Capítulo 9
Capítulo 9
_______POV
Escuché un estruendo, me incorporé de golpe y seguido del estruendo unos gritos desgarradores
- Levi – susurré para que Ackerman se levantase – vístete y vamos, está pasando algo – Levi se incorporó con velocidad y se comenzó a vestir, yo copié su acción y agarramos nuestras armas.
Había un hombre blanco, calvo, de más o menos unos tres metros de altura y se estaba comiendo una monja. Decidí actuar y le disparé en el brazo, el hombre fijó su mirada en mí, y claramente estaba enfurecido. Se acercaba velozmente, para tener semejante tamaño y una masa muscular colosal era bastante veloz. Levi saltó y enredó sus piernas alrededor de su cuello con el fin de ahogarle. Aquel movimiento me dio tiempo para poder pegarle el tiro de gracia.
- ¿qué sucedió? – pregunté al aire, aunque la respuesta era evidente.
La monja que estaba en el suelo a medio comer, claramente había fallecido. Levi ayudo al levantamiento del cadáver, mientras que yo interrogaba a la testigo ocular del suceso.
- Tocaron la puerta- tomó una calada del cigarrillo que tenia entre sus dedos – la hermana Rosaura abrió y... ocurrió muy rápido – sus manos temblaban, me acerqué y coloqué mi mano sobre su hombro.
- No se preocupe hermana, solucionaremos esto y... - Levi se acercó con paso firme y me miró fijamente
- ___________, ven a ver esto – me incorporé y le ofrecí la mano a la monja con la que estaba hablando, ella no quiso acompañarnos y simplemente se quedó a fumarse su cigarrillo
Caminamos en silencio, no porque no hubiese nada para decir, sino por respeto. Llegamos a una habitación en donde habían puesto una mesa para la hermana Rosaura.
- Mira el brazo – lo miré detenidamente - ¿antes o post? – tragué saliva
- Definitivamente post. Mi pregunta es ¿en qué momento? – algo no andaba bien. Simplemente algo no me cuadraba de todos los hechos. – Ackerman, ven conmigo – seguida por Levi, fuimos a la habitación en donde me estaba quedando
- Hay algo raro en este sitió – dijo Levi cruzándose de brazos
- Tenemos la opción de irnos y salvarnos o arriesgarnos y morir o conseguir una pista muy valiosa – Levi se sentó en el borde de la cama y me miró
- Bueno, aparte de la vida ¿qué más podríamos perder? – sonreí, aunque sé que, en el fondo, tenía miedo de perder lo que tenia con Levi.
Decidimos que debíamos investigar más a fondo cada habitación. Claramente tomamos las precauciones necesarias.
- Tu puedes ir por la nave izquierda y yo por la derecha – ordenó Levi
- Muy bien, y nuestro punto de encuentro si llegamos a separarnos, la cabaña – Levi asintió. Nos miramos fijamente, como si el mundo se escabullera por nuestros ojos. Me acerqué y junté nuestros labios, sabía que no sería la ultima vez, pero no quería desaprovechar la oportunidad. Levi me siguió el beso, acunó mi rostro y lo profundizó muchísimo más.
- No te atrevas a morir – dijo sobre mis labios una vez separados
- Tu tampoco, Ackerman
Me tocaba examinar la biblioteca, cocina, capilla I y tres habitaciones. Me tomaría demasiado tiempo, pero debía hacerlo.
En la cocina no encontré absolutamente nada, ni siquiera compuertas ocultas o cualquier otra cosa. Seguí con la capilla I, nada. Revisé detrás del cristo crucificado y nada, en donde guardan las hostias y nada. Me estaba empezando a frustrar, hasta que... entré a la biblioteca. Escuché unos murmullos, podría haberlos confundido con oraciones, pero...
- Sospechan algo – dijo en ruso una monja-debemos deshacernos de ellos, son un peligro para la purificación de este mundo – estaba hablando con alguien, o eso creía. Traté de asomarme lo más discretamente posible, pero el campo de visión era reducido y obstruido por los grandes estantes.
- Ustedes han hecho un maravilloso trabajo- era una voz, gruesa, áspera y femenina. Era difícil saber si era una mujer o un castrati – pero temo, que al culto ya no le son de utilidad – salí de mi escondite... pero fue demasiado tarde, la monja que estaba hablando estaba empalada y la persona que estaba hablando estaba sosteniéndola desde el palo con el cual cometió el crimen.
- Vaya, sino es más que la mismísima ________- la miré fijamente - ¿te gustó el regalito? – fruncí el ceño, las palabras no salían de mi boca – Fue una tarea muy fácil de joderles la reputación a ti y al imbécil de Levi Ackerman... pero nada es imposible para los titanes ¿no?
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