¡ T R A C K : QUINCE !
JEONGCHAN¡!
ʇᴉ op s,ʇǝl
──────
en donde chan está asustado
porque su novio no es talle chica
Chan no sabía dónde demonios esconder la cara, sentía el rostro arder y la ligera risita de Jeongin no le ayudaba para nada. Las cámaras estaban encendidas y apuntándoles, mientras los demás miembros estaban atentos al juego y hacían su parte, Chan no podía respirar correctamente.
Con cuidado, Chan apoyó una de sus manos sobre el vientre de Jeongin y trató de elevarse usando sus rodillas, alejándose lo más posible y discretamente del menor.
La erección que este tenía debajo de su cuerpo le ponía los pelos de punta.
Chan mantuvo la vista en Jisung, quien a su lado, sentado sobre Hyunjin, se inclinaba para tomar una bolita de caramelo y dejarlo sobre el plato que se encontraba sobre el rostro del más alto. Jisung repitió la acción dieciséis veces antes de que el tiempo se le acabase.
Jeongin, sin previo aviso, tomó a Chan de las caderas y le acomodó mejor, más atrás, logrando que Chan se estremeciera cuando el pene del más joven se interpuso entre sus nalgas.
Lo que más quería Jeongin era disimular su erección, no abusar del trasero casi virgen de su novio.
Chan, por su parte, odió llevar shorts tan livianos.
El líder no podía ver el rostro de Jeongin, pero su cuello entero estaba rojo y las risitas nerviosas eran escuchadas con facilidad.
El turno de Chan llegó, y un plato de caramelos fue colocado junto a él. El constante movimiento era tan morboso y sucio que, odiándose un poco, Jeongin tuvo que morderse la lengua para no gemir.
El culo de su hyung estaba tenso y apretaba demasiado cada vez que se agachaba para juntar los caramelos, lo que hacía que Jeongin apoyara las manos detrás de la espalda del mayor para tratar de provocar menos fricción.
Normalmente todo el mundo se sentaba en el estómago de su compañero; Jeongin lucía como un virgen caliente y eso le frustraba.
Una vez que el juego terminó, Chan se quedó en la misma posición temiendo levantarse y evidenciar que el menor tenía una erección, por suerte para ambos, las cámaras se apagaron y todos tomaron un break.
Sin preguntar, Chan tomó el pañuelo que Hyunjin tenía debajo de su gorra de pescador y la colocó sobre la entrepierna de Jeongin antes de bajarse. Por suerte nadie notó ese pequeño detalle al estar atentos a Jisung haciendo freestyle.
Jisung y Hyunjin iban delante de Chan en la camioneta, cuchicheando mientras soltaban risitas que evidenciaban totalmente el tema del que estaban hablando, y Chan moría de la vergüenza.
La pequeña mierdita estaba dormida junto a él, con una mano sobre las piernas de Chan. Todos sabían que Jeongin y él estaban saliendo pero el hecho de que el menor haya tenido una erección en un foro y todo el mundo se haya enterado de todas formas, hacía que se le cayera la cara de la pena.
Chan decidió dormir hasta que llegaran a casa.
No quería pensar demasiado.
―Amor, ya llegamos ―murmuró Jeongin en el oído del líder.
Chan abrió los ojos lentamente, pasándolos por toda la camioneta en busca de algún miembro o staff, al darse cuenta de que estaban completamente solos, golpeó a Jeongin en la frente con su dedo.
―Caliente adolescente hormonal ―gruñó Chan, dejando un pequeño beso en los labios gruesos.
Jeongin rio bajito, rojo de la vergüenza.
―No soy adolescente, Channie.
Llevaban saliendo cerca de seis meses y no habían tenido relaciones sexuales todavía, hubo un pequeño jugueteo más de una vez pero no fue más allá de eso, sobre todo porque el mayor quería esperar un poco y habían muchas otras maneras divertidas y placenteras de jugar.
Con algo de pánico, Chan había dejado que el menor jugueteara con su cuerpo con la promesa de que no metería nada ahí. Hasta cierto punto, había sido sumamente excitante, hasta que Chan quiso más y no supo cómo pedirlo.
El menor era una bola de azúcar pero estaba jodidamente dotado y eso asustaba a Chan completamente; después de compartir ducha una vez y ver la monstruosidad que se cargaba su lindo novio había dado un paso atrás y negado totalmente a ir más allá.
Una vez en la cama, Chan se acurrucó en el pecho de Jeongin sin importarle que este no haya tomado una ducha, quería sentir al menor de nuevo y (otra vez) no tenía idea de cómo, ni el valor para decir que de hecho él ahora quería.
Jeongin estaba dormitando cuando la mano pálida de Chan comenzó un lento recorrido desde su pecho hasta su pelvis, haciendo énfasis en sus pectorales y abdominales, acariciando con la yema de sus dedos cada vez que podía, delineando los bordes de su cuerpo con pericia.
―Ya no hagas eso ―murmuró Jeongin con pena, y la mano encima de la ajena―. No si no estás listo para lo que sigue.
Chan lo dudó, por un segundo que lo hizo; no obstante, con cuidado apartó la mano del menor y tomó el borde de los boxers de Jeongin, bajándolo con lentitud en espera a que Jeongin le ayudaste a hacerlo.
Yang suspiró bajito antes de hacerle un pequeño mordisco en el hombro al líder y terminar por bajarse la ropa interior él mismo. La mano temblorosa del mayor tocó sus pelotas con la punta de los dedos.
―Podemos hacerlo al revés, si quieres, bebé ―susurró Jeongin, colocándose a horcajadas sobre el mayor.
Chan negó rápidamente, lamiéndose los labios.
Jeongin cerró los ojos por un momento, el mayor se veía tan sumiso y obediente que era raro creer que podía ser activo. No había una gota de versatilidad en Chan una vez que lo veías debajo tuyo con ese rostro sonrojado y sudado.
Con cuidado, con temor a asustar al mayor, Jeongin bajó los pantalones de pijama de Chan con ambas manos, deteniendo la vista en el realmente bonito pene que este tenía; pálido y bien proporcionado.
El trasero redondo de Bang terminó con una marca roja gracias a la mano de Jeongin una vez que apresó el pene del mayor y masturbó con rapidez. Los delicados y suaves gemidos de Chan, que trataba con todas sus fuerzas de ocultar, eran oídos por el menor saciando su hambre por primera vez.
Jeongin tomó el lubricante debajo de la cama que habían comprado hacía una semana una vez que el semen de Bang ensució sus manos, vació el pote entero en su pene y el agujero tenso del mayor. Jeongin dio algunas caricias al virginal agujero de su novio, con su dedo lleno de lubricante, trató de ingresar a la zona oyendo sus jadeos suaves.
―¿Estás bien? ―preguntó Jeongin, viendo al mayor tapar sus ojos con el antebrazo.
Chan asintió rápidamente.
―No estés asustado, bebé ―susurró Jeongin, con la voz más dulce que tenía―. Abre un poco más las piernas, cariño.
Chan separó más sus piernas logrando que Jeongin se interponga entre ellas con facilidad; en el momento en que Chan sintió que el pene del menor rozaba el suyo, volvió a cerrar los ojos, esta vez apoyando la cara en el pecho ajeno con el fin de ocultarse.
Los hombros de Bang se tensionaron cuando el menor metió lentamente dos dedos dentro, abriéndose paso con lentitud.
―Un poco más... ―pidió Chan, mordiendo su propio brazo para no gemir con fuerza―. Más...
Jeongin ingresó otro de sus dedos con sumo cuidado, comenzando a jugar con la entrada apenas dilatada y extendida del mayor. No pudo apartar la vista de esa zona por los próximos minutos, se saciaba como no habría tenido idea de solo ver sus dedos ser tragados por el agujero brilloso (a causa del lubricante y el semen de su propio pene) de Chan.
―Hazlo por favor ―rogó Chan en voz aguda y llorosa.
Jeongin tomó su pene entre sus manos, duro, venoso y goteante. La vista de Chan nuevamente en el techo cuando el glande rozó su orificio.
Era jodidamente monstruoso.
Ahogando un gemido de dolor, Chan se aferró al cuello del ajeno cuando este hubo metido la mitad.
―¿Ya está? ―preguntó Chan, como un infante.
―No, aún falta, pero podemos detenernos aquí, bebé... No estás cómodo.
Las lágrimas empapaban las mejillas de Chan pero aún así este se negó a la oferta.
―No soy un buen novio si no hago esto ―murmuró el mayor―, en algún momento tiene que pasar y pasará ahora...
Jeongin tomó una bocanada de aire al oír al líder decir eso, alzó la vista hacia su rostro nuevamente y atrapó su mentón dejando varios besos en los labios más finos.
―Eres el mejor novio en todo el mundo, ¿oíste? ―murmuró Yang con una voz más grave y demandante―. Ahora relájate o no podremos hacer esto, respira, respira más despacio.
Chan trató de tranquilizar su respiración, y siguió el mismo ritmo que el menor, respirando a la par de él.
―Eres grandioso, cariño. ―Felicitó Yang, despeinando el sudado cabello del mayor.
―Tú también lo eres ―murmuró Chan, sollozando bajito.
Amaba demasiado a ese chico.
Jue., 5 de diciembre 2019
Eeeeeee nunca les pasó que no podían recibir algo? No se, una pastilla por ejemplo ahre qué pregunta
EL 1 FUE MI CUMPLEAÑOS ♥️♥️
eu chingus, hice un grupo de WhatsApp, el enlace de invitación está en mi perfil por si se quieren unir 💫
Esto no está editado jejox perdón si vieron (+) un error
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top