[Capítulo 30: Sombras y Cicatrices]

Perspectiva de Akira

El vacío se extendía a mi alrededor, una inmensidad blanca sin fin, sin paredes ni cielo. Solo yo, frente a él. El hombre que me había hecho tanto daño.

Aunque, no recordaba a ese bastardo exactamente desde que lo maté, así que la figura frente a mí, era grotesca y deformada por el odio, no parecía humana en lo absoluto.

No solo eso, se movía con gran agilidad y blandiendo un cuchillo con una habilidad que me hacía recordar a Beru, Igris y PoH.

Sus ojos, llenos de desprecio, se fijaban en los míos, como si hubiera esperado este momento durante años. No había sonido, solo el eco lejano de nuestra respiración y el latir de mi propio corazón.

La forma con la que usaba la hoja para cortar el aire me sorprendía, nunca me dió la impresión de ser competente en el combate, solo un idiota que claramente no le faltaban uno, sino diez tornillos. No obstante, eso no significó que fuera difícil esquivar.

( Me encargaré de regresar todo el dolor que nos has causado! )

Mientras sentía mi sangre hervir, noté la postura que usó para lanzar otra puñalada, la hoja viajó por el aire y mi cuerpo actuó por sí solo en respuesta. Al momento siguiente, lo desarmé y luego le di un cabezazo, se tambaleó al mismo tiempo que yo me agaché para tomar el cuchillo.

Teniéndolo indefenso frente a mí, lo apuñalé una, otra y otra vez...perdí la cuenta cuando llegué a la décima. Con cada cuchillada, sentía una liberación, cada golpe hundía gradualmente el más profundo odio e ira que había acumulado durante años.

Sentí el calor de la sangre en mis manos, salpicando mi rostro, pero no me detenía. No quería...toda mi existencia y nuestro futuro dependía de la muerte de este bastardo, pero entonces, lo vi.

El rostro deformado que había odiado durante tanto tiempo comenzó a desvanecerse. Las facciones se difuminaron, cambiando a algo que me heló por completo.

Yo: Ho-honami...!?

El cuerpo que había estado atacando se desvaneció. El "rostro" de mi padrastro ya no estaba allí...sino el de ella. La sangre sobre mis manos era la de Honami.

Mi corazón se detuvo un segundo; sentí una sacudida en el pecho, como si me arrancaran el aire. El cuchillo se deslizó de mis dedos, y caí sentado hacia atrás, con la mente en blanco.

( Cómo...? Cuándo...? Qué...!? )

Quise gritar, pedir perdón, retroceder el tiempo y deshacerlo todo. Pero no había palabras, no había tiempo. Solo el vacío, y su cuerpo cayendo lentamente ante mí. Mis manos temblaban, incapaces de soltar el peso de lo que acababa de hacer.

No podía entenderlo, no podía ser ella. Pero allí estaba, con los ojos apagados y su rostro inmóvil. Un sollozo ahogado intentó escapar de mi garganta, cuando, de repente, su imagen también comenzó a desvanecerse. La sensación de frío en mi pecho se hizo más fuerte, y en ese instante, algo cayó sobre mí.

El peso de un cuerpo lacerado, cubierto de heridas, me hundió aún más en el suelo. Esta vez...se trataba de Carina. No había ni un espacio de piel que no estuviera marcado por cortes profundos y cicatrices sangrantes.

Mi corazón latía con fuerza en mis oídos. Intenté moverme, decir algo, pero mi cuerpo no reaccionaba y entonces, ella desapareció también, como si nunca hubiera estado allí.

Antes de que pudiera procesar lo que estaba ocurriendo, escuché una voz...suave, melódica y distante, llamándome desde la nada.

???: Ashborn...

Lentamente, levanté la cabeza, mis manos aún temblando. Ante mí, una chica de cabello castaño me miraba, su rostro era borroso, pero sus ojos irradiaban una calidez que contrastaba con la frialdad que me rodeaba.

Extendía su mano hacia mí, invitándome a tomarla. Seguí sin moverme del sitio, no sabiendo qué hacer.

Pero, poco a poco, recuperé el control, levanté mi brazo y me puse de pie. Caminé hacia ella, tambaleándome, pero cuando di el primer paso...el suelo bajo mis pies se desmoronó.

El vacío me atrapó y todo a mi alrededor desapareció. Mi cuerpo caía sin control en una oscuridad infinita, la sensación de caída me arrastraba más y más rápido. Entonces, desperté.

Mi cuerpo estaba cubierto de sudor frío, el corazón latiendo como si hubiera corrido por mi vida.

El frío desapareció en ese instante y fue reemplazado por un calor insoportable, así que obligué a mi cuerpo somnoliento a levantarse de la cama y fui al baño, salpicándome la cara con el nivel más frío de agua para estabilizar mi temperatura corporal.

Mientras suspiraba con alivio, observé mi reflejo y me sorprendió el hecho de que...lágrimas de sangre corrían por mis mejillas.

Sorprendido, di un paso atrás, pero terminé tropezando con algo que sabía que antes no estaba allí y me golpeé la nuca con el asiento del inodoro.

Mi visión se volvió un remolino de borrosidad, escuché cómo el cortar de la carne y muchos gritos de dolor.

Cuando finalmente pude ver con claridad de nuevo, mi respiración se detuvo cuando noté una pila de cuerpos un poco más adelante de mi posición y una máscara de Oni en mi regazo.

La culpa me invadió mientras que la máscara saltó sobre mi rostro y se aferró a mis facciones como un Abraza Caras, ese monstruo de pesadilla que se queda grabado en la mente de cualquier fan del buen cine de terror.

Yo: Aaahh!!!

Una vez más, desperté de golpe, gritando. A diferencia de antes, estaba en mi cama, no en el baño. El peso del sueño aún me oprimía el pecho, pero no había cuerpos a mi alrededor ni una máscara aferrándose a mi rostro.

Solo el sudor frío empapando las sábanas y el leve resplandor del amanecer asomándose por la ventana. Me senté en el borde de la cama, intentando calmar mi respiración.

Mis manos temblaban levemente mientras frotaba mi cara. Había sido un horrible sueño...no, peor aún: una pesadilla dentro de otra.

( Se está poniendo peor... )

El cielo comenzaba a aclararse. Me levanté despacio y caminé hasta la cocina. Sobre la mesa, el cuaderno seguía abierto, como recordándome las noches anteriores, cada una poniéndose cada vez más tormentosa que la anterior.

Me acerqué y lo hojeé. Las páginas estaban llenas de método para controlar las pesadillas, algunos recomendados por Kirara y otros que encontré en internet.

No obstante, cada uno de ellos estaba tachado con líneas de frustración...a excepción del último...tabaco.

Suspiré. No era algo que quisiera hacer, pero cuando el descanso se volvía un lujo inalcanzable, uno se aferraba a cualquier cosa o al menos ese era el patrón que seguían la mayoría de protagonistas de novelas que suelo leer.

Fui hacia el armario, deslizándome detrás de la ropa hasta encontrar el compartimento secreto. Deslicé la tapa de madera y saqué la vieja caja que contenía lo que quedaba de una vida que se desvaneció hace mucho.

Entre las pertenencias olvidadas, encontré el paquete de cigarrillos que conseguí gracias a Kikouka. Saqué uno y lo sostuve con los labios, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de hacer.

Salí al tejado, el aire fresco del amanecer me rodeó, llevándose parte del malestar, pero no lo suficiente. Me senté al borde, dejando que mis piernas colgaran sobre el vacío, y encendí el cigarro. O al menos lo intenté.

El clic del encendedor rompió el silencio, pero justo cuando la llama iba a encender el tabaco, una ráfaga de viento sopló, apagándola de golpe. Me quedé mirando el cigarro en mis labios, irritado por la interrupción. Fue en ese momento cuando escuché la voz.

???: Akira...?

Mi corazón se detuvo. Esa voz suave, dulce, pero inconfundible...Honami. Giré la cabeza, buscando su rostro, pero no había nadie. Solo el viento. El cigarro cayó de mis labios y la ventisca volvió, arrastrándolo hacia quién sabe donde.

Mis piernas perdieron el equilibrio, y antes de darme cuenta, me deslicé por el borde del techo. Sentí el vértigo en el estómago mientras caía. Todo sucedió en una fracción de segundo, pero el eco de su voz seguía resonando en mi mente.

Yo: Jajajaja...

Solo pude reírme en respuesta, ahora también la escuchó en la realidad? Mi estado mental solo sigue retrocediendo y creando un caos, pero supongo que tengo la culpa de eso...no, no lo hago, es el simple hecho de que un monstruo nunca puede cambiar.

En medio de mi conflicto, el suelo se acercaba rápidamente, y en el último segundo, mi cuerpo reaccionó por instinto. Me aferré a una de las cornisas, mis dedos raspando el borde mientras me mantenía colgado.

( No tengo remedio... )

...

( Cuanto tiempo ha pasado desde el cierre de SAO? Dos meses, si no mal recuerdo, y apenas venimos empezando 2025...pensé que ya ibamos por la mitad )

Suspiré. Con tantas cosas dando vueltas en mi mente durante y después de rehabilitación, mi prioridad era dormir para no tener que lidiar con ello, tener un momento de paz.

Pero cada maldito día se sentía extremadamente largo y aun cuando la hora para hacerlo llegaba de manera inevitable, también tenía que luchar para que mi consciencia se apagase.

( Y ahora, aunque hoy fuera la primera vez, parece que ni siquiera mientras duermo tendré paz... No soy tan iluso como para creer que es una situación única, dado lo caótica que fue, se pondrá mucho peor... )

Gruñendo, me ajusté en una mejor posición en el sofá para pacientes de Kirara, me encontraba actualmente en su oficina. No como un amigo, sino como un cliente, claro está. Ni en sueños le quitaría espacio y tiempo sin pagarle.

Kirara: Que tal se siente estar de vuelta, Akira?

Yo: Sigo acostumbrándome, no pensé que el mundo fuera a cambiar tanto en tan poco tiempo... Lo que más extrañaba era el hecho de poder hablar contigo...

No me malinterpreten, no veo a Kirara de esa manera. Aparte de mi...padre...ella es la única otra persona que me conoce. Es solo gracias a ella que no me he metido una bala en el cráneo, su apoyo se volvió invaluable para mí.

( Escucha con atención todo lo que tengo que decir y me aconseja con maneras para lidiar con cualquier situación que sea incapaz de resolver... Me trata como un humano normal, pese a que sabe que no fui criado como uno... )

Cuando le conté sobre mí, Kirara se echó a reír, pensó que las palabras que salieron de mi boca no eran más que una broma pesada. No la culpaba, era la reacción que esperaba. Después de todo, cualquiera que hubiera oído lo que ella escuchó pensaría que era imposible estar vivo para contarlo.

( Pero claro, Dios se aseguró de endurecerme para soportar todas las desgracias en mi camino, en lugar endurecer mi camino para que dichas desgracias no se dieran... )

Volviendo al tema, en ese momento no insistí con palabras. En cambio, le pedí que me mirara a los ojos, dejándole la tarea de encontrar la verdad en ellos. Sus años de experiencia, leyendo cada sutil cambio en los gestos y el lenguaje corporal, hicieron el resto.

Bastaron unos segundos para que su sonrisa se desvaneciera, sustituida por una mirada de comprensión silenciosa. Lo aceptó mejor de lo que esperaba, dándome su confianza y ofreciéndose a ser mi terapeuta.

Mientras mi mente vagaba por recuerdos lejanos, noté que Kirara sonreía nuevamente. Se reclinó en el sofá, relajada, y su mirada empezó a recorrerme de arriba abajo, examinándome sin prisa.

Kirara: Que tal ha sido está última semana?

Tras escuchar su pregunta, un zumbido resonó entre mis labios al mismo tiempo que mi cabeza giraba y mi mirada se dirigía hacia el techo.

Yo: No ha pasado gran cosa...y no me siento tan diferente de lo normal

Utilicé el mismo esfuerzo que necesité para derrotar a Beru y asegurarme de que ella no se diera cuenta de mi mentira. Pero lo sentí en mi propio cuerpo. La tensión en mis hombros, la rigidez de mi mandíbula, todo en mí estaba demasiado contenido.

( Las mujeres son naturales a la hora de notar cada detalle, por minúsculo que sea, ahora imagina una que haya pulido dichas habilidades... Dependiendo de tu situación, era una bendición o una maldición... Estoy seguro que no hay término medio )

Luchando contra mi propio cuerpo, que parecía querer delatarme, alcancé la taza de té que me preparó. Lentamente, tomé un sorbo, intentando lucir lo más relajado y natural posible, pero la duda sobre si ella podía notarlo o no nunca se desvaneció de mi mente.

( Sé que se supone que le estoy pagando para que ella escuche mis problemas y me ayude con ellos... Pero he estado consumiendo tanto de su tiempo durante años y ya no quiero molestarla más, especialmente siendo una causa pérdida... )

Kirara inclinó la cabeza, sin decir nada por un momento. Su mirada me pesaba. No necesitaba palabras para hacerme saber que no me creía del todo, pero tampoco me presionaba.

Lo dejaba en mis manos, esperando a que yo mismo decidiera si rompería el silencio incómodo o seguiría en mi mentira.

( Lo siento, mi ángel guardían, pero no voy a hablar y eso es definitivo... )

Eso fue jodidamente vergonzoso...tomé otro sorbo del cálido té, tratando de usar el humo que salía de la taza para ocultar mi cara sonrojada...acaba de reírse entre dientes? Oh no...

Me congelé en el sitio, sabiendo que era imposible seguir fingiendo tranquilidad. A pesar de mis esfuerzos por mantener la compostura, parece que se me fue de las manos.

Kirara: Hmm... Pensando en algo, Akira?

Su tono juguetón me confundió y mi ceja se levantó. Parece que no está pensando en lo creo que es. Bajé la taza de té, dejando que el vapor que salía de ella se disipara en el aire y decidí seguirle el juego.

Yo: No...? Porque preguntas?

Kirara: Tu cara lo dice todo

El aire a mi alrededor se tensó al recibir una respuesta ambigua, pero continué siguiéndole la corriente.

Yo: En serio? Mi cara dice algo que no sea "me identifico con un moai"?

Kirara: Correcto, estabas colorado y solo hay una razón para que eso haya pasado... No puedes dejar de pensar en tu beso con Hosaka-chan

Las palabras me golpearon como una almohada...se refiere a eso...espera, se refiere a eso!?

Mi mente quedó en blanco por un segundo, y sentí cómo el calor en mi rostro se intensificaba. Tragué saliva, apartando la mirada hacia el techo.

Kirara soltó una suave risa, y la vergüenza que sentí fue aún mayor. Pensé que dejaría de ser habitual que me sintiera así, nervioso y fuera de control.

( Pero aquí estoy... Y ella parece que está disfrutando demasiado de esto... Su profesionalismo se fue de sabático... -_- )

Yo: No es así. Sólo...bueno... Ugh, olvídalo

Gruñí de nuevo, sabiendo que mis intentos por disimular eran inútiles. Hubo una pausa. Tomé aire lentamente, dejando salir el aliento en un suspiro mientras mis ojos seguían fijos en el techo. Al menos este era un tema que no tenía problema en discutir.

Kirara: No tiene que ser algo tan complicado. No siempre necesitas una respuesta o un plan de acción para todo. A veces, las cosas solo...ocurren. Y está bien no tener todo bajo control

Seguí en silencio. Sus palabras tenían sentido, como de costumbre, pero ese beso con Carina...había sido totalmente diferente.

( Simplemente estaba mirando sus hermosos ojos y para cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, nuestros labios ya se habían separado... )

Solté una ligera risa, una mezcla de nerviosismo, vergüenza, como no podía ser de otra manera, y resignación.

Yo: Tienes razón, no tengo que tener una respuesta para todo...pero eso no lo hace menos extraño

Kirara: No tiene que ser extraño tampoco. A veces, un beso es solo un beso...a menos que signifique algo más para ti

Otra vez, silencio. Significaba algo más? En su caso, por supuesto, ella lo admitió! En mi caso:

Yo: Tengo que seguir pensándolo, espero no tardarme mucho, sea cuál vaya a ser la respuesta

Kirara: Entiendo. Solo asegúrate de no tardarte más de lo que ya lo has hecho

Me rasqué la nuca avergonzado. Ella dijo exactamente lo mismo...ojalá tenga suficiente paciencia, porque algo me dice que no voy a tomar esa decisión pronto.

Kirara: Que tal están tus otros amigos? Has intentado encontrarte con ellos?

Cierto. Ahora conozco a más personas a las que puedo encasillar de esa manera. Sigue sorprendiendome que eso haya pasado, después de todo, quién querría acercarse al tipo sombrío que apenas y dice una palabra?

Yo: No... Ellos están pasando el tiempo con sus familiares tras haber estado 2 años atrapados en un videojuego

Claramente puedo entender eso y no los culpo para nada por no tener tiempo de charlar conmigo en persona.

( Siempre y cuando no pasen 8 años... )

Si yo habría tenido a alguien además de a Kirara esperando mi despertar, habría pasado tiempo con esa persona para compensar todo lo perdido.

Kirara: Has hablado con tus maestros y jefes para contarles tu situación?

Yo: Si, me dieron estos 2 meses que pasaron para recuperarme tanto física como mentalmente. Aunque, regresaré a la escuela y trabajos en unas cuántas semanas

Kirara: Entiendo. Como siempre, recuerda que si necesitas algo o alguien con quién charlar de temas triviales, no dudes en llamarme, estaré disponible

Escucharla decir eso me causó varias reacciones, primeramente algo de mi creciente frustración se esfumó, mi ánimo se elevó ligeramente y finalmente, una pequeña sonrisa se marcó en mi rostro.

Esto es algo que tengo que agradecer, la mayoría de personas que ha puesto en mi camino hacen un esfuerzo en comprenderme y no se rinden conmigo al mínimo error que pueda llegar a cometer...me tratan como un igual.

Yo: Lo tendré en cuenta, gracias por todo lo que haces por mí Kirara...

Kirara: No hay porqué agradecer, para eso estoy aquí

Dándole un asentimiento, me puse de pie y luego me incliné ante Kirara para agradecerle por esta sesión. Estaba a punto de irme hasta que escuché que me volvía a llamar.

Kirara: Por cierto Akira...

Estaba por darme la vuelta con mi ceja levantada por la curiosidad, pero Kirara utilizó una de sus manos para evitar que mi cabeza terminara de girar y me hizo mirar al frente. Estaba por decir algo cuando ella continuó hablando.

Kirara: Ya que eres testarudo con no querer cortarte el cabello, al menos usa esto para que te sientas un poco más cómodo

Tan pronto como terminó de decir eso, sentí como las manos de Kirara agarraban mi ahora largo cabello y comenzaban a recogerlo.

Ella tenía razón, aún cuando han pasado meses, aún no me lo he cortado, por lo que sigue estando igual que en el momento en el que me desperté y no entiendo porqué, pero siento que no es el momento correcto para hacerlo...o al menos eso es lo que dice mi instinto.

Kirara: Y...listo. Por favor date la vuelta Akira

Sin todavía decir nada, me dí la vuelta para encarar a Kirara y al hacerlo noté como ella sostenía un espejo de mano, en el cuál pude observar mi reflejo y a mi nuevo "estilo" de cabello.

Kirara: Que te parece?

Yo: Uhh... Parezco una chica...

Kirara: Fufu~ es lo que hay cuando te dejas crecer el cabello como una

Yo: No veo fallas en esa lógica

Realmente no es que me importe cual sea mi estilo de cabello, mi capucha lo cubre todo el tiempo asi que no tengo que preocuparme de que alguien lo vea.

( Igual debería dejar de hacerlo... Ahora tengo la excusa de haber estado en coma durante años y perfectamente pasarlo como un efecto secundario )

Huh, cuando mi mente no está llena de errores del pasado y todo eso, en realidad puede ser bastante ingeniosa. Esa conclusión vale millones.

Kirara: Exacto. Ahora si puedes irte. Nos veremos la semana siguiente

Yo: Claro... Nos vemos

Una vez me despedí de Kirara, me di la vuelta y salí de la oficina. Mientras recorría los pasillos del edificio en camino hacia la salida, me coloqué mi capucha y luego simplemente observé el cielo a través de las ventanas mientras continuaba con mi camino.

Fin del Capítulo.

Esta fue mi reacción al estar revisando los capítulos y notar como en el quince, [Lágrimas Oscuras], el flashback que puse no estaba en la perspectiva de Akira, lo cuál es muy importante para que pueda dar contexto... Ya está corregido, no es tan diferente como antes, pero sus pensamientos están más claros.

No habrá otro cap hoy, este es compensación por la semana pasada y la que viene usaré el método por el que ustedes (3 personas xd) votaron. Un capítulo el viernes y el otro el domingo.

Gracias por leer, espero que les haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo: [Ave Fénix]!

PD: Segunda vez poniendo una canción en un capítulo y al igual que antes, me parece que queda bien

PD2: Skillet besto banda de Rock

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