Despues De Tantos Años
—Recién despertó ayer, y lo primero que hizo fue preguntar por ti. Lamento no haberte avisado antes, pero teníamos que hacerle unos análisis.
Emma había llegado lo mas rápido que podía a un hospital con aproximadamente 3 horas de viaje, recién eran las 10 de la mañana y aquel mensaje la había hecho tener sentimientos encontrados y la mayoría de esos no eran felices.
—le tuvimos que dar un sedante ya que estaba por entrar en crisis nerviosa, y eso no era bueno para su estado. Estar 13 años en coma no es fácil.— le explicaba un doctor la situación a Emma caminando por los pasillos del mejor hospital de la ciudad de GoldyPondCity mejor conocido como La Capital.
—Pero ¿no ah tenido otras complicaciones?— preguntaba con notoria preocupación siguiendo al doctor quien se detuvo enfrente de una puerta blanca.
—No, no ha tenido otras complicaciones. Por ahora a estado comiendo a duras penas, sera un proceso largo para que se recupere, pero aun así pidió verte.-abrió la puerta señalando a Emma para que entrase.— si ocurre algo vendré enseguida.
—Esta bien. Gracias.
El doctor se había despedido dejando a Emma con dudas si entrar o no, pero estaba ahí hací que decidió entrar.
Lo primero que aprecio en aquel cuarto de hospital fueron las maquinas conectadas al cuerpo de una mujer de ahora piel pálida, se le podían notar las grandes ojeras que tenia, estaba muy delgada, sus cabellos pelirrojos largos y enmarañados, y su respiración parecía recién regular.
Se había hecho cargo de los pagos de hospital, a final de cuentas aquella mujer era su madre y no podía dejarla morir, y se le hacia raro que esta pidiera verla, su relación nunca fue de lo mejor.
Entro por completo a la habitación cerrando con mucho cuidado la puerta, la mujer pareció notar la presencia de Emma por que de inmediato volteo a verla.
—Me alegro de que hayas venido— hablo la mujer en voz baja, casi ronca, formando una ligera sonrisa en su rostro, casi invisible.
—Me avisaron que habías despertado.— dijo acercándose con mucha cautela a la cama de sabanas blancas y se sentó en una silla estando a un costado de la mujer.— me dijeron que querías verme.
La mujer solo sonrió apacible comenzando a tocar la mejilla de Emma, observando sus facciones y en la hermosa mujer que se había convertido.
—Estas muy hermosa— dijo sonriendo con una brillo extraño en sus ojos, como si estuviese orgullosa de ella.
su expresión cambio al notar que esta traía puesto el uniforme escolar, su mirada ahora era de enojo y asco.
—¿Por que traes puesto ese uniforme?— la respiración de la mujer se le notaba acelerada con el enojo apunto de explotar.— ¿Por qué?, ¡Responde!—había tomado del cuello a Emma soltando maldiciones con una crisis nerviosa y un enorme odio— ¡¿Por que vas a al escuela?! ¡¿Por que eres feliz?! Tu no mereces ser feliz, yo no fui feliz por tu horrible existencia— sus lágrimas comenzaron a descender, el odio e impotencia que le tenia a aquella adolescente era mucha.
Emma no reaccionaba, solo dejaba que aquella mujer le dijera todas esas cosas, por que si, esa mujer tenía razón, ella no merecía ser feliz, ella solo debía desparecer. Alrededor de 3 enfermeras entraron al cuarto haciendo que la mujer que por naturaleza llevaba el titulo de Madre la soltaran, le pidieron que saliera y así lo hizo, se recargo en la pared blanca de pasillo, se dejo caer y unas inmensas nauseas la invadieron haciendo que se levantara y saliera corriendo, en su travesía chocó con un hombre, no le hizo caso y entro a los baños devolviendo su cena.
Salió de aquel cuarto dirigiéndose a la sala de espera, pero antes iría por un café. En cuanto fue por su bebida se sentó a esperar y haber que noticias le daban.
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—Es tarde me tengo que ir- avisaba Norman tomando sus cosas.
—Norman ¿Es en serio? Me dejaras con todo este papeleo— reprochaba Nigel, un compañero de la universidad del albino.
—Lo siento, lo siento. Tengo que ir por Emma.— se disculpaba tomando las llaves de su auto.
—Esta bien, aunque intente detenerte no podre, anda vete antes de que arrepienta y te traiga a rastras.— decía dramáticamente señalando la puerta.
—Solo iré por ella y regresaré. Dramático— atravesó el campus de la universidad hasta llegar a su auto e ir por Emma.
Había llegado justo a tiempo, la campana de fin del horario escolar sonó y todos los estudiantes salieron hechos una bala, ¿A quien le gustaría pasar tanto tiempo en la escuela?. Busco entre el gran montón de adolescentes, pero no encontró rastro alguno de cierta melena pelirroja. Su atención la capto dos adolescente, una de cabellos verdes y lentes y otro de cabellos azabache y piel morena quienes se acercaron con Norman.
—Hola. Soy Gilda una compañera de Emma. Un favor si le podría entregar estos apuntes a Emma, no estuvo en clases y supongo que le harán falta.— dijo entregándole 3 libretas albino de pastas de distintos colores quien la recibió hasta que capto las palabras de la chica
—Ya esta Gilda vámonos— hablo Don notando las verdaderas intenciones de su amiga.
—¿cómo que Emma no estuvo en clases?— preguntó con notable preocupación.
—Creímos que usted sabia— respondió con extrañes.
—Emma se fue después de la primera clase. Salio corriendo y no vimos a donde se fue— agregó el moreno cruzándose de brazos.
—Muchas gracias y tambien gracias por lo de los apuntes. Nos vemos— se despidió el albino entrando al plantel.
—¿Que le habrá ocurrido a Emma?— pregunto Gilda sin dejar de ver al albino.
—No tengo la menor idea— dijo Don chasqueado los dedos enfrente de su amiga para que saliera de su ensoñación.
Norman entro al plantel, recorriendo pasillos y subiendo escalera hasta que encontró a su padre pero, eso no era todo, Anna se encontraba platicando con el.
—¿Anna?
—¡Norman!— exclamo emocionada abrazando al albino— hace mucho que no te veía ¿cómo estas?
Norman solo le dedico una mira a James en señal de Auxilio, este lo ignoro por completo.
—¿Que haces aquí?— pregunto apartando a la rubia.
—Papá llamo y me dijo que vendría a ver al tío James a su casa esta noche, así que me adelante y vine a verlo.— explicaba la rubia sentándose en una de las meses de los alumnos— Tambien vine a verlo por que vi a en la mañana a Loveless salir corriendo. ¿Que hace ella aquí Norman?— pregunto con juego ya sabiendo de antemano que algo ocultaba por la repentina desaparición de la antes mencionada.
—No entiendo de que estas hablando— fingió confusión ante la buena deducción de la rubia.
—No te hagas el tonto, el único que pudo haber traído a la asquerosa de Loveless sin dejar ningún rastro debes ser tu.— le reprochaba la rubia al albino mirándolo con burla.
James solo miraba la situación en la que se había metido solito su hijo.
—Mira no entiendo de que esta hablando pero se que—
—Sabes que, no me digas nada, lo averiguare yo sola. Me tengo que ir— se levanto de su lugar despidiéndose de James y pasara a un lado de Norman sin despedirse.
Ambos hombres se mantuvieron en silencio hasta que ya no hubo señales de Anna.
—¿Le dijiste algo?
—No soy tan idiota como para revelar información de mis estudiantes— respondió con ironía comenzando a revisar algunos papeles.
—¿Qué paso con Emma?
—No tengo la menor idea. Solo la vi saliendo del plantel y subirse a un taxi— explico sin apartar la vista de aquellas hojas.
Chasqueo la lengua ante aquella respuesta. No le quedo mas opción que llamarla.
Una, dos, tres, cinco, diez llamadas y todas van directo a buzón de voz ¿Acaso lo quería matar de la preocupación?
—Hijo calmate no vas a conseguir nada en ese estado— dijo riéndose ante al pronto ataque de nervios que recibiría Norman por su insistencia al teléfono.
—No responde ¿Que quieres que haga?
—Que te Calmes. — respondió con burla— Mira me tengo que ir, sabes que este no es mi problema y ya estas grandecito ¿ok? Te veo en la casa esta noche para recibir a Peter, tienes que ir si o si o Anna descubrirá tu Secuestro. Ya veras que todo saldrá bien— le dio un ligero golpe a Norman y salio dejándolo solo.
A los pocos minutos salio del plantel subiendo a su auto e irse a su casa y tranquilizarse, su padre tenia razón, no conseguirá nada en ese estado.
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Pasaron las horas y el doctor llego buscando a Emma en la sala de espera, esta al escuchar su nombre se acercó. Las palabras dichas por su madre aun nadaban en su mente y sumadas con las de Oliver, creaban un Huracán.
—¿Cómo esta?— pregunto inexpresiva.
—La señora Emilia padece de ataques de Bipolaridad. Recomiendo que por ahora hay que dejarla descansar y concentrarnos en su rehabilitación. Utilizo demasiada energía y tiene que descansar y tomar terapia. Si ocurre algo más te lo aremos llegar.
—Muchas gracias. Entonces yo me retiro.
—Hasta luego.
Y sin mas salio de aquel hospital e ir a tomar un autobús y regresar a casa del albino. No había tomado su teléfono en todo el día, lo prendió y se golpeo mentalmente por ser tan descuidada. 20 llamadas perdidas y 35 mensajes del albino. Estaba tan centrada con lo de su madre que se había olvidado por completo del albino. Se limito como mínimo a mandarle un mensaje.
~Llegare en un par de horas, lo siento.
No esperaba una respuesta inmediata, pero así fue. En el mensaje decía que le dijera su y ubicación y así lo hizo, no tenia ganas de discutir con el. Al los pocos segundos le pidió que se quedara ahí y que iban a ir por ella, no se pudo negar y solo se limito a esperar sentada en un banco de un parque, pensando en que excusa ponerle a Norman por haberse escapado de la escuela.
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