Capítulo 5.La Carta
Luego de los sucedido en casa de "Los Park", Yoongie salió a dar un paseo con Yoongi y Hannie.
Al terminar el día, Yoongie y Jeongyeon regresaron a su casa en otro avión privado, no querían quedarse a dormir en Seúl.
Al llegar a Busan, ya era de madrugada, cosa que a Jeongyeon no le gustó, odiaba estar sola con su sobrino, sin contar a sus escoltas, a esas horas de la noche.
El auto que se suponía los debía estar esperando nunca apareció, por lo que tuvieron que llamar a un taxi.
Cuando llegaron a su casa, todo estaba en un tranquilo silencio.
-¡Mami!-exclamó Yoongie corriendo hacia Jihyo para abrazarla.
-Hola mi amor ¿cómo estás?-le preguntó Jihyo dándole un beso en la mejilla.
-Fuimos de paseo con el tío Yoongi y con Hannie, jugamos en la piscina y la tía Jeongie estuvo conversando con el tío Jimin.
-¡Enano! Te preguntaron a ti no a mi-lo regañó Jeongyeon.
-Cielo, la abuela te dejó un regalo en tu habitación, ve a verlo y luego yo te llamo-dijo Irene y su nieto asintió, se fue corriendo hacia su habitación.
-¿Cumpliste con el trabajo?-le preguntó Taehyung apenas Yoongi se fue.
-¡No! No pude hacerlo-exclamó Jeongyeon.
-Bien, de todas formas Jungkook nos llamó para decir que se cancelaba la operación-dijo Jackson.
-¿Y no tenían pensado decírmelo? ¿Qué tal si lo mataba?-preguntó Jeongyeon enojada.
-Ay hermana, sabíamos que de todas formas no lo ibas a matar-le dijo Namjoon.
-Eso ya no importa, necesitamos que nos hagas otro trabajo.
-¿Otro trabajo?-preguntó Jeongyeon.
-¿Recuerdas a ChanWoon? ¿El socio de mamá?-le preguntó Jihyo.
-¿Qué pasó con él?.
-Bien, no sé si te acuerdas, pero ese viejo te tenía ganas-dijo Jackson.
-¿A dónde quieren ir con todo esto?
-Quieren que lo mates-le dijo Jane.
-¿Qué? ¿por qué? Él fue uno de los primeros socios de mamá.
-Por eso mismo, hija, él nos traicionó, él le dio los contactos de Japón a Jimin.
-¿Y por qué yo? Puede matarlo Jackson o Taehyung-exclamó Jeongyeon.
-No, ellos no pueden matarlo, alguien le avisó que fuiste a casa de Jimin para matarlo y él está alerta porque sospecha de que nosotros ya sabemos de su traición-le explicó Jihyo.
-¿Y por qué conmigo sería distinto?-preguntó Jeongyeon.
-Porque ese viejo verde tiene una debilidad por las chicas, tú te vas a meter en su casa, vas a fingir que te vas a meter a su cama y en el acto ¡Pum! lo matas-exclamó Jackson.
-Entiendo-dijo Jeongyeon-¡Perfecto! entonces mañana a la noche voy a su casa y lo mato, será sencillo.
-Lo mismo dijiste con Jimin-le dijo Taehyung.
-Es distinto ¿de acuerdo?-exclamó Jeongyeon.
Luego de la conversación, cada uno subió a su habitación, ya era muy tarde y debían dormir.
Al día siguiente, todos despertaron directo a desayunar, no como los otros días en que primero salían a practicar su puntería con el arma.
-Señor Taehyung, dejaron un paquete en la entrada-dijo un escolta interrumpiendo el ruidoso desayuno que estaban teniendo "Los Yoo".
-¡Dame la mermelada, pendejo!-le gritó Jeongyeon a Jackson.
-¿Y que pasa si no quiero?-exclamó Jackson.
-Ya bajenle ¿no?-exclamó la mamá agarrando la mermelada y dándosela a Jeongyeon -Aquí tienes tu maldita mermelada ¿contenta?.
-Si, gracias-bufó Jeongyeon rodando los ojos y tomando la mermelada.
-Vamos afuera-le dijo Taehyung al escolta y ambos salieron.
El desayuno que estaban teniendo era uno normal en la vida de este cartel, siempre discutían por lo mas mínimo y Taehyung ya estaba cansado de eso.
-¿Quién dejo esa caja?-preguntó Taehyung.
-No lo sabemos, salimos para empezar a trabajar y nos encontramos con este paquete que dice que es para usted y para el señor Jackson.
-Entonces lo llevaré adentro-dijo Taehyung a punto de tomar aquella caja.
-¿Y si es una bomba jefe?.
Al escuchar lo que su trabajador dijo, Taehyung estalló en carcajadas, era tan ingenuo como para pensar que alguien no se atrevería a hacerle daño.
-Te gusta decir tonterías ¿no es así?-se burló Ben y luego entró a su casa con la caja en sus manos.
Cuando Taehyung entró con la caja, el alocado desayuno dejo de ser tan ruidoso y todas las miradas estaban dirigidas a él.
-¿Qué no piensas decir que es eso?-le preguntó Jeongyeon.
-Una caja ¿no vez?-dijo Jackson sonando obvio.
-Idiota-le dijo Jeongyeon.
-Imbecil-dijo Jackson.
-Pendejo.
-Perra.
-Mujeriego.
-Zorra.
-Te pasaste-exclamó Jeongyeon abriendo la boca indignada-Aunque tienes razón de alguna forma.
-¿Quieren cerrar la boca de una buena vez?-exclamó la mayor de todos.
-Nos enviaron este paquete a mi y a Jackson.
-¿Y que esperas para abrirlo?-preguntó Jihyo.
Taehyung tomó un cuchillo que estaba en la mesa y se dispuso a abrir dicha caja.
Cuando la abrió, dentro de ella encontró pedazos de papeles rotos.
-¿Papeles? ¿Es enserio?-preguntó Jeongyeon frunciendo el ceño.
-No lo creo-dijo Jackson sacando todos los papeles de la caja, al final de todo esto se encontraba un sobre-¿Qué les dije?-preguntó sonriendo.
-¿Una carta? ¿Una carta de amor o que?.
Cuando Taehyung mencionó el tema de la carta, Jeongyeon recordó lo que Jimin le había dicho el día anterior.
𝙵𝚕𝚊𝚜𝚑𝚋𝚊𝚌𝚔.
-𝚢𝚘 𝚖𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚛𝚐𝚘́, 𝚊𝚑𝚘𝚛𝚊 𝚟𝚎 𝚊 𝚕𝚕𝚊𝚖𝚊𝚛 𝚊 𝚝𝚞𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚘𝚜 𝚘 𝚗𝚘 𝚜𝚎́, 𝚍𝚒𝚕𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚗 𝚞𝚗𝚘𝚜 𝚍𝚒́𝚊𝚜 𝚕𝚎𝚜 𝚟𝚊 𝚊 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚞𝚗 𝚖𝚎𝚗𝚜𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚖𝚒𝚊-𝚍𝚒𝚓𝚘 Jimin 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊 Jeongyeon.
-𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚎 𝚘𝚍𝚒𝚊𝚗, 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚘 𝚖𝚊́𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚢𝚘-𝚎𝚡𝚌𝚕𝚊𝚖𝚘 Jeongyeon.
-𝚝𝚞 𝚗𝚘 𝚖𝚎 𝚘𝚍𝚒𝚊𝚜, 𝚝𝚞 𝚖𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚜 𝚕𝚒𝚗𝚍𝚊-𝚍𝚒𝚓𝚘 Jimin 𝚝𝚘𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚕𝚊 𝚋𝚊𝚛𝚋𝚒𝚕𝚕𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊 𝚢 𝚕𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚜𝚎 𝚏𝚞𝚎 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚘.
𝙵𝚒𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚏𝚕𝚊𝚜𝚑𝚋𝚊𝚌𝚔.
-Esa carta la envió Jimin-soltó Jeongyeon sin pensarlo.
-¿Jimin?-preguntó Jackson.
Taehyung abrió aquella carta, aunque más que carta era una invitación. Al leer la carta, Taehyung frunció el ceño sorprendido y le entregó el papel a Jackson.
-¿Qué dice?-preguntó Namjoon.
-A Jeongie le va a encantar esto-se burló Jackson.
Jeongyeon miró a su primo algo confundida y le quitó la invitación para empezar a leerla.
Apenas leyó la primera frase, trató de disimular la decepción que estaba sintiendo en ese momento, no podía creer lo que estaba leyendo, no sabía si llorar o reír, estaba arrepentida de no haber matado al chico el día anterior.
Sentía dolor, después de tantos años seguía sufriendo por el mismo hombre, seguía enamorada de ese idiota.
Taehyung, quién se dio cuenta de lo que le estaba sucediendo a su hermana, decidió quitarle la invitación, ya que sabía que Jeongyeon podría romperla y no les convendría.
-¿Qué sucede? ¿Qué dice esa cosa?-preguntó Irene.
-Hay otro papel-dijo Taehyung sacando una tarjeta de la caja, la cual tenía anotado un número.
-¿Podrían hablar y explicar lo que está pasando?-preguntó Jihyo.
-Jimin nos acaba de invitar a su boda con Seulgi-exclamó Jackson señalándose a él y a Taehyung.
-¿Qué?-preguntó Namjoon.
-Dame la tarjeta, voy a llamar a ese número-dijo Jeongyeon estirando la mano hacia Taehyung.
-No, seguramente Jimin tiene un negocio en mente y no voy a dejar que lo arruines-dijo Jackson quitándole la tarjeta a Taehyung y sacando su celular.
Anotó el número que estaba en la tarjeta y llamó sin pensarlo dos veces.
Jeongyeon miraba molesta a Jackson, lo único que quería era mandar a Jimin al infierno.
-Hola ¿Jimin?-preguntó Jackson.
-Creí que no me llamarías y que ibas a romper la invitación-dijo Jimin.
-Pero no sucedió así, ¿porque nos invitas a tu boda? ¿Nos quieres matar o que?-pregunto Jackson a la defensiva.
-Claro que no, les tengo que proponer un negocio.
-¿Un negocio como el que nos quitaste?.
-Tengo algo que proponerles, hagamos las pases, dejemos atrás nuestras diferencias y seamos socios-explicó Jimin.
-¿Socios?-preguntó Jackson.
-Si, en la boda conversaremos más sobre el tema, también invite a "Los Piratas" así que estaremos todos para que negociemos sin trampas-dijo Jimin.
-¿Qué estás tramando Park?.
Jeongyeon trató de quitarle el teléfono a Jackson, pero sus hermanos y su mamá no lo permitieron y la obligaron a sentarse en una silla en la cual la tenían agarrada de los brazos.
-Solo necesito que no maten a Hong ChanWoon, lo vamos a requerir en el negocio, es alguien importante para mi-pidió Jimin.
-De acuerdo, entonces vamos a esperar dos semanas y entonces negociaremos la vida de Hong-dijo Jackson y luego colgó la llamada.
-¿Negociar la vida de Hong?-preguntó la mamá confundida.
-Cambio de planes, Jeongyeon no va a matar a ChanWoon, Jimin quiere hacer negocios-explicó Jackson.
-¿Ese traidor quiere hacer negocios?-preguntó Taehyung aun sosteniendo a Jeongyeon contra la silla.
-¡Ya suéltame imbecil!-exclamó Jeongyeon y Taehyung le hizo caso.
-Jimin quiere hacer las pases el día de su boda, al parecer quiere comenzar una nueva etapa en su vida-se burló Jackson.
-¿Entonces no tengo que matar al viejo ese?-preguntó Jeongyeon.
-No, esperaremos hasta el día de la boda, al parecer el viejo es una parte importante en el cartel de "Los Park"- dijo Jackson.
-Y como no, si era un infiltrado entre nosotros-exclamó "La Sata".
-Se cancela el atentado hacia Hong ChanWoon ¿entendiste pendeja?-le preguntó Jackson a Jeongyeon, sabía que su prima era capaz de matar al viejo solo para hacer enojar a Jimin.
-Si, entendí a la perfección-dijo Jeongyeon sonriendo, tenía un plan.
-Más te vale no estar tramando algo enana-le dijo Taehyung.
-Enana tu madre, idiota-exclamó Lonnie.
-¡Hey!-se quejó la mamá.
El resto del día paso normal, ya estaba anocheciendo y Jeongyeon ya estaba por llevar a cabo su plan.
Los integrantes de la familia decidieron entrar a bañarse un rato en la piscina, la tarde estaba algo aburrida y no tenían nada importante que hacer.
Jeongyeon fue la única que no entró con ellos, había dicho que se sentía algo mal.
Cuando todos estaban jugando en el patio, Jeongyeon entró a la habitación de su madre para conseguir la dirección del tal Hong ChanWoon.
Estaba buscando en el cajón de la mesita de noche, donde se encontraban varios papeles con el nombre y dirección de los socios del cartel.
-No sabía que teníamos socios en Estados Unidos-dijo observando tres nombres de agentes de la DEA.
Siguió revisando las hojas y buscando el nombre de aquel señor, cada ciertos minutos revisaba si no se acercaba alguien a la habitación.
Cuando encontró el nombre de la persona que estaba buscando, sacó su celular y le tomó una foto a la dirección.
Jeongyeon escuchó que su mamá y sus hermanos estaban a punto de salir de la piscina así que guardó todos los papeles y dejó las cosas en su lugar para luego irse a su habitación.
Al llegar a su habitación, desordeno todo su armario buscando algún vestido corto.
Finalmente, logró encontrar un vestido rojo y corto, algo escotado y muy pegado al cuerpo, entro al baño a darse una ducha rápida y se puso aquel vestido, encima se puso una chaqueta de cuero color negra para cubrir los escotes del vestido.
En su bolso guardó unas cuerdas, su arma y un silenciador para esta.
Cuando estaba lista, se dirigió hacia la puerta de entrada de su casa, en donde se encontraban sus hermanos.
-¿A donde vas?-le preguntó Taehyung.
-Voy a un bar con unas amigas, ¿por qué? ¿Acaso no puedo salir?-respondió Jeongyeon.
-¿Ya estás mejor?-preguntó Jihyo.
-¿Estuve enferma?-preguntó Jeongyeon confundida.
Los cuatro chicos la miraron algo extraño, ella misma había dicho hace un par de horas que se sentía mal.
-Oh si, ya me siento mejor-explicó Jeongyeon.
-¿Qué tramas pendeja?-le preguntó Namjoon.
-¿Yo? Nada, simplemente voy a ir a un bar con unas amigas, eso es todo.
-Bien, ve con cuidado y avisanos cuando llegues para no preocuparnos-dijo Jackson.
Jeongyeon se despidió de sus hermanos y salió de la casa.
-¡Hey Tuan!-exclamó Jeongyeon llamando a uno de los escoltas y este se le acercó.
-¿Qué pasa señorita?.
-¿Por que no me llevas hasta la plaza que esta a tres cuadras de aquí?.
-Claro que si jefa, vamos.
El escolta sacó las llaves de uno de los autos y Jeongyeon se subió a este.
El camino hacia aquella plaza fue algo rápido y silencioso.
-Entra a ese pasaje-ordenó Jeongyeon señalando un callejón que llevaba hacia una hacienda.
-Jefa, luego de ese callejón se encuentra la casa de Don ChanWoon, si su madre se entera que yo la traje me mata-se negó el escolta.
-Y si no me llevas yo te mato-dijo Jeongyeon sacando su arma y apuntando al hombre.
Aquel hombre estaba temiendo por su vida, manejo hacia el callejón que Jeongyeon le había indicado y luego la ayudo a bajar del auto.
-¿Sabes? Tu me caías bien, pero la vida es así, no puedo dejarte vivo sabiendo que le puedes decir a mi familia el lugar en donde estuve-dijo Jeongyeon recargando su arma y volviendo a apuntar al hombre.
-¡No señorita! Por favor no lo haga, le juro que desaparezco de su vida pero porfavor no me mate-suplicó el hombre poniéndose de rodillas.
-Lo lamento-dijo Jeongyeon para luego disparar directo a la cabeza de aquel hombre.
En vez de sentirse desolada o triste por el hombre, sentía adrenalina, sabía que lo que iba a hacer estaba mal y no debía hacerlo, pero algo dentro de ella le decía que si debía.
Si bien no logró matar a Jimin, ella pensaba que matando a otras personas lo haría sufrir, quizás matar a estos hombres no significaba causar algún tipo de dolor o sufrimiento en Jimin, lo que ella quería era despertar su enojo.
-Ahora debo caminar-bufó Jeongyeon guardando su arma en el bolso y caminando hacia la casa de dicho señor.
Al llegar, se sacó la chaqueta que llevaba puesta y la tiró en un basurero que estaba cerca.
Se arregló un poco el vestido y se acercó a la entrada de la casa, en donde se encontraban dos guardias armados.
-Hola guapo-dijo Jeongyeon acercándose a uno de los guardias.
-No puede entrar.
-¿Por qué no? Vine a visitar al señor ChanWoon, me presento, soy Shin RyunJin-se presentó Jeongyeon haciendo que su voz sonará más dulce.
-Hey, debe de ser una de las mujeres que contrató el jefe, déjala entrar-dijo el otro guardia, pensando que Jeongyeon era una prostituta.
Los guardias le permitieron la entrada a Jeongyeon, no hubo necesidad de revisar su bolso ya que pensaban que solo era una niña del barrio que necesitaba dinero.
Jeongyeon conocía esa casa a la perfección, había ido miles de veces a hacer negocios con el dueño, los escoltas no la conocían ya que cada cierto tiempo ChanWoon contrataba nuevos trabajadores.
-¡Jeongyeon! ¿Qué haces por aquí?-preguntó ChanWoon acercándose a Jeongyeon, él era un hombre de unos cincuenta años aproximadamente.
-Hola señor, solo vine a visitarlo y bueno, a pasarla bien, mi casa es algo aburrida y creí que con usted podría divertirme-dijo Jeongyeon acercándose de una manera exagerada al hombre, quién notó sus intenciones y la tomó por la cintura.
-Me encanta que seas tan directa mi amor, no sabes cuanto espere por esto, vamos a mi habitación-dijo el hombre dejando un beso en los labios de Jeongyeon y caminando hacia donde se encontraba su habitación en el segundo piso de la enorme casa.
-Imbecil-murmuró Jeongyeon rodando los ojos y limpiandose la boca con asco mientras seguía al hombre.
Ambos subieron las escaleras mientras los escoltas y unas chicas que si eran prostitutas los observaban.
Cuando llegaron a la habitación, en la puerta se encontraban dos hombres vigilando.
-Félix, que nadie nos moleste-exclamó el señor.
Los escoltas solo asintieron con la cabeza y se quedaron vigilando en la puerta.
Jeongyeon estaba algo nerviosa, en si no era la primera vez que mataba a alguien, era la primera vez que lo hacia metiéndose en la boca del lobo, en un lugar lleno de escoltas armados.
-¿Sabe? Creo que será mejor que yo haga el trabajo-dijo Jeongyeon dejando su bolso en la cama y haciendo que aquel hombre se siente en una silla.
Al hombre no le importó, él solo se sentó dejando que Jeongyeon tuviera en su poder el hecho de hacerle cualquier cosa.
Jeongyeon se quitó el vestido quedando solo en ropa interior, se sentó sobre las piernas de aquel hombre y le empezó a quitar la camisa que llevaba puesta lentamente.
Una vez que ChanWoon ya estaba lo suficientemente excitado con Jeongyeon, esta sacó de su bolso unos pedazos de cuerda y empezó a atarlo.
-¿Qué sucede?-preguntó ChanWoon confundido.
-Caíste en la trampa ¡viejo asqueroso!-exclamó Jeongyeon sacando el arma de su bolso y poniéndole el silenciador para luego apuntar en la cabeza del hombre.
-No te entiendo linda-dijo el hombre nervioso, estaba atado a la silla con bastante miedo.
-¿Enserio dejaste entrar a tu casa a una Yoo? Estabas tan caliente que aceptaste super rápido mi propuesta y no pensaste en las consecuencias-dijo Jeongyeon mordiéndose el labio inferior y fingiendo una expresión de ternura.
-Un solo grito y por esa puerta entran mis escoltas a matarte.
Jeongyeon soltó una gran carcajada mientras observaba su arma.
-Ellos piensan que estás teniendo un momento de placer y felicidad-se burló Jeongyeon.
Mientras el hombre suplicaba por su vida, Jeongyeon le metió el arma en su boca.
-Nadie traiciona a "Los Yoo"-dijo disparando sin ningún tipo de resentimiento.
El hombre cayó muerto al instante, Jeongyeon le cerró los ojos y luego entró al baño para lavar cualquier rastro de sangre en ella.
Cuando ya estaba lista, se puso el vestido otra vez y salió de la habitación con su arma recargada, en donde se encontró con los escoltas.
-¿Y el jefe?-preguntó un escolta.
-Ahora los enviaré con él-dijo Jeongyeon y sin pensarlo dos veces disparó a los dos escoltas.
Algo característico en ella era siempre disparar en la cabeza, para no dejar vivas a sus víctimas.
Cuando se percato de que los escoltas estaban muertos, se dirigió hacia el primer piso, en donde nadie sospechaba lo que había pasado.
-¡Nos vemos!-exclamó Jeongyeon saliendo la casa.
Caminó hacia la entrada para salir de el terreno de ChanWoon, pero los dos escoltas que no querían dejarla entrar, no la dejaban salir.
-No querían que entre y ahora no quieren que salga, pónganse de acuerdo-exclamó Jeongyeon.
-Las ordenes son no dejar salir a nadie hasta mañana en la mañana-dijo el escolta observando su gran arma para asustar a Jeongyeon.
-¿Crees que esa cosa me da miedo? ¡Ay por favor!-exclamó Jeongyeon sacando su arma y disparándole a los escoltas.
Apenas los hombres cayeron al suelo, Jeongyeon salió corriendo de aquella casa, dejando un gran desastre en camino.
-Vaya, eso fue rápido-dijo sorprendida, había matado a varias personas en menos de tres horas.
Primero se dirigió hacia el basurero en donde había dejado su chaqueta, la tomó y se la puso otra vez.
Caminó hacia una de las avenidas en donde se encontraba mucha gente, se encargó de esconder su arma entre su chaqueta ya que el bolso lo había dejado en la casa de ChanWoon.
Detuvo a un taxi que estaba pasando y se subió rápidamente.
-¿Conoces la casa de "Los Yoo"?-le preguntó al chófer.
-Como no, todo Busan conoce a esa familia.
-Bien, llévame-dijo Jeongyeon recostandose en los asientos, era algo agotador matar a seis personas el mismo día.
-Lo siento, prefiero no meterme en problemas-se negó.
-Creo que tendré que gastar mi mesada-dijo Jeongyeon sacando de los bolsillos de su chaqueta tres fajos de billetes y mostrandoselos al chófer, quien al ver toda esa cantidad de dinero, aceptó de inmediato.
El chófer encendió el motor y manejó hacia la casa de "Los Yoo".
Al llegar a su destino, Jeongyeon le entregó los fajos de billetes al chófer y este se fue.
-¿En donde estabas?-le preguntó Taehyung a Jeongyeon apenas entró a la casa.
-¿Tengo que repetirlo?-preguntó Lonnie.
-¿Por qué tienes sangre en la cara?-le preguntó Namjoon.
Al escuchar esto, Jeongyeon se tocó la cara, en donde definitivamente tenía pequeños rastros de sangre que seguramente era de los últimos escoltas que mató.
-No es sangre, es mermelada-explicó Jeongyeon.
-¿Fuiste a un bar a comer mermelada y no a beber alcohol?-preguntó Jihyp al notar que su hermana no tenía rastros de haber bebido.
-Muchas preguntas, adiós-dijo Jeongyeon yendo a su habitación, pero no se percato de que Jackson la estaba siguiendo.
Cuando entró a la habitación, encendió la televisión y se dirigió rápidamente al baño para limpiarse la cara.
Al salir, se encontró con Jackson recostado en su cama, observando el noticiero en donde estaban informando sobre la reciente muerte del narcotraficante Hong ChanWoon.
Cuando se dio cuenta de la noticia, decidió apagar la televisión rápidamente.
-¿Me vas a decir en donde estuviste?-le preguntó Jackson .
-En un bar-respondió Jeongyeon algo obvia.
-Ambos sabemos que lo que tenías en tu rostro era sangre y no mermelada-dijo Jackson-¿A quién fuiste a matar?-le pregunto cruzándose de brazos.
-Unos tipos me quisieron robar y no me quedó de otra que matarlos-explicó Jeongyeon.
-Tu mataste a Hong ChanWoon, ¿no es así?-dijo Jackson.
-¿De que hablas? Claro que no, Pobre señor-dijo Jeongyeon sacándose el vestido y poniéndose su pijama, Jackson era como su hermano y por eso le tenía confianza.
-¿Entonces quien más lo iba a hacer? Desapareces de un momento a otro, llegas con sangre en la cara y en las noticias dicen que mataron a ChanWoon, sospechoso ¿no lo crees?-dijo Jackson-Estoy seguro que fuiste tú.
-¿Yo? Claro que no, ni siquiera se donde vive ¿por qué lo mataría?-exclamó Jeongyeon.
-Porque Jimin dijo que no lo hiciéramos y a ti te encanta armar guerra por todo y por nada.
-Yo no lo hice-dijo Jeongyeon con una voz firme y mirando directamente a su primo.
-Eso espero, cuando Jimin se entere, de seguro va a pensar que fui yo y va a querer matarme.
-No, no lo creo.
-Prométeme algo-dijo Jackson.
-Habla de una vez-le dijo Jeongyeon.
-Si Jimin me mata, tu serás la que va a vengar mi muerte.
-¡Ay no digas eso ni en broma! Aparte de mis hermanos eres la única persona que tengo-exclamó Jeongyeon.
-Te quiero idiota-dijo Jackson abrazando a Jeongyeon.
Luego de esta conversación, Jeongyeon se quedó pensando en lo que había hecho, no estaba arrepentida de matar a esas personas, estaba arrepentida de haber metido a su familia en problemas.
Jackson era como su hermano, no soportaría que alguien le hiciera daño, ambos eran muy unidos.
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