El final es solo el comienzo
Se despierta, sin armar alboroto alguno ya que cree que ese tan solo fue el fin de una de sus tantas pesadillas. Siente un peso extra, y se da cuenta de que es Norman recargado en su pecho con una mano en donde ahora habitaba su hijo, porque así es, Norman amaba a ese pequeño ser como si fuera suyo, y Emma no tenia problemas con darle ese trabajo a el.
Parpadeo un par de veces, preguntándose a que se debía tal sueño, que a pesar de ser terrorífico cree que hay un ciclo que se acaba de cerrar y que acaba de iniciar uno.
Norman parece despertarse y Emma se gira a verlo sonriendo.
—¿Recuerdas que me preguntaste sobre si el bebé seria niña o niño?
—Lo recuerdo.
—Pues yo creo que sera niño.—Suena segura y decidía.
—¿Por qué tan segura?
—Porque soy su madre.
Norman ríe ante eso, sin levantarse y acariciar la barriga de su amada.
—Si es niña yo le pongo el nombre, si es niño tu se lo pones ¿Te parece?
—Estoy de acuerdo.
Norman besa los labios de la chica son dejar de sonreír, hasta que ella vuelve abrir la boca para hablar.
—¿Por qué no me dijeron que Anna se había suicidado?
Aquella pregunta deja a Norman, helado, levantándose y mirar a Emma quien tiene la vista perdida en algún punto del techo.
—¿Cómo lo-?
—No importa como me entere, pero no tienen porque ocultarme esto. Fui víctima del caso por lo cual tengo que saber, y entiendo que se hayan preocupado en lo que respecta a mi salud para no decirme pero, igual tengo derecho a saber.
El albino suspira, removiendo sus cabellos que han caído hacia el frente, para mirar a la chica que busca respuestas.
—Ella se suicidó enfrente de mi. Barbara y el resto murieron-
—Quemados, lo se. Al igual que se lo de Isabella y Peter.
Un silencio se ha formado, y Norman ya no sabe como responder a toda la información que se esmero en esconder pero que al final no valió la pena.
—¿Hasta donde ha llegado el caso?
—Todos piensan que hay alguien mas detrás de esto, ya que todas las pistas han muerto y creen hay un involucrado mas.
—¿Esto lo pide la policía?
—No. Es una investigación privada que tienen, Lucas, Yuugo, Son-Joo, mi padre y... Yo.
—¿Podrías llamarlos? Necesitó hablar con ellos.
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—No lo haré.
—Yuugo-
—Emma perdón, pero no me pienso detener.
Todos se han quedado en completo silencio, la embarazada mira al adulto un tanto cansada. Norman había mandado a llamar a todos como Emma lo había pedido, no sabía sus planes hasta que la reunión se llevo acabo tras escuchar las palabras de Emma diciendo que se detuvieran de dichosa investigación.
Lo que consta de James, Lucas y Norman habían aceptado la insistencia de la chica en dejar la investigación mucho antes de la llegada de los demás, pero lo que consta de Yuugo y Son-Joo, no habían cedido a tal petición.
—¿De que sirve seguir buscando a alguien que quizás ni exista?—Cuestiona Emma.
—¿Emma no lo entiendes? Hay alguien más que es la principal cabeza de todo lo que ha ocurrido.—Expresa Son-Joo con coraje, ya que alguien tiene que pagar por lo que le habían hecho a Mujika.
—¿No te basta con las vidas de Peter? ¿De Anna? ¿De Barbara? ¿Gillian? ¿Violet?
—No es eso a lo que-
—¡¿Entonces que mas necesitas?! ¡Nada traerá de regreso a Mujika!
—¡Emma!— Es Norman quien ha alzado la voz.
La aludida se ha quedado callada, respirando y tratar de controlarse ya que su embarazo sigue siendo de riesgo.
—Escucha Son-Joo, por lo que he visto aquella droga no tiene cura alguna. A mi igual me duele lo de Mujika, fue una de las primeras personas en ser amable conmigo sin esperar nada a cambio. Te pido que abandones esa investigación, yo estoy aquí y Mujika esta aquí. Los culpables originales están muertos. No trates de atrapar a un muerto.
El mencionado quedó en silencio, no sabía como responder aquello. Mientras tanto, Yuugo aun parecía no seguir convencido. Emma se levantó de su lugar, rodeando la mesa y llegar con el adulto que solo veía cada uno de sus movimientos.
—Por favor basta. No quiero seguir con eso que se ha dejado atrás. Ya no hay culpables que buscar.
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—La hemorragia ha sido detenida—Anuncia el médico ya un poco mas calmado.—Vamos Emma, dentro de poco tendremos a este bebé. Necesitó que hagas un poco mas de esfuerzo, esto es lo ultimo.
Era más que obvio que ella ya no podía, le dolía todo el cuerpo y si no mal recuerda ya se había desmayado durante esas 9 horas que lleva de parto y ya no sentía para nada las piernas, agregando que su pequeño retoño se le había ocurrido nacer dos semanas antes de la fecha predestinada.
—¡Es mas fácil decirlo que hacerlo!—Apesar de haber perdido mucha sangre, aún tenia la energía suficiente para dar comentarios sarcásticos.—¡Joder Duele!
—Escucha Emma, ya es lo último. Necesitamos que pujes y pronto tendrás a tu bebé.—Trataba de animar Gilda, quien estaba sufriendo los agarres de dolor de la pelirroja, ya que a Norman no le habían dado permiso y capaz y veía tanta sangre se desmayaba.
—A la cuenta de tres vas a pujar. Puedes hacerlo—Igual el doctor trataba de animar a la chica.—Uno, dos, tres ¡Emma puja!
Mientras tanto afuera ya hacia Norman caminando de un lado a otro, asustado y demasiado preocupado por le bien de quien seria fu familia. James trataba de calmarlo pero los intento eran mas que inútiles ya que no se quedaba quieto en ningún sitió.
De la entrada se veía a Dina y Yuugo llegando, y no por muy detrás de ellos igual llegaba Don con Son-Joo.
—¿Cómo esta Emma?—Pregunto Dina.
—¿Cómo esta el bebé? ¿Y en dónde esta Gilda?—Fue Don quien hizo estas preguntas.
—Ellas llegaron antes que nosotros, y por lo que oí de las enfermeras Emma estaba maldiciendo a cualquiera que no dejara entrar a Gilda con ella a la sala de partos, por lo tanto Gilda esta adentro con Emma.—Explico James.
—¿Y Emma?—Volvieron a preguntar, pero esta vez fue Yuugo.
—Hace poco me dijeron que tuvo una hemorragia, pero por fortuna fue detenida.—Fue esta vez Norman quien explico.—Dios, tienen que salir bien, ambos tienen que salir bien.
—Y lo harán.—Animo Son-Joo.
Dos horas mas pasaron y ya era de madrugada. Don se encontraba completamente dormido al igual que Dina, Yuugo había ido a casa de Norman por las cosas de Emma y del futuro bebé, Son-Joo y Norman se encontraban bebiendo de un café.
La puerta fue abierta y de ella salio Gilda cansada con un pequeño bulto cubierto por una manta azul. Si ella estaba así no se querían imaginar como estaría Emma.
Norman al ver a la chica salir hizo que dejara el café a un lado y mirar al pequeño ser que cargaba.
—Felicidades, papá.
Se quedó quieta, dejando que Norman se acercara poco a poco hasta que sin darse cuenta Gilda ya le había pasado al bebé al nuevo padre.
—Es niño.
Yuugo ya había llegado, Don y Dina ya se habían despertado y desde su lugar observaban como Norman veía con mucho cariño a ese bebé, y a ellos se les escapaba unas lágrimas por ver tan tierna escena.
—¿Emma?
—Ella esta bien. Es mas fuerte de lo que aparenta y ahora esta durmiendo. La podrás ver en cuando despierte.
Asiente mas calmado, viendo cada detalle al bebé. Era la viva imagen de Emma, tenía los cabellos igual de revoltosos y pelirrojos, sus mofletes y cada facción del niño eran muy similares a los de Emma, con excepción de que cuando apenas y abrió sus ojitos, noto que los tenía de un tintineante color rubí, un simple recordatorio que ese niño no era su hijo biológico, pero eso a quien le importa, de Emma había aprendido a que la familia no es la que te une de manera sanguínea, sino en realidad es la que esta contigo en las buenas y en las malas, para apoyarte como para consolarte. Y recuerda eso perfectamente porque fue el día cuando oficialmente, Emma aceptó en darle el papel de padre a Norman.
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—Ya llegué—Anuncio Norman su llegada.
—¡Norman, corre!
Aquel grito de la pelirroja causo que el albino se alarmara, para comenzar a correr rumbo al segundo piso. Al llegar encontró a Emma acostada en la cama ya lista con su bata de dormir.
—¡Ven corre!
—¿Algun dolor? ¿Complicaciones? ¿Quieres algo de comer?
—¡No! ¡Ven!—Cuando lo tuvo lo suficientemente cerca lo jalo de la manga haciendo que se sentara a su lado.—Mira, ya te conoce. —Emma tomo una de las manos de Norman para ponerla sobre su barriga de 8 meses.—Anda, hablale.
Norman se mantuvo quieto por unos instantes, hasta que hizo lo que su amada le pidió.
—Hola, bebé. —Saludo.
De inmediato Norman recibió como respuesta una pequeña patada del bebé. Lo que hizo que tanto Emma como Norman quedaran sorprendidos por lo activo que seria ese niño o niña.
—Al que acabas de escuchar... Claro si es que el quiere, es tu papá.—Sonrió que ternura.
El albino al escuchar tales palabras no hizo más que su corazón se acelerará, derramando unas cuentas lágrimas ya que por fin había escuchado tales palabras que anhelaba escuchar desde hacia tiempo. Se mordió el labio inferior, evitando no soltar mas lágrimas por tal precioso momento.
—¿Qué si quiero ser papá de este bebé?... Seria todo un honor.
Emma de igual forma comenzó a llorar, ya que llevaba mucho tiempo tratando de decírselo, pero obvio las inseguridades le invadían, hasta esa noche que por fin se atrevió a decirlo.
El bebé volvió a dar unas cuantas patadas, dando a entender que no era el único feliz con la respuesta de su padre.
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Tras uno minutos de tener a su hijo y ser visto por toda su familia, una enfermera fue a recoger al bebé para que terminaran de revisar la salud de este mismo.
La mañana ya había llegado y Norman se negaba a despegarse del hospital hasta ver a Emma despierta. En ese momento se encontraba en la habitación de la pelirroja durmiendo en uno se los sillones, hasta que escuchó a la femenina comenzó a despertarse.
—Lamento despertarte —Se disculpó risueña, aun tenia algo de sueño pero quería ver a su hijo.—¿Dónde estas?
La puerta fue abierta con delicadeza, dejando ver a Gilda quien traía al bebé en brazos.
—La tía Gilda trae al bebé. —Tras decir esto entro por completo a la habitación, acercándose a Emma y darle a su bebé.
En cuento vio al bebé no contuvo sus lágrimas, para ella ese bebé que recitaba en sus brazos era mas que perfecto. Norman con cuidado se posicionó aun lado de Emma, abrazándola por los hombros y dejar un beso en sus cabellos.
—Es perfecto.—Dijo entre lágrimas.
—Se parece mucho a ti.
A los pocos minutos entraron todos los demas, viendo con mucha ternura a la nueva familia.
—¿Ya decidieron cual sera su nombre?—Pregunta James.
—Pues es un niño, así que Emma ganó la apuesta, lo que quiere decir que ella decidirá el nombre.
Todos rieron ante ese dato.
—Te dije que seria niño.—Río.—Yo creo que su nombre sera... Emmit.
—Entoces así sera. Tenemos a un nuevo miembro de nuestra familia, Emmit Ratri.—Anunció Gilda.
Todos aplaudieron ante el nuevo miembro aquella disfuncional familia, que para Emma, era la mejor que alguna vez tuvo en su vida.
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Las cosas no finalizan ahí, ocurrió una variedad de novedades después de que Emma fuese dada de alta del hospital por segunda vez, pero esta vez con su pequeño hijo formaría parte de su nueva familia.
Don y Gilda tras varias discusiones y momentos en los que no se aguantaban uno del otro por fin comenzaron a salir como una pareja oficial, ya habían terminado la preparatoria por lo cual ambos se mudaron para estudiar la universidad, obvio con carreras completamente distintas pero estando juntos.
Lo que respecta a la salud de Mujika no mejoro ni empeoró, gracias a los extremos cuidados de Son-Joo, se ha propuesto a iniciar con su rehabilitación para al menos intentar enseñarle todo desde cero y controlar los ataques de pánico que llega a tener. Esta dispuesto a darlo todo y más.
Yuugo tras haber dejado por completo la investigación de buscar al otro "culpable", siguió con su trabajo con el gobierno. Dina aun sigue a cargo de la salud psicológica de Emma y tambien de paso se encarga de aconsejar a Norman con los cuidados de la pelirroja. Las visitas para la terapia de Emma comenzaron a disminuir después de que el bebé cumpliera su quinto mes de nacido.
Emilia falleció, debido a un ataque cardiaco que le dio tras una des sus crisis de pánico. A Emma dicha noticia le dolió, porque aunque la hayan tratado mal en algún momento de su vida, al final sigue siendo su madre, la persona que le dio la vida, y ella lo comprende porque ahora es madre de un hermoso niño.
El caso de Peter y la distribución de la droga quedó sin resolver, ya que por extraños motivos, todos los involucrados y los capturados morían de un extraña forma tras inhalar (según por testigos), un extraño humo de color violeta. Lo que causó que el gobierno dejara sin resolver el caso por no tener ni un solo testigo. Lo que consta de Isabella, cayo en locura, aun siguiendo un tratamiento muy extremista para tratar de mejorar su estado mental (no ha habido resultados positivos).
Y bueno, Emma y Norman junto con el pequeño bebé de nombre Emmet han seguido con su vida con más calma. Emma ya ha dejado de odiarse para centrarse en su hijo y ahora esposo, porque, si, Norman le había propuesto matrimonio. No habían hecho una gran fiesta o cosas así, fue algo entre familia con una pequeña reunió en la casa de la pareja para festejar el matrimonio.
Habían pasado exactamente 6 años desde que todo aquella pesadilla parecía haber acabado. Ahora la pareja se encontraba saliendo del cine tras una tarde en familia e ir a ver unas cuantas películas.
—Hay que salir mas seguido, yo digo que para la próxima vallamos a un parque de diversiones. —Sugiere Emma, teniendo entrelazada sus manos con las de Norman.
—¡Apoyo la idea de mamá! —Dijo alegre el infante.—¿Iremos verdad?— Hizo un puchero, cruzándose de brazos para que esa no fuera solo una simple frase de sus padres.
—Claro que iremos.—Responde Norman, revolviendo ligeramente lo cabellos de su hijo.
El infante sonrió, mirando a lo lejos a una niña de cabellos rojos.
—¡Miren es Alicia! ¿Puedo ir con ella?
—Claro, nosotros daremos una vuelta y regresaremos.
—¡Oki!— Tras recibir una respuesta afirmativa de sus padre, se fue corriendo hasta llegar con la antes mencionada, que de inmediato lo saludo para irse corriendo a jugar en la zona para niños.
—No puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo.—Dice Emma con nostálgica, viendo a su hijo jugar con otros más que recién acaba de conocer.
Ese niño era demasiado activo y sociable.
—Creelo, ahora tienes una familia que te amo mucho. —Dijo rodeando a Emma de la cintura, sonriendo y besando los labios de su esposa.
Definitivamente ese dulce sabor a miel nunca se iría.
—No puedo pedir más.
Tras estas palabras ambos se volvieron a tonar de las manos, caminando a lo largo del caminó sonriendo como un par de enamorados.
—Valla crédulos.
Escuchó esa voz, lo que la hizo detenerse de manera abrupta y escuchar tan solo el eco de una bala.
¿Dónde? ¿A quien le habían disparado?
Siente un ligero cosquilleo en el pecho, mira hacia abajo y se da cuenta que aquel vestido floreado que trae puesto comienza a ser pintado por el rojo de su sangre.
¿Quién fue-?
Y lo mira, a tan solo unos metros de distancia con el arma aun apuntándola y sonriendo satisfecho con su asesinato. Lo ve darse una vuelta despreocupado, con aquellos ropajes negros y a su lado una chica de cabellos azules y de ropas negras, caminando sentido contrario en donde se desploma su cuerpo y apenas escucha los gritos de Norman que la llaman a todo pulmón. Pero ya no escucha, ya no siente, ni si quiera percibe cuando ha caido al suelo y las lágrimas de su esposo rueden por sus mejillas hasta caer en las suyas, quiere hablar pero ya no puede.
Y se lamenta, se lamenta muchísimo el dejar a quien ama y a su hijo para entregarse de una vez por todas, a la muerte que aclamaba para que ese día llegara.
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