¡ T R A C K : SPECIAL !
STRAY KIDS x STRAY KIDS
1.
Jeongin no podía más con su nerviosismo, estaba inquieto en la sala de ensayos junto a sus siete hyungs. Todos parecían estar mucho más calmados que él, en realidad. Cabía destacar que era la primera vez que Jeongin compartía esa reunión con ellos, la "clandestina", a la que no había podido acceder sino hasta después de haber cumplido sus diecinueve años.
Hyunjin, a su lado, palmeó sus muslos y apretó su rodilla, sonriéndole con emoción.
Minho le miró también, por primera vez desde que había entrado. Y a Jeongin no pudo gustarle más sentir esos ojos avariciosos sobre él.
No es como si Yang tuviera miedo o no supiera qué ocurría en ese lugar, estaba más que enterado de la situación, emocionado por participar de una vez por todas.
Había oído una que otra anécdota de Felix y Hyunjin, por lo que estaba preparado.
―Bien, Innie, vamos a explicarte cómo funciona esto exactamente ―comenzó Minho, tenía una caja en manos y una sonrisa ladina en el rostro―. Aquí tenemos ocho diferentes roles, son los que escogimos para estas dos semanas. Cada uno tomará un papel al azar y deberá cumplir el rol, obviamente nadie es obligado a nada así que puede negarse si no está cómodo. Voy a darte un ejemplo. ―Minho abrió la caja y tomó un papel, lo abrió y leyó en voz alta―. Power Bottom, este es fácil. Si te llegase a tocar este papel, tú serás el sumiso con cada uno de nosotros, o con los que quieran hacerlo contigo ―puntualizó, apuntándole con su índice―. Si tú no quieres con... Chan hyung, por ejemplo, le dices y ya. Pero, por algo estás aquí, ¿no?
Jeongin asintió frenéticamente, esperando a que la explicación continuara, con suma expectativa. Estaba tan emocionado por sacar un maldito papel y comenzar a jugar.
―Usualmente, quitando las normas de humanidad básicas, las reglas son estas: nada de marcas y respetar la privacidad ajena. Con esto último me refiero a que, si no te invitan previamente, no interrumpas a nadie... es molesto. Se aceptan los fetiches y las orgías, con previa charla, también los juguetes, pero debes conseguirlos tú mismo. Si tienes alguna duda, hazla saber. Si no te sientes cómodo o no te gusta tu rol, habla. Por favor, habla ―Chan enumeró, realmente serio―. Eh, oh, y, por favor, somos muy cuidadosos con "en dónde" lo hacemos. Sólo en los dormitorios.
Jeongin asintió, concentrado en la caja de madera que ahora se hallaba en manos ajenas, todos en su momento sacando un papel. Cuando llegó a Jeongin, mordió sus labios con emoción. Sólo quedaban tres papeles, sólo tres posibles roles para él.
―Muy bien, pueden abrirlos, chicos ―dijo Minho, apartando la caja ya vacía.
Jeongin abrió el suyo rápidamente, desconcertado cuando leyó la palabra "libre" en este, se leía muy aburrido. Changbin, a su lado, miró sobre su hombro y sonrió sacudiéndolo.
―¡Innie tiene suerte! ―exclamó el rapero, abriendo su propio papel―. ¡Y yo también, mi favorito!
―¡Ah! ―Jisung gritó con emoción, gimiendo de sorpresa―. ¡Superior, por fin! Prepara ese culo, Seungmin.
Seungmin tomó a Jisung del brazo, viendo su papel por si el mayor estaba mintiendo. Jisung había sido cogido tantas veces que no le sorprendería que lo hiciera.
―Ya estaba empezando a preocuparme por tu pene, Hanji ―rio Seungmin soltando su apodo con burla; abrió su papel, sin embargo tras leer su rol, hizo tal sonrisa ladina que confundió a Jisung―. ¡Ja, King! Tu cola siempre será mía ―exclamó lleno de satisfacción, sacándole la lengua al mayor.
Jisung bufó cruzándose de brazos.
―¿De qué están hablando, Binnie hyung? ―preguntó Jeongin.
Changbin rio antes de responder.
―A Jisung le ha tocado Power Bottom dos veces seguidas, es la primera vez que podrá meterla en un tiempo y al parecer, Seungmin es King, o sea, tiene el poder de hacer que Hanji le entregue la cola de todas formas.
―Pobre hyung... ―Jeongin vio el papel en sus propias manos.
Los chicos rieron, confundiendo a Jeongin.
―Nah, lo divertido de esto es seguir las reglas, Honey, ahí está el chiste de todo esto ―dijo Changbin, apoyando la cabeza en su hombro―. Jisung no la ha metido en un mes, pero no porque no pudiera hacerlo ―aludió alzando una ceja.
Jeongin miró a todos sus compañeros, algunos estaban más felices que otros en cuanto a los roles que les habían tocado. Chan tenía esa cara de que había ganado la mejor pelea, y el único que no parecía del todo conforme era Felix, quien arrugó su papel en un puño y lo tiró nuevamente dentro de la caja. ¿Esos eran pucheros?
―¿Qué significa? ―Jeongin le mostró su papel a Changbin, aunque este ya lo haya leído anteriormente.
―Significa que eres libre de hacer lo que quieras. Es como, súper versátil... ―puntualizó Changbin, expresándose con las manos.
―Los libres pueden pasar por encima del Superior y el Bottom, pero no del King. ―Hyunjin explicó―. O sea, puedes cogerte a Jisung también ―rio fuerte, ocasionando que el menor le mirara furioso.
―¿Qué les tocó a ustedes? ―Jeongin preguntó, todos empezaban a levantarse, ya tenían que regresar a casa.
―Yo soy Power Bottom ―exclamó Hyunjin para que todos pudieran oírle, antes de abandonar la sala a las carcajadas con Jisung persiguiéndole.
―Baby, luego te explico de qué se trata ―dijo Changbin, dejando un beso en la mejilla de Jeongin antes de irse también.
Jeongin le preguntó a todos sus hyungs los roles que les habían tocado. Él no sabía cómo demonios debía empezar. ¿Alguien se acercaría primero o él debía hacerlo?
Lo único que Jeongin sabía sobre todo eso, era que Minho era su fundador, inició como un juego de los mayores y luego se le sumaron los demás, todo esto a espaldas suyas, sólo por ser el pequeño e inocente Innie.
Aunque Jeongin lo entendía, era demasiado para que él se metiera. En un principio él ni siquiera podía comprender cómo es que siete chicos heterosexuales se metían mano como si nada.
Dormitorios de JYP Ent., 03:21 AM.
Durante la noche, Jeongin no pudo dormir en seguida, le tomó varias horas poder conciliar el sueño. No podía negar que estaba nervioso, ansioso, muy a la espectativa. No fue hasta las tres de la madrugada, que despertó por un ruido en su habitación.
Hyunjin rio bajito y puso su índice sobre sus propios labios, pidiéndole que no dijera nada.
Jeongin se incorporó en la cama, restregando sus ojos con el dorso de la mano. Hyunjin sólo tenía puesta una camisa de pijama que ―madre mía― apenas le tapaba la entrepierna, y se acercó a su cama a pasitos de kitty patitas suaves.
Jeongin le miró, confundido. No apartó la vista de sus muslos por un momento, delicados, lechosos. Sus largas y delgadas piernas. Yang no sintió más que curiosidad.
Abrió la boca, dispuesto a preguntar el porqué de su visita, sin embargo, sus labios fueron atrapados por otros más gruesos, en un beso fuerte y tan brusco que ocasionó un sonido de chapoteo cada vez que sus lenguas se encontraban.
Hyunjin se separó de él tan bruscamente como comenzó, tan sólo unos centímetros separaban sus bocas. Hyunjin sonrió, tan pícaro y audaz.
Jeongin se había quedado sin aire, pero quién demonios necesitaba de eso.
―No sabíamos si preferías... jugar por aquí ―murmuró Hyunjin, el índice señalando su entrepierna― o por aquí ―susurró, más bajo, llevando la mano por su muslo―, así que vine a averiguar. Tú tienes la última palabra, Innie.
Jeongin boqueó sorprendido, ocasionando una risita en Hyunjin.
―Tampoco tiene que ser ahora ―terminó el más alto, dejando un beso sobre su mejilla y bajando de la cama.
Le regaló una última sonrisa al menor antes de darse la vuelta, empero, su codo fue sostenido por la mano ajena. Hyunjin mordió sus labios y volvió a la cama de Jeongin, el maknae tenía la habitación privada así que, técnicamente, podían hacer bastante ruido. A Hyunjin le encantaba hacer ruido.
El maknae sonrió tímidamente, con esa expresión de desconcierto y curiosidad. A Hyunjin se le antojó adorable.
Hyunjin se deshizo progresivamente de la ropa de Yang, dejándolo solo en sus pequeños boxers negros. Con lascivia, Hyunjin relamió sus propios labios, hambriento.
―¿Eres virgen, Innie? ―preguntó Hyunjin en un susurro, mordisqueando suavemente la oreja del menor.
Jeongin asintió, no era algo de lo que estuviera avergonzado realmente. Jadeó bajo cuando sintió la brisa en su entrepierna, producto de su desnudez total y la brusquedad con la que su ropa interior había sido quitada. Hyunjin rio nuevamente ante la timidez ajena, bajando por su pecho, repartiendo besos, succiones y pequeñas mordidas a lo ancho de su cuerpo.
Jeongin suspiró cuando la caliente boca de Hyunjin engulló su pene, y la cálida lengua jugueteó con la punta de este.
Las manos de Hyunjin estaban en las caderas de Jeongin, sosteniéndose de ellas, apretando con sus dedos. Lo succionó, lamió, sacó y metió, deleitándose con los gemidos que le arrancaba al menor.
Jeongin tomó la cabeza de Hyunjin, ayudándole a marcar un ritmo, acariciando el largo cabello rubio, cual soltó cuando sintió que se contraía.
―Jinnie hyung ―Jeongin intentó apartar a Hyunjin, pero sólo logró que este hiciera su trabajo más arduo.
Hyunjin se llenó la boca con el semen del menor, sonriendo después de tragarse su corrida. Sacó su lengua, lamiendo todo lo que se hubiera filtrado, sin despegar la vista de un sorprendido y asustado Jeongin.
―¿Qué sucede? ―preguntó Hyunjin, subiendo hasta su rostro.
―T... Te lo tragaste...
Hyunjin frunció el ceño, como si fuera lo obvio.
―Estamos en confianza, ¿no? ―dijo, comenzando a quitarse la camisa.
Hwang se sentó a horcajadas del menor, una mano sobre el pecho y la otra sobre la boca ajena, jugueteó con su labio inferior, apretando el torso de Jeongin con sus muslos.
―¿Quiere continuar, señorito? Jinnie no tuvo mucha diversión ―se quejó en un tono irritante, pero lindo.
Jeongin asintió, absorto en su boca aún brillosa y con un ligero rastro de semen que no había sido limpiado por esa lengua.
―Mi trabajito oral no es nada comparado a lo que Jisung hace con su lengua ―susurró Hyunjin, notando que el menor no dejaba de verle la boca.
Aquella información solo hizo que su pene se pusiera más duro.
Jisung chilló bajito cuando Seungmin le incrustó el tapón anal y dejó un mordisco en el interior de sus muslos. Seungmin se había corrido en su interior dos veces antes de colocárselo, y, como si no se hubiera quejado lo suficiente por ello, ahora tenía un artefacto que mantenía todo dentro. Jisung estaba desnudo, atado a la cama y cubierto de saliva y un poco de jarabe de caramelo.
Jisung se sentía pegajoso, caliente, irritado en algunas zonas, pero muy satisfecho.
Seungmin era un maldito mandón cuando le tocaba ser el rey, pero Jisung era quien más disfrutaba de aquello. No se negó cuando fue bañado con jarabe y tampoco se quejó cuando fue degustado como un exquisito platillo.
Seungmin era muy sorprendente, atrevido, le encantaba hacer el mal en todo su cuerpo, escucharle llorar y gemir. Le pegaba tantas nalgadas que su culo quedaba rojo y era imposible para él sentarse después, rompían una de las reglas; pero a Jisung no le importaba, sólo a Seungmin le dejaba hacerlo.
―Te dije que tu cola era mía, Hanji ―dijo el menor con una serenidad entusiasta, usando su voz más aguda―. Ahora está llena de mi semen, y ahí se quedará ―ordenó, desatándole las manos.
Quizás Jisung era el más versátil del grupo, pero le encantaba ser cogido con fuerza por cualquiera, así que no se quejaba... tanto.
Especialmente cuando las órdenes venían de Seungmin, quien tenía un enorme fetiche con sus caderas o... la parte inferior de su cuerpo, en realidad.
Seungmin rio aparentando timidez, secando las lágrimas y la baba en el rostro rojizo producto de la sobre estimulación a la que Jisung había sido sometido. Seungmin incluso notó lo rojizas e hinchadas que habían quedado las tetillas del mayor después de haber jugado tan rudo con ellas.
Todo en Jisung era un desastre y era obvio que necesitaba una ducha y una pastilla para el dolor.
―Oh, no te vas a ir. ―Jisung le tomó el brazo, arrastrándolo nuevamente a la cama una vez que fue liberado de todas sus ataduras―. Ha... haz algo con esto ―pidió, apuntando su propio pene.
Han estaba tan duro a causa del semen que sentía en su interior, todavía necesitaba más. No se había acabado para él.
Seungmin miró la erección del mayor y luego a sus ojos suplicantes. A Seungmin le encantaba ser el rey, sobre todo cuando podía deshacerse de los honoríficos y doblegar a sus mayores a su antojo. Le encantaba verlos suplicar por su pene y su agujero.
Con un suspiro de fingida molestia, Seungmin empujó a Jisung sobre el colchón y se colocó a horcajadas. El mayor le miró con sorpresa, a lo que Seungmin le contestó con un encogimiento de hombros.
―¿Cómo lo quieres, cómo quieres que te monte? ―preguntó Seungmin, más que dispuesto a complacer al mayor, quitándose la camiseta que se había colocado―. ¿Duro... o suave?
―Como el rey quiera ―contestó Jisung, sin más―. Aunque personalmente ―carraspeó, endureciendo su voz―, prefería duro.
Seungmin sonrió, abriendo sus piernas y llevando una de sus manos a su agujero. Jisung le observó desde abajo, absorto en los movimientos de los dedos de Seungmin.
―Duro será, Hanji.
09102021
Hey, jejeje yo otra vez. Vine con esta serie de 5 capítulos porque me he quedado estancada, literalmente empecé 4 borradores con las continuaciones más pedidas y no he podido avanzar demasiado, pero x, no pasa nada
Cuando termine los especiales (esta serie de 5 caps) creo que ya habré avanzado con el resto, besito ♥
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