Desde que comenzó a trabajar he aprendido a valorar el tiempo que he pasado junto a Sana ya que ahora no es tan común estar todo el día con ella porque el trabajo nos impide la cercanía, lo supe desde un principio pero aún así creí que íbamos a tener el tiempo necesario como para poder aunque sea estar un domingo a las dos sin hacer absolutamente nada.

Pero lamentablemente no fue así y es que tal vez solo toca acostumbrarse a el trabajo que me ha tocado, esperar pacientemente a poder estar con ella en algún momento de estos días, lo que realmente me hace feliz de todo esto es que en nuestros descansos nos mandamos mensajes para saber lo que estamos haciendo.

Desde que comenzamos nuestra relación ha sido así lo hemos pasado un día entero sin saber qué es lo que nos está pasando, lo que comimos o cómo pasamos el día, siempre hay un mensaje de la otra que nos llega y nos hace sonreír como nunca antes porque aunque no nos estemos viendo en persona debido a nuestras ocupaciones tenemos ese apoyo que estoy segura muy pocas personas pueden llegar a tener y es que considero que somos únicas, nos complementamos a la perfección y sabemos lo que siente la otra con una mirada, nada más.

Tal vez estábamos destinadas a estar juntas y esa es la razón por la cual nuestra relación se vea tan perfecta ante los ojos de los demás, y ante nuestros ojos obviamente.

Estiró un poco el cuello el cual truena y me quejo por lo bajo ya que no quiero que los demás escuchen que me estoy quejando, he conseguido el trabajo gracias a Jihyo, ella me llegó con la noticia de que iba a cederme su puesto sin darme razón aparente pero aún así lo hizo, estoy eternamente agradecida con ella, nunca llegué a pensar que estaría en uno de los lugares más prestigiosos aquí en Corea.

Me doy cuenta de que la salud mental ha sido bastante importante para las personas de este lugar, tenemos conversaciones que realmente me gustan y siento que por fin estoy en un sitio donde hay muchas personas que pueden llegar a comprender mis pensamientos, sin llegar a criticarme o hablar mal a nuestras espaldas.

He conocido a gente muy buena que me ha ayudado en este largo camino en el que estoy y me siento muy privilegiada por ser de ese por ciento de la población que no se encuentra con tantas personas que le quieren hacer daño, sino más bien con quienes quieren que yo me sienta bien conmigo misma y luche por mis sueños.

Volviendo a Jihyo, dijo que tenía algo importante que decirme al salir del trabajo, me va a venir a buscar y vamos a ir a tomar algo como no lo hacemos desde hace mucho tiempo porque he estado demasiado ocupada y ella al parecer igual, no quiero decir que debido a mi relación con Sana las cosas cambiaron con ella pero tampoco puedo pasar por alto el hecho desde que tengo una relación que ha tomado decisiones sin consultarme cosa que hacía antes.

Eso me ha dolido mucho pero de vez en cuando me dice que no tengo por qué sentirme tan así porque no la está haciendo por mal sino más bien porque considera de que hay veces en las que ella le gustaría hacer las cosas por su cuenta y luego contarmelas cuando todo esté perfecto porque no quiere ser una especie de carga hacia mí.

Sabe muy bien que no lo es y se lo he dicho en diversas ocasiones de las que tenemos esta conversación, sin embargo parece que lo volvió a hacer y es por eso que tiene que decirme algo porque si no, no se hubiera escuchado tan extraña en la otra línea.

Quisiera saber qué es lo que me quiere decir porque no puedo evitar sentir un poco de miedo, me ha dejado el trabajo de sus sueños a mí y ha estado demasiado ocupada estos últimos días.

Es como si quisiera alejarse de algo pero no me dice de qué, espero realmente que no sea lo que estoy pensando que es.

"¿Estás bien?". Volteó a ver a la chica que atiende a las personas en recepción y asiento. "Es que pareces estar triste". Suspiro, tiene razón porque así me siento, para mí no es fácil el hecho de que mi mejor amiga actúe de esa forma, considero que siempre hemos sido personas que tienen la suficiente confianza como para decir todo lo que les pasa, sin embargo, últimamente no ha sido el caso con nosotras.

Siento que en parte yo tengo la culpa, ya que yo fui la primera en ocultar las cosas que sentía y lo que me estaba pasando porque tenía miedo de que pensará mal de mí por sentir cosas por su ex pareja.

A veces considero que soy una persona que espera de los demás lo que no da, creo que eso puede ser una de las principales razones por las que Jihyo ha decidido también actuar como yo lo he hecho estos últimos meses y no me sorprende porque en parte tiene razón, el derecho y la libertad de actuar como ella quiere hacerlo por cómo yo he actuado con ella.

Ahora mismo eso es lo que tengo en mente y me duele porque no quería que fuera así, las cosas han cambiado nuestra amistad y es la única que he pensado que podría llegar a perdurar para toda la vida, por las cosas que ella hizo por mí y las que en algún momento yo llegué a hacer por ella, es complicada la situación en la que nos encontramos y siento un profundo dolor porque puede que la amistad que pensamos que duraría para siempre, se está comenzando a acabar.

"Tengo algunos problemas personales". Le contesto, no la estoy mintiendo y tampoco profundizando, solo no quiero que también se preocupe por mí.

"Está bien". Sonrío amablemente.

Posteriormente me levanto porque me llegó un mensaje por parte de Jihyo que me dice que ya está fuera, siento bastante nervios porque sus mensajes están siendo demasiado cortantes, creo que es como si no me quisiera hablar y me lastima porque siempre hemos sido incondicionales la una para la otra, tal vez solo estamos creciendo y dándonos cuenta que hay un mundo más allá que la amistad que hemos compartido por tanto tiempo, supongo que hay que aprender a madurar y dejar ir a las personas que quieren apartarse.

Solo que es complicado para mí porque estoy acostumbrada a estar con ella por lo menos saber cómo está una vez a la semana, ahora hasta eso se ha perdido e incluso siento un poco de vergüenza de estar cerca de ella porque hace demasiado tiempo que no pasa.

Puede que también le esté dando muchas vueltas en la cabeza y que solamente haya estado ocupada, porque también tienes cosas que hacer además de estar todo el tiempo hablando conmigo, antes era diferente porque éramos estudiantes y el único que nos preocupamos era en salir bien en los exámenes, ahora hay otro tipo de cosas que nos preocupan y estamos ocupadas casi todo el tiempo.

El trabajo me ha estado consumiendo lo suficiente como para que haya momentos donde ni siquiera pueda hablar bien con Sana porque me quedo dormida.

Y es que somos adultas, las cosas cambian cuando en vez de una preocupación comienzas a tener más de diez, y lo probable es que cada una de ellas sea difícil de solucionar.

Al salir del establecimiento puedo ver como el auto se acerca y ahí está ella en su descapotable, con esos lentes que le cubren gran parte del rostro y su cabello ondeando debido al viento que choca contra este, siempre ha sido una chica demasiado cool y yo como una nerd.

"¿Por qué estás así?". Es lo primero que me pregunta al entrar al auto.

"¿Estar así como?". Me intento escudar, aún sabiendo que ya sabe bastante sobre cómo me siento sin siquiera decir algo.

"Pareces estar asustada y eso hace que me sienta igual de asustada". Ruedo los ojos por las cosas que dice. "No deberías sentirte así, las cosas van a salir viendo ahora en adelante créeme". Las veces que lo ha dicho no es así, para mí es complicado confiar en una persona que me dijo que todo iba a salir bien y que al poco tiempo se desmayó.

Ella no es demasiado buena cuando se trata de la sangre y el golpe que me di fue bastante fuerte como para sacar bastante de la misma, me dijo tomándome de la mano porque tenía demasiado dolor que todo iba a salir excelente y al bajar la mirada para ver la herida, se tambaleó y cayó arriba de mí completamente desmayada.

Al final ella fue a la que se llevaron al hospital y a mí se me pusieron una curita diciéndome que todo iba a salir excelente.

Recuerdo que me llamó completamente desesperada debido a que no sabía porque ella estaba ahí y yo no me encontraba.

Hay momentos donde se me hace difícil decir que eres la misma persona que me salvó de morir, y me parece curioso porque puede actuar como una madre y también como una niña pequeña, todo depende del día y lo que ocurra.

Eso sí, siempre tiene algo bueno que decir a las personas cuando se sienten mal y ser un hombro donde uno puede llorar libremente sin tener miedo a que alguien te diga cosas feas, es mi más grande apoyo.

"Prefiero que me lo digas en el auto, me estás chocando el viento al rostro y escucho una música que me gusta, es el mejor momento para tomarme de buenas". Asiente y cuando el semáforo cambia rojo se detiene, se quita los lentes por un segundo y acomodándose el cabello voltea a verme.

"Tengo una oferta de trabajo en Canadá, Somi la encontró y me está esperando allá". Para entrar en contexto, esa chica que nombró es su nuevo amor y ahora mismo la razón por la que me acaba de enterar de que se va a ir.

"¿Piensas tomarla?". Le pregunto sabiendo muy bien la respuesta.

"Me conoces y sabes que siempre tomo retos si estos van a ser buenos para mí". No digo nada porque sé muy bien que quiere explicarme entonces le daré el tiempo que merece para que lo haga. "Esto va a ser que me abra otros horizontes, voy a por fin conocer a sus padres y además es una gran aventura que no puedo desaprovechar".

"Va a ser un gran reto, Park Jihyo". Me toma del hombro y lo acaricia. "Espero que sepas que me harás mucha falta".

"En estos últimos días he estado más desaparecida que un fantasma y todo para que te acostumbraras a un poco cómo puede llegar a ser si me voy". Mis ojos se llenan de lágrimas y volteas a otra parte porque no quiero que me vea así.

La apoyo y me siento muy orgullosa de ella, por eso no quita que tenga demasiado miedo y me sienta bastante mal por su partida.

Me he acostumbrado a que a pesar de que no nos veamos todos los días, ella está cerca de mí y yo puede ir a su casa e invadir su privacidad, pero ahora que lo pienso eso dejó de pasar en el último año.

Ya no somos esas adolescentes que se escapaban de sus casas para poder ir a ver una película, ni tampoco las que se quedaban dormidas en la misma película.

Hemos crecido y tenemos otros horizontes, unos que tenemos que explorar para poder crecer como personas individualmente y en este caso ella ha tomado la decisión de hacerlo primero que yo.

"Siempre quieres hacer las cosas por ti sola". Le pego en el hombro y ella se ríe. "Prométeme que aunque sea una vez a la semana me digas cómo estás".

"Créeme que cuando esté allá no voy a parar de mandarte mensajes".

No digo más, solo me dejo llevar por la música y por su voz, sintiendo una pequeña nostalgia de que eso que estoy viviendo probablemente no vuelva a pasar.