Final.

┌──────── ∘°☆°∘ ────────┐
Mi dulce esposa.
└──────── °∘☆∘° ────────┘

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Lazarus di Angelo Pov.

Tres años después.

Hazel le pasa el teléfono y en cuento la cámara enfoca la cara de Blair se da cuenta de que somos nosotros, su cara se pone roja y su ceño se tuerce.

— ¡Mamá! ¡Papá!— Chilla llorosa.

— Hola, Blair. Mamá te ama.— Exclamó con una voz dulce.

— Hola, cariño— Interviene Nico de forma amorosa —¿Cómo estás?

—¡Se fueron! ¡Los odio mamá y papá!— Chillo la menor de apenas 3 años.

Lanzo el teléfono y la escucharon llorando fuera de cámara.

— Está siendo muy dramática.— Hazel toma el teléfono del suelo.—Hace unos minutos estaba jugando en el arenero y comiendo galletas.

—¿No está siendo difícil?— Pregunta Nico luciendo bastante preocupado.

— No, nos estamos turnamos para cuidarla. Está muy mimada.— Dice Hazel de forma tranquila y alegre.

— Llámenos si pasa algo, estamos al pendiente.— Agrego, preocupada.

— Tranquilos, disfruten su luna de miel.— Exclama Hazel, alegre.

—Adios. — Se despiden a la vez y la llamada se corta, dejándome un mal sabor de boca por el llanto de Blair.

Nico se giró hacia mí y me dio un beso tranquilizador en la mejilla.

—Ella está bien, aún es muy pequeña.— Me consuela — Blair Ni siquiera lo recordará una hora después de que regresemos.— Asegura, firme.

— ¿Esto está bien Nico?— Paso mis manos por encima de sus hombros —Quizás no deberíamos actuar como una pareja sin hijos.— Murmuro —Creo que debimos traerla.— Agregó.

— Tranquila, lazarus— Nico vuelve a besar mi mejilla—Si Blair nos reclama asumiré toda la culpa.—Se burla.

— Bien.— Mis ojos se desvían a la venta y se fijan en la playa iluminada por la luna.—Este lugar es hermoso, Nico. Gracias por traerme.— Digo.

Nico sonríe contra mi piel.

— Y solo es el comienzo, te encantará la comida en Italia y las playas en Bali.—Sus manos acarician mi cintura y se deslizan a mis caderas.— Cuando ese pequeño monstruo que tenemos sea lo suficientemente grande, también la traeremos de vacaciones aquí.— Bufa.

Ahogó una pequeña risa.

— Será bonito ir a vacaciones en familia.— Susurro sonriente.

Nico se aparta lo suficientemente para mirarme a los ojos con sus orbes ónix normalmente apagados llenos de luz.

— Por cierto ¿Cómo va la ampliación de nuestra familia?— Pregunta con la voz ronca y suave, bajando sus ojos a mi vientre.— Está tardando un poco.

Tengo un escalofrío y siento una calidez recorre todo mi cuerpo.

— Apenas me quitaron el Diu hace tres semanas, debes tener paciencia.— Me quejó con la voz abochornada.

— La última vez solo necesitamos hacerlo una vez para poner un bebé en tu vientre.— Brama Nico—Y ya lo hicimos unos días antes de separarnos esas dos semanas.— Dice frustrado.

Pongo los ojos en blanco.

Habíamos decidió tener otro bebé hace unos meses, pero tuvimos que esperar para que me quitaran el Diu y luego otras dos semanas por qué nos hicieron vivir separados antes de la ceremonia, para que fuera “Mágico”

— Así no funcionan los embarazos y ni siquiera estaba ovulando esa vez.

Nico deja caer su rostro sobre mi cuello y gruñe antes de besar la piel suave y sensible, olfateándome.

— Grrr... Qué complicado— Sisea el pelinegro —Parece que tendré que hacértelo mucho durante la luna de miel.— Dice en un suspiro con falso cansancio, arrastrando sus palabras.

Nico presiona sus labios contra los míos y busca a tientas desatar el nudo que mantiene unido mi vestido.

— Ay, Pobrecito.— Digo entre besos dulces de forma burlona.

El beso apenas había comenzado cuando pasó de dulce a salvaje y desesperado. Él es mi oxígeno y me volví incapaz de vivir sin él.

Mis dedos se mueven a los botones de su camisa de franela, pero mis manos tiemblan tanto con necesidad y deseo y toda esta adrenalina corriendo por mis venas, que no puedo deshacer ni un botón. Lo que frustra rápidamente.

—Sí, soy la víctima de esta situación.— Logra desatar mi vestido y la tela se desliza de mi cuerpo y cae al piso.

Nico me empuja contra la pared, su pelvis apretándose contra la mía.

Voy hacia los botones de Nico de nuevo, mientras el hijo de Hades me quita el sostén. El resto de nuestra ropa rápidamente sigue mientras llevo a Nico me guía a la cama.

Solo una tenue lámpara cálida parpadea en la oscuridad aquí.

Toco con reverencia los surcos de sus músculos mientras me recuesta en la cama delicadamente, se hace un lugar entre mis piernas con total ligereza.

Como si ese espacio fuera suyo.

—Oye, Esposa—Traza besos desde mi boca, por mi mejilla, hacia mi oreja.— ¿Crees que si me montas el bebé se parecerá más a ti? — Me pregunta.

Me giro y río en sus labios.

— ¿Me dejarás ir arriba?

Nico niega con la cabeza.

— Eres muy lenta mi dulce esposa, y no puedo ir lento contigo viéndote así.—Su mano va hacia mi seno y jadeo ante su toque mientras acaricia con suavidad la carne. Nico tenía razón sobre llamar el amor insoportable.

No puedo pensar en cómo hice para soportar todo este tiempo sin que me toque. Quizás no debimos dejar Piper y Annabeth nos separaran para hacer la ceremonia de bodas más significa.  Envuelvo mis piernas alrededor de él, deseando mucho más de él.

Necesitando más.

—Ha pasado tanto tiempo —Me susurra, y mis ojos pican.

Oh Dioses, voy a llorar. Estamos por hacer el amor, y voy a llorar.

— Solo dos semanas, exagerado.— Y aunque digo eso, realmente lo extrañe esas semanas. Entonces Nico está ahí en mi rostro, sus labios presionando primero contra la esquina de un ojo, luego contra la esquina del otro.

Extrañaba todo de él, habíamos estado viviendo juntos dos años y ya no podía dormir si no era con él.

—Eso es demasiado tiempo.— Dice besando cada parte de mi rostro— No hay necesidad de llorar más, mi dulce esposa, estás en mis brazos ahora.

Su boca se mueve más abajo, ahora demasiado ocupada probando mi piel suave como para decirme toda clase de cosas bonitas. Probablemente, es lo mejor porque mi núcleo se calienta y está palpitando. Nico besa mis senos, tomando primero un pezón, luego el otro, en su boca. Me muevo contra él mientras sus servicios me encienden con fuego. Mientras tanto, el pene de Nico quema contra mi muslo.

Cómo tiene la paciencia para jugar ahora mismo está más allá de mí.

Tal vez cuando se trata de cosas divertidas, solo soy demasiado entusiasta e impaciente.

Nico se aleja lo suficiente de mí para alinearnos. Por un instante se veo sus ojos ónix iluminarse con un destello púrpura intenso. Y en ese instante, es una cosa divina. Luego es un hombre una vez más. Se empuja dentro de mí, su miembro grueso, la presión es exquisita. Puedo sentirlo presionar en todas partes. Mi esposo deja salir un aliento, bajando la mirada con esos terribles y hermosos ojos ónix.

—Dioses, lazarus—Susurra. Si no me estuviera sintiendo tan malditamente emocional ahora mismo, podría haber hecho alguna broma sobre no tomar el nombre de los dioses en vano (él aprendió ese mal hábito de mí).

Podría haberme reído mientras me revelaba en la intensa conexión entre los dos. En su lugar, tomo su rostro, su glorioso rostro, en mis manos.

—Te amo —Susurro. Necesita escucharlo. Yo necesito decirlo.

Nico se mueve contra mí, sus ojos clavados en los míos.

—Yo también te amo, Sra. Di Angelo —Susurra con la voz áspera. Y luego me muestra que lo dice en serio.

Narrador Pov.

13 años después.

La joven de cabellos azabaches y ojos dorados como oro fundido frunció el ceño mientras se inclina sobre la cuna y su ojo derecho empezaba a temblar al ver a la pequeña criatura de carita perfecta dormir sin preocupaciones.

Para colmo el bebé recién nacido era una copia exacta de su padre.

— ¡Debe ser una jodida broma…!— Susurra agresivamente.— ¡¿Cómo voy a irme a la universidad tranquila!? ¡Si los dejo solos una semana y esto pasa!

Blair estaba enojada, según ella sus padres estaban demasiado viejos para seguir teniendo bebés. Y ella no tenía ganas de cambiar pañales. Tampoco quería compartir su herencia y amor de sus padres. Ya era suficientemente malo tener a Morgan pululando en su casa todos los días, esto era el colmo.

— Si, querida, nos hiciste saber tu opinión durante todo el embarazo.—El hombre pelinegro de rasgos fuertes y belleza cruel acaricio el rostro de su esposa con su mejilla, abrazándola.— Ahora, no grites. Tus hermanos están durmiendo, no hagas escándalo.

Morgan tomó al otro bebé de la cuna y lo abrazo contra su pecho, encantado.

— Hermosa, bebé.— El adolescente beso la mejilla de su hermanita.— Soy tu hermano mayor, yo te voy a cuidar.— Dice mientras la acuna en brazos.

La bebé empezó a tirar de las trenzas de Morgan perfectamente decoradas con cuentas doradas y plateadas.

Morgan era el único que realmente se parecía a su madre, con ojos dorados y piel trigueña, incluso su cabello era rizado igual que el de su madre. Cosa que Blair empezó a resentir, por qué ella sacó poco y nada de su madre.

Lazarus era su padre favorito, y siempre quiso parecerse a ella.

Vestirse como ella, imitar sus gestos y tener una personalidad tranquila.

Esas cosas que siempre le parecieron admirables de su madre, pero incluso si lo intentaba con fuerzas, siempre terminaba teniendo comportamientos propios de su padre. No lograba ser femenina, ni amable, ni tranquila.

Era como si no pudiera estarse quieta.

Aquellos atributos que tanto quería se los había llevado su hermano menor, quien era todo un solecito. Un solecito brillante y amable. Y eso le molestaba.

Blair puso los ojos en blanco, por qué el colmo de todos los colmos:

Habían tenido mellizos.

— A mamá aún le quedan algunos años fértiles, ¿Acaso vas a embarazarla todos los años?— Chilla Blair y toma asiento al lado de su madre, empujó a su padre y la abrazo en su lugar.— Tú hazte aún lado, embarazador serial— Siseo la menor, como un gato enojado.

— ¿Qué pasa bebé? ¿Estás celosa?— Pregunto Lazarus dulcemente y le dio un beso en la frente, haciendo que la adolescente apoyara su rostro sobre el pecho de madre.— Te amo, cariño.

— Yo también te amo mamita — Dice Blair con voz débil y llena de ternura.

— Es igual que siempre.— Gruñó Nico y tiro de la mejilla de su hija.— ¡Eres una niñita malcriada y molesta…!

— ¡Auch…! ¡Mama! ¡Dile algo!— Chillo Blair, quejándose airadamente.

— Ya basta ustedes dos.— Lazarus le da un manotazo a la mano de Nico.— ¿Por qué siempre están peleando?

El problema de que Blair se parezca tanto a Nico es que siempre terminan peleando. Desde que su hija entro en la adolescencia las discusiones entre ellos se volvieron constantes. Por lo que lazarus tenía que tomar el papel del mediador y tranquilizarlos.

Lazarus extraña la época en la que Blair era una niña obsesionada con los concursos de belleza y todo tipo de competencias deportivas, y su padre era su fanático número uno.

Nico se encargaba de llevarla y traerla de todas esas desgastantes actividades extracurriculares que solía disfrutar.

Y amaba asistir a sus eventos, pero desde que Blair empezó a asistir a la legión se habían distanciado.

— ¡Papa es un acaparador! ¡Y un abandonador! — Chillo Blair.

— ¿Otra vez con eso? Yo no sabía de tu existencia y en cuanto lo supe me hice cargo de ti.— Se defendió.

— Bla, bla, bla, bla…— Parloteo Blair y se abrazó más a su madre.— Solo lo hiciste para robarme a mi mamá.

— Las horas que pase cuidándote, dándote el biberón y cambiándote los pañales dicen lo contrario — Brama.

— ¡A ti solo te importa Mamá y esos otros hijos que tuvieron!— Chilla la adolescente y se va enfurecida.

La habitación se queda en silencio, excepto por los balbuceos amorosos de Morgan abrazando y hablándole bonito a su hermana menor.

Lazarus se frotó las sienes, sus tetas se sentían adoloridas y pesadas, el parto natural la dejo incapacitada por días y no paraba de escuchar gritos en casa.

— Habla con ella, aún no se recupera de la última que tuvimos un hijo.— Le recuerda lazarus, respirando hondo.

— Morgan nació cuando ella tenía tres años.— Bufa Nico.

— Por eso.

El pelinegro se pone de pie, le da un beso en la mejilla a su esposa, luego hace lo mismo con sus hijos menores dando besos en la frente antes salir a buscar a su hija más rebelde. No tuvo que buscar demasiado, su hija estaba en el patio acariciando a su perro.

Cerbero junior era del tamaño de un caballo y tenía tres cabezas.

— Corazón.— La llama.

— No me digas así.— Gruñe Blair.

— ¿Por qué estás molesta ahora?— Pregunta suavemente, colgándose en cuclillas a su lado.— ¿Qué pasa?

Blair respira hondo con sus ojos dorados cristalizados, su cara se pone roja inmediatamente. Molesta.

— Antes solo le prestabas atención a Morgan, ahora tienes dos nuevas razones para no estar conmigo.

Nico acaricia el cabello negro y lacio de su hija antes de darle un beso en la frente, Blair gruñe, pero no se aleja.

— Algunos hijos necesitan más ayuda que otros— Comenta con voz relajada —No me preocupa que tú te caigas en un pozo o en una estafa piramidal.— Ejemplifica— Morgan es otra historia.

—¿Tengo que caer en un poso para que me prestes atención?

— No.— Nico se ríe cariñosamente, acariciando el cabello de su hija.— Lo siento si te sentiste desplazada estos meses, pero tu mamá la pasa mal en sus embarazos y tenía que cuidarla.— Explica tranquilamente.—Ahora que ya nacieron tus hermanos, puedo dividir mi tiempo mejor.— Agrega.

—¿Me enseñarás a conducir?

— ¿No quieres que mamá lo haga?— Pregunta Nico divertido.

Blair niega con la cabeza.

Nico ahogó una carcajada, pues era de conocimiento público que lazarus era una mala conductora. Muy mala.

Cuando tenían un año juntos, le compro una camioneta para que pudiera desplazarse ella sola.

Eso había sido un gran error, por qué lazarus pidió una 4x4 enorme, incluso tenía que saltar para entrar en ella.

Choco tres veces en un solo mes, el pobre auto solo duro dos años, así que tuvo que comprarle otra. Y otra.

En este punto el hijo de Hades perdió la cuenta de la cantidad de veces que tiene que llevar el auto de lazarus al mecánico al año, todo por qué su dulce esposa volvió a chocar.

— Te enseñaré — Le asegura y la abraza mientras el perro lame la mitad de la cara de su hija.

— ¿Y me puedo casar con Luka?— Pregunto esperanzada.

— No mientras pueda sostener una arma en mis manos y vivas sobre mi techo.— Dijo Nico dulcemente.

— Carajo.— Murmura Blair.

— Te amó — Nico toma el rostro de su hija en sus manos— Siempre serás mi primer bebé.— Le asegura con amor.

— Yo también te amo papá.

(...)

— Es tan linda mamá, es igualita a Blair.— Dice Morgan, apoyando su cabeza en el hombro de su madre.

— Ojalá tenga tu personalidad.— Súplica Lazarus al aire, por qué no podrían soportar otra adolescencia como la de Blair— Reza por ello.

El bebé en la cuna empieza a agitarse y Morgan corre para tomarlo, vuelve a tomar asiento junto a su madre y admira a ambos bebés lado a lado.

— ¿Por qué si eres mixta todos se parecen tanto a papá? ¿Los rasgos negros no deberían ser más fuertes?— Pregunta Morgan confundido.

— Ay, cariño. — Lazarus soba su hombro — Lo mismo me preguntó todos los días de mi vida.

Hola chicas y chicos.

Espero que les haya gustado esta historia, me encantan estas historias cortas y bonitas. Lazarus es un personaje que me gusta mucho y que espero que ustedes también la hayan adorado.

Nico y lazarus fueron muy felices y tuvieron un total de cuatro hijos, los últimos dos (mellizos) fueron un accidente, ya que después de Morgan acordaron no tener mas y lazarus obligó a Nico a hacerse la vasectomía.

Blair es una niña consentida que hubiera deseado ser hija única. Cosa que no se le cumplió.

Nico paso toda la infancia de Blair intentando alejarla del hijo mayor de Percy. Al final Blair y luke se hicieron novios cuando la hija de Nico empezó la universidad.

Bye bye.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top