Jungkook le arrancó a Taehyung las sábanas de un tirón, tomó la botella de lubricante de la mesita de noche y se preparó mentalmente para lo que estaba por hacer, hacía muchísimo tiempo que había dejado de ser un switch.

Esparció una gran cantidad del líquido en su palma, para después posarla sobre el pene de Taehyung y cubrirlo completamente con éste; suspiró, ansioso, viendo cómo la mirada lujuriosa del castaño lo devoraba como jamás lo había hecho antes. Jungkook tembló, de pronto notando el rostro inexpresivo del contrario, ese aire de superioridad que emanaba todo su cuerpo, como si recién estuviese despertando del más húmedo sueño, donde finalmente cumplía una de sus fantasías: Hacer suyo a Jeon Jungkook.

El pelinegro cerró los ojos con fuerza, dejando su orgullo de lado, para cerrar su mano derecha alrededor del miembro de Taehyung y guiarlo a su entrada palpitante con una lentitud abrumadora.

Bajó de golpe, gimiendo de dolor cuando Taehyung adentró en él la mitad restante de su falo; se quedó inmóvil, apoyando sus manos sobre los brazos del contrario para sostenerse, las palmas del castaño se cerraron en torno a su estrecha cintura, donde acarició con cariño.

Los grandes orbes de un gris avellanado del mayor se nublaron por las lágrimas, su cabello estaba alborotado y iba en todas direcciones, sus mejillas ardían incandecentes y su respiración descontrolada impactaba contra el rostro de Taehyung, que lo abrazó con fuerza antes de pedirle permiso con la mirada.

"P-puedes moverte" Susurró Jungkook, sonriendo cuando Taehyung besó la punta de su nariz.

Se impulsó hacia arriba a la vez que el menor comenzaba un lento vaivén de adelante hacia atrás, la sensación de sus paredes internas apretando el miembro de Taehyung lo enloqueció, por lo que olvidó el dolor y saltó sobre el pene del contrario para tener más de aquél placentero estímulo.

"M-maldición, Tae, ¿Porqué nunca hicimos esto antes?.... Eres tan- ¡Mgh! ¡Ah!" El miembro ajeno llegó hasta su próstata, golpeando en su punto dulce sin compasión haciendo a Jungkook rodar los ojos hacia atrás por el placer, cortando lo que estaba por decir.

"¿Soy qué?" Taehyung se burló, dando una sonora nalgada a los glúteos del pelinegro, para después jalarlo hacia él y comenzar a lamer y mordisquear el lóbulo de su oreja.

Jungkook gimoteó, apretando las sábanas a sus costados, su saliva goteaba de su labio inferior mientras Taehyung seguía degustando la piel pálida y dejando pequeños mordiscos por toda su nuca, deteniéndose en ocasiones para susurrar palabras dulces y a veces obscenas justo en el oído del contrario. Jungkook sólo gemía, murmurando incoherencias cada que otra embestida se hundía con rudeza dentro de él.

Entonces el castaño salió de él bruscamente, cambiando sus posiciones, Jungkook quedando con su mejilla derecha pegada a la almohada, su espalda arqueada y su gordito trasero alzándose, dejando su rosada entrada a la vista; su miembro duro y erecto hacía fricción contra las sábanas sacándole jadeos.

Taehyung admiró la vista, relamiendo sus labios con la punta de su lengua, Jungkook se veía demasiado hermoso, delicado y sumiso en aquella posición, como siempre lo había querido, era un tanto irreal, ya que el Jeon Jungkook de seis meses atrás no se habría dejado someter jamás, ni siquiera aunque el castaño supiera acerca de su cualidad de switch, que al igual que él, los convertía a ambos en personas que podían manejar cualquier rol sin problemas.