¡ T R A C K : TREINTA Y NUEVE !

JEONG SUNG BIN ────── dos omegas en cinta y un alfa en crisis.

Jeongin pasó unos días internado en el hospital por una infección, sobrevivió a la misma debido a su gen Alfa y aunque siempre había sido diligente, por esos días no pudo hacer otra cosa más que pensar en los dos Omegas que estaban esperándolo en casa, Jeongin no podía dormir bien debido a la preocupación y sólo pudo volver a respirar cuando fue dado de alta.

―Estás más nervioso que el día de tu boda ―rio Hyunjin viendo que las piernas de Jeongin no dejaban de temblar.

Hyunjin fue a buscar al Alfa al hospital aprovechando que debía tenerle al tanto de lo que había sucedido en los últimos días. Hwang se mudó a la casa de Jeongin para cuidar a los Omegas y terminó con menos pelo y algunos golpes.

Changbin y Jisung eran dos Omegas de baja estatura con los que Jeongin se había emparejado, eran completamente opuestos uno del otro; mientras que uno era un poco gruñón e intimidante, el otro era vitamina pura y sonrisitas coquetas; Hyunjin creyó que todo estaría bien y sólo debía estar allí para servir de transporte, sin embargo...

Aunque los tres se complementaban perfectamente los unos a los otros, justo ahora... ambos Omegas estaban en cinta. Pese a lo que cualquiera hubiera pensado, ambos embarazos fueron planeados con antelación, Changbin, Jisung y Jeongin habían estado buscando ser padres hacia ya meses y cuando finalmente sus esfuerzos dieron frutos, no podían estar más felices.

Hyunjin no entendía muy bien ese instinto Omega, es decir, él también era un Omega, pero no sentía el deseo de formar una familia aún, era demasiado joven ―aunque tampoco tenía una pareja que le amara.

―No los veo hace días ―gruñó Jeongin con el entrecejo fruncido; había insistido demasiado en que no fueran a visitarlo al hospital por miedo a la inmensa cantidad de enfermedades que ellos podrían contagiarse―. Los extraño.

―Eso fue porque eres demasiado paranoico. No les iba a pasar nada por visitarte un rato ―señaló Hyunjin apartando la vista del camino por un momento para mirar al Alfa con una ceja alzada.

―Prefiero quedar como un paranoico que arriesgarlos a meterse en un nido de enfermedades ―murmuró Jeongin con algo de molestia, cruzando los brazos sobre su pecho.

Hyunjin puso los ojos en blanco y no dijo nada más, aunque para él era algo extremista, no creía que fuera necesario meterse en la vida de sus amigos y mucho menos decirles qué hacer. Sobretodo porque el embarazo de Changbin era de riesgo.

Jisung siempre estaba al tanto de él y atacaba con uñas y dientes a cualquiera que se acercara demasiado ―los brazos rasguñados de Hyunjin todavía no se curaban.

Jeongin estaba al tanto de todo, había enviado a Hyunjin a vivir con ellos y aunque sabía que hubo algo de caos, Jisung también necesitaba ser cuidado y mimado. Jeongin se sintió mucho más aliviado luego de saber que Jisung había cuidado tan bien de Changbin.

―¿Los viste hoy en la mañana? ―preguntó Jeongin cuando faltaban unas pocas cuadras para llegar a la casa. Su corazón comenzó a palpitar con fuerza y una sensación de angustia se extendió por su pecho.

No fue hasta que Jeongin vio su edificio a la distancia que las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos. Los había extrañado con locura.

Hyunjin sonrió y asintió.

―Sí, estaban acurrucados en el nido cuando salí ―murmuró Hyunjin tratando de ignorar las lágrimas de su amigo y reteniendo con todas sus fuerzas las ganas de reírse de él―, todavía dormían.

Jeongin ahogó un jadeo e imaginó el vientre de siete meses del pequeño Jisung, había recibido fotos diarias de él en su teléfono y sus manos quemaban por sostenerlo y sentir las suaves pataditas que le regalaba su hijo, el cachorro crecía rápidamente y nacería en primavera; Changbin, sin embargo, apenas tenía pancita, su vientre de cuatro meses era un bulto pequeño que Jeongin amaba acariciar y besar.

―Límpiate la cara, pareces angustiado ―dijo Hyunjin pasándole a Jeongin un paquete de pañuelos descartables.

Hyunjin estacionó en el aparcamiento del edificio; Jeongin limpió sus mocos y las lágrimas que todavía se acumulaban en sus ojos y bajó del auto con ayuda del Omega.

―Ellos están muy bien, no te preocupes. ―Hyunjin sobó la espalda de Jeongin, no pudo evitar reír cuando el Alfa soltó un quejido infantil―. Sólo te extrañan tanto como tú a ellos...

(...)

Jeongin abrió la puerta de entrada e ingresó a su casa arrastrando su pequeño bolso; miró por la sala buscando a sus pequeños Omegas, pero no los halló. Eran las diez de la mañana y le parecía extraño que no estuvieran levantados.

Fue al cuarto de baño y se dio una rápida ducha, no había planeado hacer demasiado ruido, pero no se atrevía a ingresar a la habitación así.

Una vez listo, Jeongin tocó suavemente la puerta de la habitación y asomó la cabeza, vio que Jisung se perdía detrás del torso de Changbin, ambos estaban acurrucados frente a frente con las piernas enredadas, hechos una pequeña bolita en el nido.

Jeongin se acercó lentamente, procurando no hacer tanto ruido. Se detuvo a pocos centímetros del nido para observar a sus Omegas dormir.

Jisung tenía los labios abultados y las cejas fruncidas, por lo que Jeongin acarició suavemente su cabello, sonriendo al ver que el mayor se frotaba contra su mano buscando obtener más mimos de su parte; Jeongin estaba seguro de que Jisung había tenido días duros.

Changbin se veía más tranquilo, era sumamente adorable, con sus mejillas rellenas y los rizos cayendo sobre su carita morena. Jisung lo había cuidado muy bien.

Sin poder dejar de admirarlos, Jeongin continuó acariciando sus mejillas. Fue entonces que Changbin abrió sus ojos y una sonrisa se instaló en sus labios al percatarse de que su Alfa estaba en casa. El alivio que sintió Changbin fue inmediato.

Incorporándose lentamente, Changbin se sentó y atrajo al Alfa a sus brazos, comenzando a frotar su rostro con el cuello de Jeongin.

―Volviste...

Jeongin asintió varias veces, dejando besos en las mejillas hinchadas de su Omega. Sus manos fueron instintivamente al vientre de Changbin y sonrió al sentir al cachorro, las ganas de llorar volvieron a Jeongin tras asegurarse de que su manada estaba a salvo.

―No podía aguantar otro día más. ―Jeongin suspiró.

Changbin rio suavemente y luego apuntó al Omega que aún no despertaba.

―Hannie ha estado estresado...

Jeongin, ya metido en el nido, atrajo a Jisung a su cuerpo y acarició su abultado vientre una y otra vez, admirando al mismo tiempo la sonrisa tan hermosa en la cara de Changbin.

―Me enteré de que alguien ha estado algo agresivo ―murmuró Jeongin sobre los labios de Jisung, mirando a los ojos de Changbin.

―Hubieras visto a Jisung con una katana mientras hacía movimientos de Jackie Chan... ―Changbin abrió la boca y mordió su lengua―. Es tan gracioso como se oye.

Al ver lo pálido que se había puesto Jeongin, Changbin rio bajito.

―Compró una réplica de madera, golpeó a Hyunjin con ella varias veces.

Jisung se removió en brazos de Jeongin.

―Debí pagarle más...

05092021

No sé escribir omegaverse, perdón hermosa persona que me pidió este os; quizás luego le haga una parte más porque está bonito ♡♡

Hanji omega karateka besto concept

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top