Capítulo 3
Capítulo 3
- Está bien que un médico forense gane suficiente dinero para vivir de forma holgada... pero dudo que un médico forense gane suficiente dinero para tener semejante casa- solté un suspiro
- Tienes toda la razón, Levi- mordí el interior de mi mejilla con nerviosismo – Sin duda alguna soy Médico forense desde hace muchísimo tiempo, y durante mi especialización trabajé para la CIA- Estados Unidos, SVR- Rusia, MI6 o SIS, Reino Unido, MSS- China, CNI- España, BND- Alemania y DGSE- Francia. En todas al mismo tiempo. Las personas que llevaban más tiempo trabajando allí me consideraban una traidora, pero en realidad era un arma en desarrollo. Esto con el fin de frenar el bioterrorismo y el terrorismo. Esta medida de crear agentes especiales para dicho fin, se mantuvo en secreto de los trabajadores comunes de estas agencias de inteligencia. Nadie tenía conocimiento alguno de esto. Sé que es difícil de creer, pero en cierta forma, a mi corta edad de veintisiete, ya estoy jubilada en cada una de ellas. Esto es porque el trabajo que desempeñé era de alto riesgo, ya sea por las armas biológicas que llegué a manejar, como por las armas de fuego que llegaron a apuntarme en la cabeza.- tomé aire y continué – dejé esa vida atrás, quería desempeñar mi carrera como médica forense, tener una vida tranquila, nada de riesgos. Aunque he de admitir que es una vida que siempre me llamó la atención. La adrenalina corriendo por cada vena, por cada inhóspito rincón de mi cuerpo, algo simplemente excitante, pero peligroso para mí y las pocas personas que llegaron a rodearme y ser queridas por mí. Mis padres varias veces me preguntaban el por qué de mis ausencias en navidad, año nuevo, pascuas, e incluso en mi propio cumpleaños... nunca tuve el valor de decirles la verdad. La única persona que supo de mi trabajo como agente, fue mi tía Nancy, la dueña de este lugar. Ella era una agente retirada.
- ¿Por qué se retiró?
- Porque estaba embarazada de papá – Levi pareció confundido
- No te preocupes, yo también lo estuve al inicio. Mis padres eran primos. Nancy era la mamá de papá, o sea mi abuela paterna, y Heine, era mi abuelo materno. Nancy y Heine eran hermanos, por consiguiente vivieron los tres, el abuelo con su esposa y Nancy, en la misma casa. Cuando el abuelo se enteró que Nancy estaba embarazada y que el novio idiota la dejó sola, la apoyó hasta donde el pudo. Siete años después del suceso, papá ya había nacido, el era la adoración de la casa, pero la dicha no le duró demasiado. La abuela Cassandra, la esposa de Heine, quedó embarazada de mamá, la cual nació antes de lo previsto. Fue un bebé prematuro. Ya eran dos niños en casa. Mi tía abuela, y que mejor titulo que ese, cuidaba de papá y mamá cuando mis abuelos maternos salían de viaje. Con el tiempo ambos crecieron siendo primos, pero supongo que la sangre llama y cuando mamá tenía dieciséis y papá veintitrés, quedaron embarazados de esta señorita- dije señalándome – Fue un escándalo completo. Eran jóvenes, no sabían absolutamente nada del amor o las consecuencias que conllevaba tener un hijo o las consecuencias que implicaba tener un hijo entre familia casi directa- Tomé aire – para fortuna de ellos y mía, nací sin ningún inconveniente a los nueve meses. Los abuelos aceptaron lo que había sucedido. Lo que no sabían, era que yo había heredado de mi tía abuela, la pasión por el misterio, por las cosas detectivescas. No lo aceptaron al inicio, hasta que aclaré que quería estudiar medicina forense. Mi tía estuvo feliz, todo el mundo en esa casa estuvo feliz. Lo que no sabían era sobre el entrenamiento especial que mi tía estaba dándome en el sótano. Mientras yo estudiaba, ella me enseñaba cosas de espionaje y eso. Esto continuó hasta que nos enteramos que fue asesinada después de haber firmado el testamento. Para desdicha del que la asesinó, toda su fortuna la dejó a mi nombre, claro está que le dejó una parte de mis padres y a su hermano, pero la gran parte la heredé yo. Después de la muerte de mi tía, para ser más precisos... diez años después más o menos, papá, mamá, y los abuelos, fueron asesinados – la naturalidad con la cual hablaba del tema no es para sorprenderse, supongo. Mi trabajo me ha vuelto más fuerte en cuanto a ese aspecto se refiere- a los asesinos... los hice trizas, literal. Pero me cansé de esa vida en busca de una venganza que ya había obtenido, quería calma, quería estar tranquila, tener una vida normal, una vida que sé que nunca voy a tener porque este trabajo es adictivo, nunca estás satisfecho con lo que haces o cuando culminas un caso, siempre quieres más y cada vez más complejos. Tu mente se abruma si no hay nada bueno por hacer.
- ¿Cómo es que esto no está en tus registros? – preguntó Levi
- Bueno, tengo mis contactos. Por eso mismo no tengo nada de información en mi registro en el trabajo. Por mera protección- Levi asintió -¿entramos?
- Vamos, ya me siento mareado- bajé con rapidez del automóvil y ayudé a Levi a salir.
Llegamos a paso lento a la entrada principal, la puerta estaba sospechosamente entre abierta, en cierta forma agradecí, ya que no tenía llaves conmigo.
Al entrar, vi al personal reunido en la sala principal.
- La joven ama era tan... Joven – sollozó Chloe, mi ama de llaves.
- ¿lo dijo dos veces? – dijo Levi, a lo que yo asentí
- Tan amable y dulce – agregó Alberto
- Chicos, no me he muerto – dije para que se dieran cuenta de mi presencia. Levi estaba cada vez más y más débil, así que lo llevé a la silla de la sala
- Aún puedo escuchar su melodiosa voz – dijo Richard, mi jardinero
- Quizás es porque no he muerto – miré a Levi, a pesar de su situación, parecía divertirle lo que estaba pasándome.
- ¿Ama? – dijo Chloe fijando su mirada en mi
- ¿Sí?- sentí como sus brazos regordetes me rodeaban y me apretaba contra ella
- ¡Esto es un milagro señorita! – dijo abrazándome cada vez con más fuerza
- ¡Ama! – dijeron los chicos y se unieron al abrazo
- N-no respiro – traté de zafarme – habrá tiempo para reencuentros, necesito que me preparen la sala de operaciones inmediatamente – todos me soltaron - Richard y Marcus, la camilla. – ambos asintieron y se fueron – Chloe, determina el tipo de sangre de Levi, y luego busca si hay sangre de su tipo, si no hay, yo puedo ser la donante - Chloe asintió y corrió hacia el sótano –Alberto, la bata – asintió y fuimos a esterilizarme para poder empezar la cirugía de Levi.
Después de una hora, llevamos a Levi a la habitación de huéspedes donde se recuperaba de la cirugía. No fue necesario el uso de anestesia, así que estaba recostado en la cama mientras se realizaba la transfusión de sangre.
- ¿dónde estoy?- deja vu
- En mi casa – dije mientras pasaba la hoja de un libro de artes mortales que había comprado hace dos años. Levi trató de levantarse de la camilla, pero lo detuve – quédate quieto, Ackerman, te estoy haciendo una trasfusión de sangre - obedeció y se recostó completamente en la cama. – tomé medidas, vamos a bloquear el paso para este lugar, solo saldremos lo necesario- pasé la hoja- vamos a recuperarnos físicamente en el gimnasio que hay en la parte trasera de la casa
- Ya no me duele el costado – dijo tocándose con cuidado en donde estaba el vendaje
- Te habían hecho una atrocidad de sutura, Levi. En vez de cerrar mal herida como debía ser, la dejaron semi abierta, evitando que cicatrizase de forma correcta- el soltó un suspiro y cerró los ojos por un breve instante
- Huele bien – traté de no soltar una risilla
- Ya van a traer tu comida, no te preocupes – me levanté de mi silla, dispuesta a ir a darme una ducha y cambiarme con ropa decente
- ¿A dónde vas? – sonreí
- Estás seguro aquí, Ackerman. Relájate- el rodó los ojos
- Eso no responde mi pregunta – solté un gruñido
- A ducharme – salí de la habitación y fui a la mía. Me desvestí y vi la sutura que me habían hecho, pero algo llamó más mi atención. - ¡Chloe! – y en un instante llegó mi ama de llaves, que más que eso es como una nana. - ¿ves algo raro en esa sutura? – ella es enfermera, estuvo sirviendo en múltiples confrontaciones bélicas, era una de las personas más confiables de este mundo.
- Doctora Carlton, me temo que podría ser un chip de rastreo – mierda, si yo tengo uno, Levi debe tener uno igual - ¿quiere que lo extraiga? – asentí. Chloe se colocó unos guantes, un tapabocas y tomó un bisturí que había en mi habitación, para luego extraer el dispositivo de mi espalda baja, Chloe me suturó y me miró con cierta preocupación.
- Vernichten (Destrúyelo) – y así lo hizo. Pisó el chip contra el cuelo y luego lo envolvió en aluminio – me iré a duchar, mientras termino, ve al cuarto de Levi y revisa en donde puede tener el chip, entre más rápido lo encuentres, mejor – asintió y se fue a cumplir su encomienda.
Después de una ducha larga de 20 minutos, decidí ir a la habitación de Levi. Claro que antes me coloqué una licra negra, junto a un top para hacer ejercicio.
En el camino me encontré con Chloe, la cual se veía algo agobiada.
- Está en su estomago, Doctora Carlton – mierda – y no quiere tomar la medicación para hacerlo vomitar – maldita sea, Ackerman
- Dame la pasta – Chloe me extendió la tableta y me encaminé con paso rápido al cuarto de Levi. Estaba cruzado de brazos y mirando por la ventana, ya casi se estaba acabando la sangre. Tomé agua y me ti la tableta en mi boca, para luego acercarme a él y juntar nuestros labios para pasarle la medicina. Cuando terminé de pasarle todo...
- ¡¿Qué te pasa, _____?! ¡¿p-por qué me...?! – su personalidad estoica había desaparecido por completo, a lo que como respuesta por mi parte fue... una ruidosa carcajada
- ¡n-n-n-no puedo! – seguí riendo hasta que me dolió mi estomago- m-m-m-moriré – seguí riendo hasta que vi a Levi con esa expresión suya que solo me advierte una cosa... corre, ______, corre.
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