y a mis hermanos, fue una suerte que mi padre tuviera a los posible compradores en su libreta de apuntes —Mostró su pequeña libreta roja con mas de ciento treinta nombres, casi todos tachados con tinta roja —.
—Esos son muchos nombres ...—Hablo el hipster tomando la libreta entre sus manos.
—Debo admitir que me emocione y no solo los mate a ellos, si no que también fui por la descendencia de cada uno de los compradores. Fue una suerte que uno de los imbéciles que secuestro a Sally fuera uno de los tataranietos de los de mi lista —. Mencionó señalando uno de los nombres mas recientes tachados con rojo.
—....(T/N)... ¿cuantos años tienes en realidad?—. Preguntó Slenderman haciendo que todos voltearan a mirarla.
—He tenido dieciocho desde hace mas de noventa años, la bruja me explico que una vez revivida te quedas en la edad en la que moriste —. Explico como si fuera lo mas normal del mundo. —Segun recuerdo cumpliré años dentro de dos días, aunque en realidad ya no lo se, a pasado tanto tiempo que no recuerdo ni donde solía vivir —. Dijo esto ultimo poniéndose de pie caminando hasta donde estaba el libro el cual al tenerla cerca se cerro para saltar a sus brazos.
—Entonces, ¿ese libro?...—. Interrogo Trender regresando le la pequeña libreta roja para señalar el libro grande de cuero.
—En realidad no se que tiene que ver conmigo, la bruja me dijo que era importante para mi y que lo cuidara ya que tiene muchos hechizos en latín, es algo así como una extensión de mi o algo por el estilo —.
—Entonces ¿que? —. Interrumpió Offender poniéndose de pie frente a (T/N) —¿Eres algún tipo de zombie bruja o algo de esa mierda?—. Preguntó señalándola.
—En teoría si, pero nunca lo he usado, aunque siempre que tengo algún inconveniente se abre en un hechizo que necesité —.
—Entonces ¿ crees que haya algún hechizo para conquistar bellezas?—.
El libro comenzó a moverse erráticamente saliendo de entre los brazos de la chica para saltar a los de Slenderman abriéndose en una pagina casi al final dejando el separador en un hechizo peculiar.
—“Como castrar a un mujeriego” —. Leyó en voz alta logrando que la chica y el de lunares soltaran una buena carcajada cortando aquel momento incomodo. —Este libro me esta comenzando a agradar...—.
—¿No que te daba el hechizo que necesitabas?—. Hablo molesto el de la gabardina negra.
—Ese es el problema con el libro, te da el hechizo que "el creé" que necesitas —. Dijo dejando de reír con mucho esfuerzo.
—Bueno...—. Hablo Slenderman aclarando su garganta. —Te agradezco que hayas compartido tu pasado con nosotros, me has dado una nueva perspectiva desde donde mirarte —.
—Perdón si no querías hablar de eso...—. Interrumpió Splendorman a su hermano mayor quedando frente tuyo.
—No te disculpe, creo que fue bueno para mi hablar de eso —. Le hablo tocando su hombro. —Gracias a todos por escucharme, ¡se están ganando un espacio en mi corazón! —. Dijo con dulzura sonriendo les a todos los presentes.
Todos los hombres delgados vieron con asombro el rostro de la morena que ahora los miraba con ternura admitiendo les que estaban ganándose su afectó.
—Tengo que retirarme —. Hablo de primero el señor de la casa regresando le a la joven su libro saliendo de aquella sala apresurado.
—Yo tengo que revisar el twitter —. Se excusó el hipster saliendo con su celular en la mano fingiendo que revisaba algunos mensajes.
—Y-yo te-tengo que ir a inflar mas globos, bye bye —. Se despidió el ser colorido tropezando con algunas cosas durante su rápida huida.
—Me despertaste a la Offender-conda así que mejor me voy no quisiera asustarte con su tamaño —. Le grito vulgarmente a (T/N) quien sorprendida miraba como todos los presentes la habían dejado sola con su libro en las manos.
—¡¡NO LO CREO, ME PORTO LINDA Y AMABLE Y ME DEJAN SOLA!!—. Les grito a todos desde la sala. —¡¡ULTIMA VEZ QUE LES DIGO ALGO BONITO!!—. Grito haciendo un berrinche que nadie logro ver.
—...Hombres...—. Se dijo para si misma caminando con molestia hasta su habitación.
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Vaya si que me costo actualizar, pareciera que los profesores se ponen de acuerdo para dejarte exámenes, proyectos y revisiones el mismo día :''V
Bueno espero y sea de su agrado este capitulo, ya saben, voten y comenten adoro leer su opinión
:3
Atte: Glitch-24.
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