Por un acuerdo mutuo entre Aziraphale x Crowley criaron juntos Adam, más que nada para salvar al mundo y a la vida que con tanto esfuerzo habían construido en la tierra, conforme iba creciendo los dos se encargaron de enseñarle sobre el bien y el mal por partes iguales, le dieron todo lo que él necesitaba y sobre todo ambos lo amaban como si fuera su propio hijo, al parecer su crianza funcionó bastante bien cuando llegó el momento indicado, su niño los eligió en vez de iniciar el armagedón y la destrucción del universo.

Aunque ambos tomaron el papel de padres en la vida de Adam desde su nacimiento, lamentablemente la relación entre Crowley y Aziraphale seguía siendo la misma pues ninguno de lo dos se atrevia dar el siguiente paso, bueno al menos eran felices.

Pero nada dura para siempre.....Su vida perfecta de familia estaba punto de desmoronarse.

El niño rubio de ojos azules entró en la librería con una taza de café y unos pastelitos entre sus manos acompañado de su perro, se veía bastante feliz y claro que lo estaba él y sus padres habían salvado de nuevo al mundo que mala suerte que está vez sus amigos no pudieron estar aquí para poderlo presenciar ya se los contaría después cuando los vuelva ver, como su papá Aziraphale quería practicar algo muy importante con su padre Crowley, ambos lo enviaron a la cafetería de Nina a comprar todo eso, en cuanto regresó pudo notar como su papa ángel se tocaba ligeramente los labios con la punta de las yemas de sus dedos, parecía sorprendido un tanto consternado con las mejillas teñidas de color rojo carmesí, por otro lado su padre demonio lucía desaliñado y con la respiración entrecortada, ambos voltearon a verlo.

Su padre se acercó esta él para acariciar suavemente sus rizos rubios y sin decirle ni una sola palabra se marchó del lugar, dejando Adam totalmente confundido no tenía ni idea de lo que había ocurrido durante su ausencia, ¿No irían a celebrar su victoria? antes de que pudiera preguntar algo, su papá Aziraphale lo tomó del brazo y le comenzó explicar que aceptó un nuevo trabajo como jefe de los ángeles y debido a eso tendrían que mudarse al cielo lo más pronto posible, esa noticia no le agrado para nada a su hijo, él no quería irse a ningún lado, la librería era su hogar.

— Pero....Pero-....Yo no quiero irme papá....— Su voz sonaba confundida y afligida, era un cambió muy radical para un niño que estaba a punto de entrar en la adolescencia, Aziraphale mejor que nadie lo sabía pero aún así nada cambiaría el hecho de que tendrían que irse, intentó consolar a su hijo le sonrió dulcemente y le dió un tierno beso en su frente de la misma manera como lo hacía por las noches cuando lo arropaba para dormir, Metatron lo veía con disgusto y recelo, Adam no le daba buena espina ese sujeto.

El ángel rubio rápidamente empacó algunas cosas que podrían necesitar incluso sus libros favoritos y con tan sólo un poco de magia angelical teletransporto todo al cielo, le colocó a perro su correa y Adam un suéter, la amigable ángel que se quedaría de cuidar la librería durante su ausencia, los despidió en la puerta  deseándoles suerte.

— No tienes porque estar triste hijo todo saldrá bien, podrás regresaras a la tierra siempre que tú quieras, después de todo tendrás que seguir llendo a la escuela y volverás a ver a tus amigos.— Le dijo con la voz más suave y dulce posible, aunque el gesto angustiado junto con la tristeza reflejada en el rostro de su hijo no ayudaban mucho, sabía perfectamente que Adam no le gustaba está idea, pero Aziraphale ya había tomado una decisión y era definitiva, aún por mas que sus labios quisieran desesperadamente volver a besar a Crowley y su corazón doliera con gran fuerza, ya era tarde para echarse para atrás.

— ¿Y mi padre Crowley no vendrá con nosostros?.— Preguntó con curiosidad, al ver a Crowley en la acera de enfrente recargado en su Bentley, está perro hizo jadeo de confusión, Aziraphale se detuvo de golpe como si la mención del demonio pelirrojo fuera algo que lo quemara de adentro así fuera, tomó un gran suspiró intentó obtener el valor suficiente para enfrentarse a los cuestionamientos de su hijo, lentamente volteó a verlo.

— Tú padre Crowley no vendrá con nosostros ni ahora ni nunca, él escogió su propio caminó no somos quienes para decidir, tal vez no lo vuelvas a ver por largo tiempo hijo.— Susurró en voz baja, su nuevo trabajo en el cielo no sería nada sencillo, pero estaba dispuesto todo con tal de cambiar las cosas allá arriba para crear un mundo mejor, no solo para él sino también para su hijo, el niño lo miró desconcertado él no quería nada de eso, los tres era una familia nunca antes se habían separado, sus manos comenzaron a temblar, su magia rojiza se encendió lentamente trato de controlarse así mismo tal y como sus padres lo habían enseñado.

— ¡Yo no me quiero ir sin él!...¡¡Quiero que mi padre Crowley venga con nosotros!!.— Gritó lleno de irá y tristeza, salió corriendo hacía la banqueta de enfrente,
Aziraphale asustado también corrió junto con perro detrás de Adam, Whickber era una calle muy transitada tanto de carros como de gente, el miedo de que su hijo resultará herido inundó sus sentidos, más al ver como un auto color gris por poco lo atropella menos mal esté se detuvo de golpe, todo gracias una intervención demoniaca que lo salvó justo a tiempo.

Adam corrió está Crowley y lo abrazó con fuerza comenzó a llorar en su hombro, recordó cuando su hijo era pequeño y cada que se lastimaba siempre acudía a él para que lo consolará, su padre lo hacía sentir seguro.

— No me quiero ir....Por favor- Por favor ven con nosotros padre ven....— Le susurro con la voz entrecortada envuelto lágrimas, hiriendo un poco mas el corazón destrozado de Crowley, aún cuando crees que ya nada podrá lastimarte siempre hay algo que lo hace, la posibilidad aunque sea la más mínima de quedarse con Adam, era inexistente ni siquiera tenía un departamento a dónde ir mucho menos dinero, vivía en su auto junto con sus plantas, era más que claro que no podría darle a su hijo todo lo que él necesitaba.

— No me voy desaparecer de tu vida Adam eres mi hijo, te escogería a ti y tú papá mil veces antes que todo, me quemaría en agua bendita, pisaria tierra sagrada solo para poder estar con ustedes...Tienes que ir con tu papá ángel allá arriba, obedece todo lo que te diga...Mi dulce niño.....Hey...Hey no estés triste nos volveremos a ver te lo prometo.— Le dijo con una suave voz acomodo sus rizos rubios y limpió delicadamente sus lágrimas, las palabras de su padre animaron un poco Adam, la esperanza se instaló en su corazón al saber que él siempre cumplía sus promesas, se abrazaron una vez, en cuanto se separaron volvió con Aziraphale quien ya lo estaba esperando.

Sus padres se vieron mutuamente, parecía que sus miradas escondían más de lo que querían decir en voz alta, pero de nuevo Aziraphale aparto bruscamente su mirada, cruzaron la calle nuevamente, entraron en el elevador angelical y desaparecieron de allí, lo único que Crowley pudo hacer fue ver como los dos grandes amores de su vida se iban de su lado.

La lluvia comenzó a caer sin control a su alrededor al igual que las gruesas lágrimas que se deslizaron por sus mejillas.