Capítulo 39🍁
Leer cap anterior...
🍁2/2🍁
Sentado en el sofá de la sala de estar con sus piernas dobladas de bajo su pequeño cuerpo, Jimin terminó de leer su libro y lo cerró observando a su hermano, quien jugaba un videojuego.
—Estoy aburrido —anunció llenando de aire sus rellenos mofletes infantilmente.
—Lee otro libro —respondió el pequeño alfa.
—Ya me leí todos los que Yoonie me trajo de nuestra antigua casa —refunfuñó.
—Entonces... Eh... ¿Juega en tu ruedita? —preguntó inclinando su cuerpo al igual que su personaje en la TV.
—Lo hice antes de aburrirme y comenzar a leer —suspiro—. Extraño pasar tiempo en la biblioteca, nos entreteníamos de cierta forma ordenando, limpiando y esperando a que Jin apareciera principalmente —expresó.
—Bueno, eso es verdad —asintió Taehyung.
—¿Tú también notaste que nuestras parejas estaban algo extrañas hoy? —recordó Jimin apoyando su mano sobre su abdomen.
Taehyung torció sus labios y asintió con su cabeza, sin quitar sus ojos de la pantalla de la TV.
—Durante el almuerzo se veían algo ansiosos —respondió—. Le pregunté a Hobi si ocurría algo antes de que se fuera a trabajar pero solo me besó, sonrió y se fue —recordó empujando sus lentes más arriba.
Jimin frunció el ceño—. Yoonie también hizo lo mismo conmigo.
Deteniendo el juego, el pequeño alfita observó a su hermano.
—¿Qué nos estarán ocultando? —preguntó.
—No sé —respondió acariciando distraídamente su abdomen—. Pero si te das cuenta, incluso Jungkook estuvo algo raro y se fue poco después de que nuestras parejas se fueran.
—Cierto —asintió—. Tenía aquella sonrisa más burlona y molesta de lo usual —gruñó.
—Bueno, solo hay una forma de averiguar lo que está sucediendo —pronunció con un suspiro.
Observándose, ambos hermanos sonrieron.
—Jin —exclamaron.
—¿Qué hacemos? ¿Lo abordamos en su casa o lo llamamos? —preguntó ansioso Taehyung.
—Con las llamadas siempre terminamos hablando de varias cosas y a la vez de nada —le recordó—. Además, quiero ver a sus pequeños.
—Suena bien, iré a guardar de los pastelitos que hiciste esta mañana para llevarle —anuncio apagando la consola y levantándose del sofá.
—Yo le enviaré un mensaje a Yoongi —pronunció tomando su celular.
Con un plan en mente, ambos hicieron sus partes y luego se juntaron frente a la entrada de la casa.
—No pasará nada por salir, ¿cierto? —preguntó Taehyung inseguro, contemplando la puerta frente a ellos.
—Los Kim ya no están y todos saben que estamos relacionados con el líder de la manada, serían unos idiotas si intentaran molestarnos —respondió.
Dándole la razón al pequeño omega, Taehyung asintió y abrió la puerta, saliendo de la casa junto a su hermano.
—Deberíamos de decirles a nuestras parejas que nos enseñen a manejar, así no tendríamos que caminar por la calle, enfrentando a otras personas —pensó el pequeño alfa mientras caminaba junto a su hermano.
Ambos pequeños shifters erizos alternaban su mirada del suelo hacia el frente, evitando a otras personas, tanto las que conocían como las que no.
—Oye Tae... ¿No hay más personas de lo habitual? —notó el pequeño castaño.
Observando a su alrededor, el pequeño alfa asintió.
—Esto solo indica lo bien que está manejando Busan tu pareja junto a sus amigos —expresó.
—Y según lo que me contaba anoche, aún tiene más planes en el que incluye un centro comercial —recordó con una sonrisa—. Aunque eso dijo que tal vez sucedería más adelante.
Siguiendo su camino, ambos se comenzaron a relajar a medida que avanzaban, comprendiendo que ya no había nada que temer.
Ya no estaban los Kim ni sus estúpidos seguidores, no había personas evitándoles, mirándolos con pena o burla.
—¿Sabes qué acaba de pasar por mi mente? —preguntó de la nada Jimin.
—¿Qué cosa? —preguntó curioso su hermano.
—Si Yoonie y Hobi se volverían locos o felices si se enteraran de que estamos fuera de la casa por nuestra propia iniciativa —respondió con una sonrisita de labios un tanto malvada.
Taehyung rió imaginando a sus parejas confundidas al no saber si estar alegres o preocupadas.
—¿Los llamamos y los averiguamos? —preguntó el pequeño alfa.
—Solo si quieres que nuestra investigación se vea tal vez interrumpida —respondió.
Taehyung frunció sus labios pensativo y negó.
—Nah, ya habrá otros momentos para molestarles con lo mismo —rió bajito, cómplice junto a su hermano.
Deteniéndose en la casa de su amigo, ambos se sonrieron antes de golpear la puerta y esperar.
Cuando Jin abrió la puerta, contempló con sorpresa a los pequeños shifters erizos y enseguida observó a su alrededor en busca de las parejas de estos.
—¿Vinieron solos? —preguntó sorprendido.
Ambos hermanos movieron sus cabezas en sincronía, afirmando aquello.
—Mis bebés están creciendo —sonrió apretando las mejillas de ambos erizos.
—¡Hey! —se quejaron ambos.
—Yo ya tengo pareja, soy un alfa grande —se quejó Taehyung, colocando su mano sobre su cachetito que había sido apretado.
—Y yo tengo una pareja y un bebé en camino —refunfuño Jimin con una de sus manitos en su moflete afectado y la otra sobre su abdomen, el cual tenía una tierna curva pequeña.
Una que según le había informado Namjoon, crecería rápidamente dentro de los cuatro meses.
—Aww, siguen siendo igual de bebés pero con parejas para cuidarles —se burló con cariño, soltando una risita—. Entren chicos —invitó corriéndose de la puerta—. ¿A qué debo su inesperada visita? —preguntó curioso.
—Estamos en una misión —anunció Taehyung ingresando a la casa junto a su hermano.
—Estamos investigando qué es lo que ocultan nuestras parejas —completo Jimin—. ¿Y tus pequeños?
—Después del baño se quedaron dormiditos —respondió con una sonrisa cálida, tomando asiento junto a sus amigos—. Con Nam ya establecimos una rutina con los pequeños y realmente, se nos ha hecho más fácil desde que ellos comenzaron a seguirla.
Ambos hermanos sonrieron.
—Jinnie —comenzó Jimin—. ¿Sabes si nuestras parejas planean algo? —preguntó.
—Nop —respondió enseguida.
Taehyung arqueó una de sus cejas—. ¿Respuesta inmediata? ¿Ni siquiera preguntas sobre algo como qué? —cuestionó.
Con tranquilidad, SeokJin quito inexistentes pelusas en sus pantalones.
—Lo siento chicos, pero realmente no sé de lo que me hablan —anunció—. Cuidar de mis bebés ocupa más tiempo de lo que creen.
Jimin entrecerró sus ojos con desconfianza.
—Aunque es posible, me resulta un tanto extraño porque incluso cuando vivías en otro lugar, en tan solo un par de horas en las calles conseguías toda la información antes visitarnos en la biblioteca —indicó empujando más arriba sus circulares lentes.
Jin abrió su boca y sonrió sin ocultarlo cuando uno de sus hijos comenzó a llorar, salvándole de responder.
—Lo siento chicos, el deber llama —se excusó levantándose del sofá, justo cuando su puerta era tocada de igual forma—. ¿Pueden ir a ver? —pidió antes de retirarse.
—Uhm... No confío en esa sonrisa —murmuro Taehyung cuando Jin desapareció detrás de una puerta.
—Yo menos —respondió Jimin y observó la puerta.
Levantándose, ambos hermanos fueron hacia la entrada y abrieron la puerta para encontrarse con sus respectivas parejas con una pequeña sonrisa de labios presentes en sus rostros.
—¿Cómo... ? —balbuceo Jimin con sus cejas levemente juntas.
—Me siento traicionado —pronunció Taehyung arrugando su pequeña nariz.
Cuando sus respectivas parejas tiraron de ellos y les rodearon con sus brazos, ambos se acurrucaron contra los cuerpos más grandes.
Inclinando su cabeza hacia atrás, Jimin apoyó su mentón en el pecho de su alfa y le observó.
—¿Ahora sí me dirás qué es lo que planean? —preguntó arqueando una ceja.
Riendo, Yoongi se inclinó y besó la pequeña nariz de su omega.
—Nop, pero si te puedo decir que es una sorpresa —respondió.
—¿Y no me dirás qué clase de sorpresa? —preguntó estirando su relleno labio inferior en un puchero mientras le hacía ojitos.
—Nop, pero buen intento —sonrió tomando entre sus dientes el dulce belfo de su pareja.
Separándose, el shifter león colocó su mano sobre el vientre del hombre más pequeño.
—¿Esta cosita ha dado algún problema? —preguntó con ternura.
Jimin soltó una ligera risa y negó con su cabeza mientras colocaba una de sus manos sobre la de su alfa.
—Hasta el momento ninguno de los característicos síntomas de los embarazados —prometió.
—Excepto comer —interrumpió Taehyung—. En el desayuno y almuerzo comió más de lo usual e incluso estuvo comiendo galletas —informó.
—Comí galletas porque estuve corriendo en mi ruedita y me dio hambre —se defendió sacándole la lengua a su hermano.
—Está bien —rió Hoseok—. Ya tenemos que irnos —anunció observando a Yoongi con complicidad.
—¿Ya se van? —preguntó el pequeño alfita observando a su pareja.
—Vamos —corrigió Yoongi entrelazando sus dedos con su pareja antes de guiarlo a su camioneta, esforzándose en ignorar la curiosa mirada detrás de esos lentes circulares.
Contemplando a su pareja, Yoongi sonrió y bajó la pequeña mano que se dirigía a la venda que cubría sus ojos.
—Yoonie —pronunció el pequeño omega con un puchero—. ¿Por qué nos pusieron estas vendas? ¿Dónde están mis lentes? —preguntó.
—Tranquilo pequeño, tengo tus lentes en mis manos —prometió y abrió la puerta de la tienda para seguido guiar al interior los dos pequeños erizos.
—¿Hobi?
—¿Yoonie?
Pronunciaron ambos hermanos cuando dejaron de sentir la presencia de sus parejas cerca.
Pronto, unos dedos tocaron su nuca y la venda que cubría sus ojos fue sacada para ser reemplazado por los lentes de ambos.
Pestañeando un par de veces, los dos pequeños erizos se quedaron sin aliento al contemplar como había quedado finalmente su tienda.
Un elegante y a la vez cálido color azul estaba pintado en las paredes. Frente a ellos, había un largo mostrador formando una L donde se colocarían las muestras de las delicias que prepararía Jimin y dónde estaban unas cafeteras junto a la caja.
A la derecha, había una gran entrada formada por una especie de arco alto con ladrillos, dando inicio a cuatro mesas de madera en fila, al lado de un gran ventanal. Y en la pared, formando otra L que conectaba con el mostrador, se encontraban los libros acomodados en las repisas.
A la izquierda, había otras seis mesas a lo largo ubicadas cerca de las repisas que eran desde el suelo hasta el techo, llenas de libros de todo tipo. Por el costado y cerca del mostrador, había una escalera que daba al segundo piso.
—Waow —exclamaron ambos pequeños erizos.
Sonriendo con orgullo, Yoongi tomó la mano de su pareja y lo guio alrededor del mostrador, pasando una puerta de vidrio lo llevó hacia atrás donde estaba una pequeña cocina completamente equipada y con otras dos máquinas de café.
—Es mármol —murmuro Jimin deslizando sus dedos por la fría y dura superficie de la isla que estaba en el centro de la cocina.
—¡Minnie! —gritó Taehyung entrando en la cocina—. ¡Tienes que venir a ver el piso de arriba! —chillo antes de salir corriendo nuevamente, con su pareja siguiéndole de cerca.
Observando curioso a su alfa, el pequeño castaño volvió a tomar su mano y juntos salieron y subieron las escaleras.
Inmediatamente Jimin contempló grandes libreros formando casi un laberinto en el gran espacio abierto. Caminando entre ellos, el pequeño omega descubrió una larga mesa con pequeñas lámparas sobre ella casi en el centro de la habitación.
Siguiendo su camino, descubrió esta vez sofás rojos oscuros formando un gran cuadrado con una pequeña mesa de centro.
—¡Minnie! ¡Aquí! —gritó Taehyung llamando su atención.
Cruzando la habitación hasta el otro extremo, Jimin llegó hasta el frente y contempló maravillado el gran ventanal que era desde el suelo hasta el techo, dando una gran vista de otras tiendas y el sol ocultándose detrás de ellas.
Había un gran espacio entre el ventanal y los muebles con libros, el cual era ocupado por una larga alfombra felpuda color rojo y sofás individuales de forma circular.
Curioso, el pequeño omega soltó la mano de su pareja y tomó asiento hundiéndose en la suave superficie.
—Genial —sonrió.
—Oh, son muy cómodos —sonrió también Taehyung.
—¿Les gusta? —preguntó Hoseok.
—Me encanta —respondieron ambos, sonriéndole hermosamente a sus respectivas parejas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top