Jungkook observó con atención la interacción entre Hoseok y Taehyung, notando como el pequeño hombre se había vuelto realmente cercano al beta si ya hasta le abrazaba por la espalda cada vez que tenía oportunidad, y si no era eso, sus manos siempre estaban unidas.

Cuando el shifter águila se despidió y se retiró de la casa, Jungkook bajó las escaleras y se dirigió a la sala de estar, tomando asiento en un sofá individual contempló a ambos hermanos Park observando una revista.

—¿Qué sucede, Kookie? —pregunto Jimin, sin despegar sus ojos de la revista.

—Si Taehyung y Hoseok ya se llevan bien, ¿entonces por qué no se mudan juntos a una habitación? —pregunto logrando que el nombrado abriera exageradamente sus ojos.

Alzando su cabeza, el pequeño omega contempló con curiosidad a Jungkook antes de observar a su hermano.

—¿Y bien, TaeTae? —pregunto empujando sus lentes más arriba.

—Uh... Bueno... Eso es... Uhm... —balbuceo.

—Jimin y mi hermano ya duermen juntos y tú con tu pareja no se despegan cuando están bajo el mismo techo —observó—. Lo lógico sería que durmieran en la misma habitación.

—Pero... Minnie y Yoongi ya están emparejados —se excusó nervioso.

—¿Y eso qué? —preguntó Jimin—. Desde antes que ya estaba durmiendo con él —le recordó e ignoró el calor en sus mofletes tras confesar aquello, junto con la molesta sonrisa del otro omega—. ¿Recuerdas cómo me escapaba en las noches para ir a dormir con él?

—Pero... Es que... Hobi y yo... En la misma cama es... —balbuceo torciendo sus pies con nerviosismo.

—Si sabes que puedes simplemente dormir con tu pareja, ¿cierto? —preguntó divertido Jungkook al contemplar cómo el rostro del pequeño alfa se pintaba de rojo—. Dormir juntos no significa solo sexo sucio o hacer el amor.

—¡Cállate! —pidieron ambos hermanos con sus mejillas encendidas.

Riendo, Jungkook apenas esquivó la revista que Jimin lanzó en su dirección.

—No me preocupa eso —exclamó Taehyung y su hermano le observó arqueando una ceja—. Bueno, sí —admitió—. Pero es porque no sé si pueda mantener mis manos lejos de él.

—Espera, ¿no serás el que esté abajo recibiendo? —pregunto sorprendido Jungkook.

—Idiota —reprochó Jimin lanzándole un cojín que el otro no alcanzó a esquivar—. Taehyung es un alfa, el instinto está en él, pero TaeTae puede estar arriba como abajo, es decisión suya... O la de su pareja, creo que es mutua —divago.

—¿Uhm, chicos? ¿Podemos no hablar si soy el que recibe o da? —pidió avergonzado—. No es como si yo se los preguntara a ustedes y ciertamente no quisiera saberlo tampoco.

—Lo siento —se disculparon ambos omegas, aunque no podían negar que sentían curiosidad al respecto.

—Bueno, ¿y tú por qué quieres tener tu propia habitación? —pregunto Jimin observando al shifter león.

—¿Porque sería lo lógico? —respondió con ironía—. Así como me ven también soy un adulto que quiere su propio espacio, y no escuchar las llamadas de intoxicación de azúcar a media noche porque cierto alfita no puede dormir solo —agregó, recibiendo otro cojinazo en su rostro—. ¿Quieren dejar de tirarme cojines, por favor? —pidió juntando sus cejas.

—No me digas así, solo Hobi puede —indicó Taehyung, cruzando los brazos sobre su pecho.

—Ignorando eso, ¿por qué no simplemente completan el apareamiento y se reclaman? —preguntó el pequeño castaño a su hermano.

—Porque ambos queremos conocernos aún más —respondió e hizo un puchero.

—Si eso es así entonces no importa si están lejos o cerca, si duermen juntos o no, el instinto de reclamar puede ser duro pero uno es quien lo maneja —expresó Jimin, golpeando suavemente el muslo de su hermano.

—¿En serio? —preguntaron ambos contrarios.

—Claro, con Yoongi sentimos el instinto pero a la vez él entendía que yo necesitaba tiempo para adaptarme y mi erizo y su león de igual forma lo sabían, por lo que nos tomamos nuestro tiempo hasta que fue hora —explicó con una pequeña sonrisa.

—Entonces, tal vez podría hablar de esto con Hobi —pensó el pequeño alfa.

—Por último si no pueden dormir en la misma cama, solo duerme en la que quede desocupada —propuso Jungkook con entusiasmo.

—Uhm... Lo pensaré y se lo diré —prometió.

Con eso resuelto, Jimin volvió a tomar su revista para observar las cosas que necesitaría para su cocina.

—¿Qué te parece esta? —preguntó enseñándole un horno a su hermano.

—Como que es muy pequeño, ¿no? Deberías de ver uno más grande tal vez —respondió y Jimin frunció sus labios.

—No quiero que Yoongi gaste tanto en caso que me vaya mal —respondió.

—Con tus pequeñas y dulces manos, lo dudo —bufó Jungkook mientras seguía mensajeándose con su pareja—. Pero si lo que quieres es probar, compra lo justo y necesario, y a medida que vayas creciendo con su tienda van comprando más cosas —opinó.

—Para ser un holgazán adicto a los videojuegos, tiene razón —apoyo Taehyung.

—Hey —se quejó el león, observándolo ofendido.

Ambos hermanos rieron.

—¿Y ya tienen un diseño para su tienda? —preguntó el león omega.

Taehyung contempló a su hermano expectante.

—Bueno, Yoonie dijo que tenía una idea en su mente pero que debía de hablarla con Jackson y que también dependía de qué tan grande sería mi cocina —explicó.

—¿Creo que dijo que se iban a juntar hoy, no? —recordó el pequeño alfa, Jimin asintió.

—Cool, vayamos con ellos entonces —sonrió Jungkook.

—Esa es una sonrisa de que tienes un plan o estás interesado —indicaron ambos hermanos.

—¿Cómo lo saben? —pregunto arqueando una ceja.

—Porque somos observadores por naturaleza —respondieron ambos en sincronía nuevamente.

—Quieren dejar de hacer eso, da miedo —pidió fingiendo un exagerado escalofrío.

—¿Y bien? ¿Por qué quieres ir con Yoonie y su amigo? —preguntó Jimin.

—Porque Gyeomie me dijo que Jackson lo va a llevar a una tienda para que vea si podría instalar un sistema de seguridad —explicó.

—Y tú quieres usarnos como excusa para verlo —completo Taehyung.

—Bingo —sonrió satisfecho.

—Uh... No creo que sea buena idea, aunque supuestamente hay personas cuidándonos desde las sombras no me siento cómodo saliendo sin una razón importante de la casa —expresó Jimin torciendo una esquina de sus labios en una mueca.

—Si sabes que si ellos quisieran hacernos daño simplemente entrarían aquí en la casa también, ¿no? —pronunció y se arrepintió enseguida al contemplar el miedo con los ojos de ambos hermanos.

"Oh mierda, Hoseok y Yoongi me matarán por esto" pensó y se acercó a los hermanos, agachándose frente a ellos.

—Chicos, sé que toda esta situación da miedo pero no pueden solo encerrarse en un lugar por ello —pronunció con suavidad.

—¿No podemos? —pregunto Taehyung arqueando una ceja, con expresión dulcemente desafiante.

—Bien, si pueden de hecho pero... Deben de aprender a vivir en el mundo exterior también y enfrentar el miedo... —aconsejó.

—Esas personas nos pueden matar, ya hasta lastimaron a Hoseok un par de días atrás —le recordó Jimin, interrumpiéndolo.

—Okey, hagan lo que quieran —bufó levantándose—. Pero yo no dejaré que unos idiotas que pronto serán encarcelados o cuerpos sin vida me quiten tiempo con mi pareja o la oportunidad de verlo, si el Concejo envió a personas es porque son confiables y podemos dejarles nuestra vida en sus manos.

Las charlas emocionales definitivamente no eran lo suyo, y Jungkook lo sabía.

—Ugh, ¿iras de todas formas, no? —preguntó Jimin.

—Sip.

Observando a su hermano, Taehyung asintió lentamente con su cabeza.

—Podrías decirle a Yoongi que ya tienes la lista de lo que vas a ocupar en tu cocina, eso les dará una idea más clara de cómo será nuestro nuevo negocio —comentó encogiéndose de hombros, tal vez a él lo podrían pasar a dejar con su pareja en la comisaría.

—Está bien, iremos —asintió el pequeño erizo omega.

—Genial, entonces ¿podrías avisarle a Yoongi para que no se vuelva loco y preparar unos pastelitos o cualquier otro dulce? —pidió Jungkook.

—Está bien, yo me ocupo de mi pareja pero tendrás que ayudarme a cocinar —indicó.

—Sí mi capitán —aceptó colocando una mano en su frente como un saludo de un soldado.

—Tonto —negó divertido el pequeño castaño, levantándose del sofá.

—¿Me puedes hacer también a mí para llevarle a Hobi? —pidió su hermano.

—Entonces también tendrás que ayudar —indicó.

—¿Tú quieres que queme la casa? —pregunto siguiendo a los omegas a la cocina.

—Cierto, mejor entrégame las cosas que te vaya pidiendo.

—Hey, ese es mi trabajo —le recordó Jungkook.

—Cierto —asintió observando a su hermano—. Siéntate y sé bonito para nosotros —indicó.

—Genial, puedo hacer eso —sonrió tomando asiento en un banquillo frente a la isla.

Rodando sus ojos, Jimin se lavó sus manos, obligando a su ayudante a hacer lo mismo antes de comenzar a cocinar.

—¿Qué delicias prepararás? —preguntó Taehyung contemplando con interés los ingredientes que sacaba su hermano.

—Vi una receta que quiero probar —respondió—. Se llaman croissants o medialunas.

—Cruaganes —repitió Jungkook con un tono exagerado de supuesta elegancia que le sacó una carcajada a ambos hermanos.

—Croissants —corrigió divertido Jimin.

—Sí, eso, es lo mismo —respondió sin importancia.

—Minnie, tu teléfono está sonando —avisó Taehyung.

—Uh, ya tengo mis manos con la masa —pronunció observándolo—. Pueden ir por él y contestar —pidió.

—Claro, ¿dónde está? —preguntó levantándose.

—Lo dejé en el sofá —respondió y observó al otro omega—. Jungkook, sigue amasando mientras preparo otra cosa.

—Claro, ¿cómo lo hago?

—Solo mueve tus manos como me viste haciéndolo —indicó.

—Es SeokJin —avisó Taehyung volviendo a la cocina—. Pondré el altavoz —indicó y Jimin alzó su pulgar.

—Hola Jin, estás en altavoz —informó el pequeño alfa volviendo a tomar asiento en su lugar anterior, contemplando ahora a Jungkook con la masa entre sus manos quien parecía estar jugando con ella más que amasando.

—Hola chicos, ¿están ocupados? —preguntó.

—No, Minnie y Kookie están cocinando y yo estoy de chico bonito con mi apoyo moral —respondió Taehyung—. Ustedes pueden, chicos, ya les falta poco —animo y Jungkook bufó.

—¿TaeTae sigue sin poder cocinar, Minnie? —preguntó divertido el lobo.

—No y no quiero volver a correr riesgos —respondió divertido el pequeño omega—. Pero encontré otro ayudante que al menos no intenta incendiar la cocina.

—Eso es porque me has mantenido alejado de ella —indicó Jungkook, sacándole una risita a todos.

—Sabía que eres un chico inteligente, Jiminnie —comentó entre risas el contrario—. ¿Y perdón pero quién es Jungkook? —pregunto curioso.

—Soy el hermano de Yoongi quien es la pareja de Jimin —respondió el nombrado—. Podría decirse que soy su cuñado.

—Ay, mis pequeños hicieron otro amigo —exclamó encantado.

—¿Y cómo están los bebés? —preguntó Jimin, ignorando su último comentario.

—Bien, cada día más hermosos —exclamó con amor—. Pronto podrán verlos —prometió ansioso.

—¿Vendrán de visita? —pregunto Taehyung confundido.

—Nop, con Namjoon lo hablamos y decidimos aceptar la propuesta de su alfa, Yoongi, la pareja de Minnie... ¿Cómo debería de referirme a él? —divagó.

—Yoongi estará bien —aseguró Jungkook concentrado en mover sus manos sobre la masa, intentando imitar los movimientos de Jimin.

—¿Qué propuesta les hizo Yoongi? —preguntó el pequeño omega confundido, observando a su hermano.

Taehyung negó con su cabeza y se encogió de hombros sin saber tampoco.

—Dijo que Busan necesitaba de un médico para crecer como pueblo, ya que el que tienen solo atiende a su conveniencia. Le ofreció a Namjoon una casa y cederle el centro médico de Busan si decidíamos mudarnos —explicó con emoción.

—¿El centro médico? —repitió Taehyung—. ¿Aquel lugar cerrado?

—Sí, mencionó que necesitaría unas pequeñas mejoras pero con Namjoon queremos intentarlo —aseguró—. Así que, nos estaremos viendo pronto ¿¡no es genial!? —exclamó.

—Si, lo es —asintió feliz Jimin a pesar de que el contrario no pudiera verlo—. ¿Y cuándo se vienen?

—Tenemos que arreglar el tema de nuestros trabajos y el departamento, creo que sería en una o dos semanas más —pensó—. Lo siento chicos, el deber llama —se excusó al escuchar el llanto de uno de sus bebés.

—Claro, adiós —se despidieron justo cuando Jin cortó.

—Esto de los Kim tiene que resolverse antes de que ellos se muden aquí —pronunció Taehyung y Jimin asintió de acuerdo.

—Hablaré con Yoongi ahora que vayamos —dijo con seriedad—. No quiero que a ellos o a los bebés les ocurra algo.

—¿Está bien ahí o sigo amasando? —preguntó Jungkook ajeno al problema.

Ambos hermanos lo observaron.

—¿Qué? —preguntó.

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