MIN SUNG ────── minho ha debutado, pero dejó a su familia atrás para lograrlo.
angustia, cliché, omegaverse, era: double knot

Las yemas de Chan se posaron sobre el teclado de su Mac, incapaz de continuar. Repasó las últimas líneas de su escrito y divagó. Estaba agotado, sus párpados bajaban lenta y tortuosamente, dificultando volver a abrirlos. El dolor de cabeza había estado matándolo todo el día y no tenía una mísera pastilla en su estudio-habitación.

Un suave toque en la puerta hizo que se sobresaltara, cortando con el inquietante silencio que se había instalado cuando dejó de tararear y divagar consigo mismo, ya horas atrás. Una cabellera chocolate se asomó, dejando ver unos ojitos preocupados.

Chan se incorporó e hizo un ademán para que el menor pudiese ingresar.

―Ya es tarde, hyung. Debería ir a la cama.

Chan le sonrió.

―Sí... Ya estaba por irme. ¿Comiste?

Seungmin desvió la mirada, aunque se quedó callado luego de una pequeña afirmación a la pregunta del mayor, Chan supo que quería decirle algo más. Conocía demasiado bien a sus compañeros, y siempre procuraba estar para ellos, escucharles si tenían problemas (y sino, también), acompañarlos. Chan sentía que se habían transformado en una manada, que sus vínculos eran cada vez más estrechos, y le gustaba eso. Seungmin se removió inquieto y finalmente se acercó a él.

―Estoy preocupado, hyung, no sé qué... ―Las facciones del Alfa se desfiguraron en una mueca entristecida―. ¿Podemos hablar un segundo? Aunque sino, podemos hacerlo después...

Chan se sobresaltó por un momento al oírle y verle tan preocupado. Negó con la cabeza y apoyó la mano sobre la rodilla de Seungmin, apretando suavemente.

―Te daré todos los segundos que necesites.

Chan le entregó una sonrisa cansada, pero cariñosa, que hizo a Seungmin sentirse más aliviado.

―No es sobre mí... en realidad, me siento como un soplón. ―Seungmin soltó una suave risita, algo nervioso―. Es sobre Minho hyung.

Chan abrió la boca ligeramente debido a la sorpresa. El otro Alfa del grupo, el más retraído, por decirlo de una forma, era Lee Minho. Llegó a la empresa un día, cargando una maleta con pocas mudas de ropa, sin nada más que su entusiasmo por debutar, por bailar y cantar, y demostrar todo lo que podía hacer. Para Chan fue fácil elegirlo, pues pocas veces había visto a alguien tan apasionado, con tan fuertes ambiciones. Minho no era complicado, pero difícilmente hablaba sobre su vida y siempre se mantenía al margen.

Le parecía extraño que algo (malo) sucediera con él.

―Conocemos a Minho... es algo distante, pero siempre se preocupa por nosotros ―Seungmin sonrió con cariño―, y últimamente... Está perdido... creo que algo pasa con su lobo. ¿Puedes averiguar qué pasa?

Chan no lo notó. Sin embargo, Seungmin debía tener razón, así que asintió suavemente y volvió a apretar la rodilla del menor.

―Gracias por decirme, Mini. Mañana hablaré con él y si es necesario otro tipo de intervención, estaremos para apoyarlo. ―Chan despeinó el cabello chocolate del menor y se levantó del sillón―. En serio, eres un buen Alfa que se preocupa por su manada, ¿eh?

Las mejillas de Seungmin se colorearon de rojo y asintió, luego se levantó y salió de la habitación del mayor, despidiéndose.

(...)

Seungmin observó al Alfa, quien se hallaba recostado en el sillón de la sala en completo silencio, viendo hacia el techo. Sus ojeras se habían acentuado aún más, con rojizas córneas y brillosos ojos llenos de lágrimas.

Seungmin tuvo que morder su labio para no intervenir, para no acercarse a él y preguntar el porqué de esas lágrimas y ese aroma tan amargo. Pero Chan ya se encargaría de eso, Chan era mucho mejor con las palabras que él y sabría ayudarle.

Suponía que el resto de los miembros no lo habrían notado, al menos no aquel aroma fuerte, ya que eran Betas machos con un sentido del olfato poco desarrollado. Cuando Chan no estaba, Minho y Seungmin eran los encargados de cuidar a la manada, así era como funcionaba, tratando de, aunque ellos no lo notaran, impregnarlos con su aroma, demostrando que tenían Alfas fuertes que los protegerían.

―Minho ―un murmullo se escuchó en la sala.

Seungmin alzó la cabeza. Chan ya se había levantado.

Chan condujo con cuidado al otro Alfa hasta la habitación, para así poder entablar una conversación tranquila y sin interrupciones. Minho se dejó llevar, algo confuso y perdido.

Seungmin suspiró, comenzando a preparar el desayuno para todos; esperaba que la situación del mayor, fuera cual fuera, mejorara.

(...)

Chan miró esas pupilas temblorosas y boqueó, incapaz de asegurar que Minho no estaba así el día anterior. Lo condujo con pasos lentos hasta la silla del escritorio, donde el menor no hizo más que mirarlo con algo de inquietud. Chan no supo qué decir por los primeros segundos, ya que el otro Alfa lucía como un cachorro perdido, con un intenso aroma a tristeza y angustia.

―Minho...

Minho arrugó la nariz, y sus facciones temblaron. Parpadeó alejando las lágrimas, incapacitado de hablar. Su lobo no dejaba de sentirse deprimido, solo y angustiado, como si buscara con desesperación algo que ya había dejado atrás hace casi dos años.

Minho ya no se sentía bien. Minho ya no sentía que merecía más, ahora lo único que necesitaba y quería, era que su manada estuviera con él.

―Nunca va a perdonarme.

El susurro de Minho casi pasó desapercibido por el Alfa, pero Chan pudo escuchar cada palabra.

―¿Quién, Minho?

Minho alzó la mirada. Por unos cortos segundos, su rostro confuso demostró culpa y asco, asco hacia sí mismo, pero rápidamente pudo tranquilizarse y negar con la cabeza. No podía ser egoísta.

―Es algo... es complicado. ―Minho carraspeó y evitó la mirada del Alfa―. Mañana es nuestro evento... el fansign. Y tenemos trabajo que hacer... No tienes que preocuparte, hyung. Se me va a pasar.

La sonrisa en su rostro era falsa y ese ánimo, igual. Chan lo sabía.

―Minho...

―Hyung, basta.

―No, Minho. Escúchame. ―Chan alzó la voz, aunque no lo suficientemente alto como para alterar aún más al menor―. Hablaremos el lunes, estaremos más libres. ¿Está bien? Sé que no quieres distraernos con esto ahora, pero si algo te pasa, mereces que te escuchen. Y siempre voy a estar aquí para ti. Yo, y el resto.

Minho terminó por asentir. Accedió a hablar con Chan, luego, aunque estaba un poco temeroso, el líder era un Alfa correcto y estaría muy decepcionado de él.

Chan jamás abandonaría a su Omega y a su cachorro, como Minho.

Esa noche, Minho no pudo dormir. Trató de recordar con exactitud esos aromas tan dulces, pero no pudo, fundiéndose entre las mantas de un nido roto, un lazo quebrado y un corazón partido en miles de pedazos. Y todo había sido provocado por él.

Cuando Minho llegó al evento junto al resto de los miembros, trató de sonreír y divertirse, evitando hacerles pasar un mal momento, habló con los fans y posó para las fotos. En el pasado, Minho deseó tanto aquello; la fama, el reconocimiento. Deseó triunfar, pero ya nada se sentía correcto. Ya no sentía su pecho lleno de orgullo al verles aclamar por él.

"Merezco más que esta vida, Jisung. Esta vida mediocre a tu lado". "¡Calla a ese niño, Jisung, no me deja concentrar!" "Llévate al niño, estoy ocupado aquí".

Minho no recordaba una sola vez en la que haya besado o abrazado a su cachorro. Lo despreció desde que nació, odiándolo por atarlo a esa vida mediocre donde debía trabajar para comprar pañales y ahorrar para sus estudios. ¿Y dónde quedaba su vida, sus sueños? Culpó a Jisung, por quedar en cinta, culpó al niño, por nacer. Pero jamás se culpó a sí mismo.

"Solo tiene cinco meses, ¿por qué le gritas así?"

Todo empeoró cuando su irritabilidad aumentó, cuando los gritos no fueron suficientes y alzó la mano a su Omega, dispuesto a abofetearlo por responderle. Sumiso, asustado, llorando, Jisung le miró a los ojos y le rogó que se fuera, que persiguiera sus sueños.

Minho había estado tan enojado, tan frustrado. Él sólo se fue, importándole muy poco lo que haría su familia- cómo sobreviviría. Debutó pocos meses después, ya que previamente había sido entrenado en esa compañía, pero tuvo que detenerse cuando su cachorro llegó, para poder trabajar.

Se sintió genial. Sentía la dicha de haberlo logrado. Pararse en los escenarios y ser la estrella, no un simple bailarín de respaldo. Fue increíblemente estupendo por un año, pero entonces... entonces comenzó a deprimirse, su lobo no hacía más que llorar en desesperación, rogando por su manada.

Minho extrañaba a Jisung, al pequeño Omega al que gritó y maltrató tanto. Extrañaba a Hansol, el cachorro que nunca quiso sostener en brazos, al que nunca quiso alimentar, ni hablarle.

"Merezco más" tantas veces había pensado ―y dicho― eso, pero ahora nada tenía significado.

Minho se forzó a sonreír ante una fan que le entregó un obsequio, no pudo escuchar casi nada de lo que ella dijo, pero al parecer, su emoción no la detuvo de parlotear y sonreírle completamente enamorada.

Los minutos transcurrieron, y Minho no pudo dejar de sentirse mal, por más que lo intentó.

―Trajeron un bebé ―señaló Hyunjin poco después, riendo bajito.

Minho volteó a ver al Beta, pues todos estaban apunto de irse ya. Una fuerte tormenta comenzó a azotar la ciudad y tuvieron que terminar unos minutos antes. Las cajas estaban llenas de obsequios de parte de sus queridos fans, pero la cúspide, sobresalía un juguete en particular. Un bebé.

Changbin lo tomó en brazos y el falso infante se removió, asustándolo. Changbin lo soltó y este cayó sobre la caja, las risas del resto de Betas burlándose de él hicieron que Changbin se pusiera colorado.

Minho, sin embargo, no pudo despegar la mirada de Hansol.

Su cuerpo se movió solo y en unos pocos pasos, ya estaba inclinado frente a la enorme caja. Miró al bebé, que le devolvía inocentemente una expresión hermosa; lo tomó en brazos cuidadosamente, temeroso por lastimarlo, y sonrió sin poder evitarlo.

El bebé se removió suavemente y Minho lo sostuvo, apretándolo con cuidado contra su pecho.

Los Betas y Alfas lo observaron, confundidos. El aroma de Minho se intensificó, estaba dichoso.

(...)

Jeongin apareció en la sala, con una mirada inquieta. Una mueca temblaba en sus labios y, su aroma a miedo alteró a los dos Alfas en la sala.

―¿Innie?

Seungmin y Chan observaron al menor. El Beta balbuceó una palabra que no fue comprendida.

Felix notó de inmediato la preocupación de los Alfas y volteó a ver al menor de la manada. Rápidamente se incorporó y lo condujo hasta el sofá. Jeongin se vio envuelto inmediatamente por una ronda de sus compañeros.

―¿Qué pasa, Innie? ―inquirió Hyunjin.

―Es Minho hyung...

Chan arrugó el entrecejo. Seungmin y los Betas lucieron incluso más perdidos que el líder.

―¿Qué pasa con hyung? ―susurró Felix.

―Está actuando muy raro... me da mucho miedo ―Jeongin sufrió un pequeño escalofrío―. No suelta al muñeco...

Todos habían visto al Alfa cargar a ese juguete, pero no le tomaron importancia. Incluso cuando lo llevó personalmente a la Van, cuando Minho se abrazó al bebé y durmió como tal, descansando del largo día.

―Hace un rato estaba bien, estaba normal, abrazándolo... pero comenzó a hablarle... y ―Jeongin se frustró al no comprender y sobretodo, al no saber qué hacer―. A- ahora está llorando.

Chan se levantó inmediatamente y se dirigió a la habitación que el Alfa compartía con Jeongin. Chan entró después de tocar, el fuerte aroma a desesperación se empezó a sentir desde el pasillo y se preocupó aún más. Seungmin y los Betas venían detrás de él.

Minho estaba sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la cama. El bebé yacía sobre su regazo, con una mantita para el frío.

Chan ladeó la cabeza. La expresión compungida de Minho le hizo pensar demasiado.

―Minho...

Minho sollozó. Volvió a atraer el cuerpo del bebé a su pecho y continuó llorando, con fuerza, desgarradoramente.

―Mi- mi cachorro...

El suspiro sorpresivo de la manada no detuvo a Minho de seguir llorando.

24032022

Esto se queda acá xq se supone que es angustia, peeero

Yo quería hacer un mini fic de esto hehehe 🤔 bueno, de hecho, tengo otro capítulo armado, pero es de antes de que Minho debutara, cuando estaba con su cachorro y jisung 😬

Hace mil años q no actualizo este libro sepam disculpar