Guardando sus nuevas compras dentro de su camioneta, Yoongi decidió caminar para recorrer un poco del pequeño pueblo y así tal vez encontrar un lugar donde podría ser alimentado.

Su león se estaba volviendo un dolor en el culo debido al hambre.

Observando a su alrededor, el alfa sonrió ladinamente de forma sutil al percibir el característico aroma de otros cambiaformas en todas partes.

Había tenido razón, y lo mejor de todo, era que distintos shifters vivían en Busan lo cual era una buena señal para él.

Había distinguido algunos zorros, osos, unos coyotes, pero en su mayoría lobos. Y a pesar de que en su mayoría eran depredadores, también había sentido algunas presas, a pesar de que no había descubierto de qué tipo aún.

Tenía una pequeña esperanza, de que al hablar con el alfa de esta diversa manada, le permitiera unirse también luego de explicar su situación.

Doblando en la calle, Yoongi percibió un local de comida frente a una tienda de libros. El olor a comida atrajo a su vientre y rápidamente entró.

Cruzando la puerta, el alfa rápidamente fue atrapado en miradas por las personas que estaban en el interior. Ignorándolos, siguió caminando y se sentó frente a la barra en vez de una de las mesas desocupadas.

Quien siempre tenía información de lo que ocurría en un pueblo, eran las camareras, por lo que hablando un poco, podría obtener algo de comida y enterarse en dónde podría encontrar al alfa que dirigía el pueblo.

Una joven mujer con un apretado traje se paró frente a él. Una pequeña placa tenía escrito el apellido Son.

—Hola, guapo forastero —sonrió coqueta—. ¿En qué es lo que te puedo servir? —preguntó mordiendo su labio inferior.

¿Se suponía que ese tono de voz más ese gesto tenía que seducirlo? ¿Realmente?

Yoongi evitó mostrar su escalofrío y desagrado, mostrando una mínima sonrisa de labios.

—¿Desayuno? —preguntó.

La mujer señaló un reloj colgado en la pared a su espalda y negó suavemente con su cabeza.

—Hora de almuerzo, aunque podría conseguirte un desayuno si realmente lo deseas —le cerró un ojo.

Waow, realmente se estaba esforzando en coquetearle.

—Son, la orden de la mesa tres está lista —anuncio un hombre por una larga ventana rectangular donde dejó el plato servido.

—Un segundo —pidió a Yoongi, alejándose.

Suspirando, el rubio se dio media vuelta para percibir como aún era observado por algunos clientes del restaurante.

Y aunque ciertamente no había hostilidad en ellas, más bien curiosidad, seguía incomodando al shifter león.

Mientras esperaba a que la mujer volviera, observó a través del ventanal y juntó levemente sus cejas al percibir dos hombres esperar fuera de la tienda de libros.

Tal vez no significaba nada, pero la pose amenazante en la que esperaban le molestó un poco.

Levantándose, fue una de las mesas desocupadas para tener una mejor vista.

Su león se removió con interés cuando pudo percibir a otras dos personas en el interior de la tienda.

—¿Ya decidiste qué vas a querer? —preguntó la camarera distrayéndolo—. ¿Quieres que te consiga un desayuno?

Yoongi la observó y resistió fruncir el ceño en descontento. Volviendo a contemplar la tienda de libros, miró nuevamente la mujer ahora con interés.

—Olvida el desayuno, ¿qué me recomiendas? —pregunto sonriendo abiertamente esta vez.

Inmediatamente Son le correspondió.

Inhalando suavemente, su león detectó que la mujer era un animal pequeño, seguramente una presa para él.

Una shifter lechuza, para ser más específicos y eso era perfecto para el alfa.

Interiormente Yoongi sonrió, sintiéndose agradecido de que una de las especialidades de ser un alfa, además de ser obviamente más fuerte y grande, era reconocer qué tipo de shifter eran los demás.

Mientras los betas y omegas solo podían distinguir si el contrario era una presa o un depredador, un alfa podía saber con el aroma qué clase de shifter era el contrario, lo cual fue una clara ventaja en este caso.

El animal de la mujer era uno observador por lo que seguramente Son tendría en su conocimiento hasta el chisme más reciente del lugar.

También quién era el dueño de la tienda de libros y quién trabajaba en ella, así como quiénes eran los tipos acechándola.

Y aunque no iba en dirección a las mujeres, definitivamente podría usar su encanto para saber lo que necesitaba.

—Bueno, te ves definitivamente como un depredador —comentó observando descaradamente su cuerpo de arriba a abajo—. Personalmente, te recomiendo la especialidad del día, lleva carne.

—Perfecto —sonrió sin mostrar sus dientes.

Dándole la espalda, la mujer se alejó a la parte trasera y habló con el mismo hombre de antes, le estuvo mandando miradas desde el otro extremo que el shifter león simplemente fingió no percibir mientras seguía observando a momentos de forma fingidamente distraída la tienda de libros frente a él.

Cuando la mujer estuvo nuevamente frente a él otra vez, dejó su plato inclinándose sobre la mesa para mostrarle el escote de su traje.

"Wow, realmente está intentando llevarme a la cama" pensó tratando de retener el escalofrío que invadió su cuerpo al pensar en compartir su cama con un cuerpo femenino.

Ugh.

Nada personal, pero este león prefería a los hombres.

—Mi nombre es Naeun —sonrió.

—Bueno Naeun, ¿sabes? Dejé mi camioneta una calle más abajo y esos tipos de enfrente no me están dando buena espina —comentó comenzando a comer.

Observando por el ventanal, la sonrisa de ella se volvió más suave.

—No son las personas más... Amigables del mundo pero no creo que Min-Jae intente algo en contra de un forastero, no te preocupes —intentó reconfortar.

—Por la forma en que lo nombraste, parece ser un buscador de problemas —indicó disfrutando de la comida, no de la compañía.

—No realmente —se encogió de hombros.

—Y si no fuera un forastero, ¿crees que me causaría problemas? —pregunto de forma un poco más directa.

—¿Piensas quedarte? —pregunto en un principio emocionada, pero luego frunció el ceño como si recordara algo importante.

—Me gustaría, si —asintió y le sonrió—. ¿Qué piensas?

—Esas son cosas que se hablan con el alfa, guapo —negó mordiendo su labio inferior.

—Prefiero la opinión de un hermosa dama —le cerró un ojo.

La chica rió tontamente y corrió su cabello tras su oreja. Yoongi observó disimuladamente la tienda de libros otra vez, simplemente no podía evitarlo.

—Bueno, entre tú y yo —pronunció inclinándose más a Yoongi, distrayéndolo otra vez—. Tal parece que el alcalde, bueno... El alfa —se corrigió cerrándole un ojo—. Tú entiendes.

—Por supuesto —asintió queriendo que se apresurara a terminar.

—Bueno, parece que ha tenido problemas de dinero... Las tiendas están cerrando y él no está haciendo nada por ayudar —susurró y se volvió a enderezar—. Ha estado permitiendo que otros shifters se queden con tal de que mensualmente paguen una suma de dinero, pero... Tú pareces ser un alfa más fuerte que nuestro líder y él es un lobo territorial.

—Piensas que tal vez no me permita quedarme —adivino.

—He oído que hasta piensa vender el pueblo, pero ya sabes, son rumores —frunció sus labios.

—Rumores —murmuró y observó a través del ventanal.

Su sangre hirvió en rabia cuando percibió al tal Min-Jae junto a su compañero acosando a dos hombres pequeños. Ambos lo empujaban de manera brusca mientras parecían gritarles algo, y la gente simplemente pasaba sin hacer nada por ayudarlos.

—Qué mierda... —murmuró levantándose.

—No te aconsejo que vayas —negó Naeun interponiéndose frente a él—. Min-Jae es el hijo del sheriff Min-Seok y nieto del alcalde Min-Kyu, es el nieto del alfa e hijo del beta. Te meterás en problemas si te metes en sus asuntos.

—¿Es por eso que nadie hace nada? —señaló.

—Los hermanos Park están marcados, nadie puede ayudarles —negó observando como Yoongi dejaba dinero sobre la mesa.

—No pueden o, no quieren —corrigió fríamente, pasando por su lado para salir del restaurante.

Saliendo del local, su león gruñó repentinamente al tomar el aroma en el aire.

Uno de esos pequeños hombres era un omega, demonios.

Min Yoongi no era realmente un hombre agresivo, pero realmente odiaba las injusticias.

Cruzando la calle, tomó una buena vista de ambos hombrecitos asustados. Eran una presa, un shifter pequeño...

Mientras que había una ligera diferencia de altura entre los dos, ambos eran bastante bajos en realidad.

El más alto de los dos tenía el cabello negro con sus puntas algo descoloridas en grises mientras que el más bajo, era de un castaño con reflejos dorados. Ambos usaban lentes pero diferentes modelos.

Su atención se concentró en el castaño, con ojos grandes asustados producto del miedo que se ocultaban detrás de unos lentes con forma circulares. Labios carnosos y mejillas regordetas. Pero todo su dulce rostro estaba arruinado por el terror al igual que el de su compañero.

"Mío, pareja" su león rugió dentro de su cabeza, dejándole en shock momentáneamente.

Cuando sus ojos conectaron con los del castaño, algo se removió dentro de él ante la súplica de ayuda en su mirada.

Cuando uno de los idiotas empujó al pequeño castaño estrellándolo con fuerza contra la tienda, Yoongi rugió en furia.

Rápidamente cortó la distancia y tiró del idiota lobo hacia atrás, interponiéndose entre los agresores y los pequeños shifters erizos.

Su pareja era un omega erizo, eso nunca se lo hubiera imaginado.

—¿Y tú quién eres, idiota? —gruñó uno de los hombres, aquel que había empujado a su pareja—. No te entrometas en esto, extraño.

—Me meteré si así lo quiero —gruñó dando un paso adelante.

—Soy el puto hijo de la policía y el nieto alfa —espeto con soberbia—. Soy intocable.

Este idiota debía de ser Min-Jae.

—Perdón, solo escuché que a pesar de ser un alfa te refugias detrás de tú papi y abuelito —se burló.

Min-Jae gruñó y se lanzó sobre Yoongi, rápidamente ambos alfa dieron un espectáculo de crudos golpes llenos de poder entre sí.

En la mente de Yoongi, solo estaba el proteger de su pequeña pareja, vengarse por el sufrimiento que seguramente había pasado por el ridículo pueblo y sus habitantes al no querer ayudarles con el abuso.

Furioso golpeó al amigo de Min-Jae cuando este lo atacó por la espalda y lo lanzó contra el alfa mimado.

Pasando su dedo por su labio roto, retiró algo de sangre y escupió otro poco.

—¡¿Esta mierda les costaba tanto hacer?! —exclamó a los espectadores que simplemente miraban con una expresión entre sombría y triste.

Cuando una sirena apareció, Min-Jae se comenzó a reír como loco.

—Estás muerto —sonrió burlón.

—¿Por qué? Porque ahora le vas a llorar a tu papi que no pudiste vencerme para que él se vengue en tu nombre —se burló sin poder contenerse, totalmente algo fuera de él.

Era como si finalmente había explotado y despertado ese lado dominante y agresivo que poseía todo alfa.

—Me importa una mierda lo que digas, pasarás un buen tiempo en la cárcel —gritó mientras se levantaba del suelo justo a tiempo para cuando una patrulla se detenía frente a ellos.

Un shifter lobo alfa bajó y observó a los tres hombres lastimado.

—Otro pobre iluso con complejo de héroe —negó chasqueando su lengua.

Entendiendo rápidamente la situación, Yoongi metió la mano dentro de su bolsillo trasero y tomó su teléfono desbloqueándolo.

—Y como siempre, la pequeña mierda que provoca el problema, escapando a la primera oportunidad —resopló el sheriff.

Mirando sobre su hombro, Yoongi descubrió que realmente su pareja y el hermano de éste no estaban detrás de él.

Habían logrado escapar en algún momento, y en vez de enojarse, a Yoongi le alegraba que no se vieran más lastimados de alguna forma.

Aprovechando el movimiento, presionó para llamar y mantuvo apretado el número tres de marcación rápida, contactando con uno de sus amigos y abogado.

—¿Qué? —gruño cuando volvió a observar al frente—. Esta mierda de pueblo permite tales bajezas e injusticias y en verdad querían que no hiciera nada —cuestionó.

—Este no es tu pueblo ni manada, por lo que sí, me hubiera gustado que no te entrometieras y lastimaras a uno de los integrantes de esta manada —asintió el alfa mayor—. Quedas detenido por agresión y disturbios —anunció sacando unas esposas—. Un tiempo en la cárcel te hará recapacitar y luego salir a la mierda de aquí, entonces todo volverá a ser normal —rió acompañado de su hijo.

Solo había una palabra para describir a esos dos alfas, desagradable.