¡T R A C K : VEINTIUNO !
MINSUNG
op oʇ ʇɐɥʍ ǝɯ llǝʇ. ────── minho tiene novia y jisung ya no quiere ser el otro.
Jisung se dejó besar por los desesperados labios de su novio después de haberse negado con tanta insistencia, Minho le había acorralado en la esquina del estudio luego de encerrarse allí como dos adolescentes calientes.
Han removió su cuerpo incómodo sobre la pared de vidrio insonorizado, sosteniéndose de ella para no caer sobre los muslos de Minho.
Habían pasado cerca de veinte minutos escondidos en la sala de audio, huyendo de la escandalosa novia de Minho. Hasta que ella se fue, Jisung estuvo metido dentro de una caja con el pene duro y semen deslizándose por sus piernas. Se sentía un criminal.
Jisung no sabía cómo decirle a su productor que debían parar, que no se sentía bien siendo el otro, siendo escondido cada vez que alguien llegaba. Sin embargo, cada vez que intentó decir una sílaba, sus gemidos escaparon involuntariamente de su pequeña boca como estaban destinados a ser.
Minho aprovechó cada suspiro, metiendo su lengua. Recorrió cada rincón de su boca como si nunca lo hubiera hecho, apretó su pequeña cintura entre sus fuertes manos, entrometiéndose entre sus piernas con la sutilidad de un pez fuera del agua. Jisung se sentía desfallecer entre su cuerpo y la pared, entre su sentido de la razón y su líbido.
Jisung sabía que no podía detenerse, que anhelaba su toque y su necesidad por autocomplacerse podía con su buen juicio. Mordió los gruesos labios, se sujetó de la espalda ajena y se movió sobre su erección con agilidad.
Quería hacerlo tanto como no quería hacerlo.
La desnudes parcial facilitó sus acciones, en un instante Jisung pudo sentir la humedad de la eyaculación ajena y escuchó un fuerte jadeo de molestia.
―Me corrí dentro de mi ropa interior ―bufó Minho, bajando sus prendas de un tirón.
Jisung sonrió con malicia, viendo el grueso pene de su novio no oficial. Tuvo la intención de acercarse y tomarlo entre sus manos, sin embargo, la visión de Minho se dirigió hacia la puerta principal cuando, por reflejo, la vio abrirse, ocasionando que empujara al menor lejos de la visión de un sunbae.
―Minho, ¿qué haces ahí? Shuhua te está buscando por todos lados ―exclamó Im Jaebum desde la puerta, señalándolo con molestia.
Jaebum le vio agitado y sudado, sin embargo, no dijo nada.
―Sí, uh ―Minho dudó, nervioso―. Jisung olvidó su teléfono aquí, así que vine por él. ―Minho levantó el teléfono de Jisung olvidado en el suelo y lo enseñó.
Jaebum alzó su dedo pulgar en señal de aprobación y se marchó.
Jisung le vio mentir descaradamente, dolido. Se levantó del suelo acomodando su ropa lo mejor que pudo, más que molesto por ser lanzado con descuido como si no fuera importante que se lastimara. Minho imitó sus acciones rápidamente, confundido y alterado por el susto.
Él no podía dejar que se enteraran que chupaba penes cuando su novia no miraba.
Minho ignoró el momento en que Jisung ya se había marchado y sólo notó su soledad cuando, al hablar, hubo silencio. Limpió la sala de audio con cuidado y tomó su teléfono para llamar a su novia.
Él no era un estúpido. Sabía que si no arreglaba su porquería, terminaría jodiéndolo con su novio y él no quería eso. Podría verse como un idiota, actuar como uno, pero su Jisung era la única existencia en su vida que valía la pena.
―Oppa, por fin ―habló Shuhua, suspirando pesadamente detrás de la línea―. Te estuve buscando por toda la ciudad, necesito hablar contigo. ¿Podrías...
Minho cortó la llamada sin dejarla terminar de hablar, girando los ojos con irritación por su molesta voz. Yeh Shuhua era escandalosa, pero linda, cumplía todos sus estándares, el único problema era que Han Jisung también lo hacía.
Minho resopló ignorando el resto de las llamadas de Shuhua, no fue hasta que llegó a su casa y la vio sentada en el porche, que sintió algo de pánico. Intentó ignorarla e ingresar a su vivienda, pero fue imposible cuando ella sonrió con auténtica felicidad.
―¡Ahí estás! ―Shuhua se levantó del suelo, acercándose a él dando saltitos infantiles―. Seré directa, Lee Minho, la chica que me gusta finalmente se me declaró. Ya no te necesito ―dijo, palmeando su hombro con pena fingida―. Sé que no te afecta demasiado, porque el otro día te escuché cogiendo con Jisung así que eso apaciguó mi culpa. ¡Adiós, Minho!
Shuhua sonrió en grande, marchándose con risillas totalmente infantiles y molestas. Minho frunció el ceño sin comprender por al menos un minuto.
¿Su novia era lesbiana? Minho entró a su casa riéndose por la ironía de la situación. Miró hacia el sofá donde yacía una falda de Shuhua y se permitió analizarla por un momento, recordando que Jisung la había usado mientras se lo cogía en ese mismo sofá.
Jisung era como Shuhua, en una versión femenina (aunque no tanto teniendo en cuenta la actitud de la chica), era revoltosa, ruidosa, aniñada y pequeña. Minho sólo la escogió porque ella era exactamente como Jisung, pero mujer.
Y Minho quería una mujer, porque eso era lo normal.
No obstante, no se sintió cómodo con ella. Ella no erradicó lo que Minho ya sentía por Jisung.
Con pesadez, Minho se dirigió a su habitación, subiendo los escalones con la pereza de un animal, sin siquiera recordar que estaba sucio y necesitaba una ducha.
Su cama aún estaba desordenada debido al acostón con Jisung, y sus sábanas debían oler a él, a su esencia.
Todo en su casa apestaba a Jisung, por lo que Minho entendía cómo Shuhua se había podido enterar.
Minho se lanzó sobre la cama, enterrando la cara en las sábanas, embriagado por el aroma floral de su artista. Sus manos aún quemaban por el toque en la piel canela. Rápidamente, Minho sintió su pene erguirse contra sus boxers, húmedos por la corrida anterior mientras rememoraba lo que había sucedido esa mañana.
Su primera acción lúcida fue tomar su teléfono y marcar el número de Jisung, siendo enviado al buzón de voz varias veces. No se rindió.
Con una mano en sus pantalones y otra en su teléfono, escuchó la voz de Jisung del otro lado de la línea.
―Hey, Sung ―dijo Minho con felicidad―. Corté con Shuhua, ¿quieres venir a mi casa?
Jisung se quedó en silencio, y Minho pudo jurar haber oído un suspiro pesado.
―¿Así que tú cortaste con Shuhua? ¿Qué te hizo tomar esa decisión? ―preguntó con curiosidad, Minho le oyó caminar.
―Me di cuenta de que el único novio que quiero tener eres tú ―dijo con elocuencia, sonriendo triunfal, relentizando el movimiento de su mano sobre su erección.
―Hum, ya veo ―murmuró, aunque no se oía feliz―. No es exactamente lo que Shuhua me dice aquí ―exclamó Jisung, y Minho pudo oír unas risillas procedentes de Shuhua―. Mientes muy fácil, Minho.
Minho detuvo sus movimientos y se irguió sobre la cama. No esperaba que ella hablara con él.
―Sólo dime qué debería hacer. ¿No querías eso, Sung? Ahora somos sólo los dos ―dijo Minho despacio, comenzando a quitarse la ropa dispuesto a tomar una ducha―. ¿Qué debería decirte para que estés feliz? ¿Que sólo soy tuyo, que te amo? Sabes la respuesta a esas preguntas. Jisung, te amo, pero...
―Minho, Minho ―Jisung detuvo su monólogo―. ¿Qué deberías hacer? Aclarar tus dudas, tus sentimientos. Tú no me amas, si ese fuera el caso no estaríamos en esta situación.
―¡Sabes por qué estamos en esta situación! ―exclamó Minho con irritación, encendiendo la luz del baño―. ¿Sabes qué? Ven a casa, vamos a hablar. En serio, por favor, sólo ven. Quiero demostrártelo ―dijo con más calma, suplicando dulcemente.
Jisung dudó, mordiendo sus labios. Shuhua le alzó los pulgares insitándolo a aceptar.
―Sabes que no es así de fácil, Minho. No terminas con tu novia y esperas que tu amante vaya corriendo a tus brazos.
Minho ahogó un grito de frustración y se apoyó en la puerta del baño.
―¿Aquí a las seis, traes lencería y una botella de vino? ―preguntó Minho, alzando una ceja.
―Bien ―Jisung se resignó, sonriendo genuinamente y sintiéndose un tonto por siempre aceptar.
Minho sonrió. A veces las cosas sí son así de sencillas, sólo hay que dejarlas ser.
━ ˏˋ me encantó este os. shujin ¿? sí a todo, stan g idle para una vida mejor
¿me extrañaron?
como perdí el listado de ships, no sé sobre cuál hacer el siguiente, siempre pregunto lo mismo
¿hyunsung? no sé, díganme
© 𝘈𝘙𝘚𝘌𝘕𝘒𝘌𝘠 | 17/07/2020
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