¡ T R A C K : DIECIOCHO !
LIXSUNG¡!
ɹǝɯɐƃ
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en donde a felix le gusta más jugar
que pasar tiempo con su novio
Jisung suspiró por cuarta vez de forma exagerada, tratando de llamar la atención de su novio. Felix estaba sentado junto a él, con un mando, audífonos y micrófono, frente al Smart. Jisung llevaba una hora en su casa y media tratando de que el chico le dijese más de dos palabras.
―Li... ix ―alargó Jisung, recargando la cabeza en el hombro del menor―. ¿Para qué me dijiste que venga? ni siquiera me prestas atención...
Jisung no obtuvo respuesta; sabía que Felix era muy bueno jugando y casi todo el tiempo tenía competencias online, lo supo desde que comenzaron a salir, pero ya estaba comenzando a ser una molestia cuando el chico le daba más prioridad a aquellos juegos.
―Bebé ―rogó, cabizbajo―. Estoy muy aburrido.
―Estoy en una partida ahora, Sung, espera ―murmuró Felix, rodando los ojos ante lo que sus compañeros de juego estaban diciendo a través del audífono.
Jisung abultó los labios y se volvió a recostar en el sillón, apoyando la cabeza cerca del regazo de Felix, no arriesgándose a subir a él. La última vez que lo hizo obtuvo un fuerte golpe en el ojo con el mando, y un moretón que trajo decenas de preguntas de parte de su padre: el policía.
Felix era un chico dulce, amaba a Jisung, pero jugar era su prioridad, no su novio; Jisung descubrió eso mediante el tiempo pasaba, cuando sus citas eran canceladas o cuando sus días enteros eran estar encerrados en la casa de Felix, y no precisamente pasando el tiempo juntos.
Jisung mordió sus labios, sacando el teléfono de su bolsillo, mandando un mensaje a su mejor amigo. Tenía que salir de ahí o lloraría y todos los amigos de su novio le verían.
La puerta de la sala fue corrida hacia un lado y el hermano mayor de Felix ingresó a ella, frunciendo el ceño al verlos ahí.
―Creí que saldrían ―saluda Bang Chan, sacando una botella del refrigerador.
―También yo ―murmuró Jisung, sonriendo tímidamente.
Bang Chan sonrió y pegó media vuelta, despidiéndose con la mano; Jisung lo oyó subir las escaleras.
―Lix, Lix, Lix ―repitió el mayor constantemente, pero no recibió más que un sonido de garganta―. Iré a tener sexo con tu hermano, diviértete.
Felix asintió sin prestar atención a lo que el chico había dicho, no obstante, cuando todos sus amigos soltaron una risa colectiva deteniendo el juego completamente, Felix frunció el ceño en confusión.
―¿Acaso dejas que tu hermano se acueste con tu novio?
Felix alzó una ceja, haciendo una mueca de asco exagerada que causó aún más carcajadas en sus amigos.
―¿Qué? No, ¿por qué?
El australiano buscó con la vista a su pequeño de mejillas de ardilla, sin verlo por ningún sitio.
―Si buscas a Jisung, se fue con Chan ―dijo Choi Jongho, bebiendo de su Coca-Cola con desinterés.
―A tener sexo ―secundó Lee Minhyuk, riendo de forma burlona.
―Sólo quería llamar tu atención ―murmuró Kim Seungmin, rodando los ojos ante la cara de espanto que Felix había hecho al oírles―. Creo que pronto te quedarás sin novio; incluso yo le presto más atención al mío.
―Changbin se echaría a llorar como un bebé a tu lado si no le prestaras algo de atención al menos un segundo ―dijo Minhyuk, asintiendo frenéticamente como si aquella fuera la verdad absoluta. Y lo era.
―Bueno, supongo que ya no seré el único soltero en el grupo ―rio Jongho, de forma algo espeluznante.
―¡Mira quién habla! ―interrumpió Changbin con violencia a través del micrófono de su novio―. Estás literalmente sentado sobre Hoseok todo el tiempo, el pobre debe tener las piernas entumecidas.
Minhyuk se volteó para ver la cara adormilada de su novio.
―¿Te molesto, bebé? ―preguntó tímidamente, recibiendo caricias en las caderas y un débil “no, cariño”.
―¿Entonces, vamos a tener sexo? ―preguntó Chan al final de las escaleras.
Jisung frenó bruscamente, lleno de vergüenza y pena. Bang Chan le miraba con diversión.
―Tú no oíste eso... ―rogó en voz alta.
Lee Bang Chan rio, dando media vuelta.
―Pues... no tendremos sexo, pero puedes venir conmigo a pasar el rato.
Jisung vio hacia la sala, donde su novio seguía atento al juego; entonces siguió a Chan.
La habitación de Chan no era tan diferente a la de Felix, de hecho, ambos eran los chicos más frikis que Jisung haya visto en su corta vida. Decenas de figuras de anime, posters de diferentes series y calcomanías reflectantes adornaban el espacio blanco de Chan.
―Felix es un chico increíble ―murmuró Jisung unos minutos después, echado sobre un puff enorme e inconsciente de que Felix estaba escuchando detrás de la puerta con el corazón a punto de salir de su pecho―, pero creo que ya no puedo con esto. Es decir, huh, estoy a su disposición todo el tiempo, pero en el instante en que yo quiero hacer algo diferente; él no puede o está jugando.
Chan pareció pensar su respuesta un momento, abultando las mejillas un poco al encontrarse en un pequeño debate.
―Deberían darse un tiempo, sé que no quieres terminar con él y él tampoco quiere hacerlo, lo mejor sería...
―Lo haré ―interrumpió Jisung―. Aunque dudo que se dé cuenta si desaparezco un tiempo.
Pese a lo que Jisung había creído, Felix sí se había dado cuenta de su desaparición. Dejó de mandarle mensajes al menor por la mañana y fue él quien empezó a recibirlos, dejó de visitar su casa por las tardes y Felix era quien se aparecía tocando su puerta; no obstante, Jisung jamás respondió a nada de eso.
Jisung estaba realmente cansado, sentía que la relación no estaba avanzando porque Felix se quedaba estancado y él lo permitía. Había intentado varias veces hacer que el menor tuviera iniciativa, que fuera él quien demostrara algo, pero prefería ponerse unos audífonos y tomar el mando antes de mirarle a los ojos.
Bang Chan le había dicho que quizás Felix tenía miedo de una relación seria, puesto que Jisung era el primero después de un chico que le había hecho la vida miserable. Pero Jisung no estaba dispuesto a ser el experimento, el “a ver si ahora sí” de nadie, porque él también tenía sentimientos.
Amaba a Felix, por lo que su pecho dolía y sus ojos ardían cada vez que tenía que ignorar los toques en su puerta y la voz grave a través de ella.
Aunque un día no pudo más, y se encontró a sí mismo frente a la puerta abierta, con Lee Felix del otro lado, lloroso igual que él y más sucio de lo que esperaba.
―No te entiendo ―murmuró Jisung.
Era la primera vez que se veían desde hacía dos semanas.
―Vienes aquí todos los días, lloras en mi pasillo. ¿En qué momento juegas? ¿Huh?
Felix no pudo responder al instante, se hallaba turbado frente a él, con el rostro estático y las manos temblando. Jisung sabía que en cualquier momento estallaría en llanto, así que lo dejó pasar haciéndose a un lado.
Así como lo predijo, Felix comenzó a llorar con fuerza, atacando los oídos de Jisung repentinamente. Sin poder preverlo, los brazos del menor rodearon a Jisung por completo. Ambos eran tan débiles.
―Lo lamento ―dijo Felix, bajito, aferrado a Jisung con temor a que este lo aparte―. Sé que te lastimé.
Jisung no había visto así a Felix en todos el tiempo de conocerlo; estaba temblando, estaba destrozado.
―Tenía miedo de enfrentarte cuando te fuiste de casa la última vez, así que me escondí. Pero después, no me encontraba tranquilo en ningún momento sabiendo todo lo que tuviste que aguantar por mi culpa. He sido un mal chico, ¿verdad? Te he hecho lo mismo que él me hizo a mí, y entiendo si me estás odiando ahora.
Jisung parpadeó lentamente, confuso. Felix no podía compararse con ese chico, porque, no, no eran lo mismo.
―No, tú jamás me golpeaste, no intencionalmente ―trató de reír, pero sólo hizo un sonido lastimero―. No eres como esa persona.
Felix había sido lastimado antes, y Jisung se sentía mal por él, pero eso no significaba que aceptaría lo mismo.
―¿Puedes perdonarme? En serio lo lamento.
Felix se deshizo en los brazos del mayor, quien no le había apartado desde que lo había invadido.
Jisung se sentó en el sofá arrastrando a Felix con él, abrazándolo de vuelta con fuerza. Ambos necesitaban un poco de tiempo y mucho, mucho afecto.
Mar., 21 de enero 2020
Nunca salgan con un gamer ahre :(
Felix estaba con Jisung pero al mismo tiempo tenía miedo de que Jisung le lastimara, debido a su relación anterior, así que sin darse cuenta, él terminó haciéndolo. ¿?
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