Cap. 13
Marian y Natasha se encuentra en el baño de damas.
-¿Y? ¿Qué averiguaste del chico nuevo? -le pregunta curiosa.
-No mucho... -Ella se mira por el espejo y arregla su cabello -Se llama Tom. -responde.
-¿Eso es todo?
-No, él me dio esto. -Natasha revisa su escote y saca el papelito.
-Debe ser su celular. -habla Marian.
Natasha asiente recordando que el dijo "Llámame", la voz de Tom quedó gradaba en su cabeza, pero en el papel estaba escrita una dirección.
-Me dio la dirección de su casa. -murmura arqueando la ceja.
-No irás a su casa ¿O sí? -dice Marian preocupada.
-Lo pensaré, hay algo en Tom que me intriga. -responde guardando la dirección en su bolso.
-¿Algo? -Marian arquea la ceja.
-No empezó a babear como los demás cuando le mostré mis piernas y mi escote. -murmura mirando su reflejo en el espejo.
-Ten mucho cuidado con él, tengo un mal presentimiento. -le advierte su amiga.
-Tranquila, no logrará resistirse a mí por mucho tiempo. -dice engreídamente.
Esa noche, Natasha no consigue sacar de su mente a Tom, es tan misterioso y su instinto le dice que esconde secretos.
-Tom... si quieres verme, te daré el gusto. -piensa planeando cuidadosamente cada una de las acciones en ese encuentro.
Su confianza es fuerte porque ella sabe muy bien si una persona es peligrosa y Tom no lo era, al menos las pocas palabra que le dirigió fueron suficientes para asegurarle eso.
Natasha se prepara para la cita, se pone un vestido violeta, la falda es tan corta que unos pocos centímetros impiden que se vea su ropa interior y con un escote en V.
-Ya estoy lista. -Natasha toma su deportivo y conduce siguiendo la dirección del trozo de papel.
Pero sus ojos quedaron bien abiertos al ver que la dirección está frente a la casa de Zayn.
-¡Mierda! Tom vive en frente de la casa de Zayn. -maldice furiosa. Natasha estaciona el coche a unas cuadras y llama a Marian.
-Marian, necesito que distraigas a Zayn una vez más. -le ordena seria.
-¿Qué, a esta hora? ¿Por qué? -pregunta confundida.
-Yo estaré en la casa de Tom, Zayn vive cruzando la calle, él no puede verme allí. -le explica molesta.
-Lo haré ¿Pero cómo? -acepta Marian.
-¡Resuélvelo y rápido! -Natasha corta la llamada, unos minutos después, ella ve a Marian cruzando la calle y golpeando la puerta de Zayn.
-¿Marian? ¿Qué haces aquí? -dice confundido al abrir la puerta.
-Eh... tengo mucho trabajos que debo terminar pero son muy difíciles ¿Puedes ayudarme? -responde diciendo las palabras ensayadas en el camino.
-Claro... pasa. -acepta Zayn.
En el momento que la puerta se cierra, Natasha deja el auto estacionado en ese lugar y corre rápidamente a la casa de enfrente.
Ella toca la puerta tres veces mientras mira sobre su hombro la casa de Zayn temiendo que él pueda verla. La puerta se abre.
-Hola... -saluda ella recostándose por el marco de la puerta.
-Te estaba esperando. -murmura Tom, él lleva una camisa remangada hasta los codos y unos pantalones negros. Pero él no se detiene para ver detenidamente la ropa de Natasha y eso la molesta un poco.
-¿Vas a invitarme a pasar? -pregunta llevando su cabello hacia atrás.
-¿Estás segura? Puede que ya no puedas salir. -Tom sonríe de nuevo, esta vez es una sonrisa arrogante y con excesiva confianza.
-Me arriesgaré. -Natasha comienza a impacientarse, Zayn puede salir de su casa en cualquier momento.
Ella entra a la casa, Tom cierra la puerta fuertemente haciéndola golpearse bruscamente.
-¿Esta es tu casa? -Natasha recorre todas las habitaciones.
-La conseguí a un buen precio. -responde él echándose en el sofá de la sala, levanta sus pies sobre la mesa de centro.
-Bien, quiero saber todo de ti. -habla decidida Natasha sentándose a su lado.
-¿Por qué? mi vida es muy aburrida. -comenta haciendo crujir sus nudillos.
-A mí no me engañas, escondes algo ¡¿Qué es?! -ella insiste, sus cejas forman una línea recta de seriedad.
-Eres muy valiente en venir a mi casa a enfrentarme de esta manera... valiente o tonta, no sabes de lo que puedo ser capaz. -él se aproxima y toma su mentón para conectar sus miradas.
-No te tengo miedo, solo eres un perro que ladra pero no muerde. -Natasha quita la mano de Tom rápidamente.
-Me parece que solo estas molesta conmigo porque no te presto la atención que los demás sí. -menciona Tom como desafiándola.
-Ja. No eres un especialista en mujeres. -niega con la cabeza.
-Y tú sabes disimular muy bien... -él la mira a los ojos. Tom sabe muy bien de lo que está hablando al igual que ella.
-No sé de qué hablas. -ella desvía la mirada entes de perderse en sus ojos.
Él ríe colocando su brazo sobre el respaldo del sofá llevando su cabeza hacia atrás.
-Tú te crees capaz de controlar tus sentimientos al borde de la perfección ¿No? Juegas con todos los hombres que se cruzan en tu camino, yo no seré uno más. -dice Tom seriamente pero suena demasiado confiado para Natasha.
-Ningún chico de la facultad se resiste a mis encantos, no serás la excepción. -comenta ella muy segura.
-Pruébalo. -él la desafía apoyando sus manos en el sofá, una cada lado de Natasha arrinconándola y dejándola sin salidas.
Ella toma con fuerza el cuello de su camisa y le arranca un beso, dejando su labial en los labios de Tom.
-¿Qué te pareció eso?
-Buen intento... -dice él sonriendo. Cuando él se aleja, inmediatamente Natasha rodea su cuello con los brazos apegándolo a ella, lo besa con más pasión hasta que la falta de aire se presenta.
-Mucho mejor. -susurra Tom en su oído, entonces él al obliga a recostarse conteniéndola con su peso, mientras que besa su cuello Natasha dirige la vista hacia la chimenea y unas cajas le llaman la atención pero se deja llevar por las caricias de Tom. En un momento ella toca su brazo y siente algo extraño, levanta disimuladamente la manga del brazo derecho de él y ve unas horribles cicatrices; dos cortadas paralelas, una termina en su muñeca y la otra 5 cm después del codo.
-¿Qué te pasó en el brazo? -le pregunta colocando las palmas en su pecho.
Tom dirige rápidamente la mirada a su brazo y se aleja de ella inmediatamente.
-Nada que te interese. -responde molesto cubriéndose el brazo con la manga de su camisa.
-Creo que no terminaste de mudarte aún. -comenta Natasha cambiando de tema y mirando las cajas.
-Esas cosas no son mías, ya estaban cuando llegué, el dueño anterior las olvidó. -dice limpiándose el labial de su rostro.
Ella se acerca y un cuadro con una foto le llama mucho la atención, se trata de Nicole con sus padres, en la foto parecen una familia muy feliz.
-Tom... ¿S-sabes quién era el dueño anterior de la casa? -pregunta teniendo el cuadro entre sus manos.
-No, ni idea, mañana sacaré esas cajas a la calle para que camión de la basura se las lleve. -contesta poniéndose de pie, él camina hacia ella y la abraza por detrás rodeándola con sus brazos.
-¿Por qué quieres saberlo? -murmura besándola en la mejilla.
-Sólo curiosidad... -Natasha deja el cuadro en su lugar -Ya debo irme. -habla separándose de Tom.
-¿Tan pronto? -se queja él volviendo a abrazarla.
-Tengo muchas cosas que hacer. -miente mientras camina hacia la salida. Natasha cruza la calle y sube a su deportivo, Tom la observa desde la puerta.
-Ya nos volveremos a ver. -murmura cruzando sus brazos y recostándose por el marco de la entrada.
En las escaleras que llevan al piso de arriba se encuentra un persona quien Natasha no pudo ver cuando estaba adentro, las luces del pasillo están apagas por esa razón la oscuridad la ocultan perfectamente.
-Natasha nunca cambia. -dice moviendo la cabeza de lado a lado.
-Se interesó mucho por mí. -habla Tom, al parecer él ya sabía que estaba siendo observado.
-Ya me di cuenta de eso, desásete de esas cajas cuanto antes, no quiero ver esas malditas fotos. -le ordena.
-Sí, lo haré. -dice Tom. Su actitud de rebelde solo es una fachada, él obedece a esa persona quienquiera que sea.
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