Capítulo 44🍁
Jimin presionó sus labios juntos en una fina línea y rápidamente se escondió de aquella femenina voz que le llamaba desde alguna parte de la casa.
Sabía que estaba siendo malo por ignorar a la madre de su pareja pero...
¡Min Cho-rang no conocía la palabra espacio personal!
Desde que leona se había enterado de que estaba en cinta, había estado acosándolo con abrazos sorpresivos o apretando incluso sus rellenos mofletes hasta que sus dedos quedaban marcados en sus cachetitos.
Sus mejillas dolían de tanto que habían sido apretujadas y solo llevaba tres días con la mujer en su casa.
Tres días y ya estaba así... Ni siquiera quería pensar en los siguientes días que le quedaban.
Aunque al menos, uno de esos días habían sido un poco más tranquilo para él gracias a que no había sido el centro de atención de Cho-rang.
No, ese había sido Jungkook, quien apareció a la hora del almuerzo con una gran sonrisa en su rostro y una mordedura en su cuello que ya se estaba curando, junto a los claros chupetones en su piel que había estado mostrando con gran orgullo.
Hasta que contempló a su madre bajando de las escaleras.
Sí, a Jungkook no le fue tan bien luego de que su madre descubriera que tenía pareja y que ya había sido marcado.
El pobre Yugyeom había sido solicitado en la casa para que también fuera acosado con la madre de Kookie, pero al menos él pudo escapar luego de presentarse, volviendo a la casa de su hermano.
Él en cambio, no tenía esa suerte.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Taehyung cuando entró a su habitación, cerrando la puerta detrás de él.
—Me escondo —respondió obvio.
—Sabes que la mamá de Yoongi no es tan mala, ¿no? —preguntó volviendo su atención al juego en la TV.
—Lo dices porque contigo no invade tu espacio personal y te permite moverte sin que esté pisándote los talones, sin dejarte hacer nada —se quejó—. Es peor que Yoonie, y él es mi alfa.
—Entonces dile que eso te molesta —se encogió de hombros.
—No puedo, sería grosero y ella es mi suegra —refunfuño.
—Pero si no le dices entonces ella seguirá así —resopló Taehyung—. Y será mejor que salgas porque cuando no te encuentra a ti, viene hacia a mí —pronunció con un puchero—. Y conmigo también invade mi espacio personal.
—Entonces dile que eso te molesta —se burló Jimin.
—¿Estás loco? Es la madre del alfa y además, tiene esa mirada cuando haces algo mal o le dices algo que no le gusta que... —fingió un exagerado escalofrío recorrer todo su pequeño cuerpo—. Hombre, ¿cuánto tiempo se va a quedar aquí?
—Yoonie dijo que días o... Semanas —respondió con pesar, alejándose de la puerta para sentarse en la orilla de la cama.
—¿Semanas? —exclamó mirándolo, deteniendo su juego—. No creo poder sobrevivir tanto.
—Dímelo a mí —resoplo y colocó sus manos sobre su abdomen—. Yo y el pequeño somos su centro de atención.
—¿Y cómo es que estás aquí ahora? —preguntó curioso.
—Le dije que Kookie iba a salir a una cita con su alfa.
—Pero Jungkook no tiene ninguna cita hoy —le recordó.
Jimin sonrió—. Lo sé.
—Ouh... Eres malvado, Minnie —rió el pequeño alfa.
—¿Salgamos? —pidió—. Quiero abrir la tienda, la hubiese abierto antes a decir verdad pero no me pude escapar más temprano y ayer tampoco podía hacerlo o sería de mala educación dejar una visita sola en casa —explicó.
—Y ahora irías sólo para alejarte de ella aunque sea un momento, ¿no? —preguntó divertido.
—Ni siquiera me deja entrar en la cocina, mi cocina —gruñó bajito—. Al menos allá puedo cocinar tranquilo.
—Pero no falta mucho para la hora del almuerzo —observó el pequeño erizo alfa.
—Al menos podremos preparar las cosas para abrir luego de ello. Por favor Tae, te prometo prepararte lo que tú quieras —propuso.
—¿Cualquier cosa?
—Cualquier cosa —asintió.
Taehyung sonrió en grande.
—Muy bien, vamos —asintió apagando la consola de su juego—. ¿Kookie no va a ir con nosotros?
—Necesitamos una distracción o no nos dejará salir, estoy seguro de que después él nos alcanzará —pronunció levantándose de la cama en la cual había estado sentado.
—¿Podríamos pasar a quejarnos con nuestras parejas? Ahora que Yoongi en verdad contrató a un verdadero sheriff Hobi trabaja con él siendo su segundo al mando —le recordó.
—Mucho mejor —asintió el pequeño omega empujando sus lentes más arriba—. No es justo que ellos se salven de todo esto solo porque tienen que trabajar, estoy seguro de que si nosotros también lo intentamos Cho-rang nos seguiría.
—Sí, como que piensa que somos cachorros que no podemos hacer nada —pensó Taehyung frunciendo el ceño.
—Ni lo menciones, mejor salgamos —dijo abriendo lentamente la puerta, asegurándose de que la mujer no estuviera cerca.
Saliendo al pasillo, ambos se asomaron a las escaleras y retrocedieron inmediatamente al verla parada cerca de la puerta hablando con Jungkook.
—Muy bien, salida número uno, bloqueada —indicó Taehyung.
—Y la número dos igual, ella puede ver perfectamente la puerta trasera de la cocina desde ahí —suspiro Jimin.
—¿Entonces cómo saldremos? —preguntó su hermano.
Pensando sus opciones, Jimin finalmente frunció sus labios cuando solo llegó a una.
—De frente —anunció tomando la mano de su hermano mientras comenzaba a bajar las escaleras.
A mitad de ellas, ya habían captado la atención de la shifter león.
—¿Necesitan algo, pequeños? —preguntó observándolos.
—No, solo vamos a salir —contestó Jimin.
—Iremos a ver a nuestras parejas y luego a nuestra tienda —añadió Taehyung.
—Genial, voy con ustedes a la tienda —sonrió Jungkook aliviado.
—¿Tienda? —preguntó Cho-rang.
—Sí, tenemos una tienda donde vendemos café y algunos dulces, además de que tenemos libros a nuestra disposición para que las personas lean —explicó el pequeño omega erizo—. Jungkook me ayuda en la cocina a veces o está tras la caja, se encarga mayormente de interactuar con los clientes.
Ya que eso era lo que más le dificultaba a ambos hermanos realmente.
—Y yo preparo los cafés —anunció el pequeño alfita.
—Cierto, Tae es el encargado de los cafés —sonrió Jimin.
Esa era una tarea que el pequeño alfa se tomaba muy en serio.
—¿Y será buena idea ir ahora? Ya es cerca de la hora de almuerzo —indicó Cho-rang.
—Está bien, podremos arreglar algunas cosas antes de abrir —aseguró Jungkook, casi como si estuviera leyéndole el pensamiento al pequeño omega.
—Muy bien, entonces solo denme algo de tiempo para terminar de cocinar y vamos, así les ayudo —anunció.
—No es necesario —negó rápidamente el pequeño omega—. No queremos molestar y fácilmente nuestras parejas nos pueden ayudar —aseguró.
—Tonterías, yo también puedo hacerlo —dijo alejándose, sin darle más oportunidades de hablar.
—Muy bien, ahora es nuestro momento de escapar —susurró Jungkook adelantándose a la puerta, abriéndola.
Mordisqueando su labio inferior, Jimin tardó solo dos segundos en tomar una decisión y pronto salió de la casa siguiendo a Jungkook en su travesura.
Realmente era una mala influencia y Jimin un tonto por seguirlo pero, Dios, necesitaba un respiro.
—Muy bien, a correr —anunció Jungkook siendo el primero en hacerlo luego de cerrar la puerta nuevamente.
Seguido fue Taehyung y pronto Jimin, quien no logró ir muy lejos antes de recordar las advertencias de su pareja acerca de hacer mucho ejercicio.
Pero al menos había agarrado la suficiente distancia de su casa y su suegra, por lo que se relajó en un suave trote hasta que finalmente comenzó a caminar. No mucho después Jungkook y Taehyung aparecieron a cada costado suyo.
—Amo a mi mamá, pero a veces es tan frustrante —se quejó el león—. No tengo cinco años.
—Nadie los tiene y aun así a todos nos trata como si los tuviéramos —le recordó Taehyung—. Mierda, incluso a mi Hobi trata así.
—Cierto, es extraño verlo obedecer a la madre de Yoongi, casi parece un soldado con sus "si señora, no señora" —rió Jimin y los otros dos le siguieron.
—El poder de mi mamá —sonrió Jungkook divertido—. Incluso Gyeomie estaba así.
—Creí que le iba a dar un ataque —recordó el pequeño alfa.
—¿A dónde vamos finalmente? —preguntó el shifter león.
—Vamos a la tienda, aunque quiero ir a ver a Yoongi parece que está algo ocupado con Hoseok y no quiero interrumpir —respondió Jimin—. Y... Ese puede ser el primer lugar donde nos busque tu madre, no es muy difícil encontrar la oficina del alfa después de todo.
Ambos contrarios asintieron.
Yoongi estaba hablando con Hoseok respecto a los nuevos proyectos en los cuales trabajar con Jackson y sus hombres cuando la puerta de su oficina fue abierta sin aviso.
Alzando la cabeza, ambos se quejaron silenciosamente al contemplar a su madre cruzar la puerta, observando a su alrededor con sus ojos entrecerrados.
—¿Dónde están? —preguntó mientras se desplazaba por la oficina.
—¿Quiénes? —preguntó Hoseok en cambio.
—Las pequeñas bolitas de púas —contestó obvia.
—¿Desaparecieron? ¿Les ocurrió algo? —cuestionó el alfa inmediatamente alerta.
—No, solo siguieron a tu tonto hermano y se escaparon de mí —refunfuño parándose frente al escritorio de Yoongi con sus brazos cruzados sobre su pecho—. Dijeron que iban a venir a verlos antes de ir a su tienda —explicó.
Ambos contrarios suspiraron en alivio.
—¿Y? ¿Dónde está esta tienda? —preguntó la mujer.
Yoongi y Hoseok compartieron una mirada antes de volver a observar a Cho-rang.
—Creo que iré a comprobar cómo está haciendo las cosas el nuevo sheriff —anunció Hoseok, el muy maldito abandonando a su amigo con rapidez.
—No creo que sea necesario —pronunció Yoongi.
—Quien sabe, tal vez necesite mi ayuda —respondió con un encogimiento de hombros, abandonando la habitación.
—¿Dónde está la tienda de tu pareja, Yoongi? —volvió a preguntar su madre.
El alfa observó a su madre y suspiró audiblemente.
Su pareja seguramente había escapado por un respiro y no podía traicionarle así. Después él sería castigado por ello seguramente.
—Mamá, ¿no crees que ya es tiempo que les des un respiro a nuestras parejas? —pidió.
—Lo dices como si estuviera torturándolos o algo así —resopló.
—Bueno, ellos no son exactamente personas que amen interactuar con otras personas ni que invadan su espacio personal y tú estás haciendo exactamente las dos cosas —observó.
—Pero ninguno me ha dicho algo —se defendió.
—Porque eres mi madre y ellos no harían nada que consideraran ser malos contigo —le recordó—. Incluyendo no decirte que les molesta que les estés tratando como niños de cinco años.
—Y lo seguiré haciendo hasta que al menos uno me diga algo —anunció con una suave sonrisa—. Podré estar viéndome como alguien molesta, pero ellos deben de aprender a expresarse y decir que no cuando algo no les gusta.
—Realmente no conoces a nuestras parejas si piensas eso —sonrió divertido Yoongi—. Si algo no le gusta a Jimin, él simplemente me lo dice.
—Sí —asintió su madre—. Pero eso lo hace contigo porque eres su pareja, si no con lo molesta que he sido ya me habrían dicho algo —observó.
—Y creo que no lo hacen porque precisamente eres mi madre —le recordó Yoongi.
—¿Estás seguro de que es solo por eso? —preguntó ahora logrando que su hijo frunciera el ceño.
—¿Qué quieres decir?
—Esas pequeñas cositas realmente fueron molestadas aquí. Entiendo que esa fue una de las razones por la cual son como son pero, ¿se han dado cuenta de que además de ustedes que son sus parejas estos chicos no muestran su malestar a otros?
—¿Qué quieres decir, mamá? ¿Has visto a alguien molestando a Jimin o a Taehyung? —preguntó ahora preocupado.
—Antes de venir aquí en realidad me pasé por la tienda de los chicos sin entrar realmente —confesó—. Jimin es un chico inteligente, así que creo que debió de darse cuenta del rumor que corre por ahí, a pesar de que nadie lo cree particularmente, ya que parece que saben, que si no fuera por él todo seguiría siendo igual que antes con los idiotas Kim.
—¿Qué rumor?
—He estado saliendo en la tarde, lo sabes. Y escuché por ahí que alguien cree que Jimin no es la persona correcta para ser la pareja del alfa —reveló finalmente.
—¿Pero qué es esa mierda? —gruño.
—Si, pensé lo mismo siendo la ternurita que es Jimin —asintió su madre—. Jimin seguramente ha de pensar que no debe de ser importante, pero nadie debería de molestar a la pareja del alfa y por tu reacción, parece que tampoco te había contado sobre este rumor.
—¿Dónde escuchaste eso exactamente? ¿De quién? —cuestionó con el ceño fruncido.
—Es un rumor hijo, nunca se sabe quién lo comenzó realmente —pronunció—. Pero sé dónde se puede investigar.
—¿Dónde?
—¿Dónde más? Un restaurante es el mejor lugar donde enterarse de todo —le recordó y Yoongi inmediatamente comprendió a cuál lugar se refería.
—Creo que conozco a una persona que nos podría ayudar —pronunció con una sonrisa.
—Excelente —sonrió su madre—. Y recuerda, ser el alfa no significa exactamente que debes de estar todo el tiempo encerrado aquí en la oficina, también se trata de interactuar con tu gente y saber cómo están. No seas un idiota como tu padre —le aconsejó.
—Lo sé, gracias —asintió viendo como su madre se daba vuelta dispuesta a irse—. ¿Podrías dejar a los chicos tranquilos hasta la tarde? —pidió—. Aunque ahora puedo ver tus intenciones y sé que te estás divirtiendo también con esto, no quiero que mi pequeño esté muy alterado o estresado en su estado.
—Preparé el almuerzo solo para mí, sáquenlos a dar una vuelta —le observó cerrándole un ojo—. Y por cierto, ¿podrías ir viendo una casa para mí? —pidió—. No quiero molestarles para siempre, aunque es divertido —rió saliendo de la oficina.
Observando la salida de su madre, Yoongi negó con una sonrisa y tomó su celular para llamar a su pareja.
Parece que tenía cosas de las cuales hablar con su pequeño y debía ayudarle a relajarse también.
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