Capítulo 2
Tokyo, 09 de abril de 2011
Griffin llevaba cargado a T.J en su espalda mientras que el chico dormía, tenían que estar en el aeropuerto para su vuelo y si hubiese sido por T.J habrían llegado tarde. Gino llevaba la mochila de su novio mientras que Axel ayudaba a Griffin con la suya.
—No está inconsciente, lo juro—fue lo primero que dijo el pelinegro al llegar para que le revisasen los boletos.
T.J bostezó y se dio cuenta en donde se encontraban.
—¿Mmm?—miró a un lado a su novio y le sonrió dulcemente.
Gino le hizo señas para que se levantara y pudiera bajarse de la espalda del menor.
—Gracias Griff—le dijo bajándose y luego pasando sus manos por sus ojos para poder despertarse—. Tengo mucho sueño.
La mujer que estaba revisando sus boletos miró a T.J y se sorprendió al notar quién era, como si no se hubiese percatado en los tres minutos que estaban ahí, que era todo Kloss.
—Mi hija te adora—le dijo al chico—. Tiene un poster de ti en su habitación, compró su disco y estuvo llorándome para poder ir al concierto.
—¿Y fue al concierto?—preguntó Griffin, la mujer asintió—. Cuatro desconocidos le agradecen por cumplir los sueños de su hija.
—Ignore a Griffin, todavía es temprano para él—comentó Axel tomándolo del brazo, la mujer rio y tomó sus boletos junto con sus pasaportes y los revisó en el sistema.
Todo estaba en orden por lo que les devolvió todo y les pidió sus maletas para que pudieran ir a la sala de espera. Gino tomó la mano de su novio y caminó junto a sus dos amigos y Vincent, el guardaespaldas de los cuatro. No es importaba ocultarse frente a Vincent ya que éste conocía la relación que llevaban, incluso los ayudaba a ocultarse frente a Howie.
—Cuando regresemos a Coramora, por favor me acompañan al Dush, necesito comerme una buena hamburguesa—comentó Griffin—. Viajé por el mundo, pero en ningún lugar pude encontrar una hamburguesa tan buena como las que prepara Jenny.
—Tú sólo quieres ir porque ella te ama—le dijo Axel, Griffin sonrió sin negarlo.
—Yo también quiero una hamburguesa allí—mencionó T.J mirando a su alrededor, quería ver si se encontraba a algún fan, era muy temprano pero siempre había más de uno que iba al aeropuerto a verlos.
—El aeropuerto no ha dejado pasar a nadie si no tienen boleto—mencionó Vincent—, Howie lo pidió.
T.J asintió con decepción, quería ver a sus fans de Japón antes de irse. Sacó su celular y les dijo a sus amigos para que se tomaran una foto juntos. Los tres se acercaron a T.J y este acomodó su teléfono para tomar la foto, la miró para asegurarse que había quedado bien y luego la subió a sus redes sociales para agradecerles a todos los fans de acompañarlos en ese concierto.
—Oye, ¿los demás en donde están?—preguntó Gino a Vincent.
—Creo que ellos tomarán el siguiente avión—mencionó intentando recordar—, en este sólo iremos nosotros junto a los demás pasajeros. Howie los quiere temprano en Coramora.
—El vuelo son como veinte horas, es imposible llegar temprano.
—Buenos cálculos, erudito—mencionó T.J para molestar a su novio, Gino lo miró con el ceño fruncido y decidió continuar hablando con Vincent.
—¿Sabe Howie que nos tardaremos? No estaremos mañana en Coramora nunca—comentó—, tenemos que hacer escala en Moscú y luego en Italia y luego en...
—Es un decir, Gino—aclaró su guardaespaldas—, es físicamente imposible que pase, Howie lo sabe.
Gino se tranquilizó un poco, la idea de Howie presionándolos para que llegasen a tiempo le provocaba mucha ansiedad, más porque no podía lograrlo. Desde que conocieron a Howie, su vida había cambiado, habían logrado sacar su álbum debut, el cual vendió millones de copias online y en físico y lograron tener su primer tour mundial en donde estuvieron casi un año entero de gira.
No mentía al decir que extrañaba su hogar, extrañaba a sus hermanos y extrañaba todo lo que había en Coramora. Siempre había considerado esa ciudad como un buen lugar, no importase en qué parte del mundo estuviese, Coramora siempre sería su lugar favorito; ahí estaba su familia y jamás podría dejar a un lado lo que más amaba.
—¿En qué piensas?—le preguntó T.J, Gino volteó a verlo sin entender—. Estás con la mirada en cualquier parte menos en el camino—le sonrió—. ¿Todo bien?
—Estaba pensando en lo que haría al regresar.
—Yo debo de visitar a mis padres, me lo han pedido—suspiró el chico, no tenía una buena relación con ambos. Los padres de T.J siempre habían estado trabajando y en sus recuerdos casi no los tenía.
—¿Quieres que vaya contigo?—al chico le brillaron los ojos.
—¿Lo harías?—preguntó, Gino asintió—. De verdad, eres el amor de mi vida.
El chico rio por sus palabras, sabía que de alguna manera lo decía de verdad y eso le daba una sensación de calma. Era gracioso cómo un par de años antes, ambos vivían peleando en el salón de clases. Al Gino del pasado jamás se le pasó por la cabeza que podrían formar una banda, menos volverse amigos, menos estar completamente enamorado de él.
Y no se arrepentía de ninguna de sus decisiones.
—¿Qué hacen ustedes dos ahí de pie?—preguntó Griffin llamándolos—. Vamos a la sala.
Ambos caminaron y entraron a la sala de espera, se alejaron un poco de todas las personas que se encontraban ahí y con su ropa esperaron que nadie los reconociesen. T.J se colocó al lado de Griffin y este aprovechó para colocar su cabeza en el hombro del mayor.
—Yo te cargué mientras dormías, así que déjame dormir diez minutos al menos.
—Vale, así no estás hablando.
—Ja ja ja, me río en tu sentido del humor—lo codeó y luego regresó su cabeza al hombro de su amigo.
Gino estaba sentado junto a Axel y Vincent. Axel estaba con la mirada fija en su celular, Gino pudo mirar de reojo lo que estaba haciendo.
Jane Sanders era su búsqueda en ese momento y probablemente en todos los momentos que pasase pegado al celular. Se sentía muy mal por él porque no había logrado tener un cierre con ella, entendía lo mucho que le tenía que doler, y a diferencia de lo que todos le decían, Gino creía que la manera en que Axel estaba manejando la situación era particularmente buena.
Fácilmente pudo haber colocado alguna publicación sobre Jane y la hubiese encontrado, pero sabía que no lo había hecho para que ni ella se sintiese sofocada ni a Howie le diese un infarto por la locura que había hecho y los regañara a los cuatro.
—¿Estás buscando a Jane?—Axel asintió.
—Es sofocante, Gino, tengo pesadillas sobre ella, no sé qué hice mal—le respondió.
—No hiciste nada malo—respondió—, sólo quizás no era el momento para ambos.
—Pero no tenía que desaparecer, podíamos seguir siendo amigos—mencionó—, prefiero ser su amigo que no verla por dos años. Imagina que T.J terminara contigo, ¿no prefieres que se quede como tu amigo a no verlo nunca más?
—Lo prefiero, también lo quisiera de amigo—comentó bajo y miró al chico que estaba al frente escuchando música—. Prefiero tenerlo como amigo a no tenerlo nunca más.
—Me pasa lo mismo con Jane—le dijo—. Ahora que regresamos a Coramora, podré buscarla mucho mejor. Estoy intentando de encontrar la manera de convencer a Jenny para que me diga en dónde esá, es su mamá no puede decirme que no sabe.
—Sí, ¿quieres que te ayude?
—Sí quiera—le dijo—, pero no sé cómo empezar. En realidad creí que podíamos hablar con los chicos de nuestra clase y ver si alguien sabe algo de Jane.
—¿Qué pasa si no?
—No lo sé, no creo que se oculte mucho tiempo. En algún momento debe de aparecer.
Gino miró a T.J, ¿qué pasaba si él estuviese en el lugar de Axel? ¿Podría pasar sus horas buscando al chico que amaba? ¿Era su amor tan grande como para recorrer el mundo si fuese posible para poder encontrarlo? Creyó que era verdad cuando las personas decían que sólo sabes lo mucho que amas a alguien, cuando lo pierdes.
No quería perder a T.J para poder saberlo.
Estaba seguro de lo mucho que lo amaba.
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Espero les guste! ¿Hacemos algunas preguntas?
1- ¿Cuál es tu Kloss favorito?
2- ¿A qué hora estás leyendo esto?
3- ¿Cuándo sólo era Axel o La chica que conoció?
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