Capítulo 8.

Bajé a la cocina y entre, adentro me encontré a su madre y su hermana preparando algunas cosas para la comida.

—Hola, ¿gustas algo hija? —(preguntó la señora mirándome fijamente y negué)

—Yo solo venía a decirle que, si no necesitaban ayuda, no soy buena en eso de los juegos —(dije mirándola y ella sonrió y asintió)

—Claro, mira hay que picar esto, esto y esto, al final lo mezclamos y se hace una ensalada —(dijo mientras me apuntaba las verduras y asentí)

—Bueno —(dije y empecé a picar las cosas que me dijo)

—Eres amiga de mi hermano ¿verdad? —(pregunto su hermana mirándome y asentí un poco incómoda)

—Bueno, mis amigos son amigos él y hoy en la mañana nos invitó, espero no les molestes —(dije apenada y ellas negaron)

—Claro que no linda, eres muy bonita —(dijo la señora Mariana y sonreí a su cumplido)

—Me gustas para novia de mi hermano —(dijo Fernanda mirándome y me puse nerviosa, sentía familiar esos tratos)

—Solo somos amigos —(dije sonrojada para después seguir picando las cosas)

—Fernanda déjala, si la quiero como novia de mi bebé, pero no —(dijo la señora Mariana y más me puse roja)

—No se preocupe —(dije sonrojada y ella sonrió)

—Bueno creo que ya la acosaron mucho —(dijo Jos parado en el marco de la puerta ¿Desde cuándo está ahí?)

—Hijo, no te habíamos visto, solo platicábamos —(dijo la señora Mariana mirándolo y este río levemente)

—Entonces me pueden explicar por qué está toda roja —(dijo Jos mirándolas y ellas rieron por lo bajo)

—Bueno, es que me dijeron que estaba bonita y me puse roja —(dije y él sonrió al verme)

—Bueno, ¿ya está la comida? —(pregunto sentándose a lado mío y miré a la señora Mariana asentir)

—Ya, puedes decirle a tus amigos que bajen —(dijo Fernanda mirándolo para después salir junto a su mamá a la parte de afuera de la casa)

—Discúlpalas, escuché lo que te dijeron, no les hagas caso —(dijo y sonreí un poco incómoda)

—Vez a decirle a los chicos que bajen —(dije y el me extendió una manzana del frutero y lo ignore)

—En mis sentimientos —(dijo indignado y reí levemente)

—¿Tienes? —(pregunté riendo y el me miró mal)

—Oye eso dolió más —(dijo y sonreí a sus palabras)

—Tonto —(dije y lo miré ponerse de pie)

—Tu tonto —(dijo para después salir corriendo y dejarme con la palabra en la boca)

¿Está loco?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top