—¡Alto! —alguien gritó.

El rey volteó la mirada hacia esa dirección, quedándose estático con la corona en las manos, Hao se hizo hacia atrás, pegándose al respaldo del trono, evitando la corona. Respiró agitado.

Del espacio en medio de los asientos, un grupo de hadas voló sobre las demás. Se trataban de las hadas representantes de los bosques de la naturaleza, lideraba el rey de las hadas del viento, por detrás, a su costado, la reina de las hadas de la lluvia y el mar, al otro lado, el rey de las hadas del fuego, por consiguiente de la tierra. Un grupo de ocho reyes y reinas que se oponían.

—Nos hemos reunido para detener esta coronación desastrosa —anunció fuertemente el rey de las hadas del viento. Los presentes tenían las miradas atentas—. Todos hablamos y estamos de acuerdo en que un rey, para ser un rey debe tener a su pareja de vida. En especial si se trata de un hada del amor y la bondad.

El rey los miró poniendo una expresión preocupada, todavía con la corona en la mano. ¿Alas artificiales? ¿Por qué usan alas artificiales? Se preguntaba el rey. Así es, los reyes volaban portando alas artificiales para que todos pudieran verlos y escucharlos claramente sin tener que mezclarse entre la multitud. Un recurso poco usado al menos de que la situación lo requiriera. El rey agitó la cabeza. 

—Hablé de esto con las hadas de los bosques más próximos, todos acordamos que la situación lo requiere.

—Ya no lo requiere. Nosotros nos encargaremos de proteger su bosque, pero a cambio —el rey que lideraba señaló a Hao con un dedo—. Zhang Hao debe perder su título como príncipe.

Las expresiones de sorpresa no se hicieron esperar, los presentes se alarmaron, atónitos, se murmuraron entre sí.

—¿Qué están diciendo? —fue lo que pudo pronunciar el rey ante la sorpresa de esa decisión. Sumamente preocupado porque era bien sabido que el poder de un grupo de reyes superaba a uno solo. Por eso, si los reyes se reunían para un asunto que consideraban importante, nadie podía protestar ante la decisión final.

—No se preocupen —aclaró el rey del viento—. No se están quedando sin su heredero. Permítanme explicarles —carraspeó—. Desde ahora Hao ya no será más un príncipe, al menos no temporalmente —el hada que lideraba voló frente a Hao—. Ponte de pie y acercate al frente—. Le ordenó seriamente, incluso Hao notó en la mirada del rey del viento una ligera expresión de desprecio. Él hizo caso, todavía sorprendido por la decisión. Bajó de la tarima y tímido caminó hasta quedar frente al grupo de los reyes de la naturaleza. El rey que lideraba voló sobre su eje para darle la espalda a Hao y hablar hacia los presentes—. ¡No creemos que Zhang Hao sea en verdad un hada del amor y la bondad! No cumple con los requisitos necesarios ¡Así que! ¡Hemos decidido quitarle su título real como príncipe hasta que logré probar que es un hada del amor y la bondad!

—¿Por qué no creerlo? Es mi hijo —espetó el rey, enfadado. Su aura brillaba en un color rojo debido a la contención del enojo.

—¡Ese muchacho no sabe lo que es amor! —gritó el rey del viento señalando a Hao otra vez de forma acusatoria.

—¡Tonterías! —gritó el rey, dispuesto a proteger el honor de su hijo.

Hao volteó hacia su padre y con tranquilidad le dijo suavemente:

—Está bien, está bien —sonrío un poco y el rey se calmó al ver que Hao estaba tomando mejor la situación. Pensó que su hijo también debía estar preocupado por su reputación, no estaría bien ocasionar problemas con un enfrentamiento.

—Lo siento, me dejé llevar —el rey que lideraba aclaró su garganta una vez más—. En realidad no estamos seguros. Es por eso que, para que pueda demostrar que puede ser digno de ser llamado un hada del amor y la bondad hemos decidido darle una oportunidad.

Los presentes se exaltaron curiosos sin dejar de murmurar entre todos, en muchos de esos murmullos Hao alcanzaba a escuchar mucho la pronunciación de su nombre. Las hadas de su bosque rápidamente se habían tranquilizado al saber que se trataba de algo temporal. No tener un heredero las ponía ansiosas porque eso significaba no tener un futuro rey, y por lo tanto, eso podía exponerlas a los peligros externos.

—Continuo si me lo permiten —el rey del viento dio una vuelta y miró a Hao desde arriba —. Podrás ser un rey sin pareja, pero antes de eso, para que puedas probar que perteneces aquí, tú, Zhang Hao, deberás realizar el trabajo fuerte de un hada común, tu obligación será acercarte a los humanos.

—¿A los humanos? —Hao estaba confundido.

—Sí, Hao, a los humanos, pues ellos son una clara extensión de lo que significa el amor verdadero.

Hao nunca lo había pensado de ese modo.

—Te quitamos tu título para poder hacer más fácil tu conversión, ya que para demostrarlo será necesario no ser propiamente un hada del amor y la bondad, solo una extensión —. Dicho esto el rey hada apuntó su cetro a Hao y este fue golpeado por un rayo de luz que lo derribó. Cuando Hao pudo reponerse de nuevo y se examinó, se dio cuenta de que no había cambio notorio más que el hecho de que sus ropas eran como las de antes. Tuvo una sensación rara detrás de él, al mirar por arriba de su hombro se dio cuenta de que unas chispas resplandecientes parpadeaban formando muy lentamente la silueta de unas alas que eran a penas visibles.

—Ya que te estamos quitando tu valioso título para convertirte en hada común, te damos la opción de convertirte en esta extensión, que no es más que convertirte en otro tipo de hada temporalmente para explorar tu búsqueda, y, además, por todo este alboroto que sabemos que hemos ocasionado, te concederemos un deseo —El hada giró su cetro por arriba de la palma de su mano y aparecieron flotando unos orbes de colores que giraron en círculo —. ¿Y bien, Hao? ¿En qué tipo de hada eliges convertirte?

Hao se dio cuenta de que cada orbe representaba una extensión de las hadas del amor y la bondad, que no era más que otro tipo de hadas relacionadas más a los humanos. Hao miró el color del orbe que reconoció como el tipo de hada que es su amigo Ricky, un hada de la tristeza y la compasión. Pensó que si se convertía en ese tipo de hada, podría comprender mejor la tristeza, su bosque original no estaría tan lejos uno del otro, y muy importante, tendría a su mejor amigo más cerca, tal vez sus padres aceptarían por fin su amistad. Lo consideró mucho, pero cuando vio pasar el orbe dorado, el cual pertenecía a las hadas del sueño, las protectoras de los sueños, no pudo evitar recordar todos esos momentos en los que sentía que nunca encontraría pareja ni el amor verdadero. Siempre recorría el camino al lago, cabizbajo y entristecido, llegaba a la orilla del lago, se arrodillaba y lloraba dolorosamente hasta quedarse dormido. Fueron incontables esos momentos. Era su refugió, su consuelo. Le dolió especialmente cuando lo suyo con Jiwoong no funcionó. Como no tenía a nadie que protegiera sus sueños, al menos, quería proteger los de alguien más. Así que, con mucha determinación, tomó su decisión.

—Yo quiero ser un hada de los sueños.

Los presentes reaccionaron de distintas maneras. Confundidos, sorprendidos, curiosos.

—Muy bien, Hao. La decisión está tomada.

Sin esperarlo, una vez más Hao fue golpeado por un rayo de luz que volvió a cambiar sus vestimentas, las cuales ahora tenían un ligero tono dorado. En su cintura figuraba una bolsita, en dónde, dentro había un polvillo dorado y brilloso. Hao lo tocó y el polvillo resbaló entre sus dedos.

El representante de las hadas de los sueños apareció en cuando la decisión fue anunciada. Se colocó al frente y desplegó un pergamino.

—Zhang Hao, ahora hada de los sueños. En representación del rey de las hadas del sueño, nos ha encargado anunciarte tu tarea en caso de elegir formar parte de las hadas del sueño, lo cual acaba de ocurrir. Tu misión será... proteger a Matthew, el humano. 

—¿Matthew? ¿Ese quién es?

—Matthew es chico de preparatoria que la ha estado pasando muy mal. Tu deber será vigilarlo por una semana para conocer como es el chico en su vida diaria, después de concluir la vigilancia, en la primera noche deberás ingresar a su habitación para esparcir un polvo mágico sobre él que le permitirá proteger sus sueños.

—No entiendo, ¿no puedo simplemente entrar ahí y esparcirlo?

—No, es necesario que puedas crear una conexión con él, debes entenderlo, empatizar con él. El amor activa el polvillo, si no sientes nada, no funcionará.

Hao todavía estaba confundido, pero aceptó la tarea. El representante de las hadas del sueño, asintió, envolvió el pergamino y se marchó.

El rey de las hadas del viento, se colocó al frente.

—Cumple tu misión y regresa con tus compañeras cuando hayas demostrado que en tu corazón hay amor y bondad, prueba que perteneces a este bosque. Solo así no nos interpondremos más a la coronación.

Hao se quedó sin palabras, era una misión muy importante, pero pensar en volver para la coronación y a su destino que sería sellado lo puso ansioso, ¿y qué pasaba si él en verdad no pertenecía allí? ¿Si fracasaba no podría volver jamás? ¿Quedarse como hada de los sueños sería lo mejor?.

—Zhang Hao, aún queda el último deseo, ¿qué es lo que deseas?

Él aguardó unos momentos para pensar, pero en lugar de pensar en el deseo, pensaba en que debía hacerse valer como lo que él estaba seguro de ser: un hada del amor y la bondad. Aunque todos pudieran creer lo contrario. Hao estaba decidido a no negar su naturaleza.

—Deseo... Ser un hada sin alas.

Dicho esto, las alas que acaban de formarse en su espalda, desaparecieron en un chasquido. 

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