Capítulo 2
Capítulo 2
Después de los exámenes de rutina y una que otra tomografía, me volvieron a llevar a la habitación.
- Doctora Carlton, es bueno que empiece a moverse de a poco, para evitar que los músculos se le atrofien más. Después de la terapia para comenzar a caminar de nuevo, le vamos a dar una cartilla en donde podrá ver unos ejercicios para recuperar la movilidad por completo – asentí –No creo en milagros, o en un ser superior a nosotros que todo lo ve, y mucho menos en la suerte. Pero permítame decirle que fue afortunada – lo miré extrañada
- ¿afortunada? – el Doctor Green asintió
- Estuvo a punto de perder la parte inferior de su cuerpo- sentí como mi cuerpo fue recubierto por un sudor frío – al parecer usted cayó boca abajo y en la mitad de su espalda, para ser más exactos, entre sus vertebras torácicas la bandeja en donde colocan a los cadáveres tenía una parte afilada y esa parte le cayó a usted en la espalda. El corte era bastante profundo, pero por lo menos no le alcanzó a tocar la columna vertebral – ahora entiendo el por qué Levi ordenó que me llevaran a mi primero. – recuerde tomárselo con calma, y empezar a hablar despacio. En las mañanas le enviaremos una infusión de limón y miel para que se vaya recuperando poco a poco – asentí y el doctor se despidió
Me acomodé en la silla de ruedas y me dispuse a ponerme de pie, pero me fue imposible.
- Podrías tener más cuidado –Levi me había tomado por la cintura, estuve a punto de caer
- G-gracias – Miré a Ackerman y ya no tenía la bata del hospital, tenía un jean gris, zapatos negros y una camisa manga larga negra cuello V remangada hasta los codos. -¿Cuándo te cambiaste?
- Hace unos momentos – me pareció extraño, hasta donde yo sé, a ninguno de los dos nos han dado salida – para ser exactos... se las robé a alguien – me tensé
- ¡L-Levi esa mierda es ilegal! ¡¿qué mierdas está pasando por tu cabeza?! – dije poniéndome de frente a Ackerman
- Lo que está pasando por mi cabeza es el plan de escape de este hospital, ________ - me cargó y me colocó en la camilla – Hay policías custodiando nuestro piso, sin agregar el hecho de que somos los únicos que estamos internados en el hospital. Los otros pacientes fueron trasladados a otro centro de salud. ¿por quiénes crees que se tomaron dicha molestia, _______? – tragué saliva- exacto, ¿y todavía crees que nos van a dar de alta como a cualquier persona normal? – negué –así que no seas tonta y vístete – rodé los ojos
- ¿Sí? Y supongo que también robaste ropa para mí – de un momento a otro tomó una bolsa del suelo y la colocó encima de la camilla - ¿se la robaste a una chica? – su gesto irritado se intensificó
- ¿no es obvio? – rodé los ojos y pude ver en el cuello de Levi una marca rojiza
- Eres un cochino, Ackerman –dije con cierto tono de burla, el simplemente se limitó a gruñir y sentarse en el sofá de la habitación
- En vez de estar metiendo tu nariz en donde no te interesa, empieza a vestirte – solté una carcajada
- ¿así que este es uno de tus enfermos fetiches? Ver a una chica vulnerable cambiarse frente a tus ojos – el simplemente rodó los ojos y se los tapó con el antebrazo
- Cállate y apúrate – y eso hice... pero solo había un panty y una blusa blanca de hombre
- ¿Se supone que esto es de una mujer? – asintió
- No me quiso dar el resto, eso fue lo que conseguí – maldita zorra desconsiderada.
Me coloqué la ropa interior y luego la blusa blanca de mangas largas. Para fortuna mía... era lo bastante grande para medio taparme el trasero.
- ¿ahora qué?- Levi se levantó del sofá y me cargó como si fuera un bulto -¡O-Oye cárgame de forma adecuada!
- Deja de quejarte – corrió, y saltó por la ventana. Señoras y señores, Levi Ackerman, uno de los detectives más reconocidos de la ciudad, tomó ropa en circunstancias sospechosa y salta por una ventana de un quinto piso.
- ¡Ackerman, si me muero te voy a matar! – No sé por cuánto tiempo estuve gritando, pero aterrizamos en un contenedor de hule espuma
- Sigue gritando, así se te va la voz y no tengo que escuchar tus molestos reproches sobre mi método para demostrar nuestra inocencia- sentí algo cálido y húmedo en la camisa de Levi
- L-Levi – la herida se le había abierto, lo habían suturado mal, porque si la herida fue hace menos de tres meses, por lo menos ya era para que hubiera sanado o cerrado. Pareciera como si lo hubieran hecho a propósito.
- D-d-debemos ll-ll-llegar a mi casa r-rápido – dije con cierto esfuerzo, me había lastimado la garganta y sentía un leve sabor a sangre en mi boca
- En esas estoy – dijo observando cada coche que pasaba por la calle – ese – dijo dejándome en el contenedor de basura, saltando fuera de él y robando el coche
- ¡O-Oye! – logré salir del contenedor con mucho esfuerzo, aún mis músculos estaban algo atrofiados y corrí hasta el auto que Levi se robó. - ¡¿enloqueciste, Ackerman?! – el simplemente rodó los ojos y me miró de forma amenazante
- Entra al puto auto, _________- maldito. Obedecí y me subí a los asientos traseros – te recuerdo que no tengo ni idea de dónde vives, así que te pasas a los asientos de adelante, gracias-reprimí las ganas de molerlo a golpes y obedecí -¿a dónde?
- Tu solo conduce a las afueras de la ciudad, Ackerman – el asintió y presionó el pedal fuertemente.
Levi maneja como un jodido desquiciado. No había alcanzado a colocarme el cinturón de seguridad y estaba completamente aterrorizada.
- ¡N-n-n-n-n-nos vas a matar, Ackerman! – tomé el cinturón de seguridad y traté de colocármelo, pero mis manos estaban temblando - ¡deja de ser un puto suicida, no quiero que no me puedan hacer una autopsia porque voy a quedar hecha papilla! – escuché un gruñido
- Pareces que ya tu garganta está mejor, úsala para decirme donde queda tu puta casa - ¿cuándo accedí a esto? ¿por qué estamos los dos metidos en este jodido lío? Respiré profundamente, me acomodé en la silla, ahora sí con el cinturón puesto y traté de calmar mis nervios.
- Voltea en la siguiente a la derecha – así hizo – sigue derecho y en la siguiente intersección gira a la izquierda – asintió levemente con la cabeza, para luego seguir mis indicaciones perfectamente – ahora vas a conducir derecho, hasta llegar a una cerca. Allí me bajaré y abriré el portón – el asintió
- ¿sabes disparar un arma? – ¿mierda qué?
- Creo – soltó un gruñido
- Esa respuesta de mierda no me sirve, ¿sabes o no?- asentí – espero que sea cierto porque nos están siguiendo- miré por el retro visor y así era, había un hombre sacando un arma por la ventana del automóvil que nos seguía, mis manos comenzaron a sudar.- voy a seguir conduciendo, dispara a matar – tragué saliva y Levi me entregó el arma
- N-n-no creo que sea capaz, Levi – su gesto de frustración se hizo más evidente
- No puedo manejar y disparar al mismo tiempo, ______. Y tu conduces como abuelita
- P-pero va en contra de mi ética...
- Es nuestra vida o la de ellos, _______. Recuerda que en este maldito automóvil vamos ambos, estoy dejando mi vida en tus manos, así que hazte responsable de ello, tonta.- Nunca imaginé volver a sentir entre mis manos una pistola de nuevo, ya había olvidado la sensación de adrenalina y poder que conllevaba sostener un arma con el fin de dispararla.
- ¡Por un demonio! – saqué la mitad de mi cuerpo por la ventana del copiloto y fijé mi mirada en el vidrio del otro automóvil, disparé, pero fallé, el tipo comenzó a disparar y tuve que cubrirme para evitar una catástrofe – mierda- murmuré
- Actúa con cabeza fría y dispara, no podemos permitir que sepan dónde vives – asentí y volví a intentarlo, esta vez le di en el parabrisas, dándome así una mejor oportunidad para matar a ambos. Disparé dos veces y la tercera dio justo en el blanco, o más bien en la cabeza del conductor. Me sentí emocionada, pero no había tiempo para celebrar, traté de dispararle al copiloto pero solo le di en el ojo derecho, ya que Levi giró a la derecha. El automóvil que nos venía siguiendo perdió el control y lo perdimos finalmente de vista.
- Tu puntería es una mierda- dijo Levi. Lo miré y pude notar un agujero en la almohadilla de la cabeza del asiento, una herida por el roce en la mejilla derecha y el parabrisas completamente jodido.
- ¿Te encuentras bien? ¿te duele algo? – mierda, soy una inútil
- Si, si. Pude moverme a tiempo – maldita sea, me he vuelto tan débil. Antes no dudaba ni un solo segundo en jalar del gatillo para ajusticiar a escorias que pusieran en riesgo a las personas inocentes que estaban a mi alrededor.
- Oye, Levi
- ¿Hmmm? – mordí levemente mi labio inferior con cierta inseguridad
- ¿Cómo sigue tu herida? – fijé mi mirada en su abdomen y la mancha de sangre seguía
- Lo importante es que no me he desmayado aún, así que tranquila – asentí
- Cuando ambos nos recuperemos – aclaré cuidadosamente mi garganta- ¿podrías enseñarme a disparar? – Levi frunció el ceño- No te preocupes por el campo de tiro, tengo uno en casa y un gimnasio. Si vamos a demostrar nuestra inocencia, y va a ser así de peligroso... entonces, debo volver a estar en forma
- ¿volver? – al momento en el que hizo esa pregunta, llegamos al portón de mi casa. Me bajé, lo abrí, Levi entró el auto y yo volví a cerrar. Entré al auto.
- Sigue derecho- así hizo. No tomó mucho tiempo para llegar a mi casa.
- __________- dijo Levi sin apartar la mirada de mi hogar - ¿Quién eres realmente?...
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