Capítulo 42🍁


Saliendo de la cocina, Jimin fue a las máquinas de café y terminó el pedido entregándoselo a Jungkook para que este finalmente lo entregara al cliente.

Cuando los ojos de su pequeño cliente se posaron sobre él, Jimin alzó su mano agitándola suavemente mientras veía como padre e hija se retiraban de su tienda.

Inevitablemente una imagen llegó a él, una donde su Yoonie sostenía en alto y con una gran sonrisa a una pequeña o pequeño de tres añitos.

Ah... Esa imagen realmente era una ternura.

Jimin frunció el ceño y observó a su hermano cuando este le dio un codazo en sus costillas, sacándolo de sus pensamientos amorosos.

—Hey, ten cuidado, bebé a bordo —le recordó colocando sus manos en su pequeño vientre.

—Ay, lo siento —se disculpó y volvió a observar a la puerta de la tienda—. Mira a ese chico, ya lleva un buen tiempo que se está paseando y mirando pero sin atreverse a entrar —comentó.

—¿Uhm? ¿Por qué no entrará? —preguntó curioso.

—Creo que lo he visto de mesero en el restaurante del frente —comentó Jungkook—. Si no me equivoco, su nombre era Wodon o Donwook... Algo así —se encogió de hombros no muy interesado.

—¿Tal vez piense que sería algo como traición el entrar aquí? —se preguntó Taehyung.

—Eso es un poco infantil, este es el segundo día que hemos abierto y no estamos precisamente compitiendo por la clientela —pronunció Jimin empujando sus lentes más arriba—. Y hablando de abierto, creo que ya es hora de cerrar —anunció luego de verificar la hora.

—¿En serio? ¿Y no quieres cerrar más tarde? —preguntó Taehyung observando a sus clientes en el primer piso.

Unos pocos estaban leyendo arriba si recordaba bien.

—No realmente, Yoongi me pidió que estuviera temprano en la casa, que quería hablarme de algo importante —explicó frunciendo sus labios—. Aunque no me dijo sobre qué, hace días que está queriendo decírmelo.

—¿Será que quiere que se muden a otra casa? —preguntó Taehyung con el ceño fruncido.

A decir verdad no le gustaba la idea de su hermano viviendo lejos de él.

Jimin negó con su cabeza—. Creo que dijo algo de su mamá.

—¿Mi madre? —preguntó Jungkook de forma nerviosa.

—Eso creo —se encogió de hombros el pequeño omega.

—Mierda —exclamó el shifter león—. Iré avisando que ya tenemos que cerrar, Taehyung puede informarle a los que están arriba y Jimin ordenar la cocina —ordenó el menor antes de alejarse para seguir las órdenes.

Un tanto confundidos, ambos hermanos se encogieron de hombros y siguieron de igual forma las instrucciones de Jungkook.

Para cuando Jimin terminó de ordenar y limpiar la cocina, salió para contemplar a Jungkook acompañando a la salida al último cliente.

—¿Qué le pasa a Kookie? —preguntó Taehyung recargando sus codos en el mesón del mostrador por el lado contrario mientras observaba de frente a su hermano.

—No lo sé —negó tomando una caja decorada en el cual metía los pasteles para llevar.

Armándola, dejó en el interior los dos trozos de tartaletas y las galletas con chispas de chocolate que habían quedado.

—¿Ya están listos? —preguntó Jungkook volviendo al lado de ellos.

—¿Por qué tan ansioso? —preguntó Jimin tranquilamente, cerrando la caja.

—Quiero saber qué es lo que tiene que decir Yoongi sobre nuestra madre, ahora que lo pienso ha estado muy tranquila y no he recibido ninguna llamada de ella —explicó.

—¿Y eso es malo? —cuestionó Taehyung inclinando ligeramente su cabeza hacia la izquierda mientras lo observaba.

—Lo es si significa que viene de visita, aún no le he dicho que encontré a mi pareja también —respondió algo nervioso.

Tomando la caja, Jimin salió detrás del mostrador.

—¿Y hablando de Yugyeom, lograron arreglar las cosas finalmente ayer? —preguntó el pequeño omega, saliendo de la tienda junto a los otros dos.

—Tuve qué —respondió el joven león con un resoplido—. Gyomie no se callaba nunca y Taehyung junto a Hoseok no me dejaron salir de la cocina hasta que finalmente le escuché y hablamos.

—Pero si arreglaron las cosas, ¿no? —sonrió Taehyung observando como Jungkook terminaba de cerrar la tienda.

—Bueno sí, no tenía pensado quedarme a dormir ahí —respondió obvio y luego se sonrojo.

—No hicieron cochinadas en mi cocina, ¿o sí? —preguntó Jimin mientras comenzaba a caminar.

—Define cochinas.

—¡Jungkook! —chillo Jimin observando le con el ceño fruncido.

Ambos contrarios estallaron en carcajadas.

—Tranquilo, no fuimos más allá de unos besos —prometió rodeando con su brazo los hombros del pequeño omega.

—Más te vale o serás castigado por un mes preparándote tu propia comida —advirtió logrando que esta vez solo Taehyung riera—. Eso también va para ti TaeTae, nada de cochinadas en mi cocina junto a tu pareja.

—¡Minnie! —se sonrojó el pequeño alfita—. Espero que esa regla se aplique a ti también —se quejó.

Jimin rió avergonzado—. Yo me puedo cocinar mi propia comida.

—Eso no sería un castigo, para ti debería de ser no entrar más en la cocina —pensó Jungkook.

—Pero si no entra en la cocina no hace comida y si no hace la comida tenemos que hacerla nosotros mismos —le recordó Taehyung.

—Yo gano de todas formas —rió Jimin.

Ambos contrarios se quejaron, y mientras Jungkook callaba para contestar una llamada, Taehyung siguió quejándose con su hermano.

—¿¡Una cita!? —exclamó con sorpresa el shifter león, deteniéndose y logrando que los hermanos también lo hicieran mientras le observaban curiosos—. ¡No! ¡Digo sí! ¡Quiero salir contigo! —contestó rápidamente.

Ambos pequeños erizos rieron ante la visible felicidad y nerviosismo del menor.

—¿Ahora? Pero debería ir a casa bañarme y cambiarme de ropa —expresó mordisqueando su labio inferior—. ¿Correr en el bosque? Si, me gustaría —asintió rápidamente a pesar de que su pareja no pudiera verlo.

Después de intercambiar unas palabras más, Jungkook cortó la llamada e ignoró la gran sonrisa de ambos hermanos Park.

—Entonces... ¿Ya no irás a casa? —preguntó Jimin.

—Nop, es la primera vez que Yugyeom me invita a una cita y no soy un idiota para rechazarlo —respondió sonriente.

—¿Y qué pasó con eso de llegar pronto a casa para escuchar lo que Yoongi tiene que decir sobre tu madre? —le recordó Taehyung.

Jungkook juntó sus cejas y luego se encogió de hombros quitándole importancia.

—Si algo malo o importante pasara, Yoongi nos lo habría dicho antes —anunció finalmente—. ¿Les importa irse solos a casa? —preguntó—. Gyomie me está esperando cerca de las tiendas en las que está trabajando ahora Jackson.

—No hay problema —aseguraron ambos pequeños erizos.

—Ya estamos a mitad de camino de todas formas —le aseguró Taehyung.

—Gracias, les veré en la casa después de la cena —prometió.

—Avisa si no vas a llegar a casa —pidió Jimin.

Asintiendo con su cabeza, Jungkook dobló en la esquina yendo por el lado contrario al del par de hermanos.

—¿Crees que finalmente Yugyeom lo marque? —preguntó Taehyung mientras volvían a caminar.

—No lo sé, esos dos son algo impredecibles estando juntos —respondió—. Pero tal vez lo haga para demostrarle a Jungkook que sí lo quiere como su pareja.

—¿Y dónde crees que vivirán una vez estén juntos? ¿En la casa con nosotros o con Jackson?

—Yugyeom se siente más cómodo con su hermano y sus sobrinos lo quieren mucho —respondió—. A Jungkook no le importa dónde dormir o vivir con tal de que su pareja sea feliz y ha demostrado ya lo bien que se lleva con Jackson, su pareja e hijos.

—Además de que los trabajadores que estaban viviendo con Jackson se compraron también algunas de las casas en las que estaban trabajando. Si se mudan juntos, tal vez puedas usar la habitación que Kookie dejara para este pequeño o pequeña —pronunció colocando una mano sobre el vientre del omega.

Jimin rió suavemente.

—Lo dices solo porque la habitación está casi al frente de la tuya.

—Sí pero también está cerca de la tuya, podrías pedirle por último a tu alfa que abra una puerta en la pared para conectar ambas habitaciones, él sabe hacer esas cosas, después de todo creo nuestra tienda de en sueños —expresó animado.

—Está bien, le comentaré al respecto —sonrió.

—Hay que empezar a hacer planes, tres meses pasan volando —comentó.

Jimin rió por lo bajo y sacó su teléfono móvil de su bolsillo cuando este comenzó a sonar.

—¿Es Yoongi? ¿Le dirás mi idea? —preguntó el pequeño alfa.

—Le diré después cuando estemos en casa —prometió contestando la llamada de su pareja—. Hola Yoonie.

Hola amor —saludo su alfa inmediatamente sacándole una dulce sonrisa a su pareja con ello—. ¿Ya cerraste la tienda?

—Si, ya vamos caminando a la casa —respondió—. ¿Ya vas en camino?

Aún no, termino de enviar unos correos y voy —prometió.

—¿Algo que quieras cenar? —preguntó Jimin observando extrañado a su derecha cuando un automóvil comenzó a avanzar lentamente hasta detenerse cerca de ellos.

A ti —respondió con una sonrisa sexy.

—Yoonie —rió Jimin—. Tonto, te veo en la casa —se despidió.

Está bien, ten cuidado amor —se despidió.

Cortando la llamada, Jimin guardó su celular y observó a su hermano cuando este señaló con su cabeza el auto, en el cual, la ventanilla había bajado.

—Disculpen, estoy buscando la casa del alfa Min Yoongi —pronunció una rubia mujer de pelo corto hasta los hombros.

—Ohh... Uhmm... —pronunció Jimin sin saber qué responderle a la extraña mujer.

—Minnie, huele —susurró Taehyung a su lado.

Un poco confundido por la petición de su hermano, el pequeño omega respiro profundamente al igual que la mujer contraria.

—Huele como Yoongi —murmuro con sorpresa Jimin.

—Y tú hueles como mi hijo —pronunció la mujer arqueando una ceja—. Eres la pareja de Yoongi, ¿no? —preguntó con una gran sonrisa.

"¡Es la mamá de Yoongi!" comprendió Jimin retrocediendo inconscientemente un paso junto a su hermano cuando la mujer se bajó del auto.

—Un gusto en conocerte, yo soy Min Cho-rang, la madre de Yoongi y Jungkook —se presentó con una gran sonrisa.

—Uh... Yo soy Park Jimin, la pareja de Yoongi y él es mi hermano Taehyung —presentó el pequeño omega.

—Aw, pero si ambos son una cosita adorable —exclamó y tiró de ambos hermanos a un apretado y caluroso abrazo en el cual ellos...

Aceptaron un tanto incómodos.

—Venga, suban al auto y vamos a la casa —anunció—. Después de dejar mis cosas en una habitación voy a prepararles una deliciosa cena, ¿de acuerdo?

—Hum... Claro —respondieron ambos hermanos, mirándose entre ellos y luego a la mujer.

—¿Se va a quedar con nosotros? —se atrevió a preguntar Taehyung.

—Claro, ¿Yoongi no les aviso? —preguntó sin perder su sonrisa.

—No... Creo que lo olvido —respondió Jimin apenas conteniendo una mueca en sus labios cuando la madre de su pareja, le tomó del brazo junto a su hermano y los acercó más al auto, abriendo la puerta para ellos.

—Vamos entonces y le preparamos una sorpresa a ese chico —expresó sin darle más oportunidad a los hermanos de decir algo más mientras los trataba como si los conociera de toda la vida.

Mientras que su pequeño erizo lo único que quería era que la extraña mujer le dejara de tocar y se fuera, Jimin forzó una pequeña sonrisa y se subió finalmente al auto junto a su hermano, quien parecía estar igual de incómodo que él.

Y aunque ambos hermanos deseaban escapar, obedecieron y siguieron a la mujer quien era innegablemente la madre del alfa de Jimin, si no era por el aroma parecido, entonces las facciones de la mujer la delataban.

Por lo cual Jimin no podía ser grosero con su suegra escapando y escondiéndose apenas tuviera la oportunidad en su casa, no sería correcto hacerlo...

Tal vez.



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Hola mis copitos!!

Espero que estén bien, y se estén cuidando <3

Quería avisarles que ya queda poco parea terminar esta historia <3

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