*⁠.⁠✧ 17. Human Fairy?

—Buen día, príncipe Hao.

El príncipe se queda muy sorprendido al ver la imponente presencia del rey del viento, no reacciona hasta segundos después.

—Su... majestad, ¿qué hace aquí? —se le sale preguntar en lo que guarda el polvillo y se inclina junto a una canastilla —. Perdón, buen día, también —. La impresión era notablemente por el hecho, no solo de que visitara su jardín, sino también porque últimamente el rey del viento estaba apareciendo solo para dar malas noticias. Bueno, no hay que ser tan prejuiciosos, ¿verdad? No es así como debe pensar un hada del amor y la bondad.

—Veo que estás recolectando flores.

Hao sonríe.

—Sí, las juntaré para hacer un ramo —. Se levanta sosteniendo algunas flores para acomodarlas entre sí—. Es para mi amor, Hanbin.

El rey mira la felicidad que irradia Hao. Su confianza lo hace sentir incómodo con lo que le tiene que informar.

—¿Te va bien con él? ¿Ya te presentaste?

—Planeo hacerlo mañana sin falta —contesta sin dejar de sonreír.

El rey no puede con el aire de emoción que expresa Hao. Sabe que debe decírselo.

—Hmm... Hao, en realidad no vengo para preguntarte sobre eso. Hay algo muy importante que debo informarte.

—¿De qué se trata?

El rey suspira.

—No son buenas noticias —comienza diciendo—. El grupo de administración de tu bosque estaba revisando la duración de tu misión, como no estaban seguros, fueron con el grupo de administración de las hadas de los sueños. Revisaron, y al encontrar el nombre Sung Hanbin en sus registros, notaron algo importante que no debieron haber pasado por alto. Por ese motivo, organizamos una junta de emergencia —. Hao escuchaba atentamente, no entendía a donde iba el asunto. El rey carraspeó nervioso porque no sabía cuál sería su reacción—. La cosa es... que... Hanbin no puede convertirse en una hada, no puede formar parte de nuestro mundo.

De nuevo, Hao tardó en reaccionar.

—¿Qué? ¿A-a qué se refieren con eso? No entiendo.

—No es que no pueda, es que no debe ser un hada.

—¿Por qué no puede? ¿O no debe? —agita la cabeza, no logra comprender lo que acaba de escuchar.

—Ehm, no soy yo el adecuado para decirte el porqué, me lo prohibieron. Quise venir a darte esta pequeña información yo mismo, porque sé que te hemos estado ocasionando problemas, especialmente yo, peeero, si vas con las hadas de los sueños, seguro ellas podrán hacértelo saber.

Hao deja caer las flores.

—¿Usted lo sabe? ¿Sabe la razón?

—Bueno, sí, pero como te dije...

—¡Dígamelo! ¡Por favor, dígame! No puede ser que encuentro a mi verdadero amor y me digan que no puede formar parte de mi mundo —pronuncia las palabras con desespero en lo que toma al rey del costado de sus brazos—. No puede venir aquí a decirme esto sin darme una razón.

El rey se pone aún más nervioso al ver que la personalidad de Hao se ha transformado a la de un hada desesperada y llena de angustia. De sus ojos alegres de hace un momento a la mirada de alguien con mucha tristeza que no puede creer lo que le están diciendo.

—¡Dígame! ¡Dígame!

Hao insiste y el rey se siente en aprietos. Se comienza a sentir presionado y se le sale decir:

—Porque él no se lo merece.

La mente de Hao tarda en reaccionar.

—... ¿Qué dice? ¿Por qué?

—Ya te lo dije, es mejor que vayas a preguntárselo tú mismo a las hadas administradoras de los sueños.

—No... —Hao baja la cabeza—. Es injusto.

—¿Eh?

—¡Es muy injusto lo que están haciendo! —Hao coloca una mano sobre su pecho— ¡Puedo soportar que hagan y digan lo que quieran de mí, pero no voy a permitir que le hagan lo mismo a Hanbin!

—Hao, tú no sabes...

—¡Hanbin también está sufriendo! —interrumpe al rey—. Me juzgaron por haber abandonado a Matthew, pero descubrí que las hadas de los sueños han abandonado a Hanbin desde hace años ¡Él también sufre de terribles pesadillas!

—¿En serio? Eso, no lo sabía.

—Me enteré hace poco. Al principio parecía dormir tranquilo, luego comencé a verlo sufrir por las pesadillas. Creí que era por mi culpa, por haber aparecido de repente —explicaba Hao—. Después descubrí que no era por mí. La puerta corrediza del armario de Hanbin siempre se cae y hay que acomodarla cada vez que uno pasa —se sumergía en los detalles—. Hace unas semanas, en lo que acomodaba la puerta, una hoja salió del armario. La recogí del suelo. Era una receta médica, de hace 6 años, en donde le habían recetado, primero, un medicamento para el insomnio y la ansiedad, luego había seguido un tratamiento y en ese registro mencionaba que era debido a las pesadillas. —Hao hizo una pausa para dejarle al rey procesarlo—. Hace años que él está sufriendo, ¿por qué no han hecho nada por él?, ¿por qué lo dejaron sufrir? —. Hao tenía ganas de llorar—. Lo dejaron solo —su voz se entrecortaba—. Por eso es injusto. Por eso estoy molesto.

—Lo siento, Hao. No lo sabía. Simplemente, me dijeron que no lo merecía.

—Yo confío en él.

Un silencio se profirió entre ambos.

—En serio, lo siento. Tal vez puedas hablarlo con las hadas que ayudan a administrar tu bosque.

Hao parpadeó con las lágrimas acumuladas en las pestañas. Conocía muy bien a esas hadas administradoras, tenía malos recuerdos de su infancia gracias a ellas. No sabía nada de ese pequeño grupo desde hace un largo tiempo, siempre prefería no acercarse a las oficinas. Ellas estuvieron en una reunión a la que no fue invitado, para decidir sobre él y sobre su amor.

—Es injusto —repitió—. Debieron invitarme a esa reunión.

El rey del viento se puso nervioso. Tomó a Hao del hombro para tranquilizarlo.

—Sigue mi consejo, ve con las hadas de los sueños para que ellas te lo digan. Ve con ellas. 

—¡No! No iré con ellas ni con nadie —Hao se soltó de su agarre y se dio la vuelta para salir corriendo del jardín, adentrándose a los corredores del palacio en dirección a la salida principal. Se sentía confundido y asustado. No aceptaba la idea de no poder estar con Hanbin.

Salió del palacio y continuo corriendo hasta que, sin darse cuenta, llegó a la plaza principal, en donde alrededor, una gran cantidad de hadas de su bosque se hallaban reunidas con el objetivo de presenciar un entretenimiento de las hadas guerreras, era una especie de presentación que todavía no comenzaba y de la que Hao no estaba enterado. Todavía afectado por la terrible noticia, se quedó en medio de todo; pronto los cuchicheos no se hicieron esperar. Hadas que custodiaban el jardín habían escuchado la conversación y rápidamente corrido el rumor. El príncipe las escuchó.

—Oí que su enamorado no puede ser un hada.

—Hao, está maldito.

—Es una regla, ese tal Sung Hanbin tiene estrictamente prohibido formar parte no solo de este bosque, también de nuestro mundo.

—¿En serio, Hanbin es el indicado?

—No le dejarán formar parte, aunque quisiera. Nosotros no lo dejaremos.

—Seguro Hao volvió a arruinar todo. No lo dudo.

—¿Estará maldito al igual que él? ¿Le traspasó su maldición? jajaja

—Dicen que es culpa de Hao.

—Lo ves, ¿te lo dije? Hao sí es el uno en un millón.

Un sin fin de miradas que lo barrían y hacían gestos de repugnancia hacia él. Torciendo la boca o arrugando la nariz con las cejas juntas. Lo miraban a la distancia, en lo que Hao se sentía perdido con tantos murmullos y la mención de su nombre que iba y venía de boca en boca. Siempre era muy obvio y él siempre tenía que fingir que no las escuchaba. Se sentía agitado y con el corazón estrujado. Miró de un lado a otro, desorientado por las voces. En la esquina de un árbol, sobre una roca, vio a Jiwoong sentado, estaba afilando su espada, para la presentación del entrenamiento, al cual tampoco se molestó en invitar a Hao, ni siquiera hacerle saber. En cuanto Hao volteó a mirarlo, notó que Jiwoong ya lo estaba mirando a la distancia. Sus miradas se cruzaron. Jiwoong no tuvo la intención de acercarse, a pesar de que Hao parecía suplicarle con la mirada que lo ayudara a salir de ahí, porque él estaba tan aturdido que le resultaba difícil encontrar el camino. Como siempre, Jiwoong solo se quedó mirando. Hao como pudo, salió corriendo de ahí en dirección a su casa del árbol, de nuevo. Jiwoong solo lo siguió con la mirada.

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Manteniendo una expresión triste, Hao tenía una mejilla posada sobre el pecho de Hanbin.

—No me importa lo que piensen —le decía a Hanbin—. Yo te quiero y confío en ti.

Volteó a verlo, cuidando de mantener el mentón sobre sus manos para no lastimarlo.

—No sé qué hacer... Ahora, ¿de qué forma me podré presentar? —soltó un bufido—. Quisiera convertirme en rana —. Tocó la mejilla de su amado con un dedo—. ¿Besarías a una rana? —, soltó un suspiro y volvió a acomodarse sobre su pecho—. Qué cosas digo. De hecho, ¿en qué estaba pensando? Después de esa noticia, reflexioné mucho y pensé en lo desconsiderado que también estaba siendo contigo, ¿aparecer de la nada para pedirte que te conviertas en un hada?,  ¿solo por amor?, ¿en qué estaba pensando? —. Volteó a verlo otra vez—. Primero tendría que preguntarte qué es lo que tú quieres —. Hanbin descansaba tranquilo. Hao lo miró un momento y no pudo resistirse a elevarse para darle un ligero beso en los labios—. Dime, Hanbin, ¿quieres ser un hada? —. Silencio de parte de Hanbin—. ¿O quieres que te dé un millón de besos hasta que puedas despertar? —suelta una risita al verlo sonreír ligeramente—. Por favor, despierta para que podamos huir juntos —. Se pone triste otra vez. Le duele el corazón al pensar que Hanbin tiene prohibido ser un hada—. Ya no tendré que preguntarte. Y si me dijeras que no quieres ser un hada, te entendería perfectamente —vuelve a recargar su cabeza en su pecho—, porque yo tampoco he sido capaz de negar mi naturaleza. A pesar de que todos hablan y se burlaran de mí por múltiples cosas, especialmente por ser un hada sin alas. Desde niño, siempre he sido así, creo que es porque, pensar en ello, me aterra. Ser algo que no eres. No sé si podría, por eso desde niño me prometí no negar mi naturaleza, ni aunque mi vida y el amor dependiera de ello... —Hao se detiene después de decir lo último. Se endereza lentamente con la vista en un punto fijo. Dándose cuenta de sus palabras—... Pero mi amor, depende de ello ahora.

Desde arriba mira en dirección a Hanbin, haciéndose más consciente de su humanidad.

—... ¿Y-yo? —tartamudea para sí mismo.

Y recuerda algo:

Que es posible que un hada se convierta en un humano.

°。°。°。°。°。°。

¡Hola!♡ No pude traer la actualización ayer, pero sí hoy en la mañana convirtiéndose en la primera de este mes ^^ Gracias por seguir leyendo en todo este tiempo. Mystical se ha convertido en una de las historias que más disfruto a la hora de escribir. Intentaré seguir siendo constante y espero poder seguir viéndolos por aquí, incluidos los fantasmitas XD Recuerden mantenerse saludables y abrigense bien en esta temporada de frío, no olviden lo valios@s que son 

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