Si, Yoongi sabía que debería de estar siguiendo el plan de Hoseok, pero demonios si podía quedarse tranquilo sabiendo que su pareja estaba alrededor... Tan cerca y a la vez lejos.

Ya llevaba una semana sin verlo, una maldita semana y realmente se estaba volviendo loco.

¡Ni siquiera conocía el nombre del futuro padre de sus hijos!

Hijos.

Wow... Lo único que sabía de su pareja era que el hombre era un cambiaformas erizo, sufría alguna clase de abuso por todo el estúpido pueblo y que era un omega, y él ya estaba pensando en hijos.

Realmente esta cosa de parejas destinadas era importante e imponente.

Pero antes de pensar en el tema de hijos, Min Yoongi tenía que concentrarse en conocer al pequeño hombre y dar una buena impresión, demostrarle que no era igual a los otros idiotas alfas que había conocido.

Paseando por la calle, el rubio alfa inevitablemente pasó frente a la tienda de libros del pequeño erizo con la esperanza de echarle un pequeño vistazo desde lejos, con eso se tendría que conformar por ahora su león pero, al observar el lado contrario de la calle, inmediatamente frunció el ceño.

Una creciente preocupación se adueñó de él cuando contempló cómo la puerta del local estaba media abierta y la cortina de hierro que protegía el lugar desde el exterior estaba más arriba de la mitad, como si no la hubieran alcanzado a bajar completamente.

Sin dudarlo un segundo cruzó la calle e ingresó a la tienda de libros.

Su cuerpo registró antes que él lo que estaban presenciando sus ojos y se movió rápidamente, tomando en un fuerte agarre el brazo que se alzaba frente al pequeño omega.

—¿Quién-...? Tú —exclamó Min-Jae luego de observar sobre su hombro y contemplar a Yoongi.

Sin pensarlo, Yoongi alzó su puño y golpeó la mandíbula del alfa contrario, que no pudo reaccionar a tiempo y esquivarlo.

Cayendo al suelo, Min-Jae tocó su mandíbula con dolor.

Ignorándolo, el cambiaformas león lo paso y se detuvo frente a Jimin, contemplando al pequeño hombrecito castaño que le miraba nuevamente a través de los lentes con grandes ojos asustados producto del miedo, rogando por ayuda.

—¿Estás bien? —preguntó de la manera más suave y amable que pudo, no queriendo asustarlo más de lo que ya estaba.

Jimin apenas pudo obligarse a mover suavemente su cabeza de forma positiva, mientras que su instinto le exigía escapar y huir junto a su hermano.

Pero su mente aún trabaja en el hecho de que aquel alfa desconocido lo estaba salvando otra vez, que realmente lo estaba viendo nuevamente frente a él.

Él había vuelto.

¿Pero por qué se estaba sintiendo tan... Extraño?

Con su corazón latiendo de forma acelerada, Jimin no creía que fuera precisamente por el común miedo que sentía constantemente cuando otra persona estaba a su alrededor.

Seguía teniendo miedo, sí pero... Algo de cierta forma era diferente con el hombre frente a él.

De pronto, el conocimiento lo golpeó con fuerza.

"Mío. Mi pareja" chillo su erizo entre la emoción y el miedo.

Su pareja era un jodido alfa y además, un depredador.

—¿Qué mierda haces aquí otra vez, imbécil? —exigió saber Min-Jae, levantándose del suelo.

—Eso no es de tu maldita incumbencia realmente —le gruñó Yoongi.

Alejando sus mieles ojos de Jimin, se dio media vuelta interponiendo su cuerpo entre el omega y el idiota.

—¿Y qué pensabas hacer? —cuestionó lo obvio, apenas reteniendo el deseo de su león por destrozar al estúpido lobo.

El alfa sonrió y se lanzó sorpresivamente sobre Yoongi, comenzado nuevamente una pelea que el león no pudo hacer más que corresponder si no quería que la personita a su espalda saliera lastimado.

Jimin chilló e inmediatamente retrocedió cuando ambos hombres comenzaron a repartir golpes duros y cargados de poder, justo como la primera vez frente a la tienda.

Sus ojos quedaron atrapados e hipnotizados por el rubio alfa y sus movimientos ágiles.

No repartía golpes sin pensar como Min-Jae, él observaba, esquivaba, bloqueaba y golpeaba cuando era su oportunidad.

Pero algo que no podía negar el pequeño erizo, era que ambos alfas compartían ese brillo salvaje, oscuro y primitivo en sus ojos.

Estaba en su naturaleza después de todo.

Unos de los estantes con libros se vio afectado en medio de la pelea, ambos alfas se gruñeron e hicieron un cambio parcial en sus manos, sacando sus garras.

Eso había sido suficiente para Jimin.

Su pareja era un alfa salvaje y depredador, él lo lastimaría a la más mínima oportunidad.

Pero... Era su pareja... ¿No se suponía que estos se cuidaban entre sí?

Agh... Jimin realmente no sabía qué pensar y no era momento de hacerlo realmente, no cuando su tienda estaba sufriendo los efectos de la agresión salvaje del par de alfas.

Unas púas se volvieron a enterrar en su mano, sacándolo de sus frenéticos pensamientos. Bajando su cabeza, se encontró con los pequeños ojitos de su hermano.

Irse. Escapar. Huir. Casa.

Sí, ellos deberían de irse antes de que la atención de ambos hombres se concentrara en ellos nuevamente.

Observando por última vez al desconocido alfa, el pequeño omega retrocedió y utilizó la puerta trasera para escapar junto a su hermano.

No creía que algo peor le pudiera ocurrir a su tienda después de todo.

Yoongi sintió y observó perfectamente cuando el pequeño hombre se deslizó en silencio en la parte trasera de la tienda y desapareció nuevamente.

Golpeando con furia a Min-Jae, se desquitó entendiendo que había vuelto a dar una perfecta imagen salvaje al asustadizo omega.

Demonios, debió de haberle aterrado apreciar nuevamente tal magnitud de agresividad y en su propia tienda, su espacio.

Pero realmente Yoongi no pudo evitarlo, si no quería cambiar y atacar al idiota frente a él para dar una peor imagen al pequeño erizo, lo mejor que pudo hacer fue entrar en golpes.

Aunque tal vez debió de haber arrastrado al estúpido fuera de la tienda antes de comenzar algo.

Respirando agitadamente, al igual que el contrario, Min sonrió ladinamente satisfecho al contemplar el estado del otro alfa quien obviamente estaba peor que él.

Y aquello pareció irritar en demasía a Min-Jae que parecía estar listo para cambiar, y no permitiendo que la tienda de su pareja se viera más afectada por el orgullo herido del lobo, salió de la tienda sabiendo que el otro le seguiría.

Y efectivamente, un gran lobo negro cruzó la puerta gruñéndole cuando el infaltable sonido penetró el aire y entonces una patrulla se detuvo frente a la tienda.

En ningún momento Yoongi le quitó los ojos a la bestia, sabiendo que ese cobarde aprovecharía cualquier oportunidad para lanzarse encima de él.

—¿Qué crees que haces cambiando? —gruñó el padre de Min-Jae cuando se bajó del auto, luego contempló a la otra figura y frunció el ceño—. Tú.

—Les dije que volvería —se mofó y esquivo el ataque del lobo, pero no perfectamente, ya que sintió un ardor en su costado izquierdo—. Controla a tu estúpido hijo —gruñó sintiendo la sangre manchar su ropa.

—No puedes estar aquí —vociferó a Yoongi y luego observó al lobo—. Cambia estúpido, dijiste que no causarías problemas —le recordó con tono duro.

—Ese estúpido comenzó primero —se defendió una vez que cambió, importándole poco su desnudez, contempló satisfecho la herida que había causado en el costado de Min.

Observando a su alrededor, el sheriff percibió como las personas dentro de la tienda de comida les observaban atentas al disturbio.

Con un nuevo líder, Min-Seok realmente no podía hacer lo que quisiera como antes... Todavía no, al menos.

—Suban a mi patrulla —ordenó y observó a Yoongi—. A ti te escoltaré personalmente fuera de Busan.

—Lo siento, pero tengo una importante reunión con el nuevo alcalde de este lugar.

Decir esas palabras pareció desatar otro caos.

🍁🍁🍁

Jungkook estaba sentado sobre su silla con sus pies recargados en el mesón de su escritorio mientras jugaba en su teléfono móvil cuando el primer problema apareció.

—Dónde está —exigió saber Hoseok.

—¿Quién? —preguntó a pesar de saber la respuesta, sin quitar su atención de su juego.

—Tu estúpido hermano —gruñó estrellando con fuerza ambas manos sobre el escritorio, sobresaltando un poco al menor y provocando que perdiera en el juego.

Bajando sus pies, Jungkook bufó y se sentó correctamente.

—No lo sé Hoseok, he estado todo el día aquí encerrado y fingiendo hacer un trabajo que no sé hacer —refunfuño—. Seguramente fue a ver a su pareja —subió sus hombros desinteresado.

Hoseok maldijo entre dientes y se enderezó. Justo cuando el segundo problema cruzaba la puerta de la oficina.

—Alfa, este hombre ha invadido mis tierras sin permiso —gruño el amable sheriff que lo había saludado esa misma mañana.

Aunque de amable ya no tenía nada, al parecer.

—Mis tierras, querrá decir —corrigió tranquilamente Jungkook y eso pareció controlarlo momentáneamente a la vez que una fea mueca de contenido disgusto surgía en su rostro.

Luego sus ojos se posaron sobre Hoseok quien ni siquiera le daba una mirada, solo estaba observando a Yoongi quien tenía una apariencia clara de haber estado peleando.

Antes de que Min-Seok volviera a hablar, Jungkook se levantó de su asiento llamando la atención de todos.

—Es bueno que esté aquí, sheriff —sonrió Jungkook, rodeando su escritorio—. Quiero presentarle a dos personas. Él es Jung Hoseok y el Min Yoongi, estarán trabajando en mi nuevo proyecto —presentó.

—Ellos —gruñó el viejo lobo.

—Oh si, la empresa que contrate para la construcción tiene su propio arquitecto —señaló a Yoongi, quien se había movido al lado izquierdo de su hermano menor—. Y a su propio abogado para los permisos y esas cosas —señaló a Hoseok que estaba a su lado derecho.

Ambos hombres observando con superioridad a los dos cambiaformas lobos, retándolos con la mirada a hablar.

—Estoy seguro de que puedo encontrar a personas más calificadas —gruñó entre dientes Min-Seok.

—¿En serio? —preguntó el omega—. No sabía que había una empresa más calificada que constructoras Wang.

Oh... Los tres observaron con satisfacción cómo el rostro de Min-Seok al igual que el de su hijo se ensombrecía al comprender que no iba a poder deshacerse de ellos dos.

—Lo siento, pero tendré que llevarme a uno de sus trabajadores a la cárcel —anuncio sin rendirse.

—¿Y ahora por qué razón? —pregunto Hoseok cruzando sus brazos sobre su pecho—. Claro, si es que realmente tienes una.

Su mirada era burlona, casi esperando que el lobo hablara para negar sus estúpidas razones con argumentos sólidos.

—Golpeó sin razón a mi hijo —indicó y Min-Jae dio un paso adelante, mostrando sus casi inexistentes heridas producto del cambio.

Al menos ya se había vestido nuevamente.

—Yo fui quien resultó realmente herido aquí —se quejó Yoongi, sacando su mano de su costado para revelar el corte en su piel.

Y como los pocos golpes eran más visibles en su piel, realmente parecía que él había sido atacado.

Cuando todos sabían que había sido al revés.

—¿Estás bien? —preguntó Jungkook fingiendo preocupación.

—Mejorare una vez que cambie, líder. Pero... ¿Qué van a hacer con él? —pregunto señalando a Min-Jae—. Me ha atacado.

—Bueno... ¿Realmente quiere seguir con esto, señor Min-Seok? —preguntó Hoseok.

Jungkook inclinó ligeramente su cabeza y observó al lobo mayor como si no entendiera nada.

Lanzando una mortífera mirada al cambiaformas águila, el sheriff volvió a observar al omega.

—Hablaremos una vez que no tenga compañía, líder —anunció y se retiró llevándose a su hijo con él.

Cuando los tres quedaron a solas, Hoseok observó furioso a Yoongi pero antes de que pudiera decir algo, Jungkook estalló en carcajadas.

—Su rostro, ¿lo vieron? —preguntó entre risas—. Es obvio que no le causó gracia no poder salirse con la suya. Ahora seguramente tendré que aguantar un discurso y sus intentos de manipulación —bufó ante lo último.

—Es lo único que pueden hacer ahora, ninguno de los Kim puede hacer mucho, ya que vendieron sus tierras, prácticamente han vendido su manada —pronunció Hoseok más relajado.

—Siempre se pueden aburrir e intentar sacarme del medio retándome a luchar por el puesto de alfa —le recordó el menor, volviendo a sentarse detrás del escritorio.

—Para eso tiene que luchar con el verdadero alfa, y ese no vendrías siendo tú, niño —exclamó con una sonrisa malvada—. En ese caso vendrías siendo tú —observó a Yoongi.

—¿Y no pueden reclamar al respecto? —preguntó el omega—. Prácticamente le hemos engañado.

—No lo hemos hecho, el contrato que les hice firmar tiene todo bien claro que al venderles el terreno a Min Yoongi, también ceden su posición como alfa y líder de la manada que vive en el pueblo de Busan. Ahora, si ellos no leyeron todo el contrato, no es culpa mía realmente —rió—. Y si quiere romper el contrato, tendrá que pagar el triple del dinero que le dimos, por lo que no creo que lo hagan.

—Recuerda nunca tenerlo de enemigo, Kook —indicó divertido Yoongi, tomando asiento un momento.

Su costado le estaba molestando como la mierda.

—¿Y cuándo le diremos esto? —pregunto entretenido el menor—. Ni siquiera me has permitido sacarlo de su puesto como el segundo al mando.

—Aún no, quiero concentrarme en mi pareja, es por el que estoy haciendo todo esto y no podré hacerlo si tengo que concentrarme en asuntos de la manada y los tres estúpidos Kim.

—Y es por eso que no puedes sacar a Min-Seok de su puesto como beta, los tres Kim tienen que pensar que te pueden controlar aún —explicó el shifter águila.

—Pero yo no sé nada —exclamó el menor—. Solo hago lo que tú me pides, Hoseok.

—Y así debes de seguir hasta que te diga lo contrario —asintió el nombrado—. ¿Y tú? ¿Qué estupidez hiciste? —preguntó observando a Yoongi.

—Solo quería ver desde lejos a mi pareja pero ese idiota lo iba a golpear, no me iba a quedar ahí parado solo observando como los otros estúpidos —se defendió.

—Así que... Simplemente comenzaste otra pelea —preguntó divertido Jungkook.

—No me sorprendería si tu pareja pensara que eres un idiota salvaje al igual que estos de aquí —comentó Hoseok, adivinando la preocupación de Yoongi—. Si quieres que te dé una oportunidad, será mejor comiences a pensar antes de actuar otra vez y pienses un plan para acercarte al pequeño erizo.

Interiormente el alfa maldijo, porque sabía que su amigo tenía razón y odiaba la posibilidad de que Jimin en verdad pudiera estar temiendo de él en ese momento.